Trauma-2007. Astudillo, et al. Vol I

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TRAUMA HEPATICO

intrabdominales y, si en el examen físico hay dudas, se debe llevar al paciente a quirófano para ser sometido a laparotomía.

En los pacientes que se decida someter a cuidados no quirúrgicos éstos deben estar de preferencia en reposo absoluto con los cuidados y controles correspondientes. Se realizará un TAC de control para evidenciar la presencia de complicaciones (12- 14).

TRATAMIENTO OPERATORIO

El tratamiento operatorio se llevará a cabo dependiendo de la extensión de las mismas: - Desgarro capsular: generalmente el sangrado es mínimo o está ausente, se debe realizar comprensión directa instrumental con una pinza con gasa montada; en estos casos todo tipo de sutura debe evitarse; es útil también la electrocoagulación y las substancias hemostáticas, en estas últimas la utilización es discutida ya que puede producir infecciones secundarias. El drenaje en toda lesión es necesario.

- Desgarro de parénquima: son las heridas más frecuentes y se debe realizar hemostasia transitoria hasta ligar todos los vasos y conductos biliares individualmente, recordemos que es correcto desbridar todos los tejidos maltratados o necróticos. Podemos realizar untos de sutura en X o U con hilo absorbible # 1 ó 2, estos puntos deben estar colocados en la superficie y no deben estar muy apretados ya que lo que logramos es desgarrar el sitio del punto y aumentamos el daño. Algunos autores recomiendan colocar un parche de epiplón en la zona de la hepatostomía. Siempre se debe dejar drenaje blando próximo al sitio de la lesión.

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Pedículo epiplóico viable que se coloca en las grandes heridas hepáticas o en los sitios de hepatotomía una vez que se ha logrado hemostasia parenquimatosa y razonable.

- Destrucción del lóbulo o hematoma central: la maniobra de Pringle es la indicada en esos casos, con lo cual logramos una hemostasia momentánea, debemos es estos casos proceder a explorar la herida con el fin de ligar todos los vasos y conductos intrahepáticos que estén comprometidos; se debe retirar la pinza hemostática del hilio hepático para comprobar la hemostasia. Al final es recomendable la colocación de drenes suaves y de aspiración.

Con la maniobra de Pringle efectuada, la hepatotomía permite la ligadura vascular selectiva de los vasos y los conductos biliares parenquimatosos rotos. Tomado de David, Feliciano, MD Bayler College of Medicine; Houston Texas

Moscoso E.


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