08517

Page 149

Juan Gabriel Tokatlian

de Occidente mediante un plegamiento a los intereses estratégicos de Estados Unidos. El otro ejemplo en aquel periodo fue México. La firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan), el acceso de México a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocde) y la inclinación pro-Washington de la política exterior mexicana hicieron de Carlos Salinas y del país el showcase a imitar en el área. Argentina y México intentaron, con sus naturales especificidades, ser parte del Primer Mundo. En el camino, Argentina en 200120025 y México en el último trienio fracasaron de manera estrepitosa y sus sociedades conocieron el infierno. Brasil, en cambio, siempre aspiró a ser una potencia del Sur: procura convertirse en un destacado jugador global y hoy parece relativamente bien encauzado hacia ese fin. Este hecho ha significado un cambio importante en la ecuación de poder en la región: nadie puede hoy tomar una decisión trascendental de política exterior sin mirar a Brasilia. Brasil es un interlocutor obligado en las relaciones exteriores de todos los países del área, al tiempo que su notoria visibilidad internacional y gradual reconocimiento mundial le ofrecen a América Latina una oportunidad relevante para concitar mayor atención global. Dos casos emblemáticos: Brasil y Venezuela Hablar no basta; de los designios tuvieron que pasar a los hechos. Jorge Luis Borges, «El hombre en el umbral»

Latinoamérica no cambió su esquema de alianzas pero sí acrecentó su diversificación y, con ello, nuevos vínculos con contrapartes diferentes al Occidente desarrollado. En esa dirección hay en la actualidad dos países con alto perfil continental, clara voluntad de influir más allá de 5. Argentina es un ejemplo de un país que ha declinado internacionalmente. Ahora bien, este país se encuentra hoy ante una situación en la que puede otorgarle realismo a su política exterior y con ello ir superando décadas de pérdida de poder relativo en los asuntos globales. Por ejemplo, y de manera casi inesperada, encuentra un ámbito de influencia relevante al ser parte del Grupo de los 20 (g-20) creado a finales de 1999. Eso le brinda una cierta capacidad de interlocución internacional. Otro ejemplo tiene que ver con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Con el tiempo, Argentina supo advertir el valor de la Unasur y de mecanismos creados por esta como el cds. El aporte argentino, vía Unasur y el cds, en los temas de la estabilidad en Bolivia, la distensión entre Colombia y Venezuela, la cuestión del acuerdo militar entre Bogotá y Washington en torno del uso por parte de Estados Unidos de siete bases colombianas, y la búsqueda de una posición mancomunada acerca de la situación de Haití después del terremoto mostró signos de moderación importantes 150


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.