Análisis de los Mensajes de NS de la Humanidad

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Comentarios y AnĂĄlisis a los Mensajes de Nuestra SeĂąora de la Humanidad

Santiago Grasso ....

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漏 Hecho en el dep贸sito que marca la ley. Este escrito no puede reproducirse, total o parcialmente sin autorizaci贸n del autor.

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1ra. Etapa de esta Manifestaci贸n 2001 - 2008

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1er Ciclo 31 de Octubre de 2001 al 26 de Septiembre de 2002

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Mensaje 1 El primer Mensaje es preparatorio a todo lo que se desarrollará a lo largo de los años. Este es el primer acto de una Madre, la protección del hijo, lo cual ejerce María como madre. Los dos elementos primeros de la serie de mensajes son oración y protección; el binomio que se desarrollará a lo largo de varios los mensajes. El manto era una vestimenta personal y obligatoria en el mundo del medio oriente. Su utilidad era múltiple: Defendía del frío, de la tenue lluvia que alcanza en esas regiones, era protector en el sueño. De allí que es la prenda esencial para el habitante de esta región, a tal punto que la ley ordenaba no quitar el manto del pobre, pues era lo único que poseía para cubrirse durante el sueño: « Si tomas en prenda el manto de tu Prójimo, se lo devolverás a la puesta del sol. Porque eso es su única cubierta; eso es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿Con qué más ha de dormir? » (Éxodo 22, 26 y 27) El manto de la madre es el refugio del hijo cuando por algún motivo desea protegerlo, este manto es espiritual y carga con todo el simbolismo de la protección de la Madre.

Mensaje 2 Luego de la protección del primer mensaje, encontramos la instauración del locus gratiae. Ese lugar donde por voluntad divina se distribuyen las gracias. Es el lugar elegido para la manifestación divina hacia los hombres. Las causas de la elección y el objetivo de la misma solo Dios lo sabe y se verá en la sucesión de mensajes la explicitud de estas causales y finalidades. María como distribuidora de todas las gracias, establece de acuerdo a la voluntad divina el lugar y el tiempo para manifestarse de un modo especial. Recomienda rezar con fe, con la fe en el locus gratiae, con la fe que lleva a la esperanza (confíen en Mí). Lenguaje sintético y lleno de actitudes vitales: • Yo estoy aquí. Su presencia que hará sentir en cada mensaje.... mírenme ... Acudir a ella.

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...tengo mis manos abiertas, hacia ustedes,... Está dispuesta a distribuir las gracias divinas. ... confíen en Mí. Llamado a la esperanza y confianza. ... recuerden que deben rezar con fe... Recomendaciones de Madre. La fe es la base de la obra divina. Sin fe no existen obras, como sin obras no hay fe. «Y todo cuanto pidáis con fe en la oración, lo recibiréis. » Mateo 21,22. Yo estoy aquí, .... Yo estoy aquí,... que estaré con Uds.. Reitera dos veces su presencia especial que nos trae el compromiso de la confianza y de la oración con fe, es entonces cuando no se puede dudar de su presencia cotidiana. La anáfora Yo estoy aquí, .... va seguida de una orden, mírenme y recuerden que es la forma del imperativo. Este imperativo nos muestra los compromisos: confíen en Mí y deben rezar con fe. Dios se manifiesta y exige al hombre actitudes firmes: confianza y fe, las cuales se expresan en la oración.

Mensaje 3 Aparece en este mensaje la causa del llanto de sangre,... lloro de dolor por todos aquellos que hacen el mal,... Ella es el retrato de nuestra Madre, como en el cuento literario de Dorian Gray, su imagen muestra el dolor y la sangre de nuestras heridas internas, de nuestra decadencia. Este es el contenido de lo que sigue: Las heridas las llevará en el corazón, todo aquel que haga el mal. El tema de la oración es reiterativo al otro mensaje. Es el núcleo total. ... deben rezar con fe... decía en el mensaje anterior. Ustedes recen por mí,... reitera en este mensaje. ... recen por la paz que cada uno de ustedes llevará. A la oración de fe, seguirá la paz que se transporta en el alma. «En la casa en que entréis, decid primero: “Paz a esta casa”. » (Lucas 10,5). La paz es el primer don que distribuye el cristiano. ... la paz que cada uno de ustedes llevará no es otra cosa que la que transmitiremos en nuestra vida. He aquí el

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primer regalo que nos hace: ser portadores de paz. Aparece aquí la primera misión. Primeramente pensamos que esto no es poca cosa en un ambiente conflictivo y convulsionado, aunque luego veremos que esta Paz es algo más profundo y se relaciona con la hesiquia del cristianismo oriental. Yo soy la luz,... En un momento de enorme confusión, de alta sospecha. Ella es la luz. Esta luz no es propia, le viene de Dios: Dios los ilumina,... Por último nos concede la gracia de determinar con la oración su presencia: donde quieran estaré,... y por supuesto aquí estoy.

