lazos de sangre 2

Page 368

—Alice... —Apoyó su frente en la mía y respiró hondo—. Te quiero mucho. Por favor. Sólo te pido que hagas eso por mí. —No sé cómo puedes pedírmelo si tanto me quieres — dije. Y sin previo aviso, se mordió la muñeca y se rasgó la piel. El estudio se llenó del aroma embriagador de su sangre y, de repente, el latido de su corazón se hizo palpable. Jamás en mi vida había sentido una sed como aquélla. Su sangre tenía algo que desencadenó en mi interior una hambre animal. Desde que me había mordido, la sangre de Jack lo era todo para mí. Y él sabía perfectamente que en cuanto se abriera las venas, no podría negarme. Presionó su muñeca contra mi boca y bebí su sangre. Su sabor nada tenía que ver con el sabor de la sangre que pudiera haber probado. Era más dulce que la miel y fluía por mi garganta como el buen vino, quemándome con un calor estimulante. Antes incluso de que alcanzara mi estómago, me sentí invadida por una tremenda explosión de placer que me nubló la vista hasta dejarla en blanco y, por primera vez, me sentí viva de verdad. Sentí su amor fluir dentro de mí, puro y prístino. Ni siquiera cuando me había mordido tuve una sensación parecida. Beber su sangre era beberlo a él, y por mucho que Jack afirmara que todo giraba en torno al amor que sentía por mí, él era amor, simplemente. Sabía a bondad, a inocencia, a felicidad ilimitada. Las peores cosas que podía haber hecho las había hecho porque yo lo había arrastrado a ello. Yo era lo peor que le había pasado y,


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.