MUJER, CARIBE Y CIENCIA
Serie: Mujer, Caribe y Ciencia
N°.1 Desigualdades educativas desde una lectura de género.
N°. 2 Desigualdades de género en las Ciencias en Colombia.
N°. 3 Representación de la mujer científica en los medios de comunicación.
Edición y diseño
Ledy Armirola Garcés Doctora en Comunicación Audiovisual, Publicidad y RR PP
Investigación
Andrea Otero Cortés Doctora en Economía N° 1 -2
Irina España Eljaiek Doctora en Ciencias Económicas y sociales N° 1 -2
Ledy Armirola Garcés Doctora en Comunicación Audiovisual, Publicidad y RR PP N° 3
Comité directivo
Ana Lucia Rodríguez de la Rosa - Líder Fundadora
Hannia Karime González Urango - Líder de Mentorías
Andrea Otero Cortés - Líder de Mujer, Caribe y Ciencia
Ledy Armirola Garcés - Líder de Comunicaciones
Créditos
Portada general: imagen de katerinavulcova en Pixabay
Figura pág 8: imagen de Gerd Altmann en Pixabay
Portada N° 2: imagen de katerinavulcova en Pixabay
Imágenes incluidas en el texto N° 3: Canvas
Todos los derechos reservados
Asociación de Mujeres Caribeñas en la Ciencia –AMCCPuede hacer uso de este material citando las fuentes y las autoras
Marzo, 2023
PRESENTACIÓN
La Asociación de Mujeres Caribeñas en la Ciencia (AMCC) está conformada por doctoras y mujeres en programas de doctorado en curso del Caribe colombiano y tiene como objetivo incentivar el interés de niñas y jóvenes en las ciencias, apoyar a mujeres en sus procesos de formación de posgrado y brindar apoyo a aquellas que han escogido la investigación o la academia como carrera profesional
La AMCC está integrada por un grupo de mujeres científicas y profesionales del Caribe colombiano que se reconoce como un colectivo científico multidisciplinario, independiente, diverso y hospitalario frente a las intersecciones culturales, sociales, de género, raza, etnia, origen, ideología y sexualidad
En el marco de las estrategias de divulgación y fortalecimiento del papel de la mujer en la ciencia, la asociación ha trabajado en una serie de documentos titulados “Mujer, Caribe y Ciencia”, que recopilan información sobre los avances de las mujeres en distintas áreas interdisciplinares, así como datos e investigaciones que permitan reflexionar sobre las contribuciones de las científicas y el trabajo que queda aún por hacer
El documento se divide en tres partes, la primera se enfoca en las desigualdades educativas desde una lectura de género y aborda el tema a través de datos estadísticos e investigaciones en el campo, que se han realizado desde organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, así como organismos nacionales e internacionales que trabajan en el fomento y divulgación de políticas públicas para la igualdad de género.
La segunda parte, aborda las desigualdades de género en las ciencias en Colombia y ofrece un panorama sobre el número de mujeres que han realizado doctorado en la región Caribe, las áreas de estudio, la ubicación geográfica por departamentos y una aproximación a los datos sobre fuentes de financiación, becas y participación en programas.
La tercera parte, discute la representación de la mujer científica en los medios de comunicación y reflexiona sobre la importancia del papel de los medios para la construcción de los imaginarios colectivos sobre la mujer como figura de autoridad en la ciencia
Finalmente, con este documento la AMCC busca aportar al debate sobre la importancia de visibilizar el trabajo que están realizando las mujeres científicas del país, especialmente aquellas que provienen del Caribe colombiano
I. Desigualdades educativas desde una lectura de género
I. Desigualdades educativas desde una lectura de género
La historia de la humanidad se ha caracterizado por la creación de jerarquías sociales que incluyen y excluyen ciertos grupos o individuos con propósitos definidos Este es el caso de la mujer, a quien en estas jerarquías sociales se le ha asignado el estatus de subordinada a la autoridad masculina, bien sea esta autoridad representada en la figura del padre, esposo, hermano o cualquier individuo que, por ser del género masculino, tenga una imaginada potestad natural sobre ella Dicha estructura social ha marginado a la mujer poniéndola en estado de desventaja frente a diferentes aspectos de la vida como el campo laboral, político, social y legal. Como consecuencia, se tiene un círculo vicioso de desventaja, pobreza y desigualdad
Uno de los campos donde las desigualdades son críticas es en el acceso a la educación. De acuerdo a las Organización de las Naciones Unidas (ONU Women, 2012), dos tercios de las personas analfabetas alrededor del mundo son mujeres, sólo 39% de las niñas en las áreas rurales van a la escuela y las niñas, a su vez, tienen dos veces mayor probabilidad de estar desescolarizadas Dicha situación, dice la fuente, es alarmante en países como Camboya, Pakistán, Egipto o en el territorio africano donde las diferencias entre analfabetismo femenino y masculino puede ser de hasta de 34 puntos porcentuales
Ahora bien, en las últimas décadas se ha logrado avanzar, especialmente, en educación primaria, secundaria y terciaria. Al respecto el departamento de economía y asuntos sociales de la ONU muestra que la educación femenina ha avanzado tanto que en la actualidad no hay mayores diferencias en la matriculación de niños y niñas en educación primaria y secundaria. De hecho, el progreso ha sido más evidente en educación terciaria donde la proporción de mujeres con estudios superiores ha llegado a un 41% frente a un 36% de los hombres (ONU, 2020) Incluso, para regiones como Latinoamérica y el Caribe, la paridad de género se observa en mejores indicadores como las mayores tasas de egreso en primaria y secundaria, mayor número de mujeres en secundaria y proporción en la matrícula universitaria (UNICEF, 2015) Todos estos resultados llevan a denominar este fenómeno como la revolución silenciosa (Papadópulos y Radakovich, 2006)
Lo anterior nos llevaría a pensar que la paridad de género en educación es un asunto del pasado. En efecto, estudios recientes muestran evidencia de esta revolución silenciosa reflejada en el progreso de la mujer en educación, acceso al mercado laboral, fertilidad, derechos políticos, etc Goldin (2006) por ejemplo describe cómo las mujeres en Estados Unidos pasaron de ser una gran mayoría de
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personas pobremente educadas, con baja participación laboral, bajos ingresos y con una alta dependencia económica masculina; a una mujer más informada sobre su horizonte y potencial profesional Esto incluye, de acuerdo a la autora, toda una revolución que ha dado como resultado una mujer que ahora invierte más en educación formal de nivel avanzado, presenta altas expectativas laborales, mayores años de educación, diversifica su participación en programas académicos diferentes a los “tradicionales” y presenta mayores tasas de asistencia escolar y graduación.
