Ágora nº8

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Á G O R A

Susana Hernández

Algunas veces

Cobardes

Algunas veces me sorprende la ternura de los hombres, sus signos acertados. ¡Tan cercanos!

Yo soy cobarde, tú eres cobarde, él es cobarde.

Manos que se unen a otras manos, entregando sin rubor su cuerpo entero en un abrazo. Ojos que miran otros ojos, buscando un poco de dolor para robarlo. ¡Hay veces que sorprende el ser humano!

Y entre tanta cobardía muere Gaza ensangrentada y fría. Nosotros somos cobardes, vosotros sois cobardes, ellos son cobardes. Y entre tanta cobardía muere Gaza ensangrentada y fría.

Ya no sopla viento de Levante Quería ser viento del pueblo y atravesar nuestros poros con unos versos. Algunas veces escucho al poeta, habla dolorido y suena lejano. Se inclina sobre el hueco del abismo y canta nanas sobre cunas vacías. Yo le pido que me hable de amor, de paz y de esperanza. Él me dice que ya no tiene fe, ni fuerzas, ni ganas.

Al poeta No sé por qué, no sé por qué ni cómo me perdono la vida cada día Miguel Hernández

Mientras contemplo esa mirada que me hiela, esos ojos grandes, tan grandes que pareciera que cabe en ellos todo el hambre del mundo, y el vacío. No hay sima más profunda ni más dolorosa, allí donde el hombre pierde su condición, la vida su sentido, y yo las ganas de sentirme vivo.

Ahora Y ahora que los pobres se han comido su pobreza, ¿qué hacemos con los ojos que nos miran? Ya van atravesando el sueño transparente de las aguas que a veces se tragan el futuro y la esperanza. Llegan… los que llegan, otros se perdieron en la humedad eterna. Paradoja infernal: De la tierra seca, al mar.

POESÍA / Creación literaria

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