Tu capacidad de expresión para comunicar claramente lo que necesitas, piensas y sientes te ayuda a dar a conocer a los demás tus emociones, ya sea alegría, tristeza, enojo, miedo o cualquier otra. Para ello es útil que mediante la lectura, el estudio y la conversación amplíes tu vocabulario. Las hormonas que desencadenan cambios en tu cuerpo influyen en tu estado de ánimo. Así, de repente puedes sentirte triste o muy alegre; con deseos de platicar o de estar a solas. Esto es normal. Si sientes deseos de llorar, hazlo, a veces eso ayuda. Si te sientes feliz, refleja tu alegría en todo lo que hagas. La expresión de sentimientos y emociones es una necesidad para cualquier persona y puedes hacerlo de muy diversas maneras, encauzando tus reacciones, sin explotar en contra de los otros y sin ofenderlos. Esto no significa que niegues tus emociones, sino que evites que se desborden en perjuicio tuyo o de los demás. Recuerda que las relaciones armónicas entre las personas son parte importante en la vida cotidiana. A veces el enojo o el miedo pueden nacer de la incertidumbre que provoca tomar una decisión sobre algo de lo que no tienes seguridad o confianza. Si algo así te ocurre, platica con tu familia o con personas de tu confianza sobre cómo te sientes y qué te hizo sentir así, porque de contener tus emociones podrías dañar tu salud física y emocional, además de dificultar que los demás te comprendan.
Retrato de su esposa, Margarita Maza
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Banda presidencial de Benito Juárez
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