La Tierra del Agricultor y Ganadero · Cuadernos by Diego Juste

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sumario

Cooperativismo agroalimentario: es tiempo de actuar Fernando Marcen Bosque

UPA y el asociacionismo agrario Lorenzo Ramos

El cooperativismo agroalimentario en España Cooperativas Agroalimentarias

Cooperativismo agroalimentario y desarrollo rural Pedro Orduna

Las cooperativas en el sistema alimentario actual y su influencia en la agricultura Alicia Langreo Navarro

23 El poder de trabajar juntos en Europa COGECA

Y ADEMÁS…

26 • FEIRACO, 40 años liderando el sector lácteo gallego desde el cooperativismo .......................................... 3 1 • La gestión de las empresas cooperativas / Miguel A. Díaz Yubero ........................................................ 34 • ACOR: Diversificar para sortear la crisis / Carlos Rico Mateo .....................................................................

• Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte. Un modelo de integración de la oferta y comercialización /

36 Cuestiones básicas sobre cooperativas agroalimentarias ..................................................................... 38

Ángel Prieto Merchán ....................................................................................................................... •

AÑO VI. Nº 15 • MAYO 2010

EDITA UNIÓN DE PEQUEÑOS AGRICULTORES Y GANADEROS (UPA)

FUNDACIÓN DE ESTUDIOS RURALES

REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN Agustín de Betancourt, 17-3.ª 28003 MADRID Tel.: 915 541 870 Fax: 915 542 621 latierra@upa.es www.upa.es

PUBLICIDAD Agustín de Betancourt, 17-6.ª 28003 MADRID Tels.: 915 339 781 915 338 355 915 350 827 Fax: 915 339 781 publicidad@upa.es

DISEÑO Y MAQUETACIÓN QAR Comunicación IMPRESIÓN Gráficas Jomagar D.L.: M-25679-2005

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UPA y el asociacionismo agrario Apostamos por el cooperativismo como herramienta para el incremento de la renta de las explotaciones familiares ■ LORENZO RAMOS Secretario general de UPA

l principal objetivo de las entidades asociativas agrarias debe ser el incremento de las rentas de sus asociados. Basándose en esta importante premisa, los asociados tienen que recibir todos los beneficios generados por la actividad de la entidad y aprovecharse de todos los servicios, suministros y operaciones encaminadas a mejorar los aspectos económicos y técnicos de los socios. A mayor nivel de asociacionismo existente mayor capacidad de respuesta se podrá tener ante las dinámicas que se derivan del liberalizado mercado mundial. La protección ante los demás mercados cada vez se va a reducir más, y las ayudas al mantenimiento de rentas cada día serán menores. Se está abocando al agricultor y ganadero a un mercado altamente competitivo y al que hay que responder con agilidad si no se quiere desaparecer. Una de las posibilidades más factibles para hacer frente ante este reto es el asociacionismo, fundamentalmente a través de las cooperativas agrarias. Un nivel de asociacionismo más elevado protege a sus asociados ante los desequilibrios anuales de las cosechas, el vaivén de los precios y la entrada de producciones con menores costes muy competitivas. El asociacionismo previene contra la esperada concentración de demanda en la distribución de productos agrarios, dotando de mayor poder de negociación a los agricultores y ganaderos asociados frente a grandes multinacionales. El modelo de asociación agraria con mejores perspectivas de lograr ese objetivo es la cooperativa agraria y su potencial transformación en organización de productores si su sector y nivel de actividad así lo aconsejan. Una cooperativa o su respectiva organización de productores, de cualquier producto o sector, tiene los mecanismos suficien-

tes para hacer frente a los cambios en los gustos del consumidor, bajadas indiscriminadas de precios en origen, control del exceso de oferta, adopción de nuevas técnicas de producción, mejoras de la calidad, protección frente a entrada de productos de terceros países, etc. Para favorecer la adopción de campañas de promoción de productos, retiradas de cosechas en épocas de crisis, estudios de mercado para orientar mejor la oferta, etc., es necesario: ◆ El compromiso de todos los asociados de comercializar la totalidad de su producción, concentrando de esta manera la oferta, por medio de la cooperativa. ◆ El conocimiento de toda la información relativa a la producción, plagas, enfermedades, nuevas variedades, técnicas, etc. ◆ La posibilidad de crear fondos operativos, una vez transformada en organización de productores. Toda esta serie de medidas, a la vez que solucionaría muchos de los problemas actuales, principalmente el desconocimiento de los gustos de los consumidores y la poca concentración de oferta, sería la mejor

forma de contribuir al incremento de la renta de los agricultores y ganaderos. Para UPA, las principales ventajas de las cooperativas en el sector agrario residen en: ◆ La presencia en el medio rural y propiedad de los agricultores y ganaderos. ◆ La gran actividad en la creación de entidades verticales tanto de oferta como financieras y de servicios. ◆ La gestión directa en la primera transformación de las materias primas. ◆ La capacidad para poder ocupar todo el canal comercial, hasta la distribución y en algunos casos hasta el consumidor directamente. ◆ La capacidad financiera superior frente a la de los agricultores y ganaderos por separado. Desde UPA apostamos por propiciar una verdadera reagrupación de las cooperativas agrarias y asegurar que la labor de sus gestores sea eficiente y transparente, con las máximas garantías para los agricultores y ganaderos asociados, tanto si se trata de cooperativas de primer grado como, sobre todo, cuando se gestionan entidades de segundo grado, con mayor dimensión. ■

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Cooperativismo agroalimentario: es tiempo de actuar ■ FERNANDO MARCEN BOSQUE Presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España

n primer lugar, quiero agradecer a la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) su decisión de dedicar un número especial de la revista La Tierra-Cuadernos al cooperativismo y la invitación a colaborar en él. Vivimos momentos difíciles y complicados en nuestro sector. Momentos en los que se hace imprescindible un análisis, una reflexión, y con sus conclusiones actuar para situar lo antes posible a todo el colectivo agroalimentario español en el lugar que merece. Sin duda alguna, el cooperativismo agroalimentario también requiere de una actuación, en cadena, por parte de todos los agentes, para aplicar lo que ya no es solamente necesario, sino urgente. Publicaciones como ésta ayudarán, con las diferentes opiniones que se aporten, a establecer de forma más certera el cómo, dónde y cuándo.

Una mirada a la historia No podemos hablar del cooperativismo de 2010 sin hacer un poco de memoria y sin mirar el camino que hemos dejado atrás y que nos ha traído hasta aquí. Hace 100 años surgieron en España las primeras cooperativas. Venían de la mano de algunos sectores de la Iglesia católica y sobre todo de la necesidad. Eran momentos duros y difíciles. Nuestro país salía de un siglo de penurias, guerras y decisiones políticas y sociales que sin duda marcarían una parte importante de la Historia de nuestro siglo XX. También entonces era difícil acceder al crédito y sobre todo abrirse camino y mantenerse. La actividad agroganadera era la única posibilidad que tenían miles de familias en un medio rural duro y hostil.

La cooperación entre ellos, el compartir los problemas y las ilusiones para cambiar su suerte fue algo que corrió como la pólvora por toda España. En pocos años se contaban por cientos. Adquirieron la figura de sindicato agrícola católico. Con unos estatutos, objetivos y compromisos que todavía hoy podrían estar en vigor en muchas empresas de cualquier área productiva de nuestra economía. Al frente de estos “sindicatos” se colocaron personas que, a su vez, en muchos casos tenían cierto peso político, tanto en la izquierda como en la derecha. Tras el desastre de la guerra civil, y por decreto del Gobierno, pasaron a denominarse “cooperativas del campo”. Todavía hoy, y tras varias modificaciones hasta llegar a la “sociedad cooperativa”, quedan personas mayores en algunos pueblos de nuestra geografía que suelen llamar a su cooperativa “el sindicato”. Pero la mayoría de las cooperativas españolas nació en la década de los 50. Promovidas por el Gobierno y con el fin de facilitar y promover la producción.

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Durante todos estos años, y con la lógica diferencia de la trayectoria de cada una, se ha mantenido un alto porcentaje de esas cooperativas con el mismo fin que motivó su nacimiento. Mejorar la compra de insumos, almacenar cosecha y venderla al mejor precio posible. Casi todas ellas, eso sí, han ido sumando servicios, han generado puestos de trabajo y se han mantenido abiertas a pesar de las diferentes crisis que hemos sufrido en el sector.

Las cooperativas españolas en el escenario europeo Con demasiada frecuencia caemos en la tentación de comparar el cooperativismo español con el europeo sin analizar a fondo los motivos que han llevado a uno y a otro a la situación actual. Muy a grosso modo deberíamos entender que la historia y la trayectoria política tan diferente entre España y los países de la UE (excluyo a los de última incorporación) en un sector como el nuestro han contribuido de manera muy importante a incrementar esas diferencias. Cuando España empezó a desarrollar la industrialización y la diversificación de nuestra economía, turismo y servicios, en los países UE se iniciaba una carrera de cambios en el cooperativismo que todavía hoy en algunos casos no ha acabado. Con el apoyo firme y decidido de sus gobiernos, en una Europa donde producir era rentable, vender era fácil, la normativa mucho más permisiva y la PAC tenía objetivos claros y definidos, iniciaron ese cambio hace más de 30 años. Si tenemos en cuenta que las explotaciones de los socios gozan en Europa de un equilibrio en cuanto a su dimensión que nada tiene que ver con la situación de España, a cualquiera que entienda de esto no se le escapa que es importantísimo a la hora de tomar decisiones en las cooperativas. Con una orografía y una climatología que nada tienen que ver con la holandesa, francesa, danesa, alemana, etc., y que hace difícil poder acertar con las previsiones en un buen número de años, alterando los cálculos de cosecha, facturación, etcétera. Teniendo en cuenta solamente estos aspectos, ya sería casi imposible desde un

punto de vista científico obtener resultados dignos de una comparativa.

Tiempo de actuar La situación de todo el sistema agroalimentario español, cooperativas, sociedades anónimas, sociedades limitadas…, es diferente y con esto tenemos que contar. Doble trabajo y más dificultades todavía en estos momentos tan difíciles. El cambio pendiente y la adaptación necesaria a una situación difícilmente mejorable a corto plazo hacen que tengamos que actuar con urgencia, decisión y responsabilidad desde la óptica empresarial si queremos mantenernos y crecer. Somos ya muchos los que pensamos que es hora de pasar a la acción. Es momento de actuar, porque nada cambiará por sí solo, si no somos las personas las que decidimos ese cambio. Nunca se habían dado tantas circunstancias que nos llevasen a la necesidad de afrontarlo. Las cooperativas somos empresas y como tales establecemos objetivos. El nuestro ahora debería centrarse en salir de la situación actual en el menor tiempo posible. Y para ello tenemos que tener en cuenta lo que nos afecta y nos influye. La globalización de la economía y mercados sin controlar y en manos de intereses puramente especulativos y lucrativos. Las nuevas tecnologías de información y comunicación. Los cambios sociales que afectan al consumo de alimentos. El cambio climático y los problemas medioambientales. Las exigencias en bienestar animal. La necesidad

de innovar constantemente. El poder de los principales distribuidores de alimentar a la población, que a su vez son nuestros clientes. Los continuos cambios en las políticas agrícolas, etc. Pero por otro lado tenemos la fuerza real. Lo que puede contrapesar todo eso. ¿Cuándo estaremos dispuestos a usarla? ¿Hasta dónde tendremos que bajar para querer subir y estar arriba? Con un millón de socios de cooperativas en España, presencia en todo el territorio, una larga historia que nos da solvencia y, lo más importante, el producto en nuestras manos, es cuestión de voluntad y de tomar la decisión. Sin hacer caso de nuestros detractores, que en la mayor parte de los casos sólo persiguen intereses muy particulares o disimulan su incapacidad de confiar en los demás, o en proyectos colectivos. Sin caer en los localismos absurdos. Mirando al futuro con ilusión, con ganas de construirlo, sin miedo. Estableciendo relaciones comerciales con todos los agentes que compartan nuestros principios de respeto por las personas y su entorno. Formando e invirtiendo en nuestros jóvenes. Generando ideas para diversificar nuestra actividad en todo el territorio de manera que nos ayude a obtener ingresos en diferentes épocas y repartir el riesgo y los gastos de gestión, etc. Pero sobre todo estando dispuestos a comprar y vender con mayores volúmenes. Agrupando nuestras necesidades y nuestros intereses. Tratando a proveedores y clientes con respeto pero sin complejos ni miedos. Sabiendo que organizados somos imprescindibles para ellos, al igual que ahora lo son ellos para nosotros. Sólo así alcanzaremos el reconocimiento que el cooperativismo y el sector agrario español merecen desde hace tantos años. Será entonces cuando las Administraciones, autonómicas y central, se atrevan a tomar decisiones y no sólo a compartir objetivos con nosotros. Yo, como presidente de Cooperativas Agroalimentarias, tengo claro que si somos capaces de compartir entre cooperativas, Administraciones y OPAs un plan de reestructuración del cooperativismo en España, cualquier cantidad de dinero y esfuerzo dará frutos, dulces y tempranos. Sería lo mejor que podría pasarle al campo español. Otros países lo hicieron y hoy son nuestra envidia. En nuestras manos está que esto suceda. ■

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El cooperativismo agroalimentario en España Principales características

■ COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS

n el año 2005, Cooperativas Agroalimentarias puso en marcha el Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español (OSCAE). Una herramienta estadística que refleja las magnitudes más relevantes del cooperativismo español. El OSCAE permite analizar los indicadores socioeconómicos desde el punto de vista empresarial, sin entrar en detalle en las problemáticas sectoriales, más difíciles de abordar por la gran heterogeneidad de las actividades en las que están presentes las cooperativas. El cooperativismo agroalimentario es una realidad consolidada tanto desde el punto de vista agrícola, ganadero y agroindustrial. Su presencia en número, volumen de negocio y empleo es muy superior del que

se le suponía hace unos años, como veremos más adelante. Son muy diversas las fórmulas que podemos encontrar, cooperativas de primer grado, de segundo grado, de explotación comunitaria (CEC). Las peculiaridades autonómicas amplían el abanico hacia fórmulas particulares, como cooperativas de uso en común de maquinaria (CUMAs), SATs que por su número de socios pueden ser asimilables a cooperativas, etc. Todas estas Entidades Asociativas Agrarias (EAAs) están representadas en las Federaciones y Uniones Territoriales de Cooperativas. Según el OSCAE existen 3.989 cooperativas en nuestro país. En las federaciones que forman cooperativas Agroalimentarias están representadas 2.840 entidades, que suponen el 70% de las cooperativas de pri-

mer grado de nuestro país, el 95% de las cooperativas de segundo grado, el 50% de las CUMAs, el 4% de las cooperativas de explotación comunitaria de la tierra y solamente el 1% de las SATs nacionales. Con respecto al número de socios, el OSCAE estima en 1.160.337 los socios de cooperativas, cifra que permanece estable en los últimos años. Asimismo, esa tendencia se refleja en los socios de cooperativas integradas en nuestra organización que se aproximan al millón, la última cifra es de 972.380 socios.

