Independiente de lo anterior, siente que lo hacen por temor a verla fracasar, e intentan ponerle los pies en la tierra. Como nos cuenta Constanza, ellos son unos papás súper comprometidos con los proyectos de sus hijas. Su papá a veces se cree el gerente. Y su mamá la reta un montón. Ella los escucha, a veces discuten, pero considera muchos consejos y ellos son parte importantísima de Namuntu.
EL SURGIMIENTO DE NAMUNTU Constanza Zapata se encontraba en unos meses libres y estaba buscando trabajo, pero nada salía. Sus padres le preguntaban todos los días si estaba buscando algo y qué novedades había. La idea de crear un club de compostaje y lombricultura la había pensado hace un montón de tiempo y, sin cuestionárselo mucho, empezó a crear todo. Si bien considera que la idea podría habérsele ocurrido a cualquier persona que haya hecho lombricultura en algún momento, esta nació luego de que vendiera el humus que había generado a partir de los residuos orgánicos que
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llevaba reciclando hace dos años. “Les decía a las personas que tenía lombrices para vender, que eran buenas para la tierra y me respondían que no tenían tiempo, que no lo podían hacer, que les daba asco o flojera”, recuerda. Frente a esa respuesta, Constanza encontró la necesidad de hacerse cargo de este problema. No fue difícil porque ya había hecho humus con anterioridad, tenía la experiencia, así que pensó que era una buena idea. Además, sus emprendimientos de antes le habían enseñado a lanzarse sin miedo. De esta forma, comenzó a idear la marca, el nombre y logo de su emprendimiento. Durante la celebración del Día de la Madre, se lo comentó a su familia. Su hermana le dijo que ella sería la primera socia del club que estaba creando y así empezó a funcionar de a poco la idea desde julio del año pasado. Los inicios de este emprendimiento coincidieron con una grave enfermedad de su padre, lo que la tuvo muchos meses enfocada en esto, haciendo más complicados los tiempos para dedicarle a Namuntu, a pesar de eso, mes a mes, crecieron a una tasa de 20 a 30 nuevos miembros. En este emprendimiento todo se ha desarrollado de forma natural. En general, cuando emprende, deja que las cosas tomen su curso. De cierta forma, un emprendimiento tiene vida propia. “Puedes planificar y trabajar para conseguir un resultado, pero puede pasar