Por su parte, Iregui-Bohórquez et al (2021) ratifican estos hallazgos para la sociedad colombiana que pasó de tener una mujer a principios del siglo XX con una baja participación educativa en primaria, secundaria y casi inexistente en educación terciaria, a presentar sesgos inversos educativos a favor de la mujer colombiana, particularmente en educación terciaria Así mismo, Papadópulos y Radakovich (2006) muestran la feminización de la matrícula de educación superior en diferentes países de América Latina alcanzando un nivel alto como en Uruguay, República Dominicana y Panamá
niñas y mujeres empoderamiento femenino Además, existen muchos retos por abordar como los estereotipos en la formación educativa. La ONU Women (2012) en este aspecto advierte la subrepresentación de la mujer en ciertas carreras y profesiones culturalmente asociadas con el género masculino En particular, la ONU indica que las mujeres son tan solo el 35% de los estudiantes en carreras en ciencias, tecnología, matemática e ingeniería (STEMS), el 30% de los investigadores, 43% de los profesores universitarios
Lo anterior, también puede verse en la sobrerrepresentación de la mujer en carreras o profesiones culturalmente percibidas como femeninas Tan solo observando el caso colombiano, entre principios del siglo XX y el siglo XXI las mujeres pasaron de ser menos del 10% de la matrícula en carreras como ingeniería, medicina y economía a porcentajes entre el 30 y 40% No obstante, su participación sigue estando por encima del 80% en carreras asociadas al cuidado como enfermería y psicología o en estudios y/o profesiones consideradas ‘blandas’ como las humanidades y las ciencias sociales (Iregui-Bohórquez et al 2021; UNICEF, 2015)
Sin embargo, esta evolución positiva necesita ser revisada porque las desigualdades educativas de género emergen de diferentes maneras De acuerdo a Iregui-Bohórquez et al (2021) los avances en matrícula no han ido acompañados con la calidad que requiere la educación para desarrollar en las Mujer, Caribe y Ciencia, Vol 1, N°
Otra forma de ver la persistencia de las desigualdades educativas de género es en las diferencias por raza, territorios y regiones Como muestra UNICEF (2015) en el 2007 solo el 26% de las niñas indígenas terminaron primaria versus un 62% de niñas no indígenas.
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Viáfara, Moreno y González (2010) también indican que la condición étnico-racial afecta las posibilidades educativas y de movilidad social de las afrocolombianas En general, las mujeres y niñas de áreas rurales, indígenas y afrodescendientes tienen menores posibilidades de acceder a educación (CLADE, 2021) Iregui-Bohórquez et al (2021) también enfatizan en las marcadas diferencias en el acceso a la educación de niñas y mujeres en áreas rurales Teniendo en cuenta que en Latinoamérica existen países y regiones con un marcado componente indígena y afrodescendiente, esto estaría determinando desigualdades estructurales en el largo plazo para millones de mujeres
Otro aspecto a enfrentar está asociado con estereotipos que afectan la retención y graduación en los sistemas escolares (CLADE, 2021) Esto es, tanto la mayor o menor presencia de mujeres en determinadas carreras o profesiones como las tasas de deserción se asocian con estereotipos de género. Como ya se mencionó, en el caso del mayor número de mujeres en carreras de enfermería y docencia se asocia con el estereotipo de la mujer como cuidadora
No obstante, el mayor agravante no es la dedicación a ciertas labores de cuidado que al final pueden ser remuneradas significando algún grado de autonomía económica Lo realmente crítico es que muchos de estos estereotipos influyen en la deserción de las mujeres del sistema educativo. Esta deserción se realiza para dedicarse a labores del cuidado como la atención de hijos o familia Todo ello por ser estas labores socialmente consideradas
como el rol natural de la mujer (CLADE, 2021). En conclusión, la carrera en superar las desigualdades educativas de la mujer tienen mucho camino y obstáculos por superar Si bien es cierto que hay avances en los años recientes, factores como la calidad, estereotipos, ruralidad y etnicidad siguen poniendo techos de cemento en la formación de mujeres y niñas limitando con esto el potencial del capital humano global y con ello el desarrollo y bienestar general
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La mujer está subrepresentada en ciertas carreras y profesiones culturalmente asociadas con el género masculino, como la ingeniería, las matemáticas o las tecnologías.