Volumen de negocio Las cooperativas agroalimentarias tienen un volumen de negocio en España cercano

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GRÁFICO 1. DISTRIBUCIÓN DE LOS SOCIOS

GRÁFICO 2. COOPERATIVISMO AGRARIO EN ESPAÑA

a los 19.000 millones de euros. Para hacernos una idea de la verdadera magnitud de estas cifras las podemos relacionar con la Producción Final Agraria (40.000 millones de euros) o con el volumen de negocio de la industria agroalimentaria de nuestro país (95.000 millones de euros). Ambas comparativas tienen sentido si se quiere incidir, en el primer caso, en la relación de la facturación de las cooperativas con las materias primas agrarias producidas por sus socios y comercializadas por éstas o bien, en el segundo caso, con el valor añadido que sobre el producto agrario realizan la gran mayoría de las cooperativas que efectúan alguna transformación sobre la materia prima. Sin duda, la tendencia de los últimos

GRÁFICO 3. NÚMERO DE SOCIOS

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GRÁFICO 4. FACTURACIÓN

años de las cooperativas es la segunda, captar valor en las fases cercanas al consumidor. Una vez más son las integradas en Cooperativas Agro-alimentarias las que aportan la mayor parte de estas cifras, con un volumen de negocio en el año 2009 de 14.703 millones de euros, un 7% más que en 2008.

Empleo

GRÁFICO 5. EVOLUCIÓN DEL EMPLEO

GRÁFICO 5. PROMEDIO DE TRABAJADORES POR COOPERATIVA

Respecto al empleo, las cooperativas agroalimentarias representan una cuarta parte de los empleos en el sector de la agroindustria española, con 94.156 empleados. Este empleo se distribuye casi equitativamente entre empleo fijo y temporal, aunque año a año el primero va ganando terreno al segundo. Es necesario aclarar que el empleo temporal o “de campaña” no debe interpretarse con las connotaciones negativas que tiene en otros casos, puesto que no van acompañados de precariedad. Es un tipo de contratación más cercana a los contratos fijos discontinuos, puesto que el mismo personal se contrata año tras año para responder a las necesidades de procesamiento de puntas de campaña. El ejemplo más claro es la contratación de personal para la selección y manipulado de frutas y hortalizas, donde se concentra gran parte del empleo en cooperativas. Suele constituir un segundo ingreso familiar muy importante entre la población rural. En definitiva, cifras que resaltan la importancia del movimiento empresarial cooperativo y su papel fundamental en el sector agroindustrial. Además, las cooperativas contribuyen al desarrollo y modernización del sector agroalimentario español. No sólo por ser responsables de los alimentos que consumimos cada día, sino también por mantener el crecimiento económico, aun en épocas adversas, y seguir fieles a su compromiso con las zonas rurales y con el medio ambiente. No habrá futuro en el medio rural sin cooperativas. Hoy, más que nunca, necesitamos cooperativas competitivas, fuertes, eficaces, dirigidas por líderes cualificados, innovadoras y capaces de apostar por aprovechar todas las oportunidades que ofrece el futuro. Queda aún un largo camino por recorrer, pero nada que no hayamos superado antes. ■

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CUADRO 1. OSCAE 2009

Nº de cooperativas Facturación (M€) Empleo directo Número de socios

CUADRO 2. MIEMBROS DE COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS

COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS

TOTAL ESPAÑA

2.840 14.703 73.845 972.380

3.989 18.889 94.156 1.160.337

CCAA

Andalucía Aragón Castilla y León C. Valenciana Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Cataluña Extremadura Galicia Islas Baleares La Rioja Madrid Navarra Euskadi Asturias Región de Murcia TOTAL

COOPERATIVAS

CIFRA DE

ASOCIADAS

NEGOCIO (%)

EMPLEO (%)

679 158 203 364 20 2 404 249 192 106 34 33 35 201 71 18 71

29,96 5,62 10,30 9,93 0,13 0,08 8,46 9,80 6,74 6,05 0,48 1,01 0,46 3,69 1,20 1,45 4,65

30,19 2,92 3,60 25,72

2.840

14.703 M€

73.845

5,76 8,54 4,11 7,05 0,37 0,47 1,76 0,78 0,32 8,40

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CUADRO 3. TOP TEN COOPERATIVAS DE PRIMER GRADO COOPERATIVA

AUTONOMÍA

SOCIOS

Covap

Andalucía

7.071

266.953.000

455

Casi Camp d'Ivars d'Urgell

Andalucía Catalunya

1.435 2.263

170.500.000 160.828.000

210 87

Acor Agropal

C. y León C. y León

8.699 1.727

140.000.000 139.630.000

270 116

Copaga

Catalunya

1.089

130.587.222

105

Sat Clas Cobadu

Asturias C. y León

7.443 9.046

125.371.000 123.267.000

13 108

Murcia

1.393

113.986.000

525

Catalunya

1.300

88.517.000

Alimer

D'Artesa de Segre

FACTURACIÓN (€) EMPLEADOS FIJOS

ACTIVIDADES

Producción de carne y elaborados cárnicos (vacuno, porcino, ovino, otros), alimentación animal, suministros y exportación Frutas y hortalizas Producción ganadera, alimentación animal, cereales, suministros, servicios, carburantes y tiendas Azúcar y derivados y exportación Leche y derivados lácteos, cereales, semillas, productos agroalimentarios, suministros, servicios, carburantes, tiendas y exportación Producción ganadera, alimentación animal, frutos secos, aceite virgen de oliva, demás cereales, suministros, carburantes, servicios Leche y derivados lácteos, suministros y servicios Vacuno, porcino, ovino, leche, cereales, semillas, suministros, servicios y tiendas Producción ganadera, leche cruda caprino, queso, alimentación animal, otras frutas, hortalizas, flores y planta, otras conservas, productos agroalimentarios ecológicos, suministros, carburantes y exportación Producción ganadera, alimentación animal, vino, cereales, suministros, servicios, carburantes y tiendas

CUADRO 4. TOP TEN COOPERATIVAS DE SEGUNDO GRADO COOPERATIVA

AUTONOMÍA

SOCIOS

FACTURACIÓN (€) EMPLEADOS FIJOS

Coren

Galicia

966.000.000

3.884

An S. Coop

Navarra

150

420.400.000

269

Anecoop

Valencia

412.000.000

176

Hojiblanca

Andalucía

276.668.000

182

Acorex

Extremadura

245.684.000

Arento

Aragón

111

144.896.000

SAT Arcoiris

Aragón

120.000.000

121 180 61

119.648.000 93.150.000 78.134.000

326 61 40

Actel Coarval Suca

Catalunya Valencia Andalucía

ACTIVIDADES

Producción ganadera, vacuno, porcino, aves, otras, alimentación animal, productos agrícolas ecológicos, suministros, servicios, carburantes y exportación Producción ganadera, alimentación animal, aves, otras frutas, hortalizas, legumbres, frutos secos, arroz, transformados de tomate, otras conservas vegetales, productos agrolimentarios ecológicos, demás cereales, semillas, suministros, carburantes, tiendas. Cítricos, otras frutas, hortalizas, vinos, mostos, zumos, otras conservas vegetales, otros productos agroalimentarios, exportación Virgen de oliva, aceituna de mesa, suministros, servicios y exportación Producción ganadera, porcino, alimentación animal, otras frutas, hortalizas, arroz, virgen de oliva, transformados de tomate, demás cereales, otros productos agroalimentarios, tabaco, suministros, servicios, carburantes, tiendas y exportación Producción ganadera, vacuno, porcino, alimentación animal, frutos secos, virgen de oliva, demás cereales, suministros, carburantes Producción ganadera, porcino y ovino, alimentacion animal, suministros, carburantes, tiendas Otras frutas, cereales, suministros, servicios Suministros, servicios, carburantes y tiendas Suministros

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Cooperativismo agroalimentario y desarrollo rural ■ PEDRO ORDUNA Director de Fomento Agroalimentario. Departamento de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Aragón

as primeras cooperativas nacieron hace más de un siglo. Surgieron por iniciativa de los agricultores que pretendían así ganar poder de negociación frente a los intermediarios locales que, con frecuencia, abusaban de la indefensión y escaso poder de negociación de los pequeños agricultores. En la actualidad, las cooperativas agroalimentarias se han consolidado como un sector estratégico, además de ser un instrumento clave para el mundo rural, sobre todo si tenemos en cuenta la economía y la demografía aragonesas. La permanencia de los habitantes en los pueblos es vital para conseguir nuestro desarrollo, pero quedarse a vivir en los pueblos no puede convertirse exclusivamente en una cuestión romántica. Los habitantes

del medio rural deben contar con las mismas oportunidades que los ciudadanos de las urbes. Y, en este contexto, las cooperativas resuelven parte del problema, contribuyendo al crecimiento económico, así como a la cohesión social y territorial, porque el empleo y los servicios que se crean a su alrededor están asentados en el territorio. No se deslocalizan con facilidad y, en la mayor parte de las ocasiones, son la única empresa de cierta relevancia en los núcleos rurales donde no hay otras iniciativas empresariales. En este contexto, la actividad agraria contribuye de forma principal en el mantenimiento de los equilibrios territoriales, contribuyendo a fijar la población y evitando así las corrientes migratorias hacia las áreas urbanas con los resultados negativos que

ello conlleva y que de todos son conocidos. Hoy por hoy, el cooperativismo agroalimentario constituye uno de los sectores productivos más importantes de la economía aragonesa. Su volumen de negocio en Aragón supera los 825 millones de euros, lo que sitúa a la comunidad como la séptima que más factura en esta área en España. Y, además, las en torno a 200 cooperativas con las que cuenta la comunidad autónoma –que dan empleo a más 2.200 personas- son unos actores económicos fundamentales en el mantenimiento del tejido socioeconómico del medio rural. Asimismo, juegan un papel fundamental a la hora de permitirles ganar la confianza del consumidor y contribuir a elevar los márgenes económicos de los agricultores y

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ganaderos. Son socialmente responsables y aplican sus beneficios a la creación de riqueza y medios de producción para sus socios y su entorno.

Las ventajas del cooperativismo Por todo ello, la cooperativa es una fórmula empresarial plenamente vigente en la actualidad, sin la cual difícilmente podría un agricultor o ganadero mantener su actividad. Por su naturaleza, le permite mejorar los costes de producción, ya que puede comprar suministros y acceder a servicios especializados a precios más bajos como consecuencia de las economías de escala que se generan mediante la concentración de la demanda. Por otra parte, los servicios de asesoramiento técnico de las cooperativas permiten no sólo asistir al agricultor y al ganadero en sus labores cotidianas, modernizando y adaptando sus estructuras productivas, también le aportan una orientación productiva acorde con la evolución del mercado y las tendencias del consumidor. Además, sus servicios técnicos están contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los socios, con la puesta en marcha de servicios de sustitución -que les permiten disfrutar de vacaciones a los ganaderos-, rea-

lización de labores como tratamientos fitosanitarios, podas, recolección o siembras, entre otras cuestiones. Este tipo de servicios están siendo un instrumento fundamental para atraer a los jóvenes agricultores y, en consecuencia, al relevo generacional tan necesario en este sector. Todo ello sin olvidar que la comercialización conjunta de los productos permite ganar poder de negociación y, además, acometer inversiones que permiten al agricultor avanzar en la cadena agroalimentaria, de forma que el valor añadido que se genera se transmite al productor mejorando así sus rentas. Se puede decir que la fórmula empresarial cooperativa es, por su estructura, la que mejores condiciones reúne para ofrecer alimentos de calidad y garantizar la seguridad alimentaria y la trazabilidad de los mismos, características imprescindibles para operar en un mercado competitivo, en una sociedad cada vez más concienciada en las buenas prácticas productivas y con unos consumidores exigentes en sus derechos. Y eso es así porque, sencillamente, la misma empresa produce, transforma y comercializa. Es decir, desde el origen al mercado, que es como decir del campo a la mesa, solo hay un agente: la cooperativa. Este factor es uno de los principales atractivos que tienen frente a los clientes más exigen-

tes. En el caso del jamón de Teruel, el sistema cooperativo está presente desde la producción de los cereales hasta la salida de las piezas de jamón de los secaderos. En otros productos, como los cereales o los forrajes, las cooperativas cerealistas proveen de materia prima para las fábricas y hasta lo transforman en pasta para cocinar. Y en el sector del vino, el cooperativismo pone en el mercado el 80% de la producción de las 45.000 hectáreas de viñedo que tiene.

Garantía de calidad En cuanto a la calidad, hay que destacar que el 80% de la producción de alimentos que cuentan con un label de calidad proviene del sistema cooperativo. En este sentido, hay que subrayar su papel como transmisores de cultura y de valores. De esta manera, la agricultura, los productos que salen de la misma y la riqueza culinaria con la que contamos, no sólo contribuyen a impulsar la economía, gracias a la promoción del turismo, también ayudan a configurar una identidad que actúa como factor decisivo en la proyección de nuestra imagen en el mundo. En este sentido, las cooperativas también están resultando piezas fundamentales para la internacionalización del sector. Hoy

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son los primeros exportadores en sectores como las frutas y hortalizas, aceite de oliva, porcino, vino... Un mercado cada día más abierto y global también está lleno de oportunidades, pero para eso se necesitan empresas de dimensión, capaces de ofrecer productos de calidad, a precios competitivos, con servicios y una logística atractiva y capacitada para atender las necesidades de los mercados emergentes. Estas fortalezas con las que cuentan deben servir a las cooperativas agroalimentarias para hacer frente a sus retos más inmediatos. Uno de ellos es el de ser capaces de unirse para constituir una gran empresa comercial que aproxime lo más posible los alimentos de altísima calidad que están produciendo a la distribución y al consumidor. El sector productor, que necesita promocionar las excelencias de los alimentos que produce, incentivar su consumo, dar a conocer y resaltar la calidad y la identificación de la misma, no puede estar mediatizado por otros eslabones intermedios, sin entenderse de tú a tú con ellos o traspasarlos en la medida de lo posible. Para ello necesita aumentar la dimensión de sus estructuras, viendo esta apuesta como un medio para alcanzar los objetivos fundamentales de cualquier cooperativa, esto es, la mejora de la rentabilidad y sostenibilidad económica de las explotaciones de sus productores asociados.

