Colegio Santa Rita, Madrid -125 años.

Page 159

Colegio Santa Rita: 125 años

-159-

los estudios en el colegio. Hay mucha gente pesimista que dice que ha bajado mucho. ¿Tú también piensas eso? ─¡Si el árbol hablará…, diría de todo, bueno, malo y regular! Y no del colegio sólo, sino de todo y de todos. Pero eso del nivel es muy relativo: gente ha habido que se llevó de aquí a sus hijos porque decían que había un mal nivel en este colegio, pero sus hijos también han ido mal en el nuevo. El problema no está en el colegio. Yo he notado una diferencia entre la mayor y la pequeña. La pequeña ha tenido la mala suerte de tener muchos cambios de profesorado, pero quien estudia y se esfuerza, sale adelante. Lo que es imposible es que aprendan las cosas y sean sabios sin dar golpe en el curso. ─Digo yo que vosotros no estaréis muy descontentos puesto que toda la familia seguís viniendo aquí. ─Y masoquistas no somos, por lo tanto es que no estamos descontentos. Es que hay una cosa, aparte de la enseñanza, esencial en este colegio: el trato cercano. ─¿Estuviste alguna vez en las clases, dentro de la clase, de alguna de tus hijas? ─Sí. Hubo una época en que yo venía a los talleres. ─¿Qué es eso de los talleres? ─En la tarde de los miércoles los niños de los cursos en que estaban mis hijas, lo dedicaban a hacer talleres con sus profesores. Y nos invitaron a que viniésemos las madres, un poco como monitora y otro poco a convivir con los niños en clase. Era muy divertido, nos lo pasamos muy bien. ─Pero entonces, ¿aquello era para diversión de las madres? ─Pues también, por lo menos las madres lo pasábamos muy bien. Para nosotras era un poco como volver a la escuela, como volver a ser niñas. Pero los niños también se lo pasaban bien. Había un ambiente muy bueno. ─¿Y en qué talleres estuviste tú? ─En el de barro, en el de tapices, otra vez hicimos unas máscaras… También hicimos el de la alimentación, que luego nos lo prohibieron porque podría haber problemas de sanidad. ─¿Y también ibas de excursión con los niños alguna vez? ─También. ─O sea, que te apuntabas a todo. ─Yo me dije: ya que estoy aquí, pues voy a todo. Y era muy interesante. Recuerdo las excursiones que hicimos a Navacerrada, a la Bola del Mundo, al río y algunas más que ahora no recuerdo. También hicimos otras salidas a museos y cosas por el estilo. Y en cada excursión el profesor siempre nos contaba un cuento, una historieta, un algo, que yo no sé de dónde lo sacaba, pero tenía cuentos o historias para todo. ─¿Y te dejaban salir del trabajo o te escapabas? ─No, es que yo pedía un día de vacaciones. ¿Y qué mejor empleo lo podía dar que estar con mis hijas y con el curso de mis hijas? ─Tus hijas son zagalas amigonianas. Tú sabes, seguro, lo que es amigoniano. Y este colegio es amigoniano. ¿Se nota en algo? ¿Hay diferencia entre este colegio y algún otro que tú conozcas? ─Yo sólo puedo compararlo con el colegio donde han ido mis hijas después de haber salido de aquí. También es religioso y son muy parecidos. Pero quizá la cercanía del profesorado es mucho mayor aquí, y eso es muy importante. Luego, los zagales, entre los que


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.