boletÍn apar y sobre Toro Muerto, especialmente a cargo del autor del presente trabajo. 9. Descubrimiento Ocurrió así. Al haber concluido sus estudios Eloy Linares Málaga en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, fue enviado para que hiciera un cursillo de perfeccionamiento en el Museo Nacional de Antropología y en las grandes necrópolis de Ancón. A su vuelta a la universidad, esta lo comisionó para realizar un viaje de exploración arqueológica al valle de Majes, incluyendo Chuquibamba, ya que los estudios que se tenían hasta entonces (1949 - 1950), eran sólo referenciales. La Tesis Doctoral del entonces Conservador del Museo de la Universidad, José María Morante Maldonado, sobre “Arqueología del Departamento de Arequipa, Condesuyos y Camaná precolombinos” (1939), no decía mayores cosas de la provincia de Castilla y los datos que se traían de la provincia de Condesuyos, se habían tomado a base de un solo viaje a Chuquibamba, a través de las informaciones que le proporcionó al Dr. Morante, el en ese entonces Párroco Leónidas Bernedo Málaga. Por otro lado, el trabajo publicado por el profesor Alfred L. Kroeber, “Peruvian Archeology in 1942”, sólo es de carácter general por haber tomado datos aislados del viejo Museo de la Universidad. Era pues necesario, y así planeó la “Facultad de Letras”, que se trajeran datos concretos tanto de la provincia de Castilla como de la provincia de Condesuyos. Entre el mes de julio y los primeros días de agosto de 1951, se planeó y realizó el ansiado viaje, gracias al apoyo del señor rector de ese entonces Dr. Alberto Fuentes Llaguno, y del conservador del Museo Dr. José María Morante. Valiéndose de los servicios de la “Empresa Astorga” (ómnibus), viajamos de la ciudad de Arequipa al alto de Tambillo, por carretera asfáltica, siguiendo la vía panamericana que conduce hacia Lima en 100 kilómetros de su recorrido. Luego tomamos el camino afirmado que atravesaba la pampa de Majes en dirección Este-oeste, y por el Sur-este, de la provincia de Caylloma, en un recorrido de más de 35 kilómetros a partir de los cuales se iniciaba una trocha en pendiente en más de 15 kilómetros, con numerosos zig-zags y que conducía hasta el puente sobre el río Majes. Esa trocha era de difícil recorrido pues el ómnibus se demoró más de una hora en descender y casi dos horas en ascender. Hoy ha sido sustituida por una moderna pista asfáltica que es la misma que sigue hacia Camaná en su recorrido del Alto Tambillo en más de 18 kms., y atravesando al desvío sigue el camino afirmado hacia Corire, en una distancia de 8 kilómetros de recorrido __________ En la Obra publicada por el Dr. Carlos Daniel Valcárcel: “El Archivo de Tello”, en sus páginas 61, 63 y 64, se refiere concretamente al contenido del volumen sobre la “Cultura Puquina”, recopilado especialmente por Toribio Mejía X., y los hallazgos de “Corral Redondo” en Huaca Ispana, Churunga, en el distrito de Andaray, hoy distrito de Río Grande, en la provincia de Condesuyos, Arequipa. El periodista y escritor H. D. Disselhoff, escribió un libro en Alemán y de carácter popular, al cual intituló: “Gott Muss Peruaner Sein “ (“Dios debe ser peruano”). En él, se refiere también a los petroglifos de Toro Muerto; se menciona su descubridor, Eloy Linares Málaga y a la valiosa ayuda que le prestó en ese entonces el Gerente de la Cia. Cervecera del Sur del Perú, Dn. Ernesto Von Wedemeyer.
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Mayo 2014
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(de Corire a Aplao hay 19 kilómetros; de Aplao a Acoy 6.5 kilómetros y de Acoy a Chuquibamba 50 kilómetros). En la actualidad hay que viajar algunos kilómetros más debido a la nueva ruta que se sigue por la carretera asfaltada, la cual facilita grandemente el tráfico y ahorro de tiempo y combustible para los vehículos8. Aparentemente pudiera creerse que nos hemos apartado del tema, pero, era necesario indicar estos antecedentes que forman el marco del descubrimiento de los petroglifos de Toro Muerto. Sino, veamos. Mientras viajábamos hacia Aplao, el compañero de asiento con quien me tocó viajar era un anciano natural del distrito de Pampacolca, señor José Medina, el mismo que me hizo ver por primera vez lo que él llamaba el “diablo de Querulpa Chico” (Se trataba nada menos que de un alero en roca granítica, en la cual se podía observar a simple vista pictografías diversas en color rojo y una de ellas se asemejaba a un diablillo, efectivamente. Era una figura simbólica quizá de un hechicero, bailarín o enmascarado). Luego me indicó que en Acoy, habían grabados en piedras representando diferentes figuras, llamas, serpientes, etc., que no los pudimos observar porque pasamos muy tarde. También me informó que otras figuras semejantes las había visto en Pitis y la Mesana, y que en su tierra, o sea Pampacolca, abundaban estos motivos y las, ruinas y gentilares, que nadie les hacía caso. Al llegar a Chuquibamba él siguió a caballo a Pampacolca y yo me quedé en la capital de Condesuyos para cumplir mi cometido. Permanecí ahí cuatro días, que los supe aprovechar muy bien para visitar los principales sitios arqueológicos, como Itac, Huamantambo, Rinconada, Pacchana. En este último, pude admirar las ruinas y petroglifos de este lugar, y de los que ya se habían ocupado Carlos Paz de Noboa, Leónidas Bernedo Málaga y Francisco Mostajo, entre otros. En realidad, Chuquibamba —nombre que ha servido para calificar al estilo negro sobre el rojo de los Collaguas—, es un sitio tipo de extraordinaria importancia para la “Arqueología Regional”. Otro de nuestros objetivos era permanecer algún tiempo en Aplao y Uraca. En el primero, nos informamos de la existencia de una necrópoli precolombina al otro lado del río, es decir, en el recodo de Huancarqui. Visitamos el lugar y nos dimos con la ingrata sorpresa de que al abrir la carretera, habían destruido numerosas tumbas. Hicimos un cateo en el sitio y como resultado de él fue el hallazgo de una momia y un manto polícromo, tejido en lana de auchenia, —que se exhibe hoy en el Museo de de la Universidad de Arequipa— así como otros objetos de arcilla, madera, conchas, etc. Notable entre los hallazgos de la tumba, en estudio del cateo efectuado, fue el de piedras pintadas9, amarradas con hojas de achira cuerdas de mataras como si se tratara de humitas, __________ Ing. Departamental (1973) Hector Trigoso Reyna, informe según carta levantada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Dirección General de Transporte Terrestre, de la Oficina Regional e Infraestructura Vial de Arequipa. 9 Se trata de un Arte Mobiliar con Tradición Rupestre, hecho conocer, no como tal, y de esa zona del valle de Majes por Edmundo Escomel, en el “XXV Congreso Internacional de Americanistas”, La Plata 1933, Argentina; y con el nombre de “Tejas Peruanas Precolombinas destinadas a fines aritméticos”. En 1966 en Mar del Plata, República de Argentina, en el 37 Congreso Internacional de Americanistas, se realizó el “Primer 8