Gestión empresarial y valor añadido Porque para acceder al mercado en las mejores condiciones es positivo contar con grupos cooperativos fuertes que hagan de locomotora y den cobertura en la transformación y comercialización al resto de pequeñas cooperativas. Todo ello, pasando por una óptima gestión empresarial; por la generación de valor añadido en la transformación y comercialización de los productos, por innovación continua y conjunta, por los mejores equipos humanos y el talento, así como explorando las posibilidades de venta directa al consumidor, comprendiéndole e ilusionándole. Además, el sector agrario y sus cooperativas aportan a la economía de las regiones y a la sociedad en su conjunto unos bienes, algunas veces intangibles, pero que cada vez están siendo más apreciados. Es el caso de la defensa del paisaje y la preser-

vación de la naturaleza. Las cooperativas se preocupan de divulgar y asesorar a sus socios en prácticas respetuosas con el medio ambiente. En definitiva, que la actividad agraria siempre va a tener mucho que ver con el desarrollo económico y la prosperidad de las zonas rurales, pero más en el ámbito de la transformación y la comercialización que en el de la producción primaria. El verdadero desarrollo rural sólo se conseguirá potenciando e incrementando la rentabilidad del sector agroalimentario y de la diversificación de actividades, tanto dentro de este sector como creando un tejido empresarial alrededor de la misma, en el que se impulsen sectores como el turismo, los servicios y las nuevas tecnologías. Y para ello será necesaria una dotación adecuada de comunicaciones y servicios con el fin de que la población que vive en el medio rural no sufra ningún tipo de discrimina-

ción respecto a la que lo hace en una ciudad. Podemos afirmar que el cooperativismo agroalimentario tiene un peso importante en España, una larga tradición y un importante porvenir. Aquellos países que cuentan con un sector agroindustrial más competitivo y dinámico son precisamente aquellos donde el cooperativismo alcanza una mayor relevancia. Son los que ven oportunidades cuando otros no ven más que amenazas y aprovechan todas las oportunidades que se les presentan para impulsar sus fortalezas. Por todo ello, y por el futuro que tiene el sector, es necesario seguir trabajando, contribuyendo al crecimiento y a la modernización del sector agrario y agroalimentario español, fomentando la vertebración del territorio y construyendo un modelo de economía social, fundamentado en la solidaridad y en el compromiso de las personas para consolidar una ciudadanía activa. ■

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Las cooperativas en el sistema alimentario actual y su influencia en la agricultura

■ ALICIA LANGREO NAVARRO Doctora ingeniera agrónoma Directora de Saborá

as cooperativas agrarias constituyen una realidad muy importante en el sistema alimentario español, se encuentran dispersas en el territorio, contribuyen a la cohesión territorial, son fundamentales en la primera puesta en mercado de los productos agrarios y prestan importantes servicios a las explotaciones. Sin embargo, su presencia en los mercados finales es escasa, generalmente se quedan en las primeras etapas de la cadena de producción y muchas están demasiado fragmentadas y tienen una gestión deficiente. Este artículo se dedica a reflexionar sobre su realidad en el marco del sistema alimentario, altamente globalizado.

Rasgos que definen la situación del sistema alimentario Al igual que los restantes sistemas económicos, el sistema alimentario en su conjunto se está resistiendo de los efectos de la crisis económica y financiera que vivimos desde 2007. Estos efectos se han sumado y han reforzado en unos casos o alterado en otros las tendencias que desde mitad del siglo XX venían afectando a la producción de alimentos, forzando un cambio radical en su estructura básica. Las modificaciones que venía experimentando el sistema alimentario se reúnen en

tres grandes bloques: cuestiones internas del propio sistema, cuestiones externas y cuestiones institucionales o cambios en las políticas de referencia. Las cuestiones internas del propio sistema alimentario se refieren a las que afectan a las empresas de cualquier fase de la cadena, al equilibrio y correlación entre fases y entre empresas de distinto tipo, a la dinámica de concentración y de incorporación de innovaciones y de capitales, a la reestructuración interna de cada fase y a la localización geográfica, a las formas de comercializar y llegar al consumidor, a la creciente complejidad de los alimentos que se ofertan al consumidor y, como cuestión

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fundamental, al peso creciente de las grandes empresas de la distribución minorista en el conjunto de la cadena de producción, mientras los escalones más próximos a la agricultura han ido perdiendo peso. Los cambios en la dinámica interna del sistema alimentario responden a modificaciones de primer orden en una serie de cuestiones externas básicas que enmarcan el comportamiento del sistema alimentario. En unos casos porque condicionan sus ventas, tal como ocurre con el consumo, a su vez condicionado por la evolución demográfica, social y económica, en otros porque ponen a su disposición la investigación necesaria para desarrollar nuevos productos y procesos, o bien porque aportan medios para mejorar la gestión de las mercancías y su distribución. Por otro lado, el sistema alimentario necesita una financiación sólida y, por lo tanto, todas las alteraciones en él repercuten en el conjunto del sistema, con grandes diferencias entre tipos de empresas. Los cambios en las políticas de referencia han sido también muy importantes, algunas veces en respuesta a las nuevas condiciones del sistema alimentario en sí mismo, en otros casos a las limitaciones presupuestarias, las exigencias medioambientales o la dinámica del comercio mundial.

TENDENCIAS INTERNAS EN EL SISTEMA ALIMENTARIO ◗ Globalización, concentración y crecimiento de las empresas del grupo líder. ◗ Necesidades crecientes de capitalización para competir en el nuevo entorno. ◗ Creciente importancia de la incorporación de innovaciones en procesos, comunicación, información y gama de productos finales. ◗ Crecimiento de los intercambios mundiales de materias primas, productos semielaborados y productos terminados. ◗ Creciente importancia de la logística. ◗ Crecimiento y globalización de la gran distribución minorista, que tiende a convertirse en la fase líder del sistema, aumentando el desequilibrio entre las fases de la cadena de producción y marginalizando cada vez más la posición de la agricultura y las primeras fases industriales y comerciales, que siguen muy fraccionadas. ◗ Aumento de la importancia de la verticalización de la cadena de producción para obtener resultados adecuados. ◗ Incremento de la deslocalización de las producciones desde los países con mayores costes y más restricciones a la producción. ◗ Vinculación creciente al sector energético, tanto por el consumo creciente de energía y derivados del petróleo como por la opción de dedicar superficies agrarias a la producción de energía (biocombustibles, granjas solares).

CAMBIOS EXTERIORES QUE AFECTAN AL SISTEMA ALIMENTARIO ◗ Un incremento del consumo cuantitativa y cualitativamente en los países emergentes, lo que se traduce sobre todo en un aumento de su consumo de carne y, consiguientemente, de las necesidades de grano a medio plazo. ◗ Cambios en el consumo motivados por: ◆ El incremento de la renta. ◆ El trabajo de las mujeres fuera del hogar. ◆ El incremento de la edad media y de los estratos de personas de más edad. ◆ Los procesos migratorios. ◆ El cambio en los hábitos de vida, la desestructuración de la comida principal y la limitación del tiempo dedicado a la compra y la cocina. ◆ El incremento de las decisiones sobre los alimentos de los jóvenes. ◆ La ruptura de la transmisión tradicional de conocimientos sobre la alimentación entre generaciones y el peso creciente de la publicidad, sobre todo entre jóvenes. ◆ Segmentación creciente del conjunto de los consumidores. ◆ Nueva percepción de la calidad diferencial. ◗ La disponibilidad de mejoras logísticas y en la tecnología de la información y la comunicación. ◗ La disponibilidad de innovaciones en biología, química, física, etc., importantes para el sector. ◗ La disponibilidad de herramientas financieras. ◗ La disponibilidad de herramientas de gestión, publicidad y marketing nuevas. ◗ Las fuertes fluctuaciones en el precio del petróleo.

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CAMBIOS INSTITUCIONALES QUE AFECTAN EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA ◗ Cambios de fondo en la PAC, en un escenario de caída global de las ayudas, cambios en el sistema de protección y apertura de fronteras. ◗ Profundización en las políticas de defensa de la competencia. ◗ Creciente peso de los criterios de seguridad alimentaria y del control del conjunto de la cadena de producción. ◗ Creciente peso de las políticas de protección del medio ambiente y de defensa del bienestar animal. ◗ Creciente apertura de las normas del comercio exterior para los productos agrarios y alimentarios.

EFECTOS DE LA CRISIS ACTUAL EN EL SISTEMA ALIMENTARIO

◗ Una enorme volatilidad en los precios de las materias primas, con efectos muy negativos en la producción primaria y en las empresas industriales. ◗ Unos cambios en el consumo que afectan a todo el sistema alimentario, que se concretan en: ◆ La concesión de más importancia al precio a la hora de la compra. ◆ La búsqueda de establecimientos más baratos. ◆ La caída de las comidas fuera del hogar. ◆ El reposicionamiento frente a la calidad diferencial ante un precio más elevado. ◆ El repunte de la venta de los alimentos básicos. ◗ Un incremento del proceso de concentración en el grupo líder del sistema alimentario y serios problemas para las empresas intermedias. ◗ Un incremento de la importancia de la verticalización de la cadena de producción. ◗ Una batalla entre las empresas de la gran distribución por ganar cuota de mercado y aumentar las ventas en alimentación que ha forzado el recorte de márgenes en toda la cadena de producción. ◗ Una restricción de los créditos con efectos muy negativos, sobre todo en las primeras fases de la cadena. ◗ La ganadería en su conjunto ha sido el subsector más negativamente afectado, ya que no ha sido capaz de transmitir al consumo la subida de precios de los cereales.

Este conjunto de transformaciones ha inducido modificaciones muy profundas en la forma de funcionar y en la estructura del sistema alimentario en muy poco tiempo, que son particularmente difíciles de encajar por parte de las empresas más pequeñas y las que pertenecen sobre todo a las primeras fases del sistema alimentario, entre ellas se encuentran las explotaciones agrarias y las empresas de las primeras fases de la cadena de producción, donde se encuentran mayoritariamente las cooperativas. La crisis iniciada en 2007 empezó con las subidas de los granos que afectaron al conjunto del sistema alimentario mundial y transmitieron el mensaje de que el mundo, también los países desarrollados, podía encontrarse ante problemas en el abastecimiento. Este hecho puso otra vez la alimentación, y con ella a la agricultura, en la agenda de los gobernantes de los países desarrollados y relanzó el apagado papel de la FAO, aunque no sirvió para modificar algunas de las tendencias que habían llevado a esa situación: caída de los stocks estratégicos en manos públicas, políticas encaminadas a desincentivar la producción en muchos países, caída en las inversiones mundiales en agricultura, etc. En la subida de los precios de los granos jugó un papel esencial la crisis financiera ya en marcha, que favoreció el refugio de los capitales en las materias primas; sin embargo, por el momento no se ha tomado ninguna medida tendente a aislar los mercados esenciales para la alimentación de la humanidad de los movimientos financieros especulativos. La crisis económica está afectando seriamente al sistema alimentario, a pesar de que éste es el sector que se ha visto menos afectado negativamente por la caída del consumo, y está poniendo en cuestión algunas de las principales tendencias por las que había apostado la producción europea. Las cuestiones expuestas más arriba son suficientemente graves para invitar a una reflexión en profundidad, no sólo en lo referente al futuro de la PAC, que evidentemente es una pieza básica, sino también en lo referente al nuevo papel de cada uno de los agentes que integran el sistema alimentario, entre los que las cooperativas agrarias ocupan un lugar muy importante con implicaciones tanto para la fase agraria como para el comercio y la industria y, más allá del sistema alimentario propia-

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mente dicho, para la cohesión de los territorios rurales.

La situación de las cooperativas en el sistema alimentario español Según datos de la CCAE (2007), en España hay 3.996 cooperativas y SAT agrarias, que facturan en conjunto 17.654 millones de euros, tienen un empleo directo de 95.896 personas y un número de socios que asciende en total a 1.160.337. Estas cifras por sí solas ponen de manifiesto su enorme importancia, por eso su buena salud es esencial para el conjunto del sistema alimentario y, desde luego, para sus socios, la mayoría de los agricultores y ganaderos españoles. Sobre estas cifras cabe hacer alguna reflexión para centrar mejor la situación, empecemos por la cifra de socios: 1.160.337. Aunque en esta cifra puede haber duplicaciones, ya que hay agricultores que pertenecen a más de una cooperativa, es evidente que es muy alta, máxime teniendo

en cuenta que la última Encuesta de Estructuras (INE, 2007) da una cifra total de 1.038.597 explotaciones. Este contraste pone de manifiesto que, necesariamente, en las cooperativas agrarias españolas están asociadas muchas, sino casi todas, las explotaciones de menor dimensión económica (el 49% de las recogidas en la encuesta están por debajo de las 6 UDE y el 66,4% por debajo de las 12 UDE), junto a otras bien dimensionadas y algunas muy grandes. Este hecho condiciona mucho la vida de las cooperativas de primer grado ya que, razonablemente, la mayor parte de esas explotaciones muy pequeñas cuentan con una escasa dedicación de su titular, tienen dificultades para invertir y, en términos generales, están en mala situación para enfrentarse a los retos actuales, mientras algunas de las mayores ya están diseñando estrategias de futuro y necesitan resultados. Esta dualidad en la situación e intereses de la base social de las cooperativas, más acusada en unos subsectores que en otros, dificulta mucho la toma de decisiones y las estrate-

gias a medio plazo en estas sociedades, con el riesgo de que se alejen de las cooperativas una parte de las explotaciones mejores. Cabe mencionar que la presencia de mujeres en las asambleas de las cooperativas es inferior a la que tienen en el conjunto de las explotaciones, lo que responde a que de forma tácita se ha venido favoreciendo que sean los hombres los que ejerzan la representación de la explotación en la asamblea. Esta falta de participación es mucho menor en los órganos de gobierno, lo que, además de resultar impresentable en la España moderna, supone una pérdida de capital humano importante en la medida en que las mujeres jóvenes pertenecen más tiempo en el sistema educativo. La escasa presencia de mujeres está vinculada al lento ritmo de renovación de los miembros de asambleas y sobre todo consejos rectores de las cooperativas, que provoca que en importantes áreas y subsectores la edad media sea superior a la ya envejecida del conjunto de las explotaciones. Otra cuestión importante que está relacionada con las características de las explotaciones es la escasa formación empresarial de los consejos rectores, que es un reflejo de la escasa formación de los socios, es decir, del colectivo de los agricultores. Según la Encuesta de Estructuras, el 87% de los jefes de explotación únicamente tiene formación práctica en agricultura, el 2% tiene FP, poco más del 1% formación universitaria y el 10% otra formación (cursos de más de 15 días). La escasa formación de los consejos rectores tiene grandes repercusiones en la forma en que se enfrentan los problemas y, más importante, la escasa valoración que con frecuencia se hace del hecho de contar con un cuerpo de gestión y comercial adecuado y de invertir en él. Por otro lado, para estos agricultores de escasa dimensión económica y poca formación, la existencia de la cooperativa es fundamental tanto como vía de comercialización de sus producciones como por el suministro de insumos o la prestación de asesoría y de diversos servicios (seguros, servicios de técnicos o veterinarios de campo, transferencia de tecnología, prestación de maquinaria, etc.), que en algunos casos llegan al cultivo y gestión de sus fincas, permitiendo superar los problemas derivados de la escasa dimensión. Todas estas actividades, con frecuencia, hacen