Fuente: Canvas
Desigualdades de género en las Ciencias: una aproximación descriptiva, global, histórica e interdisciplinaria
Los avances en las brechas educativas femeninas no eliminan la persistencia de desigualdades educativas por género Estas desigualdades han mutado y emergen en indicadores como una menor participación de mujeres en carreras y profesiones, deficiente calidad o las desiguales de acuerdo a la pertenencia a algún grupo poblacional en particular Esto es, tal como lo muestra Jacobs (1996) o Paul (2015), las mujeres han mejorado en acceso, pero en términos de la experiencia educativa y los resultados de la mayor educación son asuntos que están aún por resolverse
En el sector de la academia estos patrones son muy dicientes Huang et al (2020) por ejemplo, menciona cómo las mujeres están en una subrepresentación histórica en las diferentes disciplinas, tienen menores publicaciones y son menos citadas Empleando datos de largo plazo, los autores muestran que entre el año 1900 y la década de los 2000 las diferencias de género en la academia se reflejan en que el 73 2% de las publicaciones son de autores masculinos frente a un 26 8% de publicaciones de autoras Lo anterior es más inquietante en disciplinas como las matemáticas (84.9% vs 15.1%), física (84.8% vs 15.2%) o ciencias de la computación (83 9% vs 16%) Mujer, Caribe y Ciencia,
Este tipo de resultados tiene diferentes explicaciones Sin duda, la división histórica del trabajo ha resultado en ubicar a la mujer en labores de menor exigencia debilitando con esto sus potenciales, mientras esto sucede, la misma división histórica hace que la masculinidad predomine en áreas asociadas a la complejidad como la ingeniería, construcción y arquitectura. Además, argumentan los autores, cuando las mujeres retan los ambientes típicamente masculinos, tienen que enfrentarse a un ambiente adverso, hostil o limitante (Ver también Papadópulos y Radakovich, 2006)
En esta misma línea, Aguinis, Ji y Joo (2018) estudiaron cómo la exclusión por género en la academia no solo limita las potencialidades de las mujeres, sino que tiene consecuencias en los niveles de productividad. En un estudio que incluye el análisis del comportamiento productivo de alrededor de 60 000 investigadores e investigadoras en las áreas de matemáticas, genética y psicología, encontraron brechas en la productividad a favor de los hombres. Esto es, se encuentra un mayor número de publicaciones de autores frente a autoras, especialmente para publicaciones de mayor ranking académico
Así mismo, Meho (2021) describe cómo entre 1996 y 2020 las mujeres tuvieron 4 6 artículos publicados anuales, frente a 5.2 de los hombres. Otros indicadores también ilustran las diferencias, por ejemplo, las mujeres tienen mayores tasas de
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artículos en coautoría con 7 5 artículos en promedio frente a 7 de los hombres, las mujeres también tienen menores tasas de movilidad internacional con un 11% versus un 15% de los hombres, y finalmente, también son menos citadas con 108 citaciones en promedio frente 112 citaciones de los autores hombres
Ahora bien, las consecuencias son sin duda más claras en materia de compensación salarial En un estudio longitudinal de la encuesta nacional de facultades en Estados Unidos, Freund et al (2016) analizaron las diferencias salariales en la academia entre hombres y mujeres en el área de medicina Los autores encontraron que las mujeres ganan anualmente $20,520 menos que un hombre en la disciplina o, visto de otra forma, por cada dólar que gana un hombre en la academia en este campo, una mujer gana 0 9 dólares
Otro aspecto donde se evidencian las brechas de género en las ciencias es en los reconocimientos académicos Meho (2021) analiza este aspecto al ser uno de los campos donde se puede evaluar las diferencias en prestigio, reconocimiento de pares, sendas de carrera y excelencia en la investigación; entre los años 2001 y 2010 las mujeres aumentaron su participación en premios académicos, pasando de un 30% en el periodo 2001-2005 a un 39% en el periodo 2006-2010 y un 65% entre 2016-2020 A pesar del avance, argumenta el autor, estos resultados son muy bajos en determinadas disciplinas
Por ejemplo, entre 2016 y 2020 la participación de las mujeres en premios en ciencias de la computación es 9%, en ingeniería es 10% y en matemáticas 9%
Los resultados anteriores están lejos de ser sorpresa, de hecho, estos estudios pueden considerarse como unos entre tantos que han sobre diagnosticado un problema estructural de la academia en general Sin embargo, varios aspectos son interesantes:
Primero, contrario a lo que preliminarmente se podría argumentar sobre estas brechas de género en productividad y desempeño explicándolas erróneamente por diferencias en capacidades, escolaridad, esfuerzo, etc , los autores enfatizan en la construcción social de estas brechas. Específicamente, las brechas se asocian a un estado de discriminación estructural en donde, en relación con su contraparte masculina, existen mayores requerimientos a las mujeres en acumulación de conocimiento, recursos y capital social (Aguinis, Ji y Joo, 2018, p 1283)
Segundo, se destaca cómo la literatura se enfoca en recomendaciones y reflexiones de estos trabajos Para Aguinis, Ji y Joo (2018), por ejemplo, sus resultados hacen necesario el planteamiento de políticas o iniciativas que traten de eliminar estos tratos diferenciales
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De igual forma, Meho (2021) llama la atención sobre los métodos y estructuras de los comités de evaluación, así como también derribar estereotipos arraigados en la cultura institucional de los diferentes departamentos Por otra parte, Freund et al (2016) también enfatiza en que se requieren acciones institucionales enfocadas en revisiones de políticas salariales, pensar en medidas para sendas de carreras más equitativas y mejorar las habilidades de negociación de las mujeres Es decir, no solo se señala el problema, sino que se reflexiona sobre potenciales medidas que puedan implementarse para su solución.
