sobre todo y no había una fuente de luz
—¡Ustedes se lo han hecho a ustedes
como si fueran monos. Miró por el
excepto por los relámpagos cegadores
mismos! Rugía el Corazón del Cielo. —
césped, y de verdad, un grupo de monos
del cielo. Y en ese momento llegaron los
No han venerado y tampoco nos han
huían hacia el bosque, gritando y
dioses.
agradecido por todo lo que les hemos
agitando sus brazos.
Chiccan
oía
los
gritos
de
dado. Por eso, todos van a morir.
Antes de que pudiera hacer un
sufrimiento de los hombres, las mujeres,
No podía creer lo que había dicho
y aún de los niños del pueblo, mientras
el dios. Lo más sorprendente era que su
unas formas hechas de una luz divina les
dios le estaba hablando.
sacaban los ojos y las cabezas y las carnes. No podía ver exactamente las formas de los dioses debido a su
la gente de tu pueblo está convertida en monos, porque faltaba el entendimiento
otra
de lo divino que tú siempre has tenido. Desde ahora, te encargo el contar a todo el mundo la ira que tenemos. Cuéntalo
para saber que este acontecimiento
por todas partes, para que el ser
fue su castigo, la venganza de
humano nos tenga respeto.
unos dioses enojados.
Chiccan se despertó
Sin saber qué hacer,
en una cama extraña, sin
Chiccan empezó a correr.
recuerdo excepto de lo
Giraba a una esquina y una
pulverizada.
que
choza El
—Siento que tienes un corazón fiel. Toda
—¡Por favor! Gritaba Chiccan, —Denos
resplandor, pero no necesitaba ver más
vio
ruido, el creador le empezó a hablar.
había
creador.
único
dicho
Parecía
el un
sueño. Inmediatamente se
trozo de la casa que
levantó y corrió para
quedaba era una parte
contar a cualquiera que le
de la pared. Colgado en
escucharía.
la pared para que viera todo el mundo estaba el
Y así fue cómo el ser
quipo azul y oro, con hilos
humano aprendió a respetar a
blancos. A Chiccan se le había
sus dioses. Desde ese día, la gente
caído el alma a los pies.
quiché admira el cielo, y el Corazón del Cielo continúa vigilándolos.
Trataba de huir pero cuando giró una forma pesada aterrizó en frente de él. El miedo le detuvo el cuerpo. Era el Corazón del Cielo mismo, su creador y
oportunidad para agradarles.
formador. No tenía un cuerpo físico, sino
En ese momento, todo pareció
que era hecho de luz. Le habló con una
detenerse. No había un grito ni un
voz que llenaba la tierra.
retumbo.
—Sé lo que hacías, Chiccan, dijo el creador. —Señor, ¿por qué aniquilan a nuestra gente?
casi ridículas, pero si fuera a llegar a la muerte, no había nada más para hacer. p.16 - 3/2012 - Perspectivas Hispánicas
Corazón
del
Cielo
consideraba su petición y se paró un momento sin moverse. Después de una eterni dad,
el
crea dor
resp iró
profundamente. Hubo
A Chiccan, las palabras le sonaban
El
otro
relámpago
verde.
Todos los ruidos empezaban otra vez, pero había algo diferente. Los gritos no eran de humanos. A Chiccan le sonaban
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