Es cierto que dentro de la fotografía callejera podemos encontrar muchas vertientes, desde las que intentan documentar la calle desde un ojo más preparado hasta los que buscan la esencia de la calle sin apenas cambiar un ápice de la misma.
La fotografía perfecta no existe, y el intentar que todo lo que se ve por nuestros ojos deba verse en la fotografía acaba siendo más una manía más propia de algunas tendencias técnicas digitales, que por el hecho de defender una tesis narrativa real.
A pesar de esto, en todos los subgrupos o subestilos que nos podemos encontrar, el uso del reflejo, la sombra y el contraluz es algo que nos ayuda enormemente a conseguir tomas con más énfasis, dinamismo y sobre todo expresión narrativa.
Además, al buscar este tipo de recursos, podemos conseguir enfatizar más nuestra creatividad y crear discursos más allá de lo que tenemos a simple vista.
Contraste por los globos rojos.
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