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Las desigualdades educativas de la mujer tienen mucho camino y obstáculos por superar.
Referencias bibliográficas
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CLADE (2021) Desigualdades Educativas en América Latina: tendencias, políticas y desafíos Resumen Ejecutivo Sao Paulo: CLADE https://bit ly/3F1UhTW
Freud, K M , Raj, A , Kaplan, S E , Terrin, N , Breeze, J L , Urech, T H , & Carr, P L (2016) Inequities in Academic Compensation by Gender: A Follow-up to the National Faculty Survey Cohort Study. Academic medicine : journal of the Association of American Medical Colleges, 91(8), 1068-1073. doi:https://doi.org/10.1097/ACM.0000000000001250
Goldin, C (2006) The Quiet Revolution That Transformed Women's Employment, Education, and Family American Economic Review, 96(2), 1-21 doi:10 1257/000282806777212350
Iregui-Bohórquez, A M , Melo-Becerra, L A , Ramírez-Giraldo, M T , & Tribín-Uribe, A M (2021) El camino hacia la igualdad de género en Colombia: todavía hay mucho por hacer (A M Iregui-Bohórquez, L A Melo-Becerra, M T Ramírez-Giraldo, & A M Tribín-Uribe, Trads ) Bogotá, D C: Banco de la República doi:https://doi org/10 32468/Ebook 664-429-7
Jacobs, J A (1996) Gender Inequality and Higher Education Annual Review of Sociology, 22, 153-185 doi:https://doi org/10 1146/annurev soc 22 1 153
Huang, J , Gates, A J , Sinatra, R , & Barbási, A -L (2020) Historical comparison of gender inequality in scientific careers across countries and disciplines Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 117(9), 4609-4616 doi:10 1073/pnas 1914221117
Meho, L I (2021) The gender gap in highly prestigious international research awards, 2001–2020 Quantitative Science Studies, 2(3), 976-989 doi:https://doi org/10 1162/qss a 00148
ONU Women (2012) Facts & Figures https://bit ly/3F7efg5
ONU. (2020). Eduation. Women’s participation in education is on the rise worldwide. https://bit.ly/3VCKsmh
Papadópulos , J., & Radakovich, R. (2006). Educación Superior y género en América Latina y el Caribe. En UNESCO, Informe sobre la educación superior en América Latina y el Caribe 2000-2005: la metamorfosis de la educación superior (págs 117-128) Caracas https://bit ly/3iznMVu
Paul, H J (2015) Women in economic and social history: twenty-fifth anniversary of the Women's Committee of the Economic History Society The Economic History Review, 68(2), 1-17 doi:https://doi org/10 1111/14680289 12068
Viáfara López, C A , Estacio Moreno, A , & González Aguiar, L M (2010) Condición étnico-racial, género y movilidad social en Bogotá, Cali y el agregado de las trece áreas metropolitanas en Colombia: un análisis descriptivo y econométrico Sociedad y economía (18), 113-136 https://www redalyc org/articulo oa?id=99618003004
UNICEF (2015) Educación y Género Post 2015 Igualdad de Género en el Futuro que Queremos, 5 https://bit ly/3F9VOr1
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II. Desigualdades de género en las Ciencias en Colombia
II. Desigualdades de género en las Ciencias en Colombia
En uno de los más recientes estudios sobre la población femenina en Colombia realizado por Iregui-Bohórquez et al. (2021) se señala que entre 1905 y 1935, menos del 43 % de las niñas en edad escolar asistían a la escuela primaria y alrededor del 3 % de las niñas asistían a la enseñanza secundaria
Sin embargo, las brechas en matrícula entre hombres y mujeres en educación primaria eran casi inexistentes desde la década de 1910, mientras que para la educación secundaria esta brecha comenzó a cerrarse en 1960 La educación superior no estuvo disponible para las mujeres sino hasta la reforma constitucional de 1936, que permitió que las mujeres ingresaran a la universidad en las mismas condiciones que los hombres
Para 1965 la tasa bruta de matrículas universitarias para mujeres fue del 1,3%, mientras que para los hombres fue del 5%, y las mujeres representaban el 20% del total de las matrículas universitarias. Sin embargo, fue a partir de 1986 que la matrícula de mujeres en las universidades se disparó (véase la Figura 1) En ese momento por cada 10 000 mujeres, 130 asistieron a la educación superior Para 2015, este número pasó a 230. Hoy en día el porcentaje de mujeres matriculadas en educación superior es mayor que el de hombres (IreguiBohórquez et al , 2021)
Según la información recolectada por IreguiBohórquez et al (2021) históricamente las mujeres han estado matriculadas en carreras relacionadas con servicios sociales, ciencias sociales, artes, letras y carreras afines con el cuidado de otros y muy pocas mujeres estudiaban ingeniería, medicina y otras carreras que eran mejor remuneradas en el mercado laboral. En la década de 1960, la proporción de mujeres estudiantes de ingeniería fue solo del 4%, en medicina, 3%, en economía 13%, matemáticas 13% y en derecho 18% Según Vélez y Winter (1992), para 1974 las mujeres ya representaban el 8,5 % de los estudiantes de ingeniería y el 30 % de derecho En 1986 esta proporción había aumentado al 27 % y al 44,6 %, respectivamente
