Suplemento Al Faro #14

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El coronel Tek, o de cómo diseccionar el dolor a lápiz

Al farosuplemento Editores: Daniela Alfaro y Enrique Alfaro F. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas Viernes 26 de abril de 2024 No. 14 Primera época www.alfaronoticias.com.mx AlfaroNoticias @AlfaroNoticiasD alfaronoticiasdiario@gmail.com

El coronel Tek, o de cómo diseccionar el dolor a lápiz

El pasado es una ola enorme que, si te detienes a verla, te aplastará con toda su fuerza. FFD

En su libro Sobre la muerte y los moribundos de 1969, la psicóloga Elizabeth Kubler-Ross planteó las 5 fases del duelo, en las que explica la manera en que las personas se sienten en distintos momentos del luto y la forma en que lo afrontan. A su vez, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define el luto como “signo exterior de pena y duelo en ropas, adornos y otros objetos, por la muerte de una persona.”

Tras soñar lo anterior, un hombre se despierta una mañana y ve la luz en forma de algo que no alcanza a definir. Ante ello, decide la calma de quien espera y, sobre todo, deduce la certeza de lo inevitable. Por su parte la luz, que no se disuelve ni se coagula, se expande como una señal que habrá de construir otras realidades, otras luces, quizá

Toma papel y lápiz y se dispone a enfrentar la muerte (ese concepto tan poliédrico y desconcertante, tan humano), aun sabiendo que es una batalla estéril: la muerte es el caballo ciego de un dios rencoroso

Aquí el acierto de El coronel Tek, libro que hoy nos reúne.

Decidir hablar de la muerte no es una elección que se haga a la ligera: el tema es recurrente en la literatura de todas las épocas y, particularmente en México, es un tema toral. Baste recordar la puntualidad con que Jaime Labastida analiza en su libro El amor, el sueño y la muerte en la poesía mexicana (editorial Siglo XXI); tres de los poemas imprescindibles de nuestra producción literaria.

Sin embargo, en El coronel Tek, Francisco Félix, se acerca a la muerte desde su propia noción de finitud, de impermanen-

cia personal. Le duele, pero más allá de ello, trata de comprender el porqué de la vida como algo transitorio; la sensación de vacío tras la pérdida, los vendavales que se desatan en quien se queda.

Cito:

¿Cuánto dura la lluvia si la llevas en tus ojos?

Fin de cita.

Aunado a ello, el poeta plantea el absurdo como delimitación de lo evidente:

cito:

Para qué reconocer el cuerpo si veo su sombra iluminada despidiéndose desde el pasillo.

Fin de cita.

En el libro, la brevedad es una constante, como si cada poema que conforma el corpus, fuera una gota que cae hacia ninguna parte y se estrella en quien lee o quizá en quien escribe, o quizá en quien se despide.

Esta brevedad, que bien podría ser alegoría de la vida, permite al autor explayarse sin excederse y, al mismo tiempo, convierte el libro en un texto que se lee con liviandad y que, de alguna manera, también hace evidente que todo, siempre, pasa como el viento en el texto que cierra el libro.

Es bueno leer algo de Francisco después de un tiempo y reencontrarnos de esta manera: en la palabra, porque es lo que, hace algunos años, nos cruzó el camino.

A ustedes, quienes escuchan, les digo: Lean El coronel Tek, el primer libro de Paco y el inicio de un camino que, espero, sea muy largo.

Luis Enrike Moscoso. En Tuxtla Gutiérrez, enero de 2024.

2 Viernes 26 de abril de 2024 El coronEl TEk, o dE cómo disEccionar El dolor a lápiz / luis Enrike moscoso
Ilustraciones Luz Martínez

One Mississippi

Las horas ya están muertas, pero el estertor del segundero dice que un minuto podría resucitar.

Entonces guardo silencio.

Y ante el espejo cuento: Uno, dos, tres…

De pronto todo se detiene. Con incertidumbre rezo y continúo: Cuatro, cinco, seis…

Quizás cuando la vela se apague seas tú el que se encienda. Siete, ocho, nueve…

Testamento

Despiertas con la derrota anticipada y procuras comer a oscuras para no ver el plato vacío. Te hace feliz el jardín porque crees que tu olfato realmente lo mantiene vivo. Te sostienes de la pared, como San Sebastián de Mantegna, buscando una mirada de conmiseración.

¡Y yo!, que he visto las almas bajo la lluvia, te afirmo que Dios aborrece al vencido. Por ello, rompo tus santos, te dejo una pintura muerta de un dios embravecido.

3 Viernes 26 de abril de 2024 El coronEl TEk, o dE cómo disEccionar El dolor a lápiz / luis Enrike moscoso

Mi tierra

Si hiede, es un mal espíritu, decía mi abuela. Hace seis años que no llueve y huele a muerto. Ya no se siente el suspiro de Dios, ni el estertor de la marimba.

La Corte, culpable de sembrar incertidumbre, nunca se dio cuenta, que la luz los convirtió en erizos de espinas encendidas que carbonizaron nuestras flores.

Ya nadie talla sus ojos por temor a rasgarlos. Pues la arena, aunque pintada de verde, sigue siendo arena y las dunas queman, arden como marca de hierro. Anoche, fui a poner listones rojos en las espinas de la ceiba. Me dijo que para ahuyentar a los que apestan, debemos exudar sangre y bendecir la tierra.

C allar las nubes

En la última pintura que le hicieron, el coronel Tek, con el índice iluminado, calla el cielo sobre una nube gris.

En su figura inerte resalta una mueca de angustia, y el frío (que no siento) lo veo en sus blancos ojos.

No podría definir el claro de los ojos míos en un solo trazo, pero me gustaría derramar su memoria de un solo zarpazo, y, así, teñir el lienzo del único color verdadero.

4 Viernes 26 de abril de 2024 El coronEl TEk, o dE cómo disEccionar El dolor a lápiz / luis Enrike moscoso
Las
Editores: Daniela Alfaro y Enrique Alfaro F.
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