/ INTERNACIONAL / no está terminada con mucho esfuerzo, está el lugar donde, literalmente, establecemos un campamento. Dormimos en nuestros sacos de dormir, abrigados con capas de ropa, en el interior de las tiendas. Por último, a la derecha del edificio de dos pisos hay una pequeña habitación, donde el dueño cria conejillos de Indias y luego los venden para recaudar fondos para el programa de inglés. Al entrar en la habitación, veo muchas jaulas para los conejillos de Indias, esta separación se hace para evitar las peleas y también para no perder de vista la edad
de cada camada de conejillos de Indias. Tenemos un horario establecido cada día que estamos aquí. Las mañanas, nos despertamos al aire frío y, haciendo buen uso de nuestras capas de ropa, nos dirigimos a la cocina para desayunar el pan fresco con mantequilla y mermelada y una taza o dos de mate de coca. Iniciamos los días con un trabajo intensivo de mano de obra: la excavación de una piscina. Todo lo que tenemos para trabajar son palas y piquetas. Parte de la zona que estamos cavando es fácil de excavar, ya que es de tierra, pero otras partes son duras y extenuantes, porque son de rocas. Utilizando las piquetas, poco a poco rompemos la roca en trozos pequeños. Después de aproximadamente media hora de excavación penosa, comenzamos a quitarnos nuestras capas de ropa ya que el sol sale y nos calenta. Queremos continuar con esta tarea durante varias horas, tomando turnos para palear los montones de tierra y arrojando los trozos de rocas del agujero. A lo largo de este tiempo, también nos engullimos botellas de 22
La ciudad es compuesta de una calle principal muy larga y recta que se extiende a lo lejos a mi izquierda y a mi derecha. agua para mantenernos hidratados. En algún momento alrededor del mediodía, dejamos de cavar y nos lleva a la cocina porque tiene un aroma de algo delicioso. La comida suele comenzar con una rica sopa a base de caldo de pollo fresco, patatas y alguna otra forma de carbohidratos, por lo general pasta o quinoa. Después de una porción, o en la mayoría de los casos dos porciones de esta sopa deliciosa llega el plato principal que se sirve a menudo con el arroz. La comida se consume con tazas de agua caliente de mate de coca. Después del almuerzo, tenemos varias horas de tiempo libre para dormir la siesta, escribir en nuestros diarios, o explorar la ciudad. A menudo terminamos en una de las tiendas comprando un bocadillo y una botella de la bebida gaseosa local, Inca Kola, con su color intenso de amarillo brillante y sabor a «bubblegum». Las tardes son dedicadas a enseñar inglés y a jugar juegos y deportes con los niños locales. Terminamos los días de trabajo duro con una cena ligera de las sobras de la comida y jugamos a las cartas hasta bien entrada la noche antes de ir a la cama en el área que se nombró «Ciudad de carpas». Cai Cay es un pequeño pueblo muy tranquillo. En un lado, son casas y en otro lado, explotaciones agrícolas. Al aire es siempre fresco, los vecinos son amables, y la gente tiene vidas sencillas. □