En este sentido, aunque ha habido mejoras, en la actualidad los resultados no son muy distintos a grandes rasgos Entre 2000 y 2020, la brecha hombre-mujer en las carreras de tecnología, ingeniería y matemáticas (llamadas STEM en inglés) no solo se mantuvo, sino que aumentó. Como bien se ha documentado en la literatura, esto contribuye a aumentar la brecha salarial por sexo, ya que dichas áreas tienen los mayores salarios promedio por industria (véase la Figura 2)
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Figura 1
Tasa bruta de matrículas universitarias por sexo en Colombia
Nota: gráfico tomado de Iregui-Bohórquez et al (2021) UER=UE/POP18-21 (estimado); UER: tasa de matrícula universitaria; UE: matrícula universitaria; POP18-21: población estimada entre 18-21 años Fuentes: JaramilloEcheveri, Meisel-Roca y Ramírez-Giraldo (2019) y el Ministerio de Educación Nacional (MEN, 2022a)
Figura 2
Alumnos egresados de programas de tecnología, ingeniería y matemáticas por sexo, 2000-2020
Nota: tomado de Taking Stock of Gender Equality in Colombia: An Overview (Retterbeg, et al , 2020)
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En la Figura 3 se muestra el porcentaje de mujeres inscritas en programas de tecnología, ingeniería y matemáticas con relación al total de estudiantes matriculados en estos programas para Colombia Durante todo el periodo de análisis, las mujeres representaban menos de la mitad de los estudiantes inscritos Además, se percibe una tendencia a disminuir más con el tiempo, alcanzando su nivel más bajo en el 2015 En la Figura 4 se muestra un recuento de la participación femenina en las carreras STEM para el año 2018 en Colombia Sobresalen en los tres primeros lugares la ingeniería ambiental con el 59.1%, seguida de la ingeniería química con 51% y la ingeniería industrial con el 46 1%
Participación de la mujer Caribe en las Ciencias
Como se documentó en las secciones anteriores, la participación de la mujer en general y de la mujer colombiana en particular en la educación superior, por distintas razones históricas ha estado rezagada en comparación con la participación de los hombres. Estas desigualdades se reproducen aún más a nivel local cuando buscamos información acerca de la participación de las mujeres caribeñas en las ciencias
A pesar de que no existe una fuente de información consolidada que permita rastrear el número de mujeres caribeñas doctoradas en los distintos campos del conocimiento, en esta sección realizamos algunos ejercicios para aproximarnos a este indicador. Mujer, Caribe y Ciencia, Vol 1,
Cabe resaltar que en Colombia no existe una amplia oferta de becas y programas de financiación de educación a nivel doctoral ni para hombres ni para mujeres, lo cual limita el acceso a este nivel educativo para todas las personas colombianas
A partir de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH, 2010-2020) construimos indicadores sobre proporción de la población mayor de 25 años con educación universitaria culminada de nivel de pregrado y de posgrado para las siete ciudades capitales del Caribe colombiano (Riohacha, Santa Marta, Valledupar, Barranquilla, Cartagena, Sincelejo y Montería) y para Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga entre 2010 y 2020 Los resultados muestran que, en promedio, las capitales de la región Caribe tienen una proporción de mujeres con nivel educativo de posgrado inferior a la proporción que se encuentra en Bogotá, Medellín y Bucaramanga Cabe resaltar que por medio de esta fuente de información no es posible diferenciar los distintos títulos de posgrado (especialización, maestría o doctorado), por lo tanto, es una medida aproximada de los estudios de nivel superior de las mujeres Caribe (véase la Figura 5)
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Figura 3
Porcentaje de mujeres inscritas en programas de tecnología, ingeniería y matemáticas en relación con el total de estudiantes matriculados en estos programas
Nota: tomado de Taking Stock of Gender Equality in Colombia: An Overview (Rettberg et al 2020)
Figura 4
Participación femenina en programas de tecnología, ingeniería y matemáticas 2018
Nota: tomado de Taking Stock of Gender Equality in Colombia: An Overview (Rettberg et al. 2020)
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Nota: elaboración propia a partir de (GEIH, 2010-2020)
Según Fullbright, que es un programa de becas educacionales patrocinado por la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado de los Estados Unidos, los gobiernos de otros países y el sector privado, solo ha habido 19 becarias Fulbright para programas doctorales que sean oriundas del Caribe colombiano (véase la Figura 6)
El departamento que cuenta con mayor cantidad de becarias es Atlántico, seguido por Bolívar y el principal campo del saber en el cual se especializan las mujeres es en biología, agricultura y ciencias de la salud (véase la Figura 7) (Fullbright, 2021) Según el MEN (2022b) 88 mujeres del Caribe cursaron estudios doctorales entre 2001 y 2018 en universidades nacionales.