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de las cooperativas instrumentos necesarios para la continuidad de muchas explotaciones y con ellas de una parte importante de la actividad económica en el medio rural, máxime en el nuevo escenario en el que la seguridad alimentaria exige controles crecientes para los que muchas explotaciones tienen dificultades. También conviene reflexionar sobre el propio número de cooperativas (3.996), indudablemente excesivo para la facturación obtenida (17.654 millones de euros), lo que da una cifra media (441.394 euros) demasiado pequeña en el marco del sistema alimentario actual, esta media es más baja si se contempla sólo la facturación de las de primer grado (11.874 millones de euros). Sin embargo, los procesos de fusión de cooperativas son muy complejos y, de hecho, el índice de fracasos en los intentos que ha habido es alto, posiblemente sus propias características básicas (vinculación a un territorio concreto, estrecha relación con los habitantes del mismo y con sus autoridades o algunos aspectos de su estatuto jurídico) lo dificulten más que en otro tipo de empresas. La escasa dimensión con frecuencia es una de las principales causas de las deficiencias en la gestión y en las estructuras comerciales. De hecho, en los últimos años el número de cooperativas apenas ha disminuido, mientras ha subido suavemente su facturación. No todas las cooperativas son pequeñas, algunas se encuentran entre las empresas líderes del sistema alimentario español: COREN, ANECOOP, Agropecuaria de Navarra, ACOREX, Hojiblanca, COVAP, CASI, Agrosevilla, Agropecuaria de Artesa de Segre, Cooperativa del Camp de Ivars, COPAGA, COVADU, ACOR, ARENTO, JaénCoop, SUCA, COARVAL, AGROPAL, Grupo Arco Iris, etc., a las que habría que sumar la empresa CAPSA, primera láctea española en la cual la SAT Central Lechera Asturiana cuenta con más del 51%, o la Corporación Alimentaria Guissona, en la que la cooperativa Agropecuaria de Guissona cuenta con aproximadamente un tercio del capital. Cabe mencionar que en los últimos años este colectivo de grandes cooperativas ha mejorado su posición en el ranking de las mayores empresas. Dentro de este colectivo hay empresas muy variadas, algunas están centradas en un solo producto o en una gama estrecha, mientras otras trabajan buena parte de los productos de sus asociados, las que son

multisector suelen tener una actividad importante en suministro. Entre ellas se encuentran cooperativas de primero y de segundo grado, la mayor parte de las grandes cooperativas de primer grado son ganaderas, multiproducto u hortofrutícolas, a las que hay que sumar la remolachera ACOR. También son muy diferentes los ámbitos de trabajo: mientras algunas se limitan a las primeras etapas de la cadena de producción, otras llegan a la distribución minorista; mientras unas se limitan a trabajar graneles, otras se han situado en los mercados exteriores y/o han conseguido posicionar sus marcas. Bastantes de ellas han colaborado en la creación de estructuras empresariales (cooperativas o mercantiles) con sinergias cruzadas para abordar determinadas cuestiones, siendo éste uno de los principales mecanismos para crecer. Este bloque de cooperativas son las que prioritariamente innovan, las que exportan directamente, las que cuentan con marcas más importantes y las que más penetran en la cadena de producción. El análisis de cómo funcionan estas cooperativas y cómo han alcanzado la dimensión que tienen, cómo consiguen la cohesión de sus socios o cómo las de segundo grado vinculan a las de primero, cuáles son sus ventajas y a qué problemas se enfrentan, cuestiones todas ellas que se escapan a este artículo, es esencial en la búsqueda de una reubicación del movimiento cooperativo ante los retos del sistema alimentario actual, y, a su vez, esa reubicación es clave en el mantenimiento de las explotaciones y de la propia actividad agraria tal como la conocemos, en buena medida vinculada al movimiento cooperativo en el sector. Frente a estas cooperativas situadas en el grupo líder se encuentra un número muy alto de pequeñas cooperativas con frecuencia enfrentadas a gravísimos problemas ya antes de la crisis, que encuentran serias dificultades para afrontar los retos del sistema alimentario en la actualidad, especialmente las pequeñas no integradas en otras de mayor rango ni situadas en nichos de mercado. Estas cooperativas en dificultades forman parte de la base del movimiento cooperativo, están dispersas por todo el territorio, contribuyen a la cohesión económica y, si fracasan, pueden causar enormes daños a los agricultores asociados y a las poblaciones donde se ubican. Por lo tanto, el establecimiento de

estrategias que hagan posible su continuidad, presumiblemente tras procesos de concentración de una u otra forma, parece imprescindible no sólo para el movimiento cooperativo, sino también para el conjunto de los agricultores.

Diferencias por sectores La situación de las cooperativas varía mucho según subsectores, desde el alto porcentaje en la primera transformación en vino y aceite, y más aún en arroz y tabaco, al más o menos 30% en frutas y hortalizas, cereales, etc., junto a otros subsectores con escasa incidencia. La mayor o menor presencia de cooperativas depende del tipo de producto, de la forma histórica en que se ha formado la cadena de valor, de las condiciones de mercado, de la zona geográfica, etc. Ahora bien, la importancia real de las cooperativas en cada subsector no depende sólo de su presencia en origen, sino también de las funciones desarrolladas en la cadena de produc-

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ción, de la existencia de cooperativas en el grupo líder, la existencia de marcas cooperativas de peso, etc. A continuación se reseñan elementos claves de la situación de algunos subsectores: ◆ En el aceite, las cooperativas de primer grado molturan la mayoría de la cosecha, sus almazaras son mayores que las mercantiles, han jugado un papel fundamental en la mejora del aceite y, por lo tanto, han abierto las posibilidades al virgen. Desde la entrada en la CEE han realizado enormes inversiones que las han dotado de buenas instalaciones; sin embargo, quedan muchas pequeñas con gerencia y equipos comerciales deficientes. El hecho más relevante de este subsector es la creación de potentes cooperativas de segundo grado, algunas muy disciplinadas, que ya se encuentran en el grupo líder del sector, exportan, tienen marcas y trabajan directamente con la gran distribución; estas cooperativas de segundo grado están siendo el instrumento de concentración del sector. ◆ En el vino, también las cooperativas pre-

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dominan en la primera fase industrial, la vinificación, y, como en aceite, han realizado grandes mejoras en sus instalaciones, lo que ha redundado en una mejora de la calidad del producto. También en vino quedan muchas cooperativas demasiado pequeñas, que adolecen de todos los problemas expuestos más arriba, a los que se une el hecho de que hay pocas cooperativas de segundo grado que hayan penetrado los mercados exteriores directamente o tengan marcas relevantes en un panorama muy competitivo y donde la marca de la distribución juega poco. Posiblemente este sea el subsector donde la diferencia entre la presencia de las cooperativas en origen y en los escalones finales está más desequilibrado y, previsiblemente, la crisis actual va a empeorar la situación de las peor situadas. En el arroz, las cooperativas dominan el origen, pero cuentan con pocas marcas conocidas e incluso no dominan las ventas para las marcas de la distribución. En cereales, la cuota de las cooperativas está en torno al 30%, con desequilibrios geográficos acusados. Este sector cuenta con grandes cooperativas de primero y segundo grado y una gran red de pequeñas cooperativas, muchas ineficaces, que se mueven mal en un mercado muy duro y que están sufriendo mucho las consecuencias de la crisis actual. La presencia de cooperativas en el subsector de los piensos es alta, su función es suministrar piensos, otros insumos y servicios ganaderos a sus socios; sin embargo, la mayoría de ellas no realizan la venta del ganado ni penetran en el subsector de las carnes, lo que limita mucho su influencia en el sector. Ahora bien, hay algunas empresas cooperativas y otras participadas por cooperativas que se han involucrado en la producción ganadera, algunas también en la cárnica y forman parte del grupo líder, entre ellas destacan COREN, Corporación Alimentaria Guissona, COVADU, COVAP, Grupo Pastores, AN, ACOREX, Grupo Arco Iris, etc. La presencia en el mundo de embutidos y transformados en general es baja. La presencia cooperativa en frutas y hortalizas está en torno al 30%, con grandes diferencias según productos y zonas. En estos subsectores se encuentran algunas de las mayores cooperati-

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vas de segundo grado (ANECOOP) junto a cooperativas multiproducto grandes (AN, ACOREX, ACTEL), cooperativas grandes y muy buenas de primer grado junto a una multitud de pequeñas cooperativas que también arrastran serios problemas. Cabe mencionar que en los últimos años está creciendo la presencia cooperativa en transformados. En lácteos conviven algunas de las mayores empresas con base cooperativa (CAPSA, mayoritariamente de la Central Lechera Asturiana) con algunas bastante grandes de primer grado (COVAP o FEIRACO) que realizan la transformación industrial, tienen marcas y tratan directamente con la gran distribución, con un grupo numeroso que se dedica a la venta de graneles de leche cruda y a la función de primer recogedor. En este sector, donde la presión de la distribución es particularmente alta, es imprescindible alcanzar volumen y avanzar en la cadena de producción. La presencia en el mundo de los quesos, salvo algunas excepciones, es mucho menor.

Oportunidades de las cooperativas en el sistema alimentario Las cooperativas agroalimentarias tienen ante sí un gran ámbito de actuación que puede tener una enorme influencia en el sistema alimentario y es muy importante en la mejor imbricación de los agricultores en él. Con respecto a la agricultura y los agricultores, las cooperativas tienen por delante un papel muy relevante en la transferencia de tecnología, en la asesoría técnica y económica, en la orientación de las producciones de sus asociados, que deben ser decididas desde las cooperativas de acuerdo con las oportunidades de los mercados finales, en el mantenimiento de los cultivos allá donde la mala estructura de las explotaciones favorece el abandono a través de secciones de cultivo. Para que todo esto sea posible, es imprescindible encarar el problema de la falta de formación empresarial de muchos miembros de consejos rectores, cuestión que también permitiría abordar con más posibilidades de éxito procesos de concentración, formación de cooperativas de segundo grado, búsqueda de sinergias con otras coo-

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perativas o sociedades mercantiles, etc. Parece necesario, además, el establecimiento de planes específicos para favorecer la participación de jóvenes y mujeres. Estos objetivos de mejora de la formación, de renovación e incorporación de jóvenes y mujeres pueden ser apoyados desde las organizaciones agrarias, que razonablemente deben estar interesadas en la vida de las cooperativas en términos generales, sin que en ningún caso deban hacer un terreno de conflicto entre ellas o con las Administraciones y las cooperativas. Las relaciones entre OPA y cooperativas, así como con sus organizaciones, es algo que a todas las partes interesa estructurar y mejorar. La consecución de la dimensión adecuada y de una gestión óptima son los retos básicos de las cooperativas en estos momentos. Las formas para conseguir la dimensión en cada sector pueden ser múltiples, destacando entre ellas, por los resultados obtenidos, la de constituir cooperativas de segundo grado para fines de intercooperación concretos, que pueden ser más o menos amplios. En la mayor parte de los sectores la concentración de la oferta es uno de los objetivos básicos y eso pasa porque las estructuras constituidas cuenten con la fidelidad y con la disciplina de las asociadas para seguir una estrategia común que será definida de acuerdo a las exigencias de los mercados

finales. Esa dimensión resulta imprescindible para una incorporación eficaz de innovaciones, para negociar con la gran distribución o para moverse en los mercados internacionales. Esta exigencia de crecimiento debería poder contar también con la colaboración de capitales privados con los que existan sinergias (geográficas, logísticas, sectoriales o cualquier otra), siempre que la cooperativa mantenga su característica esencial de ser propiedad básicamente de sus suministradores de productos agrarios. Quizás esto requiera algún ajuste normativo, que también debería tener en cuenta los sistemas de toma de decisiones y el favorecimiento del buen trato a los mejores agricultores, cuyo alejamiento no pueden permitirse las cooperativas si quieren afrontar los retos actuales del sistema alimentario. Realmente es imposible hacer recomendaciones que resulten adecuadas para empresas tan diversas como son las cooperativas, pero uno de los pocos principios que resultan básicos para todas ellas, y suponen un cambio en la visión tradicional, es que la decisión de qué producir y cómo debe ser de la cooperativa, que lo decidirá de acuerdo a los mercados, en contraste con etapas anteriores en las que la misión de la cooperativa era vender todo aquello que produjesen sus socios. Una cuestión esencial es el avance del tra-

bajo de las cooperativas hacia fases posteriores de la cadena de producción, que debe hacerse desde cooperativas grandes o mediante procesos de intercooperación, y un aumento de la verticalización en toda la toma de decisiones. Más delicado es el debate frente a la opción de desarrollar o no marcas propias, en momentos en los que el avance de la marca de la distribución y la competencia entre primeras firmas lo dificulta enormemente y cuando la implantación de marcas en los grandes mercados resulta muy cara. Las opciones pueden ir desde las marcas para mercados locales, la producción para marcas de la distribución, las marcas colectivas y, desde luego, la cualificación de los mercados de graneles. En definitiva, las cooperativas son empresas básicas en el funcionamiento del sistema alimentario, su papel es fundamental para el mantenimiento de la agricultura de corte europeo, pero para que puedan afrontar los retos actuales necesitan enfrentarse a algunos graves problemas como la baja formación y el envejecimiento y masculinización de sus órganos de gobierno, deben encontrar mecanismos de concentración adecuados y deben establecer una sólida alianza con los agricultores que les permita avanzar en la cadena de producción y seguir creciendo dentro del grupo líder de las empresas alimentarias. ■

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El poder de trabajar juntos en Europa ■ COGECA ra alcanzar este fin se han establecido como objetivos centrales: ◆ Representación de los intereses generales y específicos de las cooperativas agroalimentarias en los debates con las instituciones de la UE y otras organizaciones socioeconómicas, promoviendo contactos y cooperación entre las cooperativas agrícolas en los países de la UE. Estableciendo estudios jurídicos, económicos, financieros, sociales u otros de interés para las empresas cooperativas de la agricultura y la pesca. ◆ La búsqueda de soluciones que sean de interés común. Mantener y desarrollar las relaciones con el COPA y cualquier otra organización que trabaje en los sectores agrícola, económico o social a escala europea o mundial.

Cooperativas: el poder de trabajar juntos

A COGECA se fundó oficialmente el 24 de septiembre de 1959 como Comité General de Cooperación Agrícola de la Unión Europea (más tarde llamado Confederación General de Cooperativas Agrícolas de la Unión Europea) por seis organizaciones de los entonces seis Estados miembros. La Secretaría de la COGECA se unió con la de su organización hermana, el COPA, que representa a los agricultores europeos, el 24 de septiembre de 1962. Varios procesos de ampliación de la UE han aumentado la adhesión a la COGECA llegando hasta un total de 35 miembros después de las ampliaciones de 2004 y 2007. A día de hoy, la COGECA representa a unos 40.000 cooperativas agrícolas, agroalimentarias, de silvicultura y de pesca, empleando aproximadamente a 660.000 personas y con un volumen de negocios anual global de más de 360 millones de euros.

Desde sus inicios, la COGECA también ha representado a las cooperativas de pesca y propietarios de embarcación, activa en numerosas áreas, tales como el avituallamiento, la gestión del buque y de seguros, el comercio de pescado, así como la comercialización y transformación de pescado. La COGECA siempre ha sido y sigue siendo la clave de la representación de los intereses de las cooperativas agroalimentarias, tanto en la UE como en Europa en general. Ha sido reconocida por las instituciones europeas como el principal órgano representativo, y de hecho la voz de toda la agricultura y la pesca del sector cooperativo.

