Ideas para las compras El número de objetos artesanales típicos es muy variado: desde botafumeiros, a joyas de plata y azabache -la piedra mágica de la ciudad-, reproducciones de la Cruz de Santiago, conchas de vieira jacobea, cirios, imaginería y objetos para el culto, cerámica popular, loza decorativa de la marca Sargadelos, amuletos celtas, ‘meigas’, higas contra los maleficios y gaitas, el instrumento musical gallego por excelencia. Y moda gallega, porque Galicia es uno de los centros creadores de la costura europea, que exporta a todo el mundo. Marcas como Zara (y todas las del grupo Inditex), Roberto Verino, Adolfo Domínguez, Florentino, Purificación García y Antonio Pernas tienen tiendas por todo Santiago. Pero la tradición textil no viene de ahora: los finos encajes de bolillos y los tejidos de lino se siguen elaborando igual que en el pasado. Para pequeñas compras, en pleno casco histórico, en la Rúa Nova, hay un mercadillo al aire libre que abre todos los días del año de 10 a 20:30 h. Es el mercadillo ‘hippie’, donde hay desde bisutería y complementos a objetos artesanos de cuero.
Sabor para llevar La merecida fama de la gastronomía de Santiago y de toda Galicia hace que las compras gastronómicas sean inexcusables. Aguardientes y vinos vienen ya presentados en cajas para regalo. Embutidos y quesos son también muy buenas opciones. Enlatados pueden comprarse los célebres grelos, los moluscos de las Rías y hasta algas gallegas en conserva. Las tartas de Santiago son muy populares, como las ‘Piedras de Santiago’ –almendras cubiertas de chocolate-, los ‘Caprichos de Santiago’, de almendra y merengue, y las tabletas de chocolate para consumir a la taza. Además están la miel gallega, los mirabeles y las castañas glaseadas. Capítulo aparte merecen los dulces y pastas monacales, elaborados por las monjas de clausura de Santiago y disponibles en los propios tornos conventuales.