SOMOS MAGAZINE #170

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El masaje es un arte y una experiencia para ex presar sensibilidad, sin demandar o esperar algo

necer desnudo o bien con ropa interior, como

práctica para que se convierta en una habilidad.

El lugar puede ser dentro de una habitación o en el exterior como la playa, siempre y cuando a ambos no les moleste estar en un lugar abierto. Desconecte su teléfono, recurra a sus familia res o amistades para el cuidado de los niños o niñas, descarte distracciones o interrupciones. Use aceite o lubricantes a base de agua, tenga cuidado con los aromas, cerciórese que sea del gusto de ambos. Al colocarlo en la piel de su pareja, procure ponerlo en sus manos y ca lentarlo, frotando ambas manos. Procure tener a mano, el aceite y no tener que levantarse en medio del masaje.

Algunas parejas gustan de recibir masaje, otras de darlo. Cualquiera que sea el caso, viva la oportunidad de disfrutar, de tocar o ser tocado. Sin embargo, recuerde siempre la comunica ción previa respecto a vivir este tipo de expe riencia. Por ejemplo: si se quiere el uso o no del aceite, el gusto por ciertos lugares en particular, si existen limitaciones de tiempo, entre muchas más.

Relájeses antes Este artículo solamente da una guía, existen profesionales que pueden brindarle cursos para profundizar en estas prácticas, estable ciendo consideraciones de caso por caso. Sin embargo, lo que se busca es que se acerque y dedique su tiempo a nuevas alternativas de cuidado mutuo, como es el incorporar el ma saje en su relación de pareja.

Utilice una mesa de masaje o un espacio en el suelo con el uso de colchones delgados y cobertor. Programe música relajante. La música popular podría evocar algún tipo de recuerdo o bien, general distracción del contacto.

Cuando están por empezar, invite a su pareja a que haga una respiración profunda, con los ojos cerra dos. Relájeses y viva el momento. Vivan ambos el aquí y ahora. Mantenga el contacto de su mano con el cuerpo de la persona que recibe el masa je todo el tiempo posible: evite levantar la mano,

Use texturas agradables, como las plumas, bu fandas de seda o diferentes objetos propios para masaje. Utilice la imaginación y recurra a elemen tos que pueda encontrar en su casa, pueden ser de mucha utilidad y dar variedad a la experiencia. Decore el lugar con velas o incienso, quizá

No se trata de amasar el cuerpo, es un toque de cuidado mutuo, ejerciendo diferentes pre siones. Pero más importante que una técnica, es su expresión personal, sin forzar la situa ción, abierto a descubrir lo nuevo. Recuerde que no se trata de un masaje deportivo o de bajar el estrés, la intención es diferente, de cuidado mutuo y de brindarse placer, tanto de quien recibe como de quien da.

Si así lo desean, quítese la joyería, los relojes, la ropa. Cuide que las uñas estén limadas, las ma nos limpias y tibias y que ambos hayan tomado un baño.

Hable poco, aunque una expresión de cariño al oído en un momento dado, es un estímulo agradable.

¿Qué necesito? Tome nota de lo que requiere para que la ex periencia sea inigualable, para usted y por su puesto para su pareja. Prepare un lugar con una ambientación que in cluya una temperatura adecuada para perma -

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Los primeros contactos Coloque sus manos una en el sacro, la parte baja de la espalda y la otra en la parte alta de la espalda. Respire profundo e inicie, recorriendo desde la espalda hacia la palma de la mano, devolviéndose sobre la espalda, recorriendo muslos y termine en los pies, para devolverse. Puede colocarse en la cabecera, ponga ambas palmas sobre la parte alta de la espalda y baje hasta las nalgas. Devuélvase por los lados del tronco hacia los hombros, baje de nuevo ha cia las nalgas, las piernas, los pies, las manos, los dedos. Dibuje círculos, use su imaginación y aplique diferentes presiones. Realice masajes de un lado y luego pídale suavemente que se

de vuelta, recorra todo el cuerpo, desde los hombros, el pecho, los brazos, el abdomen, las piernas y los genitales. No olvide el cuello, la ca beza, la cara y las orejas, pero no use el aceite en estas zonas. 

Masaje genital Acuéstese con su amante en el lado derecho. Si tiene duda de la salud sexual de la pareja, use guantes de lá tex. Recuerde que las heridas abiertas que tengan contacto con fluidos de la eyaculación o lubricantes de la vagina, son una forma de contagio del VIH y otras enfermedades. Aun si no hay heridas abiertas, es posible que se den contagios. Deje su mano extendida con los dedos ligeramente abiertos sobre el escroto y la palma sobre el pene. Con la otra mano, deje caer el aceite so bre la mano que está sobre el escroto y el pene, para que el aceite recorra su mano y sus dedos. Alterne ambas manos. Con movimientos hacia arriba, siga suavemente las diferentes formas del pene, pida a su pareja que le avise si va a eyacular, para parar el estímulo. Con los genitales femeninos, hágalo de la misma forma. Coloque la palma y los dedos sobre la vulva, alternado una mano y la otra. Siguiendo los pliegues de los labios mayores, separe cuida dosamente los labios mayores con una mano y con uno o dos dedos masajee en círculos el clítoris, en diferentes di recciones. Puede hacer masajes sua ves, penetrando con los dedos, colocando la otra mano sobre el abdomen o sobre el monte de Venus. Cubra el cuerpo después de terminar, ya que la temperatura del cuerpo tiende a bajar.

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