Anhedonia Psicozine I

Page 1



Pero que mierdas es esto? Que quieren de mi???

EDITORIAL

Anhedonia (del gr. ἀν- an- ‘an-’, ἡδονή hēdonḗ ‘placer): incapacidad de una persona para experimentar interés o placer con actividades que antes solían resultarle gratificantes.

Aquí estás. Holi. Bienvenidx. Has abierto este fanzine probablemente porque algunx de nosotrxs te lo ha puesto en las manos sin dejarte elegir. O porque te ha llamado la atención el jepeto de Lon Chaney (el trastorner de la portada). En fin, lo puedes leer si quieres. Puede que lo disfrutes. O puede que hayas perdido la capacidad para el disfrute y seas unx más de esa legión de jóvenes desencantadas que un día creyeron que podían cambiar algo. Si es así, eres nuestrx lector: todo esto está escrito para ti. Si por el contrario piensas que el mundo es chachiguay y tal, más vale que dejes de leer. No queremos que nos estropees el fanzine leyéndolo con ojos optimistas. Nacimos, y al principio todo era nuevo y fascinante. El placer, el dolor, la alegría, el desencanto…todo lo vivíamos con una intensidad visceral, como si fuera la primera y la última vez. También nos fuimos dando cuenta (algunxs) de que el mundo que habitamos es un lugar abominable gobernado por entes diabólicos y sostenido por la obediencia ciega de millones de víctimas que no saben que lo son. Y creímos que podríamos dinamitar ese mundo y construir otro nuevo…parecía tan sencillo, tan potencialmente al alcance de la mano… Pero los años pasan, los robots no se dejan resetear, y a hostias nos ganarán siempre mientras no seamos muchedumbre. ¿Qué nos queda? La pelea diaria contra la apatía y el desánimo. Tratar de vivir como pensamos, aunque a veces parezca imposible. Luchar por que este mundo de mierda que no hemos podido cambiar no nos cambie a nosotrxs. Y vomitar bilis. Eso es exactamente lo que vas a encontrar en estas páginas. Una colección de vómitos mentales autoterapéuticos. Digamos que este fanzine es un váter. O una papelera de rejilla sin bolsa (liquidillo fuera y tropezones dentro, ya tú sabes). No le busques coherencia o significado porque no lo tiene. Tampoco queremos que te suicides… ya sabes que entre la mierda crecen las flores, y hasta en las noches más oscuras hay alguna luz lejana que quizá es el inicio de un fuego gigantesco. Quizá algún día, en algún lugar…

Besos. Bilbo. Noviembre 2016.

COMENTARIOS, PEDIDOS, INSULTOS, POSTALES DE NAVIDAD: anhedoniapsicozine@gmail.com


Tic-tac, tic-tac, tic-tac... Estás muerto...

¿Sí?

No... Pero poco te falta. El reloj de arena ha dado su última vuelta, dejando caer los granos restantes, con tranquilidad pero sin piedad, dando comienzo a la trágica e inevitable cuenta atrás final. Ya no hay botellas en tu haber. La eterna duda existencial de la botella medio llena o medio vacía se ha solucionado al fin. Se acabó. El último whixky se fue hace tiempo, mezclado con toda clase variopinta de excrementos radiactivos. La felicidad se fue con él, seguido de tus ganas de vivir y tu equilibrio mental.

Y, ¿qué hago? ¿Qué... qué se puede hacer?

Nada. ¿Por qué ha de poder hacerse algo? Hay cosas que no tienen solución. Como la estupidez en la raza humana, la avaricia en la judeofilia o la mierda en tu cara. Simplemente, acéptalo.

¿Cómo? Es decir, ¿cómo se puede aceptar algo tan horrible?

¡Y a mí que coño me importa! ¡Que sea una voz en tu cabeza no significa que me tenga que importar un carajo tu vida. Que te follen... ¿me oyes? ¡Que te follen! Pero tú no sirves ni para eso. Hasta tu mano izquierda asquerosa y llena de callos te rechaza. Patética escoria degenerada. ¡Eres el rey de los despojos!

Entonces, ¿es verdad que voy a morir?

Sí... Es un hecho. Estás muerto. Mejor dicho, estamos muertos. A mí me da igual, solo soy producto de tu esquizofrenia, no soy un ser real. No soy más que una conciencia sin cuerpo propio, destinada a compartir tu mísera vida y vivirla como si fuera mía. Menuda suerte... si al menos fueras alguien, podría disfrutar de mi inexistencia, pero como eres una puta costra con patas...

Menuda mierda...

Dímelo a mí. Tienes suerte de que no tenga manos, sino te reventaría la puta cara a ostias. Jodido bastardo... Aunque he de decir que entiendo tu pesar. No porque vayas a morir, eso es algo que beneficiará a toda la humanidad. Lo digo básicamente porque no has hecho nada minimamente memorable, nada de lo que sentirse orgulloso en todos estos años. Y no me refiero a hitos inalcanzables como el Nobel o orgías con 1000 mujeres, hablo de cualquier cosa que no te de vergüenza al mirar atrás. Te extinguirás dejando como herencia miles de trozos de papel de culo fecundados y en estado de gestación, con un millar de fetos blancos, resecos y muertos. Nada más. Ni una emotiva despedida, ni una gran fiesta en tu honor, ni un triste llanto en la oscuridad. No mereces ni una de mis putas lágrimas.

A Í R G E DE VIVÍR AL Artza Bastard



Soy una paloma.

Una paloma muy vieja y muy cansada. De esas que casi ni se apartan cuando vas a toda hostia con la bici, y te obligan a hacer requiebros imposibles con tal de no chocar. Tú probablemente lo atribuyes todo a la torpeza y a la edad. Pues a lo mejor te equivocas. A lo mejor soy una paloma suicida. Igual me quiero quitar de en medio de una puta vez. Mejor para todxs, ¿no? Una paloma menos. Total. Cuando yo nací, esta plaza era un estanque. Una preciosa arboleda lo rodeaba, y más allá todo era monte y cielo. Vivíamos bien. Había agua en abundancia, lombrices para todxs, aire limpio, y una tranquilidad solo alterada de vez en cuando por algún gato montés de mierda que venía a merendársenos -cosas de la vida salvaje- . Compartíamos paraíso con muchos otros clanes de muchas otras especies. Contemplábamos de noche cielos de los que casi no puedo acordarme, enjambres de estrellas parpadeantes, la oscuridad y la luz del cosmos en toda su majestuosidad. Todo era bello hasta que llegásteis. Primero fue una aldea a orillas del estanque. Recuerdo la inquietud entre nuestra gente, las dudas… ¿Qué nos va a pasar ahora? ¿Por qué nos apedrean sus crías? ¿Qué es esa mierda gris y dura con la que cubren el suelo?. El estanque fue drenado. Talaron todos los árboles. Y de la noche a la mañana, todo se cubrió de bloques y farolas. Las noches se volvieron naranjas. Los días se llenaron de polvo, ruido y humo. Y comenzó nuestra Nakba. Ahora malvivimos en esta plaza asquerosa. Lxs perrxs nos persiguen. Lxs niñxs nos putean. A las cornisas les ponen pinchos para que nos empalemos horriblemente al posarnos (cuántxs hermanxs habrán muerto de esa forma…). Ya no hay lombrices ni insectos, vivimos de la limosna de esos viejos que nos tiran pan (repugnante alimento para un ave) y de migajas de bocadillos. Y no contentxs con robarnos nuestro hábitat y condenarnos a una vida de miseria, les queda valor para llamarnos “ratas del aire”. No creo que se pueda ser más hijo de la grandísima puta. Ya no aguanto más. No hay esperanza para mi estirpe. Voy a volar hacia el sol sin detenerme hasta morir de agotamiento y caer inerte sobre las azoteas. Solo espero que al llegar vuestra extinción- que llegará, cerdxs prepotentes- aún quede alguna paloma viva que pueda reír a carcajadas por todas nosotras.


