América XXI - N° 88

Page 15

Nota de tapa · 15

Las represiones de manifestaciones se multiplicaron en Europa a medida que avanzaron los recortes estatales

Francia: expectativas y retroceso Esa fuerza la han sabido recoger muy bien los neonazis. No en España (los neonazis están bien representados en el gobierno), pero sí en Francia y en Grecia. En Francia, la izquierda está representada por el Frente de Izquierdas, una coalición en la que predomina el Partido Comunista, puesto que otras expresiones surgidas en años anteriores, como la Izquierda Anticapitalista, se han diluido como azúcar en taza de café. El Frente de Izquierdas logró un apoyo aceptable del 11,11% en las elecciones presidenciales que ganó Hollande, pero bajó al 7% en las parlamentarias. Son dos las razones de este retroceso: el voto útil a los socialdemócratas y la reincidencia en el error de centralizar la campaña casi exclusivamente en la amenaza de los neonazis del Frente Nacional, en vez de denunciar una Unión Europea en manos de los mercaderes y empeñada en desmantelar el Estado de bienestar. Eso dejó el campo libre de la denuncia anti-europea a los fascistas, que lo han sabido aprovechar. Es evidente que si el Frente de Izquierdas hubiese tenido más coraje (y sentido político) para denunciar lo que ocurre en Europa, tal y como reclamaban las bases, habría tenido más apoyo. Ésta es la razón que ha llevado a los neonazis al parlamento francés después de casi 20 años de ausencia.

Grecia: izquierda y neonazis En Grecia ha ocurrido algo similar. Así como en la República de Weimar los alemanes veían en el Tratado de Versalles –con el que finalizó la Primera Guerra Mundial– un acuerdo humillante, en la Grecia de hoy se tiene la misma impresión sobre las medidas impuestas desde Bruselas. Esta es una de las razones del ascenso de los neonazis de Amanecer Dorado, como lo fue la del Partido nazi en Alemania. También ha aparecido una nueva fuerza, Syriza (Coalición de la Izquierda Radical), en la que confluyen tanto escindidos del viejo Partido socialdemócrata como organizaciones comunistas. Por primera vez en la historia moderna del país heleno hay más personas desocupadas que trabajando. Son éstas quienes han empujado a Syriza al votar contra la austeridad fiscal, los memorandos con el FMI y la UE y contra la clase dominante. Si bien Syriza habla en su programa electoral de cancelar algunas de las medidas que han empobrecido a los griegos y la moratoria temporal de otras, como el pago de la deuda, mantiene una equívoca postura sobre si es posible o no una solución dentro del capitalismo. El KKE (Partido Comunista) había calificado a la nueva formación de la izquierda griega como “la última esperanza del capitalismo”. Pero sufrió un duro trasvase de votos hacia Syriza.

Gran Bretaña y Serbia: debacle de los conservadores En Gran Bretaña se renovaron 181 ayuntamientos el 3 de mayo. En 75 de ellos ganaron los laboristas (socialdemócratas), rompiendo décadas de dominio conservador en urbes como Southampton o Plymouth. El Partido del primer ministro David Cameron perdió 42 alcaldías, muchas de ellas en sus bastiones tradicionales, por la extensión del voto de protesta contra las medidas de austeridad, circunscripto a un laborismo que aún no ha roto con la visión que le impuso el ex primer ministro Anthony Blair, principal aliado de Estados Unidos en las invasiones de Irak y Afganistán. En las elecciones de Serbia en mayo ganó el Partido Radical Serbio, para sorpresa de la Unión Europea en pleno. La UE se felicitaba por el previsible triunfo de su socio europeísta pero, como siempre, no tuvo en cuenta al pueblo. Y el pueblo serbio dio una bofetada a la UE, al FMI e, incluso, al Tribunal de La Haya. Tal vez no sea arriesgado decir que los serbios se han vengado de muchos años de humillaciones. El nuevo gobierno del nacionalista Tomislav Nikolic se conformó tras una alianza con el Partido Socialista. Camino indefinido La izquierda europea carece en estos momentos de una estrategia clara acerca de cómo posicionarse frente a los socialdemócratas. En Alemania e Italia se reniega de ellos, en Francia y España predomina una postura ambivalente con especulaciones sobre hipotéticas alianzas y en Grecia las dos fuerzas de izquierda los rechazan rotundamente. Los socialdemócratas griegos están apoyando al gobierno derechista que impone nuevos recortes siguiendo el dictado de Bruselas y Alemania. La cuestión a resolver por la izquierda es si utiliza un lenguaje keynesiano –salida de la crisis mediante la recuperación de la inversión y el empleo- y se conforma con eso o si va más allá. Limitarse a “salir de la crisis” da un respiro al capital y a sus instrumentos. Si se opta por ir más allá, habrá que preguntarse quiénes y para qué controlan la producción social, así como el papel de los socialdemócratas en ello. Entonces sí se habrá iniciado el camino real hacia la emancipación. Desde Madrid, Alberto Cruz


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.