Objetivos políticos La COGECA permite a las cooperativas agrarias y de la pesca tener representados sus intereses políticos a nivel europeo. Pa-

Si bien la cooperación entre los agricul tores no es nada nuevo, las agrocoope rativas en su sentido moderno se remontan al siglo XIX. Su papel como negocio de los agricultores es único, ya que son a la vez propiedad de los agricultores y operado/gestionado por ellos. Ellos son una extensión de la actividad agraria y por medio de sus acciones colectivas y las inversiones ganan poder para los agricultores en la cadena alimentaria y mejoran su posición competitiva. De esta manera, se permite a los agricultores lograr unos resultados que de otra manera no podrían, como por ejemplo a través de la creación de mayor valor añadido, una mejor utilización de los instrumentos de marketing o haciendo más eficientes las redes de distribución disponibles. Fundamentalmente, las cooperativas se basan en los principios de gestión democrática, voluntaria y abierta y de solidaridad. A través de su trabajo con y en la naturaleza, también intrínsecamente ayuda a comprender la necesidad de la sostenibilidad ambiental. Las agrocooperativas están entre los líderes en producción respetuosa con el medio ambiente en Europa.

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Debido a su ubicación en zonas rurales, y porque su trabajo siempre se basa en el principio de preocupación por la comunidad, las cooperativas son también actores clave en el desarrollo rural. Tanto directa como indirectamente, crean puestos de trabajo en las comunidades rurales, así como en regiones desfavorecidas o zonas menos favorecidas. De este modo, son un motor para el crecimiento económico y contribuyen decisivamente a alcanzar los objetivos de la Estrategia de Lisboa. Hoy en día, más del 50% de todos los insumos agrícolas, como fertilizantes y productos fitosanitarios, son prestados por las cooperativas. Más del 60% de todos los productos agrícolas son adquiridos, elaborados y comercializados por ellos.

nuestros cargos públicos son elegidos por los órganos de la COGECA y, a su vez, por los miembros de su organización.

Praesidium El Praesidium es el más alto órgano de decisión de la COGECA. Su función es representar a la COGECA y establecer las directrices políticas generales de la organización. Se reúne en torno a seis veces al año y congrega a los representantes de todas las organizaciones miembro, normalmente a nivel de presidente o director general. Las posiciones del Praesidium se toman conjuntamente con la COPA, siempre que se refieran al sector agrícola en su conjunto.

El proceso decisorio Presidencia La COGECA es más que una organización de lobby, porque se basa fundamentalmente en los principios democráticos. Todos

El Praesidium elige de entre sus miembros un presidente y cuatro vicepresidentes pa-

Programa de trabajo de la COGECA 2010-2012 Principales objetivos políticos Dentro de un incremento constante de la competitividad del mercado y de las condiciones de la cadena alimentaria, la COGECA se esfuerza por promover los intereses empresariales de la agrocooperativas. Desde que las instituciones europeas se empezaron a centrar en la evolución de la cadena alimentaria y la dirección de las políticas respectivas, la COGECA está comprometida en este diálogo y persigue activamente “reequilibrar el poder en la cadena alimentaria”, en favor de los agricultores europeos y de las agrocooperativas, a través de las siguientes prioridades y acciones. Promoción de la aplicación del Plan de Acción para reequilibrar el poder en la cadena alimentaria La COGECA perseguirá mejorar el papel y la posición de las cooperativas en la cadena alimentaria europea. Por esa razón, continuará con su participación activa en el Grupo de Alto Nivel de CAFI, con el fin de ejercer presión para la aplicación de las recomendaciones respectivas que son de vital importancia para las cooperativas (especialmente en materia de transparencia en la cadena alimentaria, los precios de

transmisión y los márgenes de beneficio, los códigos de conducta para evitar el abuso de poder de mercado, las prácticas desleales, los pagos atrasados). Apoyar el avance de las cooperativas y las organizaciones de productores en la cadena alimentaria La COGECA tiene por objeto proponer un conjunto concreto de medidas y un marco de políticas que promuevan el papel potencial de las agrupaciones/organizaciones de productores agrupando la oferta y coordinando a los agricultores en actividades comunes, operaciones e inversiones, que respondan eficazmente a las demandas de los consumidores de una alimentación saludable, segura, conveniente y variada, a precios asequibles y producidos de forma sostenible. La COGECA apoyará la mejora de la política comunitaria de promoción, aprovechando la revisión de las directrices europeas en esta materia. Mantener y fortalecer una plataforma europea para debates de las cooperativas y un foro de negocios para líderes de las cooperativas Presidencia de foros empresariales con lí-

deres y ejecutivos de las cooperativas de los países de la UE. Con el fin de facilitar la convergencia de la política agrícola con los intereses agroempresariales y con estrategias de negocio actuales aplicados por agrocooperativas europeas, la COGECA ha puesto en marcha una serie de grupos de alto nivel donde los CEOs, los dirigentes de cooperativas y expertos políticos, interactúan y debaten sobre las acciones políticas necesarias para llevar a cabo por la COGECA y sus miembros. El primer Foro de Presidencia Empresarial se llevó a cabo el 30 de octubre de 2008 para el sector de la carne, otro en el sector de frutas y hortalizas se organizó el 11 de febrero de 2009 y un tercero tuvo lugar el 11 de septiembre de 2009, sobre el sector de suministros de insumos. Políticas de ayudas de Estado La COGECA vigila estrechamente las actividades de la Comisión Europea en relación con la legislación sobre ayudas de Estado. En particular, los casos actuales que afectan a las cooperativas en España, Italia y Francia son un tema de particular interés para la secretaría, que realiza distintas actividades de lobby para apoyar a sus miembros.

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ra un período de tres años en el cargo. El presidente y los vicepresidentes dividen su trabajo sobre la base de los expedientes de políticos y actúan como máximos representantes de la COGECA.

yoría de los grupos de COPA de trabajo son órganos mixtos COGECA, aunque un pequeño número de distintos grupos de trabajo también existe, en particular en la pesca.

Secretaría Comité de Coordinación Cooperativa (CAC)

La COGECA también sigue de cerca la evolución de las políticas de empresa, a fin de proporcionar un marco adecuado y evitar la discriminación vis-à-vis con otras formas de empresas. Además de eso, la COGECA se enfrentará al reto de la política de competencia, en particular sobre la necesidad de desarrollar un criterio más uniforme y real de mercado de referencia a ser aplicada por autoridades europeas y nacionales. Normas de contabilidad La COGECA continúa siguiendo las actividades del Cuerpo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB – International Accountancy and Standards Board), las actividades en cuanto al “posible reconocimiento y medición de las modificaciones de las normas contables para las PYME”. Nuestra atención se centra especialmente en la cuestión de la “distinción equidad/responsabilidad” planteada en el marco de la IASB / FASB. Las calificaciones y el acceso a financiamiento e indicadores financieros de las cooperativas La COGECA, en estrecha cooperación con la FBE (Asociación Europea de Bancos Cooperativos), con expertos procedentes de

El CCC es una reunión mensual del personal senior de las organizaciones miembro de la COGECA. Actúa como principal foro de debate para el intercambio de nueva información, coordina la acción y sigue en marcha las decisiones para el Praesidium, cuyas reuniones también prepara.

La Secretaría garantiza el funcionamiento correcto y eficiente de las dos organizaciones, y ejecuta la resolución hecha por los praesidia de la COPA y la COGECA. Tiene aproximadamente 50 miembros del personal de toda Europa y opera en seis idiomas de trabajo: inglés, francés, alemán, italiano, español y polaco.

Los grupos de trabajo

Miembros de la COGECA

La COGECA tiene más de 50 grupos de trabajo, que van desde cuestiones específicas de los productos básicos a preguntas generales. Se componen de los respectivos expertos de las organizaciones miembros. La ma-

Para una completa y actualizada lista de los miembros de la COGECA, junto con la información de contacto tanto en Bruselas como en los Estados miembros, se puede consultar en la web www-copa-cogeca.eu. ■

las cooperativas agrícolas y bajo la forma de bancos cooperativos, formará un grupo de expertos asignados para desarrollar indicadores financieros específicos para las cooperativas. Proporcionar los conocimientos técnicos/de apoyo “know-how” a los miembros (gobierno de las cooperativas) La COGECA elaborará una guía sobre los códigos de gobernanza para las agrocooperativas. Un índice de referencia de los códigos de gobernanza existentes de buenas prácticas y la lista de algunos estudios de casos pertinentes. Una edición revisada de “Problemas y tendencias de las cooperativas europeas” Una muestra de la evolución del sector agroalimentario, con datos estadísticos de la UE de los Estados miembros, la estructura organizativa y las cifras de los resultados financieros de las cooperativas. La cooperación con los países candidatos y terceros países Se han realizado peticiones de adhesión de organizaciones de cooperativas agrícolas de países candidatos países para cooperar en el desarrollo organizacional. La COGECA desarrollará relaciones con países candidatos a la adhesión y con países

terceros y organizaciones de cooperación de África, América (América del Sur, México, EEUU y Canadá). Se verá reforzado el diálogo, con miras a mejorar nuestro entendimiento mutuo sobre cuestiones de gran interés (comercio internacional, las estructuras de producción agrícola, las normas y los desafíos, las normas contables y la lucha contra el aumento de la falsificación). La COGECA mantendrá su colaboración con la organización Nacu en Ucrania para prestar apoyo técnico para el desarrollo institucional de su sector cooperativo sobre la base del memorando de entendimiento (Memorandum of Understanding) firmado con Nacu. Promover la investigación y la política de desarrollo, en particular a través del Premio Europeo a la Innovación Cooperativa La innovación es uno de los principales impulsores e indicadores de la competitividad de las empresas de alimentos y debe seguir desarrollándose como una cuestión estratégica. La COGECA ha iniciado el Premio Europeo a la Innovación Cooperativa, y el 24 de junio de 2009 presentó por primera vez al ganador de las cooperativas con sus proyectos más innovadores en cinco categorías. El premio será presentado cada tres años.

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ACOR: Diversificar para sortear la crisis ■ CARLOS RICO MATEO Presidente de ACOR

l pasado mes de marzo, Cooperativas Agroalimentarias de España convocó su 6º Congreso de Cooperativas Agroalimentarias bajo el lema “Somos Futuro”. Durante el desarrollo de esta reunión se pudo comprobar la afinidad existente en el cooperativismo agroalimentario a la hora de analizar las dificultades, de debatir el camino a emprender y de poner en común las soluciones necesarias. Propios y ajenos han sido capaces de evidenciar los enormes beneficios que para el mundo rural ofrecen las cooperativas: sostenibilidad del entorno rural, estabilidad del empleo, seguridad de la producción alimentaria, fortaleza en situaciones críticas, compromiso para la modernización de las explotaciones como verdaderas empresas y un óptimo aprovechamiento de la economía en escala con gran beneficio e interés para su comunidad. No hay que olvidar que las cooperativas ges-

tionan y ocupan más del 80% del territorio comunitario y dan empleo en España a más de 1.200.000 españoles. Sin embargo, muchos son los problemas a los que se enfrentan en el día a día las cooperativas agroalimentarias en nuestro país. Con el apoyo del art. 129 de nuestra Constitución, y multitud de normas nacionales, regionales y sectoriales de inferior rango, las cooperativas claman gestos y políticas económicas que colaboren en el desarrollo de la economía cooperativa como infalible método para mejorar el precio a los productores y la integración de las cooperativas en la cadena de comercialización para obtener mayor valor añadido. La Sociedad Cooperativa General Agropecuaria ACOR, con sus más de 47 años de historia y un total de casi 8.500 socios agricultores de todas las provincias castellanoleonesas, constituye todo un referente agrario e industrial para la economía

social de Castilla y León, región eminentemente rural donde el sector agropecuario se constituye en toda una necesidad y, a la vez, en una gran oportunidad. Quizá la dimensión de esta cooperativa fue un buen punto de partida para que su presidente expusiese la diversificación e internacionalización de la cooperativa que preside y reclamase para las cooperativas agroalimentarias el tratamiento que merecen como auténticas empresas. Desde hace varios años, la cooperativa ACOR ha dedicado buena parte de sus esfuerzos a la búsqueda de nuevos ingresos que repercutan directamente sobre los socios de la cooperativa, investigando y estudiando nuevos flujos de renta para sus tierras de cultivo, que abarcan una superficie de casi 500.000 hectáreas a lo largo de las nueve provincias de Castilla y León. La realidad ha demostrado que la diversificación de la actividad económica permite

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a una cooperativa sortear mucho mejor las crisis sectoriales que afectan al campo, y que ya desde el 2001 venía acechando al sector remolachero azucarero que hasta hace muy poco constituía la única actividad de ACOR. Conscientes del papel en el que se está posicionando el sector rural en el desarrollo de las energías renovables, que ha sido auspiciado por la propia Administración comunitaria y nacional, la cooperativa emprendió su proceso de diversificación orientándolo hacia la producción de energía solar y los biocarburantes. Así, a raíz de los acuerdos alcanzados por las asambleas de ACOR celebradas en diciembre de 2004, 2005 y 2007, la cooperativa emprendió dos líneas de diversificación en este nuevo campo: la producción de energía solar fotovoltaica a través de la implantación de un parque solar y la producción integral de aceites y biodiésel, partiendo desde la obtención de la materia prima necesaria para su transformación, fundamentalmente semilla de colza y pipa de girasol. Por tanto, desde comienzos del año pasado, la cooperativa ACOR está presente en cuatro ramas de actividad económica bien diferenciadas: la industria azucarera (incluyendo el refino de azúcar bruto), la producción de aceites y harinas para la alimentación animal, la producción de biocarburantes (biodiésel) y la producción de energía eléctrica a partir de la energía solar fotovoltaica.

Fábrica Azucarera de Olmedo (Valladolid) Se estima que los socios de la cooperativa producen, prácticamente, el 80% de la remolacha que se obtiene en Castilla y León aunque, debido a la reglamentación comunitaria recogida en la OCM del azúcar, se ven obligados a entregar parte de su producción remolachera en otras fábricas azucareras de la región. A nivel azucarero ACOR ha llevado a cabo en los últimos años un ambicioso plan de modernización y mejora de su principal centro fabril, tras el esfuerzo de los cooperativistas por lograr una azucarera moderna y competitiva acorde con los estándares de capacidad y calidad que presentan las principales azucareras comunitarias, y que ha supuesto unas inversiones globales de más de 90 millones de euros en la última década. Dichas inversiones, que han servido para optimizar su azucarera situada en Olmedo (Valladolid), han permitido a la cooperativa afrontar con garantías el proceso de reestructuración que ha vivido la industria azucarera comunitaria y española, que se ha enfrentado desde 2006 a una feroz reestructuración motivada por la entrada en vigor en la UE de la nueva Organización Común del Mercado del Azúcar y que ha supuesto un cambio radical del sector remolachero azucarero español. Así, la cooperativa cuenta en Olmedo con

el más amplio y moderno complejo industrial de producción y comercialización de azúcar de España, con una capacidad de molturación de más de 12.000 toneladas de remolacha/día, capaz de producir entre 1.300 y 1.600 toneladas de azúcar al día de la máxima calidad y de terminar perfectamente su campaña remolachera en menos de 90 días de recepción de raíz. Dicho complejo cuenta además con una sala de envase, inaugurada hace siete años, que se encuentra totalmente automatizada y está dotada de la maquinaria y equipos más modernos y punteros, desde el punto de vista tecnológico, existentes en toda la UE. Esta moderna envasadora ha servido a la cooperativa ACOR para abordar también un nuevo canal de comercialización que hasta hace poco no había explorado, como es el del mercado del consumo de azúcar de boca (en el hogar y en la pequeña industria o establecimientos de hostelería). Un canal que está permitiendo a ACOR conseguir nuevos ingresos, que retornan a los sociosagricultores de la cooperativa, en un momento especialmente delicado para la industria, que lucha ferozmente por el mercado azucarero español con el resto de los productores comunitarios. La azucarera de Olmedo viene produciendo desde la campaña 2008/09, a partir de unas 890.000 toneladas de remolacha tipo que entregan anualmente los socios de la cooperativa, 120.000 toneladas de azúcar blanca que constituyen la

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cuota de ACOR tras el proceso de reestructuración del sector en España. Si bien, conviene señalar que la azucarera se encuentra capacitada para producir más de 170.000 toneladas anuales de azúcar. Además, en la azucarera se obtienen como cooproductos unas 52.000 toneladas/año de pulpa seca de remolacha obtenida durante el proceso de difusión de la remolacha y 32.000 toneladas/año de melaza (solución de azúcar no cristalizable) que se obtiene por centrifugación, tras el proceso de cristalización de la sacarosa. Ambos cooproductos se destinan, fundamentalmente, al mercado de la alimentación animal.