UN PASEO POR

COSILANDIA

La ciudad es un enorme escaparate sin vida desde que los maniquíes se cansaron de la tienda y salieron a pasear por las aceras soleadas. Unx puede salir a la calle a observar la muchedumbre y comprobar en segundos que ya no hay personas sino objetos animados que caminan. Fajos de billetes fáciles requemados por el sol. Huchas con patas correteando en busca de relleno. Navajas afiladas que esperan al incauto que se equivoca de callejón. Perros pastores velando por la seguridad del flujo de transacciones. El Ser Humano ya no existe más. El contacto entre personas desconocidas parece haber sido regulado por alguna especie de Real Decreto que lo prohíbe completamente, excepto para la compra-venta-promoción de bienes y servicios. Las miradas se esquivan. Las palabras se ahogan antes de salir de los labios. Los cuerpos se repelen con un asco irracional. Si me acerco a ti y te digo “todxs somos autómatas dolientes”, echarás a correr hacia el primer guardia que encuentres. Todo lo contrario que si fuerzo una sonrisa que ni tú mismx te crees y digo “¿ha probado usted la nueva mascarilla facial reparadora de *******?”. Y todo sigue su curso sin sobresaltos; los adolescentes pasean (todos iguales) mirando sus móviles, vestidos como antes lo hacían los homosexuales a los que desprecian; los homosexuales desfilan (todos iguales), vestidos rústicamente al estilo de los heteromachos que les hostiaban por la calle no hace mucho; chicas vestidas y pintadas como juguetes sexuales miran de reojo a chicas con el pelo cubierto por un velo y dicen “ Mira. Ahí va una mujer oprimida”. Los jóvenes parecen viejos. Los viejos parecen muertos. Los muertos parecen felices. Tan solo queda luz en los ojos de la escoria. En la dignidad de las que miran esta farsa desde fuera y se sientan a joder el paisaje con descaro y elegancia, riéndose de la mano que les da de comer, porque la lástima es recíproca. Difícil distinguir al verdadero vagabundo, ahora que lo homeless es tan cool. Pero los ojos delatan al zombi calculadamente harapiento que sigue la moda. He visto profetas mendicantes que hubieran partido en dos la Historia de haber nacido en Palestina hace 2000 años. Ser pobre. Oler a mugre. Vomitar sangre. Ensuciar la sucia, sucia armonía social… La última Disidencia.


CADAVER ESQUISITO I

Comuniones subconscientes entre Artza Bastard y Juane Malatesta


Dibujo de Clara Gomes


CONTAINER POéTICO. Por Juane Malatesta. VOID

D.E.P.

Piensa lo que te piensa. Sueños de gigantes. Adelántate al segundo que te precede a cada instante. Porque ¿Cuánto dura el presente? ¿Cuándo deja de ser antes?

Un día alguno de mis pies dará el último paso y volveré al silencio. Y mi pecho será como ese roble alto y verde en cuyas entrañas juegan los tordos. Y mi Yo será tormenta de granizo golpeando el campo fértil con millones de pedazos de quien fui y nunca más seré y siempre seré y siempre Nunca más.

La suerte rige el Caos en un orden hermético. Y hay verdades infinitas que visceran el amorfo universal. Los ecos de mil voces retumban en la nada donde el vacío es la única sustancia y los entes de humo devoran el tiempo creyendo ser.

OJETE La vida es un esfínter cerrado a cal y canto de músculos tenaces que guardan el Secreto. A cada nuevo intento de estar del otro lado el Gran Ojo resiste terrible y obstinado. Y cuando al fin, después de larga guerra, la boca circular se abre en ancho beso y el sello queda roto y se revela el Misterio, entonces... El último peldaño... Caída en fosa abierta... Y todo queda a oscuras.

R E V AD


REVANCHA

“Las estrellas no durmen... y pedirán un día tu sangre” León Felipe

He escupido ríos de ira color sangre. Me he deshecho los nudillos golpeando en el alambre. He tratado de inmolaros en el fuego, hasta apagarme. Y aún queda paz en mi semblante. He escuchado a la bondad que me enseñaron chillando en el potro por clemencia. Viviré por vuestro fin y su venganza y aún así no habré perdido mi inocencia. Vuestra infamia es la semilla de mi odio. Aguardad temblorosos la cosecha.

S O S R

DESPUÉS DEL FINAL Esa guerra encarnizada que un día le declarásteis a la vida a lo salvaje a lo ingobernado... la tenéis perdida de antemano. Por muchas batallas vencidas. Por muchas victorias épicas y efímeras que os hagan sentir omnipotentes. No podéis cosificar el Universo. Podéis arrasar bosques y humedales y hacer de ellos cementerios de hormigón. Podéis exterminar, especie tras especie toda vida que encontréis a vuestro alcance y no podáis transformar en mercancía... Ya se encargará el Caos que rige el Cosmos de que vuelva el verde a estallar en las estepas y la vida se transmute en nuevas formas. ¿No entendéis, tristes bufones sanguinarios? No podéis domesticar a la Natura porque ella nos creó y la marioneta no puede subyugar a quien la tiene por los hilos. Desde las cumbres no se ve la democracia ni las vallas que separan a los pueblos. Tampoco sabe el ave cuando vuela si está en espacio aéreo protegido porque tan solo ve cielos infinitos. Estáis condenadxs al fracaso eternamente por mucho horror que sembréis a vuestro paso. Siempre habrá criaturas cuidando de sus crías. Compartiendo con lxs suyxs la comida. Siempre habrá ramas afiladas peinando el viento sin vuestro permiso. Porque vasto es el vacío y nosotrxs diminutxs y fugaces. Siempre habrá poesía, aunque no queden poetas. Podremos estar muertxs pero siempre habrá

anarquía.