la estructura económica de cada departamento Por ejemplo, en Atlántico el campo de ciencias sociales y humanas es el que mayor participación de mujeres doctoras tuvo, mientras que en Bolívar y Cesar fueron educación y matemáticas respectivamente (véase la figura 9) Los datos se obtuvieron del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES, 2020), el cual consolida datos de los distintos programas académicos avalados por el Ministerio de Educación La base de datos contiene información del número de graduados desde el año 2001 al 2018 discriminado por sexo, área del conocimiento y departamento
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Figura 5
Proporción de mujeres mayores de 25 años con estudios de posgrado completado
Total de mujeres graduadas por departamento entre el 2003-2021
Nota: Fullbright Colombia (2021)
Número de mujeres graduadas por área del conocimiento entre el 2003-2021
Nota: Fullbright Colombia (2021)
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Figura 6
Figura 7
Número de mujeres graduadas de doctorado por departamentos en el Caribe entre el 2001 y el 2018 y áreas de interés de estudio
Nota: elaboración propia a partir de MEN (2022b)
Áreas disciplinares de mayor interés para las mujeres graduadas en la región Caribe entre el 2001-2018
Nota: elaboración propia a partir de MEN (2022b)
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Figura 8
Figura 9
En Colombia, la oferta de doctorados se ubica en un total de 435 programas (MEN, 2022b); si bien, estos programas cuentan con una variedad en cuanto a las áreas de estudio, su acceso presenta ciertas brechas geográficas y de género Del total de los programas, el 55,6% son ofrecidos en los departamentos de Antioquia y Cundinamarca, mientras que esta oferta se reduce al 11,9% en la región Caribe
Para el periodo comprendido entre 2015 y 2021, el total de estudiantes matriculados en doctorado a nivel nacional se ubica en un promedio de 6.168, donde el mayor número de matrículas se presentó en el año 2021 con una cifra de 6 974 estudiantes (SNIES, 2020) (MEN, 2022a) En las instituciones de la región Caribe, los estudiantes matriculados para este mismo periodo fueron, en promedio, 429; donde en 2021 se alcanzó un máximo de 596 personas matriculadas
En cuanto a la proporción de género de los estudiantes matriculados se encuentra que, para el periodo analizado, el promedio de mujeres matriculadas era de un 40,4% del total; donde los hombres a nivel nacional son los que más acceden a este tipo de programas En la región Caribe, las mujeres matriculadas tienen una proporción promedio del 45 99% y, en este ámbito se puede observar un mayor protagonismo de la mujer en los programas de doctorado que a nivel nacional (MEN, 2022a)
Sin embargo, los hombres siguen por encima de este porcentaje y son los que más se matriculan a este tipo de programas en la región y en el país.
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La participación de la mujer colombiana en la educación superior, por distintas razones históricas, ha estado rezagada en comparación con la participación de los hombres.
Fuente: imagen de OpenClipart-Vectors en Pixabay
Según el Observatorio Laboral para la Educación (OLE, 2020) del total de matriculados, en 2020, se graduaron 986 estudiantes, de los cuales 396 eran mujeres Para la región Caribe, el total de graduados fue de 73 y el total de mujeres graduadas fue de 36 Se encuentra una proporción de graduación del 40,1% a nivel nacional y del 49,3% en la región Caribe para el año en mención. Si bien, en la región Caribe no se encuentra una brecha tan significativa para las mujeres que acceden a un doctorado en las instituciones de la región, si se encuentran diferencias en cuanto al ingreso base de cotización estimado (IBC) que perciben hombres y mujeres; del total de graduados en la región, los hombres presentan un IBC promedio de $6 548 293, mientras que las mujeres un IBC de $6 366 288; con diferencias de más de un millón de pesos en departamentos como Bolívar, César y Magdalena.
En cuanto a las oportunidades generadas para doctorados en el exterior, se encuentra que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCiencias, 2021) registra un total de 1.338 mujeres beneficiadas para el periodo comprendido entre 2010 y 2016; de las cuales 119 fueron mujeres nacidas en la región Caribe Por el lado de los hombres, fueron beneficiados un total de 1 845 a nivel nacional y 198 en la región Caribe.
