El Cerramiento - Octubre de 2013

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26. ACTUALIDAD AMEVEC

medio ambiente, reducir el consumo de recursos naturales finitos (combustibles, agua), buscar y encontrar soluciones alternativas que conduzcan a ahorrar y generar energía y demás, algunas instituciones gubernamentales mexicanas han identificado prioridades, trazado lineamientos o estrategias concretas en diversos campos. Lógicamente también en el ámbito de los cerramientos. Organizaciones como INFONAVIT a través de su Plan de Hipoteca Verde y Ecotecnologías, así como la Secretaría de Energía en su Estrategia para 2013 – 2027 han destacado en este loable empeño.

¿Qué está sucediendo en el ámbito internacional? Los países más aventajados y sus organismos de normalización establecen parámetros cada vez más exigentes en materia de ventanas y ahorro de energía, de igual modo la industria busca sin descanso el desarrollo de cerramientos cada vez más eficientes. Introducen por ejemplo, en las fachadas de los edificios otros subsistemas para la protección solar, generación de energía, calentamiento de agua; también han desarrollado sistemas de climatización generados a partir de fuentes limpias, que unidos a las soluciones anteriores y adecuados sistemas automáticos de gestión de la energía constituyen la amalgama más integral en la gestión energética de edificios. No es una utopía, es una realidad comprobable. Es por ello que en la Unión Europea a partir del 2018 todos los nuevos proyectos de edificios públicos deberán generar la mayor parte de la energía que consuman y para 2020 será aplicable a cualquier proyecto privado.

¿Cumplen las ventanas fabricadas con líneas nacionales las normativas anteriores? ¿Son los sistemas tradicionales de cerramientos el espejo de calidad en el cual nuestro sector debe mirarse? ¿Nos pueden enorgullecer y distinguir como gremio encargado de la procuración de ventanas en México? El presente artículo no es una cruzada contra estos sistemas de ventanas. Pero es trascendental para la comunidad del

cerramiento en México tener las ideas, compromisos y proyecciones claras.

dispone de la más desarrollada y actual tecnología.

Definitivamente los sistemas tradicionales de ventanas no constituyen el paradigma de calidad que esperamos y deseamos. No podemos enorgullecernos de emplearlos de la manera más ampliada en nuestras construcciones, porque estos cerramientos son: 1-Energéticamente ineficientes. Hacen que los edificios donde se instalan sean altos consumidores de energía. 2-Poco herméticos y estancos en todos los sentidos. 3-Insuficientes ya que no insonoran adecuadamente el interior de los edificios, siendo los causantes de los problemas de salud que presenta nuestra población, como consecuencia de la exposición prolongada a la contaminación acústica de nuestras ciudades. 4-Inapropiados ya que permiten una alta condensación y humedad interior, afectando también la salud de personas más vulnerables.

¿Quiénes se están aprovechando y obteniendo los mayores beneficios? ¿Quiénes se afectan?

Rotundamente, las ventanas fabricadas con líneas nacionales no cumplen con las directivas mexicanas antes mencionadas. Por mucho no cumplen con el propio proyecto de norma que nuestro gremio ha lanzado a consulta pública. Los sistemas tradicionales de ventanas están hipotecando y marginado a nuestra industria y a la sociedad mexicana.

¿Son las líneas nacionales las únicas que coexisten en el mercado mexicano? No son los sistemas nacionales los únicos disponibles en el mercado. Existen muchos otros, de diversos y muy desarrollados materiales o conjuntos de materiales. Los cuales ofrecen una calidad muy superior. Su integralidad los hace a todos dignos representantes del cerramiento que México necesita. Se dispone de un gran número de empresas y personal técnico de alta calificación, comprometidos con la calidad en toda la cadena de producción, desde la fabricación de sistemas de perfiles, herrajes, acristalamientos, empaques, hasta la distribución, el ensamblado e instalación de los conjuntos acristalados en los edificios. Una gran parte de ellos

Es obvio que los desarrolladores, empresas inmobiliarias y constructores de edificios son los que obtienen grandes beneficios. Ignoran o evaden toda la plataforma legal y estrategias gubernamentales creadas hasta la fecha. Todos los días vemos edificios de todo tipo, construidos con ciertos acabados, enchapes naturales y con algunos espacios de esparcimiento comunitario, los cuales son vendidos como súper lujo. Otros de acabados medios pero con una relación de precio exagerado, en tanto sus ventanas que deberían constituir una barrera real e infranqueable de protección, salubridad, comodidad y eficiencia, son instaladas con los sistemas tradicionales. De inmediato y a mediano plazo serán edificaciones insalubres, inseguras e ineficientes.

¿Quién se afecta? 1-Las personas que compran sus sobrevalorados espacios. 2-Esas mismas personas que verán en corto tiempo afectas sus vidas y economía familiar. 3-Las propias empresas desarrolladoras o inmobiliarias que gracias al empuje de la normatividad en desarrollo y de nuestro propio gremio se verán frenadas en sus acciones de ventas de espacios por la falta de cumplimiento y certificación de sus ventanas. Imposibilitándose así mismas a acceder a fuentes de créditos con intereses muy bajos, que proporcionan entidades gubernamentales como FIDEICOMISOS a sistemas y productos que demuestren ser ahorradores de energía. 4-Estas mismas empresas porque se ven cubiertas de quejas y demandas de sus clientes finales por el mal desempeño de sus ventanas. 5-Las empresas comprometidas con la calidad de nuestra industria, que ven limitado su potencial de negocio, desarrollo y expansión. 6-Todo México ya que cada año su cielo y aire estará más contaminado. 7-Toda la sociedad mexicana porque su economía global se ve notablemente afectada por los altos costos de la energía,


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