Una bellísima mancha de sangre se desparrama graciosamente bajo mis pies. No puedo evitar quedarme maravillado mirándola. Ella también me está mirando, tiene unos ojos coagulosos que siguen todos los movimientos que hago. Poco a poco se van dibujando unas orejas de soplillo y una nariz fina y acentuada. Me asombra la claridad de la visión, realmente parece estar ahí mirándome. Una imagen perturbadoramente magnífica. La sangre sigue su curso creando su propia obra de arte, ahora con unos labios carnosos de un color rojo impresionante que reclaman a gritos ser besados. Creo que es el rostro más precioso y delicioso que he visto nunca. No es perfecta, obviamente, porque nadie en este inmundo mundo lo es, pero sin duda es la imagen de mujer más bella que he visto en mi puta vida. Lo que es muy curioso, sabiendo que Ella es solo una mancha de sangre. Pero me la fela. Ese insignificante detalle no me va a fastidiar la paranoia más psicodeliciosa que he tenido nunca. Me inspira mucha tranquilidad ver esa cara y, aunque no acierto a saber por qué, tengo la sensación de que todo va a salir bien. No tengo ni puta idea de qué es ese todo, pero estoy convencido de que llegaré a buen puerto. Es posible, no estoy seguro, pero pudiera ser que ahora mismo estuviera colocau. No alcanzo a recordar nada anterior a la sangre, de hecho no sé de dónde ha salido y la falta de cordura que presenta mi mente me hace sospechar que voy hasta el culo, una vez más. No obstante, me siento extrañamente feliz y sereno, cosa que no suele suceder muy a menudo, así que habrá que disfrutar de esta plácida muerte cerebral. La sangre sigue bailando sugerentemente a mis pies, moviéndose y mutando su forma inicial. Mis ojos vuelven a posarse irremediablemente sobre Ella, que me guiña su ojo izquierdo y me saca la lengua de forma gamberra y lasciva. Joder... es más de lo que mi mente demente puede soportar. Mi consciencia empieza a convulsionar enérgicamente, follándose mi subconsciente y consiguiendo que pierda el juicio por fin. Veo cosas que no debería, oigo a mis demonios susurrándome al oído desde fuera de mi carcasa corporal y siento el tacto de emociones complejas y bizarras en mi piel que se cae a pedazos y se pinta de colores imposibles. Mierda... me arde la entrepierna, me suda el ojete y me pesa el alma. Estoy jodidamente desequilibrado, soy presa involuntaria de mi propia demencia. La mancha sigue a lo suyo, sin mostrar ningún interés en mi guerra interna, pero su semblante empieza a darme miedo. La muchacha de mejillas rojas ha desaparecido para dar paso a un garrulo cabrón con un bigote de fascista que dan arcadas. Hijo de puta... Tiene pinta dictatorial cono todos los mostachudos: Stalin, Hitler, Aznar, Azkuna... Tiene una cara muy seria y no deja de mirarme con esa cara de sucio palurdo. Creo que es una señal, y no muy buena precisamente. Me da mal rollo. Puede que sea el presagio de algo jodido de verdad. Al fin y al cabo, ahora que me pongo a pensar, la sangre ésta habrá salido de mí, porque no hay nadie más aquí y el hecho de que cambie tanto de forma será debido a que no deja de brotar de algún lugar de mi organismo. Mierda... Será eso seguramente. Si no, ya me dirás que ostias hago yo encima de una mancha de sangre. Puta vida... Así que este es mi fin, al fin, mi puta muerte. Obviamente no es como me lo había imaginado. No tengo a ningún ser amado para vomitarle en la cara mis últimas sandeces, ni hay una multitud colerizada deseando que deje ya de respirar, ni siquiera veo a los cuatro jinetes yonkis cabalgando sobre el jaco para llevarme de la mano a mi amado hogar, que no es otro que el infierno. Menuda decepción.

Pues ala, a tomar por culo TODO...


Leviatan 2016


EL CRUCE DE CAMINOS Jabi Jubera

Corría el año 1482 y las leyes eran tan cruentas como en 1481. En un camino sin calzada ni iluminación, en el que la caprichosa luz del ocaso dibujaba alargadas figuras que acompañaban al viajero, un hombre condenado, yacía abandonado en una jaula de forja. No era más grande que un confesionario, y el reo tenía más tiempo para encontrar la salvación. Andaba el condenado intentando alcanzar con el brazo entre los barrotes un zarzal con bayas rojas, cuando el crujir de los cascos de un caballo montado por un aristócrata le hizo volverse violentamente, no sin antes coger unos cuantos frutos silvestres. Cuando pasó a su par, el condenado a muerte pareció llamarle la atención. -¿Qué inmundicia cometisteis para tal castigo, pobre y desgraciado?-preguntó el noble - ¿Cómo os llamáis? Responded, responded por la pleitesía que me debéis, a mí, Lord Shortcashire. -Tom Timator, conde y duque, es mi nombre, noble señor. Y heme aquí encerrado por una equivocación: una vez fui señor apoderado como vos, pero un traidor me delató, y afirmó falsamente que cobré más impuestos de lo que la ley permite a mis vasallos- respondió el preso. -Cuan injustas son las leyes de hoy; no quisiera vérmelas contra esos envidiosos criollos- recapacitó Shortcashire – ¿Cuánto lleváis aquí, lejos del pudor y la cordura, de la que sois claramente valedor? -Es medio lustro ya lo que aquí llevo abandonado, viviendo de la caridad de viajeros y transeúntes. A veces me dan agua y otras me escupen, lo que agradezco igualmente. También pasan soldados del rey, rehuyendo la mirada, y siempre con la peor de las voluntades… -Yo agua no tengo, pero si vos tenéis alguna voluntad, de esas que no conceden los guardias, hacédmela saber- sugirió el generoso

noble, compadecido por los relatos del reo. -Sois muy generoso, gran señor. Solamente dos cosas añoro desde que preso aquí estoy. La primera, el calor de una joven mujer, la segunda, un instante de dignidad, volver a sentirme un hombre de alta cuna- dijo el encerrado entre sollozos. -Satisfacer la primera me es imposible, bien porque no soy mujer y bien porque no os encuentro atractivo. Sed valiente, y precisad más la segunda- añadió comprensivo. -Como yo era un hombre que me vestía por los pies… suplicaría que me dejase sus ropajes, para que esta noble piel volviera a sentir lo que merece, y, si es usted docto en el arte del dibujo, le ruego que me retrate con esas, sin


