Manual Profético 2017-2018 Reivindicados, Juan Manuel Fochesatto

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desde siempre, porque yo aprendí a distinguir, desde mi temprana edad, cuando me entregué a los 17 años a servir al Señor, a tratar con ese espíritu miserable con el cual yo conviví 17 años hasta que me entregué al Señor. Comencé a resistir a este espíritu, porque yo vengo de una familia de pobreza, de mucha necesidad, de comer hoy y no saber si teníamos para mañana, una familia de gente pobre, donde los pobres nos llamaban pobres a nosotros, nos tenían lastima. Entonces, conviví con eso de comer bien de vez en cuando, de comprar ropa una vez al año, eran los famosos estrenos y de vivir de pantalones rotos y remendados toda la vida (y no porque eran una moda como lo son ahora). Andaba de zapatos rotos, zapatillas rotas, alpargatas que traspasaban las espinas porque se rompían y estaba acostumbrado a todo eso, de estar comiendo y estar preocupado pensando ¿qué íbamos a comer más tarde? Es decir, a mí los pobres no me van a engañar porque yo vengo de allí. Pasando los años me di cuenta de que la pobreza, no es sólo no trabajar, porque hay gente que es guapa, trabajadora, que le pone fuerza y que hace las cosas y sin embargo sigue siendo pobre y escaso. Fui entendiendo aquellas cosas, entonces tengo la autoridad para hablar de esto, tengo la experiencia y la autoridad de haber visto cómo Dios nos trajo la abundancia del crecimiento en todos los órdenes. De tomar una Congregación de 50 personas hace 28 años atrás en La Quinta Lidia, que se redujo a 20 personas y los 20 que me quedaron fueron jóvenes, adolescentes y alguna familia y otros que por amor y gracia se quedaron. ¡Y de un grupito pequeño, Dios nos bendijo a los miles de miles que somos hoy! De no tener 1 metro de tierra, a tener comprado y seguir pensando que Dios nos va a dar mayores capacidades para terrenos y para todo lo que la visión requiera, porque yo no creo mucho en la gente que vive en guerra espiritual reprendiendo todos los demonios, reprende toda la miseria y después los ves a ellos cada vez más miserables; porque yo creo que si Ud. pelea, el soldado es digno de tener el fruto en sus manos ¡aleluya! Porque si va a la guerra y vuelve, tiene que volver con botín, porque para ir a la guerra y volver sin nada, no hubiera ido. Esto lo digo con conocimiento, he visto eso, cómo las tinieblas hoy quieren enquistarse otra vez en el pueblo de Dios. A través de esta palabra comprenderá cómo ser libre de estos espíritus, estos ataques y aprenderá a cómo pactar y debe dar para vencer ese espíritu. Lo que destruye el Espíritu de Miseria 1.- El dar al estilo Macedónico destruye el Espíritu De Miseria. Macedonia era una de las regiones más pobres del Imperio Romano. Eran tan pobres que Pablo dice que estaban en profunda pobreza. Si lee al comienzo los textos bíblicos verá en v.1, que Pablo enseña algunos principios de cómo se debe dar para destruir el Espíritu De Miseria. Los Macedonios con su corazón generoso, quebraron esas fuerzas satánicas, no sólo en sus vidas personales, familiares, de la iglesia, sino en toda la región. En el v.2, Pablo dice acerca de los Macedonios que cuando ellos en su región conocieron al Señor, después estaban en una gran prueba de tribulación. Esto es, que no importaba lo que hacían, no les salía una, era una región desbastada, secos, no avanzaban para ningún lado, estaban en una gran prueba de tribulación 90


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