El año de la paz con el eln

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EL AÑO DE LA PAZ CON EL ELN. Enero 12 de 2015. “Si los diálogos que hoy desarrollamos con el gobierno llegaran a acuerdos satisfactorios, que es lo que esperamos, el ELN continuaría luchando, dentro de las definiciones que dichos acuerdos tracen; porque los acuerdos de paz son un punto de partida para seguir luchando por todos los objetivos y los sueños, que tiene el pueblo colombiano.” Comandante Nicolás Rodríguez Bautista Gabino. V Congreso del ELN.

A diferencia de lo que piensan algunos analistas y medios de opinión en referencia a que el anuncio del ELN del día 07 de Enero de informar al país sobre las decisiones en torno a la paz adoptadas en su V Congreso realizado recientemente, no llenó las expectativas que se habían creado en el sentido de que el ELN anunciaría la tregua unilateral indefinida o en su defecto la apertura oficial de los diálogos con el gobierno nacional; la realización de este importante evento después de 8 años de no llevarse a cabo una reunión de tal magnitud por parte de esta insurgencia, indica que la decisión de sentarse a negociar la paz es el tema más importante que esta guerrilla ha decidido en mucho tiempo, sus combatientes son conscientes que este puede ser el año de la paz con este grupo guerrillero. Es claro que el ELN está destinado a ser un protagonista de primer orden en las negociaciones de paz en este año 2015, todo lo anterior tiene como antecedentes la evolución del proceso de conversaciones encubiertas que se han desarrollado entre este grupo guerrillero y el gobierno nacional durante el año 2014, en el cual en primer lugar se fueron consolidando las agendas entre las partes, el ELN dejo de manifiesto que en su agenda es muy importante el tema de la participación social, el de las víctimas, el del desescalamiento del conflicto, las garantías para el movimiento armado pero también para las comunidades que habitan vastos territorios de presencia Elena. Así mismo en el año 2014 el debate en torno al modelo de desarrollo económico en Colombia, apalancado en la “locomotora minero energética” alcanzó importante preponderancia y un análisis en profundidad, por parte de sectores políticos, organizaciones sociales, ambientalistas, agro mineras, de pequeña minería artesanal, así como de las asociaciones de trabajadores de la industria del petróleo articulados a través de la Unión Sindical Obrera (USO). A ello se le suma el favorable escenario internacional en el que naciones, organismos multilaterales y movimientos sociales han venido acompañando los diálogos de la Habana, pero también blindando las conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional. Hay que recordar la disposición que han mostrado países como Venezuela Ecuador y Cuba (El gobierno de la isla históricamente ha sido muy importante en las decisiones estratégicas y las relaciones internacionales del ELN) en el sentido de impulsar el inicio prontamente de los diálogos con este movimiento guerrillero, a lo que se le agrega otra importante matriz geopolítica: La postura del estado vaticano en favor de los diálogos en Colombia, reforzadas por las nuevas directrices misionales de la iglesia católica desde la llegada al papado de Francisco I, que muestran un tono conciliador de la iglesia, mucho más dirigido a asumir un papel activo de los máximos jerarcas del clero católico en la promoción de la paz y la solución de los conflictos, no solo desde el vaticano sino en los países donde se presentan conflictos importantes como el caso de 1


