Girona a l'Abast XII

Page 58

GIRONA A L’ABAST XII

jes cada día y di esto al Déan de Toledo y al prior de la La Sisla, que estan en la Inquisición”56. Numerosos son los testimonios a nuestra disposición que confirman la consideración de los judíos como herejes a lo largo de la Edad Media57. Además, el mismo hecho de que el propio Cristo flagelado pidiese a María que trasmitiese este mensaje a los inquisidores locales da buena cuenta del tono militante de la visión. Sobre todo si recordamos que en Toledo residía una gran comunidad hebrea y que las masivas (y forzadas) conversiones del siglo XV hicieron que el contingente de nuevos cristianos fuese muy numeroso58. Frente a esta realidad tan conflictiva, la visión nos sitúa ante la posibilidad, más que factible, de contemplar en clave antijudaica algunas imágenes devocionales centradas en la rememoración de los episodios de la Pasión. Otras representaciones coetáneas son susceptibles de ser interpretadas de manera semejante. Este sería el caso de la composición que centra el gran retablo de la Pasión encargado por Leonor de Velasco, abadesa del convento de clarisas de Medina de Pomar, a finales del siglo XV. El tema elegido es, de nuevo, la Flagelación de Cristo (fig. 19). Ocurre, sin embargo, que a diferencia de las composiciones catalanas antes expuestas, aquí se ha introducido el retrato de la propia promotora en la escena: arrodillada junto a Jesús, Leonor se nos aparece como una privilegiada espectadora del drama cristológico59. Al margen de responder a los requerimientos de la espiritualidad bajomedieval, principal y básico fundamento de todo el conjunto, es muy posible que imágenes de este tipo generasen lecturas complementarias o secundarias de carácter antijudaico entre los espectadores cuatrocentistas. En este sentido cabría investigar hasta qué punto las experiencias y meditaciones ligadas a la piedad cristocéntrica pudieron generar unas formas de percepción de las imá-

56

La cita completa del texto visionario en Surtz (1995: 79-80).

57

En la Baja Edad Media se extendió la creencia de que los judíos no reconocían el mesia-

nismo de Jesús únicamente por maldad y perfidia. Esta consideración supuso que a menudo fueran calificados y, por lo tanto representados, como herejes. Sobre su identificación visual desde este prisma en las Biblias Moralizadas francesas, vid. Lipton (1999: 82 ss.). La identificación llega a ser tal que, en ocasiones, se toma prestada la imagen estereotipada del judío para caracterizar a diferentes sectas heréticas. Así sucede con los cátaros que Pere Nicolau representó en una tabla dedicada a la prueba del fuego de los libros ortodoxos (Museo de Bellas Artes de Valencia (Bramon, 1986: 127-128). 58

Me referí a ello en Molina (2000: 98).

59

Atribuido a la escuela burgalesa y fechado a finales del siglo XV, el retablo pertenece a una

colección particular. Vid. Yarza (1999, 93-94).

60


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.