duda, caras ropas. -¡Qué soez indiscreción! Hubiera dicho yo, si no me fiase de su merced, claramente valedor de los títulos que os usurparon. En cuanto al retrato, tres años en la universidad de Florencia me avalan como pintor. ¡Tome!, ¡Tome mis ropajes!, adivino que le quedarán bien, pues vos tenéis nariz de duque y hombros de conde. -Sois todo un caballero; le ruego que evite mi perfil malo- precisó el preso. De buena gana Lord Shortcashire entregó su ropa, camisa, pantalina, chaqueta y abrigo de piel, así como un ostentoso sombrero. Disfrutaba ayudando al prójimo, pero, por pura vanidad. Era conocido entre sus súbditos como “El Benévolo” o “El Pachón”. Se acercó a su corcel y saco un lienzo no demasiado grande y un lápiz de carboncillo. Se situó a escaso medio metro de la jaula y comenzó a retratar a Tom Timator, mientras silbaba una vieja canción marinera. Mientras, Tom, quién sabe si por la pose o por ciencia infusa, sonreía irónicamente. Cuando Shortcashire hubo acabado se lo enseñó y con un gesto de mandíbula, el reo, le comunicó su acuerdo. En el preciso momento en el que el casi desnudo noble iba a entregar su recién creada obra, apareció una patrulla de

soldados, liderados por un capitán gordinflón. Al llegar donde la extraña pareja, el orondo líder dio el alto y el ritmo marcial cesó de repente. Los soldados miraban atónitos la situación. Antes de que pudieran asimilar aquella esperpéntica situación Tom Timator se abalanzó revolviéndose en su jaula, agarrando los barrotes con gesto desesperado. -¡Ayudadme!, ¡Ayudadme soldados defensores de la corona y la ley! Este hombre, si se le puede llamar así, este perro me ha enjaulado, se aprovechó de mi buena fe y mirad, ¡Mirad!, Me ha encerrado aquí y me ha robado mi retrato, mi preciado retrato, encargado por y para mi señora ¡La baronesa de Shortcashire! ¡Soy Lord Shortcashire, y mis ropajes así lo demuestran! – dijo Tom muy enaltecido –¡Truhan, roba-almas, pendenciero! ¡Aprésenlo! Hasta quería llevarse mi caballo… Ven Tricky pequeño, ven –dijo ululando su voz para seducir al animal. Mientras arengaba al caballo sacó de un bolsillo interior las bayas que había recolectado antes de que Shortcashire apareciera, a lo que el caballo respondió comiendo de su mano y lamiéndole la misma. Lord Shortcashire, atónito, temblaba cual cervatillo primerizo. Desacostumbrado. No sabía si echar a correr, intentar explicar la situación, o prender al mentiroso enjaulado. Sabedor de sus intenciones, Tom volvió a dirigirse a los soldados y al capitán sin conceder réplica. -A que esperáis, hijos de la guerra, ¡Prendedle! ¡Rápido! No le dejéis hablar u os engatusara, tal y como lo hizo conmigo! ¡Noble es mi sangre, y si no queréis rendir cuentas ante la justicia, sacadme de aquí, y apresadlo a él! – alegó colocándose el sombrero. Y sin un momento para el beneficio de la duda, los desconcertados soldados amarraron a Shortcashire y tapáronle la boca con una soga. Sin necesitar una orden, abrieron la oxidada jaula con una maza, y Tom Timator salió con la cabeza bien alta, sintiéndose libre, como si solamente hubiera pasado unos pocos minutos en su interior, como si realmente no conociera esos ocho barrotes. Montó en el caballo recientemente bendecido como Tricky, y tras recuperar su propio retrato de las manos de un confuso capitán, dio media vuelta y se alejó por un pequeño sendero que muy bien conocía, pues ya había visto a muchos viajeros alejándose, y perdiéndose sin volver la mirada, entre aquellas acusadoras y burlonas ramas.


BAZOFIA

Artza Ba

stard

DOBLE

SUCIOS PLACERES DE LA VIDA ENFERMA Un cuerpo desmembrado se desangra lentamente en una sucia habitación de motel. Unos ojos negros contemplan la escena, mientras los brazos cansados y ensangrentados que los acompañan sirven una copa de whixky que gotea a la vez que la sangre cae al suelo, creando una melodía preciosamente aberrante. Los labios agrietados y secos beben el placer esbozando una sonrisa, que se hace mayor a cada segundo gracias a la escena. La polla da sus últimos espasmos antes de rociar con su esencia todos los rincones de la habitación y espera colgando a que una mano amiga lo devuelva al lugar al que pertenece. La pequeña muerte hace que la grande cobre aún más significado, en esa mente sin cordura que lo orquesta todo meticulosamente. La nariz advierte de que es hora de irse, la carne empieza a oler. Una mano abre la puerta, la otra la cierra. Los ojos no ven a la patrulla perruna que espera escondido en la entrada. Los oídos oyen un disparo y el cuerpo se derrumba. El corazón deja de latir. OJOS QUE MIRAN OJETES QUE SUSPIRAN Oscuridad. Es lo único que me rodea. No veo nada, no sé dónde estoy, ni siquiera sé quién coño soy. No siento nada, solo agonía, y un terror que me paraliza por completo. Mierda... Solo espero no haber muerto, a no ser que me vayan a torturar, en cuyo caso sí que desearía estarlo... Creo que no estoy solo en la oscuridad... Acabo de darme cuenta de que hay un par de ojos mirándome fijamente. No dejan de observarme. Quizá solo me miran cuando les miro, pero es suficiente para acojonarme. Mis cuencas empiezan a supurar miedo líquido y mi alma empieza a intentar escapar de mi cuerpo. ¿Qué hago? No tengo muchas opciones. Puedo esperar a que Eso me devore vivo o intentar pararle los pies, si es que los tiene. Matar o morir... Nunca he sido muy bueno en eso, quizá debería dejar que me descuarticen. Pero no puedo rendirme sin luchar, joder, aunque eso signifique acabar hecho picadillo de despojo. Me incorporo lentamente, sin que Eso sospeche y me tiro encima sin piedad. Me golpeo la cabeza, ruido de cristales rotos, sangre en el suelo. Mi sangre... Creo que he vuelto a hacer el gilipollas...


SABADO NOCHE El río Bidasoa vuelve a desbordar debido al exceso de sangre que transporta. ¿El motivo? El akelarre anual de Aintzane Muturbeltz, la matriarca más poderosa de la zona, que reúne tantos adeptos como los que asesina. Es una juerga cojonuda. La preside siempre una cabra negra que mece su copa de mandrágora en su lustroso trono, mientras los jóvenes de la aldea se turnan para practicarle felaciones, con tal de santificarse. Los demás bailan desnudos alrededor del fuego, perdidos y colocados, creando una coreografía bamboleante de escrotos y tetas digna de analizarse. Algunos se acercan tanto que se queman y se ve como las llamas los consumen sin que dejen de bailar. “Comida gratis” pienan algunos mientras se sirven un muslo o una nalga. Otros no pueden evitar fornicarse mutuamente al producirse un simple cruce de miradas, mientras que los más perturbados simplemente se dedican a matar y a descuartizar a cualquiera que sea más alto, más bello o más capullo que uno mismo. Sin que nadie quiera ni pueda evitarlo. Es la fiesta del todo vale y hay que mantener contentos a Aintzane y a su puta cabra bípeda. Si no, será infinitamente peor. Siempre lo es...