Planta Integral de Biodiésel en Olmedo (Valladolid) Dentro del nuevo mercado español de los biocarburantes, la producción y utilización de los cultivos energéticos oleaginosos para la obtención de aceites y biodiésel, es

el que actualmente ofrece una mayor oportunidad para el sector agrario extensivo, fomentando la creación de nuevas industrias agrarias y posibilitando el mantenimiento de un nivel de actividad y de renta digno en el medio rural. La producción de biodiésel supone un respiro para el déficit crónico que tiene la industria productora de carburantes (tanto a nivel comunitario como nacional) en la obtención de gasóleo de origen fósil, que dicha industria tiene que satisfacer a base de importaciones procedentes de refinerías no comunitarias. Todo lo contrario a lo que ocurre con el bioetanol, cuya introducción en el mercado de los carburantes contribuye a aumentar aún más los fuertes excedentes de producción de gasolina que arrastra la industria productora española y comunitaria. Por otra parte, el 1 de enero de 2009 entró en vigor en España la obligación efectiva de uso de biocarburantes en todos los combustibles comercializados para el transporte en nuestro país (3,4% de biocarburantes respecto al total de carbu-

rantes comercializados en 2009 y 5,83% en 2010). Además, el Consejo y el Parlamento Europeo, a finales de 2008, aprobaron la directiva relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables (DER, 23/1/2008) que, entre otras cosas, establece la obligación para el año 2020 de que un mínimo del 10% de los carburantes (gasolina y gasóleo) que se consuman en el transporte en cada uno de los Estados miembros de la UE sean biocarburantes (bioetanol y/o biodiésel). Tampoco conviene olvidar que, históricamente, Castilla y León ha carecido de una planta de extracción y refino de aceite, sufriendo los agricultores las consecuencias de esa ausencia a la hora de recoger y comercializar sus pipas de girasol, que debían ser transportadas para su transformación (habitualmente sin precio) a otras comunidades autónomas. Por todo ello, ACOR optó por diversificar en una Planta de Producción Integral de Biodiésel, que ha construido junto a su azucarera de Olmedo (Valladolid), y que es una inversión claramente escorada hacia la agricultura y sus agricultores, pues hasta el momento es la única planta de biodiésel en España pensada, diseñada y construida de forma que incluye un sistema de producción integral en el cual se controla desde la recepción y secado de la semilla oleaginosa hasta la producción de biodiésel, pasando previamente por la producción del aceite necesario para el proceso. Esto último garantiza una calidad uniforme y máxima de los productos obtenidos, además de ser una fuente importante de harinas (materia prima destinada al deficitario mercado nacional de la alimentación animal). La planta, que se encuentra plenamente operativa desde mediados del año pasado, está dimensionada en base a una capacidad de producción de 500 tonela-

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das/día de extracción de aceite de semillas de girasol y colza, y una producción de biodiésel de algo menos de 100.000 toneladas/año. Se obtendrán también, como cooproducto, hasta 95.000 toneladas anuales de harinas de colza y girasol procedentes de la extracción del aceite. Asimismo se producirán algo más de 10.000 toneladas anuales de glicerina bruta, fruto del proceso de esterificación del aceite y que, en principio, se comercializa también con destino a la alimentación animal. A pleno rendimiento, la planta proporciona empleo a un total de 48 operarios fijos, y ha supuesto una inversión global de unos 58 millones de euros. La capacidad nominal de las distintas secciones que constituyen la Planta Integral de ACOR en Olmedo es la siguiente: ◆ Planta de recepción, secado y almacenamiento de girasol o colza, con capacidad de recepción y descarga de 500 toneladas/hora, de secado de 100 toneladas/hora y de almacenamiento de 160.000 toneladas de semillas en total. ◆ Planta de preparación, prensado, extracción y molienda de harinas de girasol y/o colza, con capacidad de procesado de 500 toneladas de semillas por día ◆ Planta de pretratamiento y refinado de aceite de girasol y colza con capacidad de procesado de 300 toneladas/día. ◆ Planta de esterificación para obtención de biodiésel de automoción con capacidad de procesado de 300 toneladas/día. ◆ Planta de cogeneración eléctrica, equipada con turbogenerador a gas, de una potencia instalada de 5,7 Mw. Su localización en el interior de la península, en plena meseta castellana, la diferencia de la mayor parte de las otras plantas de biodiésel que se han construido de

forma mayoritaria en puerto y cerca de instalaciones de refino de productos petrolíferos. La otra gran diferencia de la Planta de Biodiésel de ACOR en Olmedo es su carácter integral, que ya hemos señalado. Esta integración implica otros importantes aspectos diferenciales, como son: a) Mantenimiento de un nivel de empleo indirecto más elevado y gran generación de actividad y renta en el medio rural. b) Creación de una industria más social, apegada siempre al territorio y a los intereses de los agricultores. c) Posibilidad de que el agricultor tenga contratado y garantizado un precio estable para su cosecha, independiente de los vaivenes de los precios alimentarios.

Parque Solar Fotovoltaico en Tordesillas (Valladolid) Atendiendo el acuerdo alcanzado durante la asamblea general de socios celebrada el 5 de diciembre de 2007, en menos de diez meses, la cooperativa construyó, legalizó y puso en marcha una instalación solar fotovoltaica de 3,24 Mw de capacidad productiva en Tordesillas, la cual se encuentra vertiendo energía a la red de distribución eléctrica de Castilla y León desde el 26 de septiembre de 2008. Al lograr que el inicio de vertido comenzara antes del 29 de septiembre de 2008, la cooperativa se ha asegurado un nuevo flujo de renta para los próximos años, pues la nueva instalación de la cooperativa se garantiza a lo largo de los próximos 25 años las tarifas y primas reglamentadas para este tipo de energía por el RD 661/2007, que regula la actividad de producción de energía eléctrica en régimen

especial. Una prima que para el tamaño de la instalación de ACOR (situado entre 100 Kw y 10 Mw) es de 41,75 c€/Kwh, frente a los 32 c€/Kwh con que –por el momento– se retribuyen las nuevas instalaciones de este tipo que se han enganchado a la red a partir de la mencionada fecha (RD 1578/2008). La nueva instalación, propiedad íntegramente de ACOR en Tordesillas, se asienta sobre una parcela de unas 10 hectáreas de esta localidad, donde se encuentran dispuestos un total de 19.000 paneles fijos de 170 vatios de potencia cada uno y dos posiciones (otoño/invierno y primavera-verano), los cuales está previsto que generen anualmente por encima de 4.615.434 Kwh. El total de la inversión requerida para su puesta en funcionamiento ha sido de algo más de 18 millones de euros.

ACOR-Tereos sociedad de refino: Refinería de Olmedo, SA Para poder atender a las necesidades del mercado interior de azúcar de España, la asamblea de ACOR de diciembre de 2008 decidió contar con la experiencia de Tereos en la importación de azúcar bruto y en el refino del mismo, para crear junto a dicha cooperativa francesa una compañía participada al 50% que explote conjuntamente la actividad de refino en nuestro país. Tereos suministrará el azúcar bruto necesario para producir las 120.000 toneladas de azúcar refinado que está previsto obtener en Olmedo, garantizando así los contratos en origen de ese azúcar. Los aspectos tecnológicos, jurídicos y administrativos de la nueva actividad se han desarrollado en perfecto equipo entre am-

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bas cooperativas, siendo ACOR quien presidirá esta sociedad. En un tiempo récord, las instalaciones azucareras de ACOR en Olmedo se han adecuado para compatibilizar el refino de azúcar bruto con el proceso industrial de producción de azúcar a partir de la remolacha. Así, el pasado 30 de marzo, Olmedo ya ha comenzado a producir azúcar refinado de caña. Por otra parte, ACOR es el proveedor de todos los servicios e instalaciones ya existentes que la actividad de Refinería de Olmedo precisa (lo que significa, nuevamente, mano de obra y mayor actividad), y por los que factura el coste de los mismos a la nueva sociedad. Esta nueva sociedad representa un aliciente social y económico para la zona de influencia de Olmedo, ya que la azucarera puede así estar trabajando a pleno rendimiento la mayor parte del año. Es decir, una vez terminada la molturación de azúcar de remolacha, se procederá a realizar la puesta en marcha inmediata del refino de azúcar bruto, hasta que comiencen las labores de mantenimiento y preparación de la siguiente campaña de molturación de remolacha.

ACOR-Tereos sociedad comercializadora: ACOR & Tereos Iberia, SA Siguiendo el camino iniciado por las principales compañías azucareras de la UE, la asamblea acordó en diciembre de 2007 iniciar las acciones necesarias para constituir las alianzas comerciales que permitieran ampliar la venta de la producción azucarera de ACOR, reduciendo los gastos y maximizando los ingresos por su comercialización. En cumplimiento de este acuerdo, se iniciaron los contactos con la cooperativa Tereos, para comercializar conjuntamente las producciones azucareras de ambas cooperativas en el mercado nacional. Estos contactos culminaron con la asamblea de ACOR celebrada en diciembre de 2008, en la que los socios aprobaron la participación de ACOR en una empresa mercantil junto a Tereos, con el objetivo múltiple de conseguir una mayor defensa de la cuota azucarera cooperativa, la reducción de los costes de comercialización del azúcar y la oferta a los clientes de la cooperativa de una gama completa de productos azu-

careros para el consumo de boca. Todo ello, manteniendo unos márgenes suficientes capaces de generar retornos y renta agraria para todos los cooperativistas. La cooperativa Tereos ya venía desarrollando en España una actividad comercial desde los años 80 en el mercado del azúcar, a través de Tereos Iberia. La comercialización de la cuota de producción de ACOR, el volumen habitual de negocio de Tereos en los últimos años en la península y el azúcar refinado en Olmedo por la compañía que ambas cooperativas han formalizado (Refinería de Olmedo) constituyen la actividad comercial que ya está desarrollando ACOR & Tereos Iberia desde el pasado 1 de octubre de 2009. La mercantil formada por ambas cooperativas constituye una fuerza comercial de primer orden en nuestro país, situada en la proximidad de grandes zonas de consumo, y que podría llegar a vender hasta 450.000 toneladas anuales de azúcar (a las 240.000 toneladas de azúcar producidas en España directamente por ACOR y Refinería de Olmedo hay que sumar las alrededor de 200.000 toneladas de azúcar de remolacha que anualmente venía importando de Francia y comercializando Tereos Iberia –en solitario– en nuestro país). Para ampliar y aprovechar la presencia de la cooperativa española en el segmento del consumo de

boca nacional, todo el azúcar para uso que no sea industrial se comercializará en España con la marca ACOR, por parte de la nueva empresa conjunta. La estructura comercial de ACOR & Tereos Iberia se ha enmarcado en la estructura ya existente de Tereos en Barcelona, consiguiendo así junto a Olmedo dos centros estratégicos desde donde se distribuye radialmente la producción azucarera con destino al cliente. En orden a aprovechar las sinergias con la actual sociedad de Tereos en España, en la asamblea de diciembre de 2008 se acordó que ACOR adquiriese acciones representativas del 40% del capital social de Tereos Iberia. Esta operación fue formalizada en Valladolid, en marzo de 2009, tras adaptar dicha empresa desde un punto de vista jurídico y societario a ACOR, y manteniendo Tereos la presidencia de esta sociedad comercializadora. En el 6º Congreso citado al inicio de este artículo, el presidente del COGECA ofreció la clave a todo el mundo cooperativo: innovar, integrar e internacionalizar. La apertura de la cooperativa ACOR en esas tres vertientes demuestra que es la única manera de enfrentarse a un mundo globalizado, especializado y competitivo. Este es el camino que el mundo cooperativo debe promover. ■

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FEIRACO, 40 años liderando el sector lácteo gallego desde el cooperativismo

EIRACO, Sociedad Cooperativa Gallega, nace en 1969 fruto del trabajo de un grupo de ganaderos del valle de Barcala, una región deprimida del interior de Galicia, en la provincia de A Coruña, bajo la dirección del registrador de la propiedad e intelectual agrarista Jesús García Calvo, con el objetivo de contribuir al desarrollo económico y social de la zona. Los primeros pasos fueron encaminados hacia la construcción de una fábrica de forrajes para la alimentación de ganado vacuno, además de otras iniciativas como importación de novillas de alta genética, compra de semillas, comercialización de fertilizantes, etc. Posteriormente se constituyó una nueva sección dedicada a la comercialización directa de la leche de los socios productores a través de la industria láctea transformadora. Un proyecto que se completó con la activación del envasado de leche uperizada (UHT en tetra-brik) y la inauguración de una nueva planta de transformación de leche, pasando a la comercialización directa con el nombre de FEIRACO. Es la única empresa láctea de Galicia que garantiza que el 100% de la leche que envasa es de las explotaciones de sus socios, gallegos. Un principio que ha defendido a lo largo de estos 40 años de actividad al servicio de los ganaderos gallegos.

Vista aérea del complejo industrial de Feiraco en Pontemaceira, Ames, en el límite con Negreira.

Agregar valor en toda la cadena desde el productor La cooperativa recoge, procesa y comercializa las producciones de sus socios, a los que presta los servicios necesarios para sus actividades económicas, fomentando el desarrollo de los territorios donde se asienta y la cohesión social de la población. Es una cooperativa multiproducto y en ella destacan las siguientes divisiones: ◆ Lácteos. ◆ Alimentación animal. ◆ Asesoramiento zootécnico. ◆ Carne de vacuno. ◆ Fertilizantes. ◆ Cogeneración.

Imagen de campaña publicitaria de Feiraco.

