compra un conjunto de lienzos en varios miles de francos . A consecuencia de ese éxito podrá dedicarse por completo a la pintura. Ya esta situado plenamente en la vanguardia artística de la época; todas las noches en las tabernas Azón de Montmartre, se dan cita : Van Donghen, Derain, Picasso, Braque, Max Jacob, Apollinaire y Vlaminck.
En 1919 alcanza gran éxito con una exposición en la Galería Druet. Comienza a escribir y publica ¨Tournant Dangeroux¨, desahogo de sus insatisfacciones, de sus nostalgias y de sus amarguras que se han acumulado en su espíritu. Se reafirma como pintor con éxito, expone en Nueva York y Paris, pero al mismo tiempo aumenta el pesimismo de su atormentada y contradictoria naturaleza.