El mensual #15 - noviembre 2013

Page 29

el mensual de 20 minutos 29

ZHANG HUAN «La tradición es el cuerpo de un pueblo, la fe es su alma», opina el artista en cuya obra encontramos constantes representaciones de Confucio y Buda. ZHANG HUAN

da rápido. Llegan las influencias de Japón y Estados Unidos, apenas las europeas y no da tiempo a profundizar. Los artistas no tienen complejos en aliarse con la industria, que les suministra nuevos materiales con los que experimentar nuevas formas de creación. Existe una diferencia abismal en cuanto al progreso tecnológico. Por otra parte, el galerista no se limita a colgar un cuadro en la pared, el marketing es muy importante». Las obras de Ming son el reflejo de un verdadero encuentro de influencias y culturas, de modernidad y tradición. El taoísmo, la Escuela Bauhaus japonesa, la caligrafía china, la cerámica árabe, el universo de Dalí… se mezclan tanto en su discurso como en su obra. Aunque el artista global a semejanza de Ming parece ser el signo de los tiempos, lo ciertos es que no es así. Por lo menos en China. «Los chinos, más todavía que los demás, no llegarán nunca a extirparse su propia cultura». Esta afirmación de Yue Minjun (extraída de una entrevista concedida a la Fundación Cartier de París), más que nostalgia o idealismo contra la globalización, refleja una realidad empíricamente demostrada: Mao lo intentó y fracasó. Porque si la época posmaoísta trajo el descubrimiento de las vanguardias occidentales, para todos esos jóvenes hubo un reencuentro todavía más determinante: «Me gustaban las

vanguardias, pero creo que me gustaba aún más la tradición», evoca Zhang Xiaogang. China conoce la pintura al óleo desde hace apenas cien años. La pintura tradicional, que utiliza como materiales tinta china y papel Xuan (de arroz), se transmitió de maestro a discípulos durante siglos. Fue Shanghái la ciudad más floreciente de principios del siglo XX, la primera puerta de entrada de las influencias extranjeras. Los viajes realizados por algunos artistas al exterior no so-

Tan solo el 8,5% de las ventas de arte chino son de estilo contemporáneo lo traerían el óleo y el lienzo, sino también las técnicas occidentales: el realismo, la concepción espacial y los colores. Estos artistas occidentalizados cuyo trabajo, conocido como Pintura de los orígenes, ha ganado mucho prestigio, eran entonces solo una minoría, al igual que lo son hoy. Según las cifras de Artprice 2012, las pinturas tradicionales y la caligrafía son hegemónicas en el mercado, y solo el 8,5% de las ventas correspondería al arte contemporáneo. También destaca el alza de una nueva categoría: artistas emergentes que realizan obras experi-

mentales en tinta china. Susana Sanz no ve en el auge de esta renovación de la tradición una casualidad, sino una complicidad con el Gobierno, «una estrategia de autoalabanza cultural». Y sentencia: «Los artistas se han dejado embelesar por el pasado como una forma de propaganda cultural». Dice que «la añoranza por el glorioso pasado» encaja a la perfección con una estrategia propagandística.

Periódicamente, se cuelan en la prensa noticias como la del «Pearl Harbor informático», el supuesto hackeamiento de empresas estadounidenses por parte del Gobierno chino. China vive una guerra económica abierta con EE UU, aunque ellos tienen menos reparo en reconocer que son estrategas (Enriqueta confiesa que antes de partir a China se leyó las 36 estratagemas de guerra, un documento escrito entre los siglos XIV y XVII que encontró en la web de la Embajada). Min Yi Chou, al ser interpelado por este tema, esboza una sonrisa: «¿El Gobierno chino se pregunta qué hace Estados Unidos para ser tan influyente?». Susana sostiene que «el arte forma parte de una estrategia del poder para encumbrar a China a un estatus global» e insiste, hilando más fino, en que «el papel que desempeña el arte chino en la escena interna cional no debe ser menospreciado».


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.