Colombia; la posición en favor de la reconciliación y el fin de la guerra del monseñor y presidente de la conferencia episcopal Luis Alfonso Castro, además del activo papel en favor de los diálogos con el ELN que viene jugando la comunidad jesuita en cabeza del sacerdote Francisco de Roux, muestran que la iglesia en Colombia también ha virado en su visión frente al conflicto armado; veníamos de una jerarquía eclesiástica retrograda, ortodoxa, muy ligada a las elites económicas y políticas como la que se expresara a través de monseñor Rubiano especialmente en los 8 años del gobierno de Uribe, y ahora observamos una iglesia mucha más dialogante, comprometida directamente con el proceso de paz en Colombia. Hay que agregar en este conjunto de influencias favorables, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE UU, después de 60 años; no es para nadie un secreto que EE UU está jugando un papel fundamental en la negociación en Colombia, como parte de la estrategia geopolítica del gobierno de Obama de mejorar las relaciones con el bloque de países de América del sur y en ese sentido las negociaciones de paz en Colombia acompañadas por Cuba, influyen positivamente en el ambiente de negociación de conflictos en todo el continente, es lógico concluir que de estas dinámicas han tomado atenta nota tanto el ELN como el gobierno de Juan Manuel Santos. Sin embargo no todo ha marchado sobre ruedas en las conversaciones entre el ELN y el gobierno durante el año 2014, de hecho ha habido problemas que no han permito que el dialogo formal avance mediante la instalación de la mesa de diálogos, uno de ellos ha sido la falta de preponderancia que el gobierno de Santos le ha dado a los diálogos con el ELN, a diferencia del año anterior este 2015 arranca con un compromiso muy fuerte de parte del gobierno Colombiano de invitar y de fijar su atención sobre el Ejército de Liberación Nacional, entendiendo lo crucial que es para el esquema de negociación con la insurgencia en Colombia que se siente la otra gran guerrilla histórica en una mesa formal de negociación. En el año 2014 el ELN no tuvo la suficiente audiencia para expresar sus propuestas, esto ha venido cambiando a partir del segundo semestre del 2014; el ELN a través de su máximo comandante Gabino reconoció en el mes de junio el avance de los puntos acordados en la construcción de los diálogos con el gobierno nacional, por su parte en el mes de Diciembre la comisión de paz del congreso, un grupo importante de personalidades, intelectuales, políticos, movimientos sociales, movimientos eclesiales y ONGs, entre ellas la Corporación Nuevo Arco Iris, expresaron su voluntad de tender puentes directos o hacer los buenos oficios que se requieran para establecer el dialogo con el Ejército de Liberación Nacional. De igual manera es altamente positivo que movimientos como el “Congreso de los pueblos”, una de las plataformas más importantes de esa cultura “filo-Elena” que ha prosperado y se ha arraigado en regiones como el Catatumbo, Cauca, sur de Bolívar y Magdalena medio, Arauca, sur y occidente de Nariño, Nordeste Antioqueño, Choco y en las capitales de las principales ciudades de este país, ha venido madurando como propuesta social y política. Estos nuevos movimientos son herederos de todo ese pensamiento libertario que por más de 50 años ha bebido del sueño de Camilo Torres, Domingo Laín y Manuel Pérez, su forma de pensar y actuar no ha estado ligado al 2


establecimiento, tampoco a la oposición electoral de izquierda en el país, es una “contracultura” que ha militado más en la desobediencia civil, en la acción directa, en la resistencia de masas, en las luchas campesinas, en el movimiento de mujeres, ambientalista, en la praxis católica revolucionaria de la teología de la liberación; sin embargo en la coyuntura actual y en un proceso de cualificación estos sectores están pensando en participar en política y en hacer una nueva política en el país; su estrategia de acción se basa en desplegar un discurso de mandatos que construyan las comunidades y en los que las líneas de actuación en una agenda de negociación y paz no van a ser solamente los caminos electorales, los caminos de la paz van a ser profundamente políticos, pero van a ser participativamente políticos en otros escenarios constituyentes, de democracia directa, de reordenamiento del territorio, de consultas y plebiscitos populares, de constituyentes y mini constituyentes. Estos nuevos aires democráticos van a venir de la mano de movimientos sociales como el Congreso de los Pueblos, y otros sectores, que van a ser el colchón de llegada de la negociación con el ELN. De allí la importancia de reconocer la vigencia que ha alcanzado el Congreso de los Pueblos, como movimiento de movimientos, pues recoge grupos tan distintos y a veces tan sensibles y reactivos como las asociaciones campesinas, los movimientos agro mineros, las comunidades indígenas, las comunidades afro descendientes, los hippies, las redes de ELGTBI, los ambientalistas con todas sus matices e incluso grupos de origen anarquistas, pero que hoy de alguna manera se articulan alrededor de este tipo de plataformas y aceptan sus mandatos y principios. En este sentido se observa mayor madurez de estas expresiones organizativas frente a procesos impulsados por el ELN en décadas anteriores, como por ejemplo el movimiento “A luchar” una plataforma civil de izquierda que pretendía conformar un movimiento muy amplio en favor de las reivindicaciones y las luchas que la guerrilla del ELN estaba desarrollando en los años 80 y principios de los 90, pero que se diluyo en medio de contradicciones internas y divisiones entre los que optaron por continuar respaldando la lucha armada y los que impulsaron la reintegración a la actividad política legal sin armas. A diferencia de aquellas épocas hoy se nota mayor sensatez política de las redes sociales y políticas articuladas en el Congreso de los pueblos, mas realismo y coherencia en el análisis y reflexión de sus reales posibilidades de acción, del contenido de sus estrategias para cambiar el modelo económico y el régimen político, distintos al maximalismo de otrora que muchas organizaciones civiles le exigían al movimiento insurgente, en su condición de portaestandarte de sus radicales reivindicaciones; este es un cambio evidente y favorable para la paz. Otro elemento importante en favor de la negociación con el ELN, es el grado de unidad de este grupo guerrillero en su interior, como lo demostró su V Congreso en el respaldo a la negociaciones de paz por parte de sus principales mandos, se nota un importante reconocimiento a Gabino como máximo líder político y militar, así como una mayor presencia de mandos del ala militar como Pablo Beltrán, Pablito y otros jefes del Domingo Laín en los escenarios de dialogo. Igualmente la reafirmación en este evento de apostarle a la continuidad de la alianza estratégica con las Farc y el llamamiento a la unidad con 3