Además, se encuentra que entre los reconocimientos a investigadores dados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCiencias, 2022), 3 750 correspondieron a mujeres con estudios de doctorado a nivel nacional, de las cuales 469 provenían de la región Caribe Estos reconocimientos presentan una brecha de género significativa, ya que, del total de reconocimientos otorgados en 2021 a nivel nacional, sólo el 38,4% correspondía a mujeres con doctorado; en la región Caribe esta proporción fue del 37,6%
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III. Representación de la mujer científica en los medios de comunicación
III. Representación de la mujer científica en los medios de comunicación
La visibilidad de las mujeres en los medios de comunicaciónesfundamentalparalaconstrucción de un imaginario colectivo sobre el papel que representanparalasociedad Dichodeotramanera, losrolesquesemuestranatravésdeprogramasde televisión, entrevistas, periódicos, radio, internet, redessociales,comerciales,novelas,series,anuncios publicitarios y actividades asociadas a los medios, cumplenunpapeldeterminanteenlaformacómo las personas perciben la importancia de ellas en ámbitos científicos, académicos, profesionales y familiares.
Enlosúltimosaños,larepresentacióndelamujer científicaenlosmediosdecomunicaciónhatenido mayor visibilidad debido al papel que las mujeres han tenido en los avances e investigaciones científicasdetodaslasdisciplinas,pero,sobretodo, porque las mujeres han ganado el espacio y los mediosporfinhancomenzadoaponerlasenelfoco delanoticia
Aunque tras bambalinas las mujeres han estado presentes en importantes investigaciones, hasta hacerelativamentepocosecomenzóareconocersu papel como autoras, líderes y referentes en los camposcientíficosmásimportantesdelmundo Este tema ha sido ampliamente discutido en los diferentesmovimientosfeministasyseconocecomo el“EfectoMatilda”,términoacuñadoenhonor
a la norteamericana Matilda Joslyn Cage quien, en su ensayo “la mujer como inventora”, denunció que las mujeres tienen menor reconocimiento por sus logros y sus contribuciones científicas han sido históricamente ignoradas (Rossiter, 1993)
Este mismo fenómeno se repite en los medios de comunicación. De acuerdo con el Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP, 2020) en proporción con los hombres, las mujeres están drásticamente subrepresentadas en los medios El estudio mostró que solo el 24% de las noticias del mundo son acerca de mujeres, así mismo que prevaleció la voz masculina en los cubrimientos noticiosos incluso si el tema estaba relacionado con ellas y solo se les dio voz para aparecer como celebridades o gente común, no como figuras de autoridad.
Algunas cifras de la ONU Mujeres (2018) son reveladoras, solo el 9% de las noticias de radio, prensa y TV muestran historias que reflejan la desigualdad de género y un 4% cuestiona los estereotipos; una de cada cuatro personas sobre las que se escuchan o se leen noticias son mujeres; el 23% de las películas tiene a una mujer como protagonista y el 79% de los cinestastas son hombres, frente al 21% que son mujeres.
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El asunto del cubrimiento mediático va más allá de la inclusión de las mujeres en las noticias. Según el GMMP (2020), durante la pandemia del coronavirus solo el 27% de las fuentes especialistas consultadas fueron mujeres y siete de cada diez personas retratadas como amas de casa en los medios eran mujeres, reforzando los imaginarios de roles asociados al hogar y al cuidado No se trata de que simplemente aparezcan en los medios, sino del tipo de rol que desempeñan cuando lo hacen
Esta desigualdad en la representación de las mujeres en los medios no es de extrañar, si tenemos en cuenta que, de acuerdo con el informe de la ONU Mujeres (2018) el 27% de los puestos de alta dirección en medios de comunicación es ocupado por mujeres frente al 75% de hombres. Es pertinente reflexionar que aún hoy cuando las mujeres han logrado avances relacionados con su formación educativa, la conquista de roles, cargos directivos y liderazgos en los gobiernos, no se observan cambios contundentes en su representación mediática y eso es un gran problema
No obstante, múltiples voces de la sociedad también se cuestionan la falta de reconocimiento que hay sobre los avances que se han hecho en materia de representación e igualdad desde las políticas públicas, las organizaciones y los gobiernos de todo el mundo, pero el punto es que no se trata solo de promulgar leyes y dejar en papel la visión “ideal”
del rol de las mujeres, sino de dar a conocer información relevante sobre lo que están haciendo y que cada medio de comunicación asuma la responsabilidad de divulgar noticias que abarquen de forma igualitaria los acontecimientos que suceden en la cotidianidad, sin priorizar solo un género y que esto sirva de reflexión, para comprender el impacto que tiene la representación mediática para la construcción de nuevos modelos de mujer, que serán fundamentales para superar las desigualdades en el mundo
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Los roles que se muestran a través de los medios de comunicación, cumplen un papel determinante en la forma como las personas perciben la importancia de ellas en ámbitos científicos, académicos, profesionales y familiares.
