pituitaria, para que produzca otra hormona llamada Oxitocina que es la encargada de la eyección o salida de la leche materna, lo que también se conoce como el reflejo de “bajada de la leche”. Este reflejo es muy sensible y puede empezar a funcionar con solo recordar, tocar o sentir al bebé, aún antes que succione, provocando que la leche fluya abundantemente y la madre sienta su ropa mojada. El primer contacto piel a piel de la madre y el bebé, inmediatamente después del nacimiento, estimula la liberación de oxitocina, lo que provoca el flujo de la leche materna y un gran despliegue de amor y de ternura que fortalece el vinculo
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