todos los movimientos sociales afines a los “Marquetalianos” como Marcha Patriótica, Frente Amplio por la Paz, entre otros, para que articulen propuestas de movilización social que acompañen los procesos de negociación del conflicto armado en este año. La suma de todos estos aspectos indican que el Ejército de Liberación Nacional ha alcanzado un momento idóneo para asegurar la eficacia de los diálogos de paz, tanto al interior de sus filas, de su militancia, grupos de base social, pero también para asegúralos frente al adversario, el otro protagonista de la negociación que es el estado Colombiano. Es decir hay una agenda consolidada en más de un 50% y hay unos puntos sobre el tema ambiental, minero-energético que van a ser muy importantes. Alrededor de las propuestas del ELN, en materia de extractivismo, recursos naturales y energéticos, gravita un importante y autorizado grupo de expertos, que han desarrollado un completo análisis del problema energético, no solamente nacional sino y lo más importante global, lo que les permite tener una mirada crítica de la economía extractiva bajo el modelo neoliberal; esta intelectualidad tiene un claro análisis del problema energético desde la visión de izquierda y va a poner todo al servicio de la negociación con el ELN. Por su parte la insurgencia del ELN va exigir que el gobierno firme compromisos en materia minero energética, tal y como lo ha venido haciéndolo con los diálogos en la Habana y obviamente que esos compromisos se refrenden vía escenarios constituyentes, vía mandatos constituyentes. No obstante lo anterior, hay dificultades que se han presentado en esta negociación que han impedido que estos diálogos avancen, como el hostigamiento a las comunidades campesinas por parte del ejército, policía y grupos neo paramilitares, o la invisibilizacion de las acciones y presencia del ELN en algunas regiones por parte de las FF.AA. como estrategia de guerra, especialmente en la serranía de San Lucas en el sur de Bolívar o en el departamento del Choco, pretendiendo mostrar que el ELN allí prácticamente no existe o que las operaciones militares desarrolladas han arrasado con el oponente, solo para citar ejemplos recientes. Lo evidente es que poco a poco estos métodos propagandísticos han venido desprestigiándose, y perdiendo efectividad, ante las graves denuncias que los movimientos sociales y defensores de DD HH han venido realizando, le corresponde al gobierno de Juan Manuel Santos tomar medidas para que en estas y otras regiones, en una eventual tregua unilateral del ELN, se respeten a las comunidades, es un caso que se pone particularmente en evidencia en zonas como el nordeste Antioqueño, Sur de Bolívar, Santanderes, entre otros. En resumen, los elementos anteriormente expuestos nos indican que la negociación con el ELN arranca con buen pie en el año 2015, que estos diálogos van a ser el revulsivo más importante para este nuevo periodo de negociación en donde el bien superior de la paz tiene que masificarse, popularizarse, volverse una demanda generalizada de la población, en la que el habitante, el poblador, el ciudadano y el campesino, se reconozcan en ella, una política democrática y de transición hacia la paz para salir del atraso y la inequidad económica y social en Colombia. Julio Arenas - Investigador del conflicto armado, Corporación Nuevo Arco Iris. 4


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