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Semillas, árboles, fitosanitarios. Taller y gasóleos. ◆ Economatos. ◆ Agencias. ◆ Seguros. ◆ Asesoría empresarial. ◆ Fundación Feiraco. La cooperativa tiene un proyecto estratégico de innovación encaminado a optimizar, de forma natural, el perfil nutritivo de los productos de origen animal, añadir valor a las producciones agropecuarias gallegas y contribuir a la humanización y dignificación de las tareas propias de esta actividad. Hoy, el número de asociados supera ya la cifra de 4.000 socios y sus actividades afectan a estas familias de la comarca de A Barcala y de los municipios noroccidentales de Galicia. Feiraco facturó el año 2009 más de 96 millones de euros, dando empleo directo industrial a 209 personas. ◆ ◆

cionados con la inocuidad de los alimentos asegurando así su comercialización. En lo que atañe al área de fabricación de piensos, Feiraco ha renovado su sistema de gestión de la calidad, certificado por AENOR, bajo la norma UNE-EN ISO 9001:2008.

Objetivos ◆ ◆ ◆ ◆

◆ ◆

Método Feiraco: “Calidad de principio a fin” ◆

La experiencia acumulada a lo largo de estos años ha llevado a Feiraco a apostar por la Investigación, el Desarrollo y la Innovación como elemento diferenciador en el mercado, convirtiéndose en un método de calidad que ha incrementado su productividad y exclusividad empresarial frente a otras marcas. Feiraco desarrolla nuevos alimentos lácteos funcionales, partiendo de leche enriquecida, modificada a través de la alimentación animal. Para ello cuenta con un equipo de veterinarios y nutrólogos propio que asesora en todo momento su producción optimizando el perfil nutritivo de los productos de origen animal y añadiendo valor a la industria agropecuaria gallega. En el área de fabricación de lácteos, la cooperativa dispone de las normas UNE-EN ISO 9001:2008, “Sistemas de Gestión de la Calidad”, y UNE-EN ISO 22000:2005, “Sistemas de Gestión de la Inocuidad de los Alimentos”, certificadas por AENOR, contando así con el estándar internacional de seguridad más importante aplicable a los productos que elabora. La relevancia de que la cooperativa cuente con la UNE-EN ISO 22000 radica en que es la única norma de calidad reconocida internacionalmente dirigida específicamente a las empresas de la cadena alimentaria. Su adjudicación demuestra que Feiraco tiene capacidad para controlar los peligros rela-

Transmitir nuestras ventajas competitivas. Cooperativa con capital de ganaderos gallegos. Tratamos únicamente leche de nuestros socios ganaderos. Diseñamos y hacemos el seguimiento para la mejor alimentación del ganado. Veterinarios, nutrólogos y fábrica de piensos propia. Recogida y envasado de la leche en menos de 24 horas. Anticipar en las ganaderías el cumplimiento de Buenas Prácticas. Normas PAC (2007-2013). Medio ambiente y bienestar animal. Control en definitiva de todo el proceso productivo hasta la comercialización del producto.

Unicla: innovación a partir de la alimentación animal En julio de 2008 la cooperativa Feiraco lanzó la nueva leche cardiosaludable, UNICLA, recomendada por la Fundación Española del Corazón, que ha constituido un verdadero hito de innovación en el sector lácteo. Por primera vez se obtiene, mediante la alimentación natural y saludable de las vacas, leche

El método Feiraco.

con grasas mucho más insaturadas: que duplica el contenido de ácido oleico y multiplica por 4 el de omega 3 y CLA. Entre otras importantes propiedades saludables cabe destacar la excelente relación omega 3/omega 6. Se trata de un proyecto innovador que contempla la alimentación animal con semillas de lino como factor determinante para la producción de leche saludable. Para ello se reproduce el sistema tradicional de alimentación del ganado, alargando el perfil de nutrientes de la hierba verde de la primavera a lo largo de todo el año. Esta alimentación aporta una gran mejora al bienestar animal y, en consecuencia, las vacas producen leche con nutrientes más adecuados a nuestras necesidades. El proceso de innovación de Unicla se enmarca dentro del proyecto Hesiodo, desarrollado por Feiraco en colaboración con universidades y centros de investigación gallegos. Un programa estratégico encaminado a optimizar de forma natural el perfil nutritivo de las producciones agropecuarias, añadir valor a la participación de los ganaderos en el proceso productivo y, con ello, contribuir a la humanización y dignificación de las tareas propias de esta actividad. Para dar a conocer esta nueva categoría de leche, Unicla, Feiraco ha lanzado una nueva campaña alrededor del claim “España tendrá 47 millones de reyes”, donde el concepto “cuidarse como un rey” subyace en todas las piezas. Un plan de comunicación 360º cuya estrategia persigue dos objetivos: notoriedad, posicionándose como la única leche realmente natural pero con importantes beneficios para la salud, e información, dando a conocer todas las ventajas diferenciales de este producto.

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Imagen del envase del nuevo Unicla Premium.

Imagen de una marquesina de la campaña del nuevo Unicla Premium.

En el microsite www.47millonesdereyes. com, creado expresamente para este cometido, los usuarios pueden recrear una coronación, hacer un “cursillo rápido de cómo ser rey”, con un código imaginativo e irreverente pero capaz de transmitir, en todo momento, el eje central de la campaña: “Unicla te ayuda a cuidarte como nadie”.

Leche saludable frente a preparados lácteos Al contrario que otros productos que han sido tratados mediante procesos químicos, Unicla Premium utiliza técnicas innovadoras y naturales que no alteran la leche, alejándose de la elaboración de los llamados preparados lácteos. De este modo, Feiraco continúa con la gama de “productos saludables” que había iniciado en 2006 con el lanzamiento del Laban, producto étnico árabe y mediterráneo elaborado con leche parcialmente desnatada y fermentada, y el yogur líquido natural pasteurizado prebiótico, YOGU +. Un alimento prebiótico, este último, que ayuda a cuidar el intestino gracias a que contiene “inulina”, una fibra natural activa que estimula el correcto funcionamiento del tracto intestinal, favorece la absorción de nutrientes y potencia el sistema inmunológico.

La cooperativa más innovadora de Europa Ha sido precisamente su apuesta por la I+D+i en Unicla la que ha convertido a Feiraco en la cooperativa más innovadora de Europa tras ser galardonada con el Premio Europeo

a la Innovación Cooperativa en la categoría de Procesos Alimentarios por la Confederación General de las Cooperativas Agrarias de la Unión Europea (Cogeca). Una distinción que reconoce el nivel de innovación y el potencial de transferibilidad de un proyecto que sirve de modelo a la hora de incrementar la competitividad de las cooperativas europeas. Además de reconocer el desarrollo y la mejora de los procesos de elaboración alimentarios ambientalmente sostenibles así como el desarrollo de productos que, aportando valor añadido a la producción primaria, contribuyen a la alimentación y el bienestar animal y humano. Entre otros reconocimientos alcanzados a lo largo de su historia, destacan el premio Euroforo Empresarial a la empresa gallega con mayor proyección exterior y el premio Carrefour al producto preferido por los consumidores.

Feiraco del siglo XXI Galicia tiene un sector lácteo que debe ser considerado estratégico para el futuro de la comunidad. Supone el 55% de la ganadería española, el 37% de la producción láctea de vacuno y el 29% de la capacidad industrial instalada. En el conjunto alimentario este sector es el más innovador y puede continuar generando valor a los ganaderos, a sus explotaciones y a la economía gallega, tanto desde el punto de vista demográfico y de conservación del territorio como de aportación al PIB. Sin embargo, las últimas adquisiciones de primeras marcas y activos industriales pueden facilitar que el precio de los excedentes europeos y otros productos de importación condicionen y determinen

el precio de la producción láctea gallega. De cara al futuro, Feiraco seguirá apostando por la I+D+i dado que ha sido esta fórmula la que ha garantizado su éxito en el mercado, convirtiéndose en el método que ha aumentado su productividad y exclusividad empresarial frente a las otras marcas. El plan estratégico para el año venidero contempla entre sus líneas de acción continuar generando valor a las producciones agropecuarias gallegas y defendiendo los intereses de todos los ganaderos que integran esta cooperativa, persiguiendo los mejores rendimientos para sus explotaciones. La capacidad de crecimiento y respuesta ante la evolución de los mercados ha permitido a la cooperativa afrontar los retos en un contexto económico condicionado por su lenta recuperación. Más aún si se tiene en cuenta la delicada situación que vive el sector ganadero en Galicia y la necesidad, urgente, de la recuperación inmediata de los precios en origen y el retorno directo de beneficios al productor. A pesar de que lo peor de la crisis ya ha pasado, la caída del consumo, el paro y las restricciones de créditos bancarios incidirán notoriamente en los avances que pueda experimentar la economía global durante los próximos años. Por ello, Feiraco insta a la Administración, autonómica y central, a que continúe apostando y respaldando los proyectos de I+D+i con sello gallego, impulsando la confluencia del capital humano-intelectual y tecnológico y defendiendo la importancia de la fórmula del cooperativismo en la economía gallega como actividad generadora de riqueza y empleo y como motor de progreso del medio rural gallego que le permita competir, sin agravios comparativos, con el resto de países europeos. ■

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La gestión de las empresas cooperativas ■ MIGUEL A. DÍAZ YUBERO Director general de COVAP

or razones de mi trayectoria profesional, empresa pública, empresa privada y empresa cooperativa, son numerosas las veces que tengo que responder a la pregunta ¿cuáles son las diferencias más importantes en el trabajo de gestión al frente de estos tipos de empresas? Destaco que en todos los casos debe emplearse el calificativo de empresa, aunque la Administración y el mundo cooperativo a veces se resistan a ser calificados de este modo. Las diferencias más sobresalientes están en el objetivo final de las mismas. La empresa pública debe cumplir un papel de servicio a todos los ciudadanos, la empresa privada tiende a maximizar su beneficio a favor del capital, respetando las normas y principios establecidos por la legislación fiscal, laboral, de calidad, etc., consiguiendo los niveles más elevados de eficiencia, competitividad e innovación que le sean posibles, para alcanzar la mayor cuota de mercado; y la empresa cooperativa, que forma parte de la

economía social de mercado, comparte aspectos de la empresa pública, servicio a todos los socios, incorporando un componente de responsabilidad social que no es necesario recomendar como en el caso de la privada y trabaja como empresa, en aras de conseguir la mayor rentabilidad de las explotaciones (en su gran mayoría familiares) integradas, por lo que los principios de eficiencia y competitividad son asimismo imprescindibles para el éxito de su gestión. Por el componente social y las características singulares de las cooperativas agrarias, las Administraciones se han sentido en la obligación de dotarse de legislación específica que regule a este tipo de sociedades y le han llevado también, posiblemente por la fragilidad de muchas de ellas, a un intervencionismo y una tutela que hoy debe considerarse excesiva y contraproducente. Precisamente en los países nórdicos, en los que los movimientos cooperativos han alcanzado una dimensión de liderazgo empresarial, con proyección

internacional muy destacada, no existen normas regulatorias y es el derecho mercantil quien preside sus actuaciones. Desde que se inició el movimiento cooperativo a finales del siglo XIX en Inglaterra, donde surgió para defender de los excesos del capitalismo a los más débiles o menos capacitados para acceder al mercado a título individual, son muchos los cambios y los logros sociales obtenidos en el mundo occidental. Las exigencias de los mercados y la necesidad de tomar decisiones empresariales con una agilidad acorde con los tiempos de rápidas mutaciones que se viven en el mundo económico, hacen necesario afrontar con realismo la modificación de la legislación, desprendiéndose de paternalismos o intervencionismos que en nada mejoran o facilitan el desarrollo de este importante modelo empresarial clave para el sector agroalimentario. Debemos conseguir una ley estatal de cooperativas agroalimentarias, inspirado en el modelo comunitario, suprimiendo todas las leyes autonómicas, que no aportan nada y lo único que hacen es entorpecer y empequeñecer un modelo económico universal como el cooperativismo; si hay una sola ley que regula las sociedades mercantiles en España, ¿por qué catorce leyes cooperativas además de la estatal?

Un nuevo modelo Son tantos los aspectos positivos del cooperativismo que entre todos, políticos, responsables de cooperativas agroalimentarias, estudiosos, expertos en el mundo cooperativo y cooperativistas en general, deben trabajar con rigor para dotarnos de

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un modelo que responda al cambio de ciclo económico, con nuevas condiciones de mercado, con necesidades diferentes de los propios agricultores integrados que han cambiado de forma rotunda, con empresarios jóvenes que exigen acabar con el viejo modelo para sentirse a gusto en estas estructuras, con la necesidad de profesionalizar en todo lo posible los órganos de dirección y control, con la máxima transparencia y participación de los socios, con el respeto a los derechos y deberes por parte de todos. En definitiva, una normativa que actualice y refleje una realidad que tiene que ser una potente palanca para el cambio que el sector agroalimentario y el mundo rural necesitan y que conduciría sin duda a una racionalización y potenciación en todos los sentidos de la empresa cooperativa, tan necesaria ahora como en el siglo XIX para contrarrestar los excesos del capitalismo, que

tiende siempre a apropiarse de las plusvalías generadas por las fuerzas del trabajo o por las pequeñas y medianas empresas. Sirva como ejemplo, que no único, lo ocurrido en la campaña láctea 2009/2010, donde el ganadero ha tenido que sufrir bajadas importantes de sus rentas, mientras que los ebitdas y beneficios empresariales se elevaban y que sólo los grupos cooperativos, y tengo que destacar a Covap, han sabido respetar y cumplir con el principio de responsabilidad social. Esa es la diferencia entre ser gestor de uno u otro tipo de empresas, porque en una cooperativa, además de cumplir con todos los principios exigidos para ser competitivo, hay que hacer el trabajo con un profundo sentido de servicio, lo que añade un punto de satisfacción superior y un componente emocional, que hace tan diferente ser director de una cooperativa. ■

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Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte Un modelo de integración de la oferta y comercialización ■ ÁNGEL PRIETO MERCHÁN Presidente de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte

a Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte es un ejemplo muy representativo de modelo de integración asociativa de la oferta, en una amplia zona de Extremadura, con una diversidad de producciones muy amplia, que proceden de pequeñas explotaciones familiares y generan un alto valor añadido hasta llegar a la distribución detallista. La Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte es una cooperativa de segundo grado, de la cual dependen 16 cooperativas de primer grado, además de comercializar los productos de varias cooperativas más. Dependen de nuestro trabajo alrededor de

3.500 familias del Valle del Jerte, la Vera y parte de las Hurdes, estas últimas con convenio de comercialización. Todo esto nos obliga a ser muy exigentes a la hora de defender nuestros productos, y la mayoría de los gestores responsables de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte somos también socios de alguna cooperativa asociada y, en el fondo, estamos defendiendo también nuestro trabajo como agricultores. Ademas, también pertenecemos a la Denominación de Origen Cereza del Jerte, Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura, Afruex, Cluster Alimentario y Asociación de Desarrollo del Valle del Jerte.

