Sui Generis somos Nosotros

Page 26

Elias Salgado

Nos recibieron con el mismo cariño de costumbre y una mesa llena de fiambre y buen vino: —Elie, te compramos una pieza entera del mismo jamón crudo que te servimos la vez pasada, ya que te había encantado — dijo Horacio en nombre de la pareja. Y yo pensé: ¿Cómo no sentirme en casa? Comimos, bebimos, nos pusimos al día. Pero en ese encuentro, aunque Grushkito se mostró como el mismo ser cargado de ternura que ya conocía, también nos sorprendió. Es que por primera vez en 42 años, lo oí contar algo que desentonaba por completo con lo que conocía hasta entonces de su historia de vida. Fue un horror. El Rubio nos abrió el corazón y desde lo más profundo de su ser, dijo: —Después de tantos años, volví a Argentina tan destrozado que me volví un desconocido para mí mismo. Mi experiencia con la guerra durante la invasión de Israel al Líbano me convirtió en un hombre duro y frío. Me embrutecí, me cosifiqué. No era un hombre, sino una máquina. Tardé mucho tiempo en recuperarme. Pasaron días donde llegué a creer que no habría vuelta atrás, que nunca volvería a ser yo mismo. Quedé pasmado por lo que acaba de oír, e imagino que a Eddy también le pasó lo mismo. El Rubio terminó su relato más tranquilo y señalando a Kika, dijo: Lo que me salvó fue encontrarla. Ella fue la que me ayudó a salir de ese infierno. Hoy todo eso es pasado. Luego fue a la cocina, abrió otra 18


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.