Una de las iniciativas que promueve la igualdad de género dentro de las organizaciones de medios y los cubrimientos periodísticos es la liderada por la ONU, que en 2014 publicó una serie de indicadores que busca que medios de comunicación y empresas se cuestionen las políticas internas y externas en materia de igualdad de género, a través de acciones efectivas que reviertan el estado actual de la subrepresentación de la mujer (ONU, 2014) De esta forma, el documento plantea varias categorías que buscan identificar la existencia de programas que traten temas sobre género, métodos de verificación, cumplimientos de cuotas paritarias en programas, radio y TV, sistemas de monitoreo y análisis de los contenidos y tipos de contenidos, teniendo en cuenta el género y la fuente de información, etc
“Si las cosas siguen igual, se necesitarán al menos 67 años más para cerrar la brecha promedio para la igualdad de género en los medios informativos tradicionales” (GMMP, 2020, p 4)
Hace falta trabajar arduamente por lograr cerrar las brechas de género que se presentan en todas las áreas de la sociedad y darle representación a la voz femenina que siempre ha existido y solo requiere ser visibilizada.
Las científicas colombianas
La subrepresentación de las mujeres científicas en los medios es un hecho que Colombia está en mora de superar
Aunque se ha avanzado en el reconocimiento público del papel de las investigadoras colombianas, es un camino que aún requiere ser labrado
El 11 de febrero fue proclamado por las ONU el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una iniciativa que buscó incentivar la participación plena de las mujeres en los campos científicos y visibilizar su trabajo en áreas relacionadas con la ciencia, la tecnología e innovación (ONU, 2016) En el marco de esta fecha, los medios de comunicación en Colombia han abierto sus espacios y realizado especiales para mostrar los avances de las científicas del país
Algunas muestras de los trabajos que se han realizado son las publicaciones de medios como el Tiempo, el Espectador, Forbes, la Radio Nacional de Colombia, entre otros, en los que se destaca el papel de mujeres que han hecho historia con sus investigaciones
Uno de los esfuerzos más interesantes en materia de divulgación científica sobre el papel de las mujeres investigadoras lo hizo la Universidad Nacional de Colombia con el lanzamiento de su libro “Mujer es Ciencia” que tuvo como propósito principal divulgar las historias de vida de 20 pioneras colombianas y latinoamericanas y el camino que siguieron para alcanzar sus logros (Aragón-Novoa y Vargas-Domínguez, 2021)
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Recientemente, la noticia de Diana Trujillo, ingeniera aeroespacial quien estuvo al frente de la misión Perseverance de la NASA, acaparó todos los titulares de Colombia por ser una pionera en el campo y lograr visibilizar los logros de las científicas colombianas por fuera del país (CNN, 2022)
Otros esfuerzos notables son los realizados por la Red Colombiana de Mujeres Científicas que se encarga de divulgar noticias, eventos y publicaciones relacionadas con la ciencia y el trabajo realizado por mujeres del país, enfocándose en temas como políticas de género, mentorías, empoderamiento y emprendimiento De igual forma, la Red de Periodistas de Colombia con visión de Género, se ha encargado de promulgar el papel de la mujer en los medios de comunicación y difundir recomendaciones a los medios sobre el tratamiento adecuado de la información
Los medios de comunicación en Colombia han abierto poco a poco espacios para mostrar los avances científicos de ellas y darles un espacio en las noticias, en los programas y en las publicaciones, pero el trabajo no es solo el reportaje de un día, sino el trabajo permanente de todo un año
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Aunque se ha avanzado en el reconocimiento público del papel de las investigadoras colombianas, es un camino que aún requiere ser labrado.
Referencias Bibliográficas
Aragón-Novoa, M y Vargas-Domínguez, S (2021) Mujer es ciencia Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias https://bit ly/3Y50lUv
CNN (2022, junio 23) La colombiana Diana Trujillo ahora es directora de vuelo de la NASA y supervisará la misión Artemis a la Luna. https://cnn.it/3VCaVAF
Forbes Advertorial (2021, marzo 24) Tres colombianas están entre las 25 científicas más relevantes de Latinoamérica Forbes Colombia https://bit ly/3Z5TYzt
Organización de las Naciones Unidas (2014) Indicadores de género para medios de comunicación: marco de indicadores para evaluar la sensibilidad en materia de género en las operaciones y contenidos mediáticos https://bit ly/2Zd4ta6
Organización de las Naciones Unidas (2016) Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia Resolución aprobada por la Asamblea General el 22 de diciembre de 2015
https://bit.ly/3h1XNWy
Organización de las Naciones Unidas Mujeres (2018) Infografía: La mujer y los medios de comunicación https://bit ly/3YeWV1B
Proyecto de Monitoreo Global de Medios (2020) ¿Quién figura en las noticias? https://bit ly/3VRZpRm
Radio Nacional de Colombia. (2022, febrero 11). Colombianas en la ciencia: el poder de eliminar las brechas de género RTVC https://bit ly/40r5ypT
Red Colombiana de Mujeres Científicas (s f) Quiénes somos RCMC https://bit ly/3VZ0tTI
Red de Mujeres Periodistas. (2020, noviembre 5). Capítulo J, mujeres, medios y comunicación en Colombia https://bit ly/3HfUuFD
Redacción Ciencia (2022, febrero 10) Mujeres de ciencia Estas son algunas de las científicas más “top” del país El Espectador https://bit ly/3yYu3iq
Redacción Ciencia. (2022, febrero 15). 4 científicas colombianas reconocidas en “25 mujeres en la ciencia” de 3M El Tiempo https://bit ly/3JxZDbH
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