Drenajes de mayor calibre, entre 20 y 26 Ch., que se colocan directamente. Existen diferentes diámetros y se utilizan en todos los casos en que hay pérdidas importantes de líquidos biológicos y post-intervención de cirugía torácica (Fig. 12, 13a y 13b).
Fig 12. Catéteres torácicos 20-24-28 Ch.
Fig 13a. Catéteres torácicos.
Fig 13b. Catéter torácico. Foto cedida por Redax, Smiths-Medical España.
Características del tubo drenaje torácico Hoy en día el tubo torácico es estéril y flexible, de vinilo, silicona o látex no trombogénico, multifenestrado en su extremo distal (poseen orificios de drenaje uniformes y de acabado pulido) (Fig. 14), resistente a las deformaciones y con marcas radiopacas para facilitar su localización radiológica (Fig. 15). El extremo distal puede ser recto o acodado (Fig. 16). Se pude escoger entre diversos tamaños de longitud y calibre en función de la edad del paciente y de la finalidad terapéutica. La punta puede ser cónica, roma o piramidal, en función del modelo a utilizar. Presentan una escala de graduación destinada a orientar la posición anatómica del drenaje dentro de la cavidad pleural.
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