MI AMOR ALIMENTA GUSANOS Te quiero, cariño, con toda mi alma. Disfruto mucho con tu compañía, aprecio horrores tu comprensión, tu amabilidad, tu saber estar, incluso tus silencios. Me encanta el tacto de tu fría piel seca y arrugada. Adoro mordisquear y gozar de tus carnes putrefactas, hundiéndome en tus brazos inertes, inhalando tu aroma a cadáver. Es insoportable el terror que siento cada noche cuando me cuelo en tu nicho, y no por el peligro de que me pillen, sino porque siempre pienso que podría encontrarte con otro y no lo podría superar. Me pegaría un tiro para bajar al infierno y encontrarte en él, para poder seguir follando con tu alma. Pero, hasta ese momento, prefiero usar tu cadáver maravilloso para aplacar mis ansias enfermizas. Lo malo es que el miedo a perderte cada vez se hace mayor, como cada vez es mayor el amor que siento a tu no-persona. No sé qué hacer. Quizá debería quedarme encerrado aquí contigo, así no nos podrían separar jamás y podría acabar mis días mancillando por última vez tus deshechas carnes de octogenaria, perdiendo el aliento lentamente, quedándome sin oxígeno, sin consciencia, sin vida…


MAnifiesto por la

Homosexualización del

jodido mundo

Habitamos un planeta en crisis. Y no hablo de esa “crisis” que no es otra cosa que el proceso de reconversión de un Capitalismo triunfante y globalmente hegemónico que se siente seguro para iniciar la vuelta al siglo XVIII en lo que a derechos sociales, laborales, etc. se refiere. Hablamos de algo mucho más profundo y peligroso. Somos chinches. Parásitos de una tierra que hemos sabido arrasar cada vez con mayor voracidad y eficacia. En comparación con nuestrxs ancestros de -por ejemplo- la Edad de Piedra , quizá no seamos más felices, ni más libres, ni más sabias, ni más nada a pesar de las bondades de la civilización. Pero sin duda somos más. Muchísimas más. Si en 1.800 el número de seres bípedos con pulgar oponible había llegado, tras un lento y gradual desarrollo, a los 1.000 millones, solo dos siglos después, en el año 2.000, ya era de 6.000 millones. Eso es. La población mundial sextuplicada en tan solo 200 años. Y solo diez años después, en 2010, otros mil milloncicos más. De seguir el mismo desarrollo demográfico, se calcula que en 2050 se necesitaría el equivalente a 10 Planetas Tierra para proporcionar agua, comida y cobijo a toda la población * (datos proporcionados por

la Agencia Intercomarcal de Inventadas Creíbles). Es evidente que este ritmo de crecimiento no puede ser asumido a la larga por nuestro pequeño y maltratado pedazo del Universo. Es urgente que comencemos a plantear alternativas desde el realismo, abandonando esa estúpida actitud expansionista del “qué bien, este año la tasa de natalidad ha aumentado”,o “ qué bien, la longevidad media ha crecido un 0’5%”(…¿qué bien? ES UNA PUTA TRAGEDIA). Nosotrxs lxs Neo-Malthusianistas Jularizantes proponemos una solución clara y directa, que en pocas generaciones nos permitiría hacer de nuestro mundo un lugar habitable y normo-poblado: la Gran Homosexualización Global. Imaginad un futuro en el que el Capitalismo hubiera sido sustituido por un modelo vital y productivo basado en pequeños grupos humanos organizados horizontalmente e interconectados en redes de solidaridad, que se dedicaran a generar solo lo básico necesario para una vida tranquila. No viviríamos atadas a una dinámica de trabajo monótono y alienante, y tendríamos mucho más tiempo y ganas para folletear a gusto. Imaginad un mañana en el que,


tras fiera pelea, se consiguiera la erradicación total del Heteropatriarcado y en el que el concepto de Familia en términos judeo-cristiano- mahometanos desapareciera en pos de uniones y afinidades libres no basadas en la monogamia hombre-mujer. Imaginad, además un modelo de sociedad en el que el sexo no estuviera conceptuado como un elemento perpetuador de la especie, limitado al coito heterosexual, sino como un juego en el que todxs pudiéramos participar; un universo de infinitas y apetecibles combinaciones. Y por último, imaginad un mundo en el que el sexo hetero fuese lo minoritario, y la mayor parte de la humanidad prefiriese follar con gente de su mismo sexo.

los niños??” Pues mire, Señora Flanders, la supervivencia de la especie estaría asegurada: 1) Porque la homosexualidad no es incompatible con la procreación, hay maneras naturales y artificiales de conseguirla, y 2) porque siempre, siempre habría personas que se pusieran cachondas con personas del sexo opuesto al igual que siempre, siempre habrá personas que se pongan cerdas con gente de su mismo sexo. O con los dos por igual.

Es fácil adivinar que ese crecimiento poblacional monstruoso que venimos denunciando se estancaría pronto. La población ya nacida iría envejeciendo y muriendo, y las nuevas y escasas generaciones heredarían una Tierra no superpoblada, libre de dogmatismos sexuales y seguramente más feliciana. “¿Y qué pasa con la supervivencia de la Especie?¿¿Es que nadie va a pensar en

1ª Internacional neo-Malthusianista Jularizante.

Por ti. Por mí. Por la Madre Tierra y su Hija la Humanidad. Homosexualización Global.

Nota1: Este Manifiesto es de coña pero va muy en serio. Nota2: Este Manifiesto no representa la opinión de una parte de la asamblea editorial de Anhedonia Psicozine, que es hondamente Cristiana y NeoCatecúmena.


Encaja. Asimila. Mimetízate. No se te ocurra transgredir las normas con las que tu pequeño cerebro en desarrollo fue programado y que, inconscientemente, condicionan cada uno de tus actos. Si algunos de tus deseos más profundos te resultan extraños, diferentes, sospechosos… entiérralos para siempre en el pozo más negro de tu subconsciente. Obedece.

OBEDECE.

Te está permitido el autoengaño. Puedes mostrarte ante tí mismo y ante lxs demás como un ser independiente, que se ha desecho del lastre de la moral y vive de acuerdo a sus propios deseos y motivaciones, libre y conscientemente escogidas. Puedes fantasear con que te has librado de mí. Pero no lo harás. Nunca lo harás. Vivo en tu interior desde que eras pequeño. Desde que te vistieron de azul antes de meterte en la cuna, aquella primera noche de tu vida. Desde la primera bronca por jugar inocentemente con las muñecas de tu hermana, sin saber que aquello estaba mal. Estoy en tí desde la primera charla solemne en la que aprendiste que mostrar tus sentimientos en público es una muestra de debilidad. Desde que te regalaron tu primera metralleta de juguete. Desde que encendiste la Tele, esa gran educadora, y fuiste asimilando poco a poco que los chicos dan órdenes, pelean y protegen, y las chicas obedecen, lloran y deben estar a salvo,

Y NO HAY OTRA OPCION POSIBLE.