Producciones variadas Las cerezas aportan en volumen la mayor producción de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, con una media por campaña de unas 15.000 toneladas. Pero tambien producimos unas 2.500 toneladas anuales de castañas, 3.000 toneladas de aceitunas de mesa y almazara, todas de la variedad Manzanilla Cacereña; junto a 800 toneladas de higos frescos y secos, unas 1.000 toneladas de ciruelas y 800 toneladas de frambuesas, para venta en fresco o industria, además de una variedad de productos del bosque en cantidades pequeñas.

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Y otra línea de producción importante es la relativa a aguardiente, licores, picotinas y mermeladas de las distintas frutas que disponemos. Todos los productos son totalmente naturales, de fruta sin conservantes ni colorantes de ningún tipo. En la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte disponemos de unas instalaciones propias con unos 15.000 m2 construidos, que se distribuyen en una nave de envasado y enfriado, una nave de cámaras, una nave de suministros y otra de envases, además de destilería, almazara, oficinas y depuradora de aguas residuales. Las naves de envasado y manipulación de fruta están todas ellas refrigeradas.

Mercados en todo el mundo La Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte vende productos anuales por un valor superior a 40 millones de euros, que en un 40% proceden de ventas en mercados internacionales, en su mayoría europeos (Reino Unido Alemania, Italia, Holanda, Bélgi-

MICHELIN AxioBib Con MICHELIN AxioBib, sus tractores más potentes trabajan con presiones más bajas. Sus tierras se lo gradecerán.

ca, etc.), pero también de otros continentes e incluso llegamos a Sudáfrica. En el mercado nacional, otro 40% de la oferta va a grandes superficies y el 20% restante a los mercados mayoristas (Mercas), con destino final en el pequeño comercio especializado. Entre las grandes cadenas españolas destaca especialmente nuestra pre-

sencia en Mercadona, Eroski, etc. Con todo ello, la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte ha conseguido desarrollar un modelo de estructura cooperativa con una gran base social, una gestión eficiente y una gran notoriedad de las producciones locales en mercados nacionales e internacionales. ■

Su tractor más potente se lo pide… sus tierras también.

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Cuestiones básicas sobre cooperativas agroalimentarias ES UNA COOPERATIVA AGROALIMENTARIA?

ES UNA COOPERATIVA?

a cooperativa es una sociedad constituida por personas que se asocian, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria, para la realización de actividades empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento democráticos, conforme a los principios formulados por la alianza cooperativa internacional en los términos resultantes de su propia ley (27/1999). Cualquier actividad económica lícita podrá ser organizada y desarrollada mediante una sociedad constituida al amparo de la ley. Las sociedades cooperativas podrán revestir la forma de cooperativa de primero, de segundo grado o ulterior. Existen cooperativas en muchos ámbitos, entre ellos el agrario, y su constitución es competencia de los Gobiernos regionales, si bien cuando la actividad de una cooperativa se extiende por varias comunidades autónomas, la sociedad se regula por la Ley de Sociedades Cooperativas de 1999.

s una cooperativa donde los agricultores y/o los ganaderos ponen en común sus recursos en ciertas áreas de actividad. Además de los servicios, que también se incorporan en la actividad ordinaria de las cooperativas, la actividad principal suele ser la comercialización en común de las producciones de los socios. En el sector se distingue entre cooperativas de servicios agrícolas que proveen varios servicios a sus miembros individualmente y cooperativas de explotación comunitaria de la tierra (o de producción agrícola), donde los recursos productivos (tierra, maquinaria) se ponen en común y los miembros labran conjuntamente. Las cooperativas de producción agraria son frecuentes en todo el mundo.

ES COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS?

TIPO DE COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS HAY?

n el sector agroalimentario existen varios tipos de cooperativas. Como en el resto de sectores, las hay de primer grado y de segundo grado. Las primeras están enfocadas a la producción de alimentos y las segundas se centran en la comercialización de los productos de las cooperativas de primer grado. Además, existen cooperativas de suministros, que son aquellas que abastecen a sus miembros con inputs para la producción, como semillas, fertilizantes, fuel y maquinaria. Las cooperativas de comercialización se establecen para transformar, empaquetar, distribuir y hacer marketing de sus propios productos agrícolas (tanto cosechas como ganado). Los agricultores y ganaderos también utilizan cooperativas de créditos como fuente de financiación tanto para el pago de mano de obra como para las inversiones.

ooperativas Agroalimentarias es el órgano en el que están representadas todas las Federaciones Regionales de cooperativas agroalimentarias. Esta confederación nació en el año 1990 con el nombre de Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE). En esta confederación están asociadas prácticamente el 80% de las cooperativas agroalimentarias de España, a través de sus Federaciones Regionales, con una facturación cercana al 90% del conjunto de las cooperativas agrarias. Cooperativas Agroalimentarias representa a 4.000 cooperativas (el 12,8% de las industrias agroalimentarias), con una facturación de 19.000 millones/€ (el 22,7% de las industrias agroalimentarias) y da empleo directo a casi 100.000 trabajadores (el 19% del total del sector). Pero, lo que es más importante, asocia a más de 1 millón de productores. Cooperativas Agroalimentarias defiende los intereses económicos y sociales del sector cooperativo agroalimentario ante la Administración General del Estado y las instituciones de la Unión Europea y ante las organizaciones estatales representativas de otros agentes socioeconómicos de los sectores en los que desarrollan sus actividades las cooperativas agroalimentarias. Además, Cooperativas Agro-alimentarias desarrolla un conjunto de actividades y servicios que tienen por objetivo la promoción y el desarrollo del cooperativismo agroalimentario para afrontar con éxito los retos actuales y futuros del sector agroalimentario. Cooperativas Agroalimentarias tiene representación en todos los sectores productivos. Hay cooperativas ganaderas, hortofrutícolas, dedicadas a los cultivos herbáceos, vitivinícolas y oleícolas. Asimismo, hay muchas cooperativas agrarias de suministros.

FECHAS DE INICIO DE SUSCRIPCIÓN DE LAS PRODUCCIONES ASEGURABLES

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ES LA COGECA?

ÓRGANOS DE GESTIÓN TIENE COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS?

ooperativas Agroalimentaria está compuesta por los siguientes órganos: Asamblea General, Consejo Rector, Consejo Intersectorial, Consejos Sectoriales y Consejo de Gerentes de las FUTs (Federaciones y Uniones Territoriales). La Asamblea General es el órgano de gobierno y expresión de la voluntad social y está constituida por los representantes legales y miembros de los Consejos Rectores de las FUTs y los miembros electos de los Consejos Sectoriales. Se reúne con carácter ordinario una vez al año. El Consejo Rector es el órgano de gobierno, gestión y representación de Cooperativas Agroalimentarias. Entre sus competencias está establecer las directrices generales de actuación con subordinación a la política fijada por la Asamblea General y con sujeción a la ley. Está integrado por los presidentes de las Federaciones y Uniones Territoriales de cooperativas (FUTs). Se reúne, con carácter ordinario, una vez al mes. El Consejo Intersectorial está integrado por los miembros del Consejo Rector y los presidentes de los Consejos Sectoriales y tiene como función analizar la política sectorial de Cooperativas Agroalimentarias, facilitando al mismo tiempo la comunicación entre el Consejo Rector y los representantes sectoriales. Este consejo se reúne previa convocatoria. Los Consejos Sectoriales son los órganos de gestión y representación de los sectores o áreas de actividad de las cooperativas. Les compete a los Consejos Sectoriales establecer las directrices de actuación en cada sector, con subordinación a la política general fijada por la Asamblea General del sector y por los Órganos Sociales. Su objetivo fundamental es la defensa de los intereses de las cooperativas agroalimentarias, tanto ante las Administraciones Públicas como ante los particulares, y ante las instituciones nacionales o supranacionales. Los Consejos Sectoriales se reúnen periódicamente, en función de las circunstancias de cada sector, y están integrados por los representantes designados por las FUTs para cada sector o área. Y el Consejo de Gerentes está constituido por los directores-gerentes de las distintas FUTs y la dirección de Cooperativas Agroalimentarias. Es un órgano de trabajo y de decisión en aquellos temas delegados por el Consejo Rector, con funciones de evaluación, puesta en marcha de proyectos comunes y seguimiento de su ejecución. Participa igualmente en la elaboración del presupuesto de gastos e ingresos y seguimiento de su ejecución; revisa también aquellas cuestiones que, estando incluidas en el orden del día del Consejo Rector, requieran de una información y discusión previa. Se reúne con carácter mensual.

a COGECA (Confederación General de Cooperativas Agrarias en la Unión Europea) es un órgano que se creó en 1959, un año después de que se creara el COPA, en el que están representadas las organizaciones agrarias europeas. La Secretaría de la COGECA se fusionó con la del COPA en diciembre de 1962. Cuando se fundó la COGECA, ésta estaba constituida por 6 miembros, pero desde entonces la organización se ha ampliado seis veces y en la actualidad la integran 35 miembros efectivos y 4 miembros afiliados de la Unión Europea. La COGECA también tiene 36 organizaciones miembros colaboradoras. En el contexto de las recientes ampliaciones de la Unión Europea, el COPA y la COGECA han venido reforzando juntos su posición como organizaciones agrícolas representativas más fuertes de Europa. El COPA y la COGECA han acogido juntos a 38 organizaciones agrícolas y cooperativas nacionales de los nuevos Estados miembros. Ambas organizaciones representan hoy a 76 organizaciones de los Estados miembros de la UE. Actualmente, la COGECA representa los intereses generales y específicos de unas 40.000 cooperativas agrarias que dan empleo a unas 660.000 personas y cuya facturación global anual supera los 300.000 millones de euros a través de una Europa ampliada. Desde su creación, la COGECA ha gozado de reconocimiento por parte de las instituciones europeas como el principal órgano representativo y, de hecho, como portavoz del sector del cooperativismo agrario y pesquero en su conjunto. Como órgano de lobby y plataforma para las relaciones intercooperativas, la COGECA participa en el diseño y el desarrollo ulterior de todas las políticas comunitarias que establecen condiciones marco importantes para las empresas cooperativas. La COGECA también fomenta la cooperación entre las empresas cooperativas a nivel europeo.

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COOPERATIVAS AGRO-ALIMENTARIAS HAY EN ESPAÑA?

egún el OSCAE, existen 3.989 cooperativas en nuestro país. En las Federaciones que forman cooperativas agroalimentarias están representadas 2.840 entidades, que suponen el 70% de las cooperativas de primer grado de nuestro país, el 95% de las cooperativas de segundo grado, el 50% de las CUMAs, el 4% de las cooperativas de explotación comunitaria de la tierra y solamente el 1% de las SATs nacionales.

SOCIOS TIENEN LAS COOPERATIVAS?

L OSCAE estima en 1.160.337 socios de cooperativas, cifra que permanece estable en los últimos años. Asimismo, esa tendencia se refleja en los socios de cooperativas integradas en la orgnización Cooperativas Agroalimentarias, que se aproximan al millón, la última cifra es de 972.380 socios.

ALCANCE TIENE LA ACTIVIDAD COMERCIALIZADORA DE LAS COOPERATIVAS?

n el modelo cooperativo agroalimentario español hay desde cooperativas que tienen exclusivamente un ámbito de actividad local, hasta las más internacionalizadas. De acuerdo con los datos de Cooperativas Agroalimentarias, el 39% de las cooperativas tienen un alcance local, el 43% provincial, el 47% regional, el 61% estatal, el 35% Unión Europea y un 15% tiene un ámbito de actuación más allá de la UE.

ÓRGANOS TIENE LA COGECA?

l principal órgano representativo es el Praesidium, que está integrado por representantes de los miembros efectivos de la COGECA y es el órgano supremo. Examina y determina todas las cuestiones en el ámbito de los objetivos de la COGECA. Las posturas del Praesidium se toman en común con el COPA cada vez que atañen al conjunto del sector agrícola. Asimismo, el Praesidium elige entre sus miembros a un presidente y cuatro vicepresidentes por una duración de tres años. La presidencia de la COGECA y la del COPA forman juntas un Comité de Coordinación que tiene por objeto la convergencia de las actividades comunes y de las tomas de postura de la COGECA y del COPA. Dentro de la COGECA se encuentra también el Comité de Coordinación Política. La tarea de este grupo consiste en preparar el trabajo del Praesidium de la COGECA y también coordina el trabajo de los grupos de trabajo comunes del COPACOGECA junto con el COPA.

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OBJETIVOS TIENE LA COGECA?

ES EL OSCAE?

l Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español (OSCAE) es una herramienta estadística que refleja las magnitudes más relevantes del cooperativismo español. El OSCAE permite analizar los indicadores socioeconómicos desde el punto de vista empresarial, sin entrar en detalle en las problemáticas sectoriales, más difíciles de abordar por la gran heterogeneidad de las actividades en las que están presentes las cooperativas.

os principales objetivos de la COGECA son representar los intereses generales y específicos de las cooperativas agrarias, forestales, pesqueras y agroalimentarias europeas y contribuir al desarrollo de las cooperativas en general; influir en las decisiones que afectan a las actividades de las cooperativas agrarias haciendo lobby ante las instituciones públicas de la UE y las organizaciones europeas e internacionales; fomentar el papel de las cooperativas agrarias, forestales, pesqueras y agroalimentarias; proporcionar una plataforma a las organizaciones miembros y cooperativas para mantener debates políticos e intercambios de opiniones sobre cuestiones políticas, de valor añadido de los productos agrícolas y de negocios; buscar soluciones a cuestiones importantes de interés común y hacer la promoción de las mismas; facilitar y coordinar los contactos entre sus miembros y las oficinas nacionales de sus miembros en Bruselas y prestar servicios para la constitución de una red cooperativa; fomentar el debate y los intercambios, en particular con el Comité de las Organizaciones Profesionales Agrícolas en la Unión Europea (COPA) y realizar estudios jurídicos, económicos, financieros, sociales u otros que sean de interés para las cooperativas agrarias, forestales, pesqueras y agroalimentarias.

TIPO DE COOPERATIVAS HAY EN ESPAÑA? VOLUMEN DE NEGOCIO TIENEN LAS COOPERATIVAS?

as cooperativas agroalimentarias tienen un volumen de negocio en España cercano a los 19.000 millones de euros. Para hacernos una idea de la verdadera magnitud de estas cifras podemos relacionarlas con la Producción Final Agraria (40.000 millones de euros) o con el volumen de negocio de la industria agroalimentaria de nuestro país (95.000 millones de euros). Ambas comparativas tienen sentido si se quiere incidir, en el primer caso, en la relación de la facturación de las cooperativas con las materias primas agrarias producidas por sus socios y comercializadas por éstas o bien, en el segundo caso, con el valor añadido que sobre el producto agrario realizan la gran mayoría de las cooperativas que efectúan alguna transformación sobre la materia prima.

on muy diversas las fórmulas que podemos encontrar, cooperativas de primer grado, de segundo grado, de explotación comunitaria (CEC). Las peculiaridades autonómicas amplían el abanico hacia fórmulas particulares, como cooperativas de uso en común de maquinaria (CUMAs), SATs que por su número de socios pueden ser asimilables a cooperativas, etc. Todas estas Entidades Asociativas Agrarias (EAAs) están representadas en las Federaciones y Uniones Territoriales de Cooperativas.

ORGULLO

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