FRANCISCO VIDAL GÓMEZ. Tan solo empresario.
Por Claudia Vidal González
Paco es un hombre trabajador y admirable. Es austero consigo mismo y le destina una gran parte del día a su trabajo. Es una persona seria en su oficio, pero no deja de ser divertido con su familia. Todo en esta vida le llama la atención, es un hombre con infinita curiosidad, lo que le ha convertido en un ser muy culto. Pero él no se considera uno de ellos porque es tan solo un empresario. Su mente está abierta a explorar cualquier cosa; desde unos cuadros del Prado, un simple restaurante americano, o incluso la vida de un reportero enviado a Pakistán. Jamás se aburre. Siempre tiene quehaceres. Le da importancia a todo lo que le rodea y se siente muy afortunado con su vida. Habla un poco de dos idiomas. Si le preguntas cómo los aprendió, te responde que francés en el colegio y en el instituto y el inglés en la Escuela de Idiomas, pero aprendió más de esta lengua con las canciones. En los últimos años, no ha cambiado mucho. Su cultura no le ha hecho ser más adusto, al contrario, le ha trocado en un individuo más ufano y parsimonioso. En sus ratos libres, o cuando está agobiado, se aísla un rato y escucha música. Más tarde, vuelve a ser él mismo.
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