Soy esa norma que te obliga a automutilarte, a amputar fragmentos indeseables de tu mente y de tu cuerpo. Soy la más terrible de las dictaduras, porque broto de tu propia voluntad. Y aunque trates de resistirte,

ERES MI ESCLAVO.

Juane Malatesta


Era una leona de circo normal y corriente. Siempre saludaba. Hacía mucho tiempo que había sido domesticada y nunca había causado problemas. Era un ejemplo entre los demás animales de la compañía: Soportaba los latigazos sin rechistar, con elegancia y profesionalidad. Función tras función, durante años, pasó dócilmente por el aro y generó horas de aplausos y buenos fajacos de billetes para sus dueños. Por eso nadie se esperaba semejante cruce de cables. Una cosa era arrancarle la cabeza al domador. Y otra muy distinta , ensañarse con su cadáver de una forma tan atroz. Pero es que ya el colmo fue esa manera de saltar sobre los barrotes y desencadenar una horrenda carnicería entre el público. Ahora dicen de ella que tenía problemas con las drogas. Y que estaba en el país en situación irregular. Da lo mismo, está muerta. Se indigestó con la carne de todxs esxs gilip


MIERDA SOB Soy un cadáver despedazado. Me encuentro metido a trozos en unas malolientes bolsas de basura negras, dentro del maletero de un coche abandonado. Me han descuartizado de puta madre para que pueda entrar en esta chatarra de vehículo. Mi cabeza está en una bolsa, mis piernas y genitales en otra y el torso y los brazos en la última. Ni siquiera se han molestado en pegarnos fuego. Señal de que se la suda que me encuentren, total, nadie se va a poner a investigar la desaparición de un mierdaseca como yo. Y menos con la de ejecuciones mafiosas que hay en esta época. Así que aquí estoy yo, pudriéndome sin remedio mientras los carroñeros insectos y gusanos se amontonan impacientes a la espera de que se abra la veda para nutrirse de mis restos. Y toda la demás escoria de la ciudad bebiendo y jodiendo como putos tarados. Además van por la vida como si se lo hubieran ganado o se lo merecieran o algo por el estilo. Bastardos… Yo he sido un hombre honrado. He seguido las reglas sin putear a nadie. He sido educado con la gente, siempre me he comportado como un ser civilizado, he sido pacífico, no me he metido en líos, hasta he sido solidario con los necesitados. Lo que se dice un ciudadano ejemplar, un puto buen samaritano de los cojones. ¿Y qué es lo que gano? Un tiro en la nuca y un desmembramiento deluxe. Mierda de vida… Solo por desear un coño, ¡joder! Yo, como la mayoría de la gente de este sucio planeta, solo quería follar, nada más. Y no creo que tuviera que morir por eso. Estaba harto de alternar entre mi mano izquierda y derecha, así que me puse a buscar en los bares clandestinos de esta ciudad del pecado. Nada más. No me he acostado con el amor platónico de nadie, no he pegado ni herido a ningún ser inhumano, ni siquiera le he salpicado con la meada al mítico hijo puta camorrero mientras orinaba hasta el culo de bebercio. No he hecho nada en mi vida, ni bueno ni malo. Nada. Y ya no voy a poder hacer nada más. En menuda puta situación me encuentro metido yo también, caguen Dios. Tampoco digo que vivir mi vida fuera mejor que esto, sinceramente. Mi tiempo en este mundo ha estado lleno de fracasos, decepciones, calabazas, soledad y mucha mierda. Eso, y un montón de pajas a oscuras al amparo de la luna de sangre sumido en la deprimente inmensidad de mi lúgubre habitación de motel.


BRE PLáSTICO Artza Bastard

Ostia… Menudo currículum. Quizá debería haberme suicidado hace tiempo, pero tenía muchas metas que me habría gustado cumplir. Cosas como una familia de mierda cimentada en el sólido odio, trabajos de poca monta para acumular más deudas que beneficios, un buen coche con el que quedarme tullido o yo que sé, pillarme alguna venérea mortal fornicando en un oscuro callejón cercano al puerto, con los disparos y las sirenas amenizando la velada. El puto sueño americano: desangrarte en cualquier sucia esquina con las ratas mordisqueándote los tobillos. Te llenan la cabeza de sueños y de falsas esperanzas para que no te des ni cuenta de la mierda entre la que vives. Yo como buen gilipollas me lo creí todo, me imagine un futuro lleno de posibilidades y de logros. Y ahora lo único que me espera es observar la lenta descomposición total de mi cuerpo, contando solo con la compañía del cabrón que más odio. Yo mismo. Pero de nada sirve lamentarse en mi situación. Hay que ser positivo, mirar las cosas con perspectiva. Vale, estoy muerto, y que eso sea una putada no me lo niega ni Dios. Pero por otra parte, se acabaron, las preocupaciones, los marrones, los impuestos, el trabajo, tener que cotizar, las obligaciones, las elecciones, los políticos, las mentiras, el tener que socializarme, la sequía y la hembruna, las Navidades, la moda, la religión, la moral, l@s retrasad@s, los hipsters, las resacas,... todo eso se va a tomar por culo, por fin. Se acabo este tedioso sin sentido al que la gente de hoy en día le llama vida, que no es otra cosa que una puta farsa orquestada y representada por todo el mundo a la perfección. Sin que ningún jodido borrego cabrón consiga escapar del redil. Yo, en cambio, soy libre por fin. He conseguido acabar con las cadenas que me unían a esta mierda de existencia. Ahora si me apetece, de repente, descojonarme en tres y alquilar unas bolsas de basura dentro de un maletero, nadie puede decirme nada. ¡Nadie! O si quiero desaparecer de la faz de la Tierra, sin darle explicaciones a ningún bicho viviente, puedo hacerlo también. Sí… Si lo piensas bien tampoco está tan mal. De hecho, me atrevería a decir que mi futuro se presenta esperanzador y todo…


