fotografía de FRANK SIERRA
Los novios fueron los primeros en dar ejemplo, y su look vintage no dejó a nadie indiferente. Marina lució un vestido de encaje de Yolan Cris mientras que Joan se hizo el traje a medida. Como protagonistas de ambos looks los accesorios y los colores verde y naranja, sus preferidos. Joan lució una corbata naranja, zapatos bicolor de Club Première y un reloj de bolsillo del abuelo de la novia, una auténtica joya. Y Marina unos zapatos de baile marca T-Bar en verde kiwi, un broche de cristales en tonos verdes, a juego con unos pequeños pendientes en forma de lágrima, y un tocado de aire retro. Pero la pieza más especial era una mantilla de lana que su padre regaló a su madre durante su luna de miel, sin duda una auténtica joya vintage. Marina recibió su ramo de novia, en tonos verdes con rosas y liliums naranjas, de manos de su hermano y padrino, que en lugar de leerle un verso, como marca la tradición en Cataluña, le cantó un tema con su guitarra como única compañera.
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