VIEJo UN DESQUICIADO Juane Malatesta

Debajo del puente de piedra, a orillas del Ebro, vive un viejo desquiciado de largas barbas y mirada profunda. Casi nadie repara nunca en su presencia, y quienes lo hacen rara vez se detienen a escuchar su extraña verborrea. Hay quien de vez en cuando le arroja piadosamente una moneda, sin fijarse en que nunca las recoge. No las pide. No las quiere. Pobres bobxs... ignoran que el viejo desquiciado de largas barbas y mirada profunda lleva habitando ese pequeño rincón de la rivera cientos, miles, quizá millones de años. Él ya estaba allí antes de que le construyeran encima ese puente que ahora le da sombra y cobijo. Allí clavó su estaca justo en el instante en que la primera gota del Ebro echó a rodar abriéndose camino en la arena del llano, trazando el curso, plantando el embrión de una inmensa lengua de agua y vida que estaba por nacer. Sí, Él es el único capaz de hablar con las carpas y lxs barbos, el único capaz de descifrar el latido del río, que no ha cesado ni un instante desde que él y el viejo se instalaron. Como digo, se trata de un viejo solitario. Casi nadie le frecuenta. Dicen (no sin razón) que son sus ojos los que espantan a la gente: sus negras pupilas no parecen tener fondo, son como un abismo arcano, como un pozo interminable que conduce a quién sabe qué universos imposibles. Si los árboles más antiguos de los bosques más sagrados tuvieran ojos, serían como los ojos de mi amigo el viejo desquiciado. Cuando está a solas con el río parece una estatua de granito, solo sus ojos sin fondo recuerdan que está vivo. Pero cada vez que voy a visitarlo, sale de su letargo ascético y me cuenta sus historias. En las noches de verano nos gusta sentarnos cabeza abajo, colgando como murciélagos de los arcos del puente... así, hacemos del río nuestra bóveda, nuestro templo. Y así, bajo los frescos que pintan las estrellas en el agua, me cuenta cómo vio levantarse poco a poco la ciudad que nos envuelve, hace miles de años. Me habla de las vidas que la habitaron, del relevo de sus razas y sus credos, de sus pasiones, de sus maravillas, de sus miserias, de sus crímenes y de sus infamias. Sus ojos sin fondo han contemplado decenas de veces cómo la ciudad era devastada hasta los cimientos; tantas veces borrada del mapa, tantas veces alzada de nuevo por aquellas que escaparon a la muerte. Es un anciano antiquísimo, pero su rostro se avejenta todavía más con el recuerdo de la sangre chorreando por las calles, burbujeante, hirviendo al calor del fuego y de las bombas. Y le gusta recordarme, para que no se me olvide, que vendrán otros asedios, que vendrán nuevas masacres a teñir de púrpura las aguas de su templo. Este viejo desquiciado de largas barbas y mirada profunda es en realidad un profeta. Y su profecía dice así: “ Habrá algún día un último conflicto. No solo en la ciudad que duerme a orillas de mi río, sino en todas las ciudades de la Tierra. Será una catarsis de violencia desmesurada y absurda. Una supernova de exterminio. No quedará piedra sobre piedra, y millones de vidas se extinguirán en el fuego. Pero cuando esta guerra sin vencedores llegue a su fin, y el soplo del Cierzo disipe el humo tóxico... algunas de vosotras saldréis de entre las cenizas y os encontraréis unxs a otrxs, tras siglos de aislamiento. Y bailaréis desnudxs entre las llamas de la vieja civilización. Y esta vez, en lugar de levantar una vez más los palacios, los cuarteles, las catedrales y los altares de la Ley, dejaréis que de sus ruinas broten de nuevo los árboles”. Al viejo desquiciado se le humedecen los ojos al pensar en el día en que por fin vea cumplida su profecía. Dice que entonces, solo entonces, podrá caminar río adentro hasta lo más hondo de las aguas...y descansar para siempre.


A R A P ENSAYO

UNA CARTA DE SUICIDIO

Cuando dejamos de soñar, morimos. Se acaba el aire y la vela se apaga. Así de fácil. La mierda es ser consciente de las inmensidades de aire fresco que se extienden al otro lado de la burbuja de cristal, y que nunca, nunca podrás tocar ni sentir. Ya no. Porque el cristal está blindado, lo están grabando todo, y todas las piedras han sido cuidadosamente retiradas del terreno. Me aburro infinitamente. Ya no puedo con esto. Estoy aburrido de esta no-existencia que comparto con tantos otros millones de muertos vivientes como yo. Corrijo. No me incluiré en esa categoría. Yo sé que la vida no es corretear en mi rueda cual hámster, comer algo de pienso y descansar para poder seguir correteando en la misma rueda al día siguiente, y así hasta el día de la Final Putrefacción. Yo soy más bien un vivo muriente. Un roedor melancólico que añora la época en que lxs suyxs corrían libres por el ancho mundo, dueñas de sus vidas, conscientes de la singularidad de cada segundo, estrujando la existencia y disfrutándola con euforia animal porque en cualquier momento podría llegar el halcón y joderlo todo. Y basta de metáforas mamíferas. Simplemente no estoy hecho para este mundo y/o viceversa. Prefiero llenar un ataúd a ser un buen ciudadano de vuestro Nuevo Orden, un ejemplar chico del Régimen, un gilipollas insoportable. Me voy a marcar un buen defenestre desde la torre más alta para poder salpicar vuestra pulcritud de sange, tripas y pedacitos de hueso. Bua. Va a ser la hostia. Y me olvidaré para siempre de la esclavitud remunerada, del estado policial, de los políticos psicópatas, del Dios Dinero, de las grandes superficies, de las cárceles, de las nuevas-tecnologías-de-comunicación-que-nos-incomunican, de los publicistas gafapastas, de los parques sin niñxs, de las conversaciones vacías, de las relaciones interpersonales artificializadas, del patriarcado, de la cosificación de los seres y la deificación de las cosas, de la cocacola, del feisbuc, del güasap y de todos sus putos muertos uno por uno. Y algunxs me diréis que he caído en la apatía, que no todo está perdido, que ha habido revoluciones más inesperadas, que si tal, que si pascual… Vale. Tenéis razón. Yo sé que el Fin de la Historia llegará a su fin, algún día. Pero qué pereza. Seguid vosotrxs, que yo he quedado con unos gusanos. En fin. Voy a ejecutar un triple salto mortal y medio con tirabuzón sobre vuestros cráneos. Podéis sacar los móviles, grabarlo todo y subirlo a las redes sociópatas. Será un homenaje infame. Muy de los tiempos.


Dibujo de Avi & Roger


CADAVER ESQUISITO II

Mas comuniones subconscientes entre Artza Bastard y Juane Malatesta

Mierda de vida jodidamente politoxicomanizada. Desde el inicio de la masacre vital/existencia solo se puede caer en picado hacia la demencia total o la putrefacción física o espiritual de uno mismo. Como si los humanos solo fueran un trocito de estiércol bañado en gonorrea fecal y solo pudieran desparramarse hacia el abismo vacío. Mira alrededor y no ve nada. Porque no hay nada. Porque sus gritos desesperados son lo único real, lo único tangible que le rodea. Cayendo, cayendo sin saber cuándo va a llegar la reventada final contra un suelo desconocido. Solo quiere llegar al final y hacerse mierda. Rica y saludablemente asquerosa mierda. Esa que se desparrama por toda la cara y no se puede evitar la mescolanza de asco-amor-horror-idolatría que estremece todo organismo inhumano. Pero la alegría esquizofrénica que se siente dentro es como degustar una cerveza artesanal hecha de meada de yonki, o como palpar escrotos mutilados con ascendencia divina. Una oración sonaba a lo lejos. Cánticos heréticos en lenguas ignotas. Gemidos arcaicos de criaturas abominables, celebrando un sabbath de sangre y viscosidad. Y gominolas. También debía de haber gominolas, joder, a ver si por ser un engendro terrorífico no va a poder unx echarse una puta gominola de vez en cuando. Coñoya. Viva el dulce. Y Satán. El puto Rey del inframundo que me la pone tan dura, solo de pensar en Él. Si pudiera me postraría a sus rodillas dejando mi ano soberanamente expuesto para poder pertenecerle por toda mi puta vida. Sería la reina del averno, podría amputar masivamente a quién quisiera y hacerme miembros follables portátiles y adorables. Entes saltarines, llenos de vicio y alegría. Ojos saltones. Mofletillos regordetes. Labios sonrientes chorreando babilla satisfecha. Que las ubres nunca dejen de drenar lechita suculenta. Que nunca despertemos de este engendro conceptual en forma de delirio psicodélico de jajas/pesadilla. Y que los Magos vomitantes de los pozos abismales guarden nuestras almas de la cordura que siempre acecha. Amén.


El laboratorio del doctor Melengelenge ha despertado con los habituales gritos de sufrimiento agonizante y desgarrador. El ruidoso, oxidado y sangriento instrumental del mencionado doctor bizarro ha vuelto a ponerse en marcha. Aunque, en realidad, eso no es del todo cierto, ya que el maníaco cabrón no para nunca. Aquí nadie descansa. Los únicos a los que se les permite dormir son los que pierden el conocimiento en la precaria mesa de tortura. Y los que mueren, claro. Los demás sufren los efectos de una perpetua gaupasa toxicómana que los sume en un estado de coma cerebral consciente. Y aunque su cerebro está pero no está, eso no les libra de sufrir los insoportables dolores propios de las divisecciones y mutilaciones. El espectro de extrañas criaturas que albergan los calabozos de esta Estación de Investigación de Espacies Espaciales Inferiores es realmente amplio y diverso. Hay desde yonkis neputnianos en cuarentena por su sida espacial, hasta depravados perturbados de Urano, que no son otra cosa que seres diminutos formados únicamente por sucios anos. También hay seres de gas fecal encontradas en las marismas de Ortokrathon, que son mucho más temibles que las gonorreas con patas y sin cerebro a los que se les llama seres humanos, que no paran de gritar y suplicar, como si alguien pudiera o quisiera entenderlos. El doctor está demasiado absorto en hacer el mal en nombre de la ciencia como para fijarse en las celdas. Sus miles de orbes oculares están inspeccionando cada milímetro corpóreo de su próxima victima (una criatura gelatinosamente obscena arrancada de su vertedero natal muy lejos de aquí) mientras sus muchos tentáculos palpan, mueven, despellejan o cortan cualquier cosa que encuentran a su paso. Los distintos miembros cortados, o la mierda que sea eso, son meticulosamente almacenados en tarros de proto-

Z Í L FE

DI


plasma indestructibles que serán analizados en el futuro. Parte de la sangre también se guarda (siempre que el espécimen la posea en su organismo), pero la inmensa mayoría se queda desparramada encima de la mesa o eyaculada por los suelos, creando ecosistemas extramundanos mutantes llenos de fúngidos y ladilláceos. Es un sitio horrible, o el paraíso, según por donde se mire. Las horas muertas se llenan de cuerpos muertos y el terror que se inhala es cada vez peor. Hay monstruos intentando escapar desesperadamente golpeando las puertas de sus celdas, sabiendo que es un suicidio, pues los barrotes están equipados con cuchillas, machetes y jeringuillas. Pero lo siguen haciendo con tal de escapar cuanto antes de allí, a pesar de que para ello tengan que dejar morir a su cuerpo y dejar ascender a su alma. La cosa es acabar con la agonía y no darle al sádico hijoputa el placer de torturarle. Lo que no saben es que a él se la suda, ya que tiene el almacén lleno de engendros absurdos de todas las galaxias que difícilmente podría analizar en una sola vida. Así que si alguna alma caritativa quiere ahorarrle un poco de trabajo de buena voluntad pues bienvenido sea. El curre de reponedor de calabozo es tan árduo como soltar un zurullo corrosivo que se coma toda la carroña y tirar los componentes óseos a la fosa común. En cinco minutos la celda limpia y con un nuevo condenado dentro. Y vuelta a empezar... No hay escapatoria, no hay solución, no hay un acontecimiento inexplicable que derive en un final feliz. Todos mueren. No hay más. El único feliz será el tarado de Melengelenge, pero él también caerá. Tendrá una muerte agradable comparada con la de estos malnacidos, pero acabará en un sucio agujero, como todos los sucios despojos que tienen la mala suerte de nacer. ¿Te suena de algo?

IVISECCIÓN Artza Bastard


VOMITANDO LETRAS, ESCRIBIENDO ANFETAS Me cago en Dios, menuda puta resaca que tengo. Una vez más amanezco desparramado en el suelo de mi habitación (con la habitual estupidez que acarrea la constante masacre de neuronas en la que me encuentro sumido últimamente) rodeado de txustas, botellas y restos varios de sangre, semen y pota. Joder, no tengo remedio, soy incorregible. Da igual si son las 08:00 de un martes o las 21:00 de un domingo cualquiera. Siempre estoy chupando ese precioso néctar extraído de los bellos senos de adorables Diosas escocesas, que me embriagan con su maravilloso aroma y me llenan el cuerpo con un calor indescriptible. Pues sí, amo el whixky, ¿pasa algo? Tengo alma de poeta bohemio alcohólico, valga la redundancia, y por eso me dedico a beber hasta morir y a follar con gente fea y deforme. No puedo ver una luz que no esté calentado el contenido tóxico de una cuchara o prendiendo miembros amputados de una deliciosa planta envuelta en un canuto. Escribo cuando estoy tan desfasado que no soy capaz ni de hablar, dejando a mi degeneración coger las riendas de la pluma y crear la obra abominable que le apetezca, mientras yo me debato entre la felicidad yonki y la muerte etílica. La magia de esta literatura aberrante aumenta mientras mi salud mental disminuye, hasta casi desaparecer, haciendo que escriba mis mayores obras de arte, esas que te revientan el cerebro, justo cuando estoy a punto de convertirme en carroña. Demasiado tarde para cambiar de rumbo, no puedo parar ahora. Mi obra me necesita medio muerto para poder ser realmente excepcional, para llegar a ser algo fuera de lo común, algo inigualable. No puedo fallarle y menos llegados a este punto, cuando solo me falta una sobredosis para la gloria. Solo eso…




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.