Mensaje 4 Felices todos aquellos que están acá. El que acude al locus gratiae es un (µακαριος) makarios, un hombre feliz, dichoso, bienaventurado, puesto que acudió al lugar de la gracia. Hay muchos de Uds.que no creen en mí ni en nuestro señor; no difamen ante él, no se ganarán el cielo. Mensaje para los que no creen, por ende sin fe, sin oración. Pueden recibir la paz si la admiten, tan solo deben no difamar, mentir ante otros: actitud por la que serán juzgados. Recen, hijos, recen por un mundo mejor,... reiterado el tema en cada mensaje. La base es la oración. El mundo se cambia con la oración. ... deben ganarse el cielo,... la oración para la paz, para el mejoramiento de nuestro país, es el cielo que debemos ganar. Si no rezamos por ello, hemos perdido nuestra oportunidad. De negarse esta posibilidad, pues el hombre es el que elige, solo le queda actuar a Dios en su plan con los hombres, y esto será peor. Por lo tanto: Abran el corazón hacia el más grande. Mensaje que es universal, para los que creen y los que no creen, pero no difaman.

Mensaje 5 Inicia el mensaje, con benditos todos los que están aquí, forma esta muy distinta del mensaje anterior que decía: Felices todos

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aquellos que están acá. La diferencia la encontramos entre los Felices (µακαριοι) y los Benditos (ευλογηµενοι). Ευλογηµηνε o bendita, es María cuando la saluda su parienta Isabel: Ευλογηµηνε συ εν γυναιξιν. Bendita tú entre las mujeres; euloguemene o bendito es Jesús en el vientre materno. He aquí la diferencia sobresaliente entre felices y benditos. Como los presentes poseen fe, y se aproximan al locus gratiae, están aquí, y ya no solo son felices sino benditos. Ya explicitó la causa de su llanto de sangre, ahora explicita otro fin por el cual hace esta manifestación especial: vine para iluminar sus corazones hacia el Señor. Destaca la finalidad de su especial gracia: llevarnos hacia el Señor que nos espera y realizar en nosotros la obra divina de santidad, por lo tanto Cada uno en sus corazones sabe lo que tiene que hacer. El simbolismo del corazón, es algo reiterado dentro del mensaje cristiano. Proviene del termino cananeo lib y su significado consiste no sólo en el corazón material, sino éste como sede del sentimiento, pensamiento y la voluntad. Es la imagen de lo más íntimo y único que posee el hombre. Así dice Jeremías: «Con todo esto, su hermana, la desleal Judá, no Volvió a Mí con todo su Corazón, sino con falsedad", dice el Señor.» (Jeremías 3, 10) Y más adelante : «Os daré pastores según mi Corazón, y ellos os pastorearán con conocimiento y discernimiento.» (Jeremías 3,15) La lengua egipcia de esta época es también muy significativa al respecto. El corazón empleado como víscera, recibía el nombre de haty, en cambio el corazón como órgano viviente, deseo, ardor, ánimo, memoria, y pensamiento se decía ib , parecido al cananeo lib. «Porque desde adentro, del Corazón del hombre, salen los malos pensamientos, las inmoralidades sexuales, los robos, los homicidios,...» (Marcos 7,21) Sabemos lo que tenemos que hacer, en nuestro interior, pensamiento, deseos, vida íntima, porque ella dijo: No quiero dejar de estar en cada lugar de su corazón,... El bendito no está solo, ella le promete su ayuda y presencia, y esto no es un capricho: Él así lo quiere. Confiemos en Él. Comienza pues este camino ascético y místico: María es luz del corazón, luego cada uno en sus corazones sabe lo que tiene que hacer, puesto que ha visto la luz y emprende el camino confiando en

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Dios porque así lo quiere y ella no dejará de estar en cada lugar de su corazón. A este respecto notamos la coincidencia de Dios y del bendito. Esta coincidencia es una cooperación y fue llamada ‘sinergia’ por la teología oriental. Observemos como lo describía Henri Bergson (1859-1941). Él ha justificado plenamente la mística (fe) cristiana, católica. A sus ojos, es la más perfecta de todas las místicas, la vía más segura para llegar en el terreno experimental, al problema de la existencia y naturaleza de Dios. Es una mística activa, capaz de marchar a la conquista del mundo, puesto que se apoya, a fin de tomar su impulso, sobre la única religión capaz de ser universal. Precisamente porque son contemplativos, los místicos cristianos son seres de acción: "recogiéndose sobre sí mismos para distenderse en un nuevo esfuerzo, han roto un dique; una inmensa corriente de vida les ha retomado; de su vitalidad acrecentada, se ha desprendido una energía, una audacia, un poder de realización y de concepción extraordinario. Que no se vaya a decir ya: son enfermos, puesto que hay en ellos una salud intelectual sólidamente asentada, excepcional, que se reconoce sin esfuerzo. Esa salud se manifiesta por el gusto de la acción, la facultad de adaptarse y readaptarse a las circunstancias, la firmeza reunida a la flexibilidad, el discernimiento profético de lo posible y de lo imposible, un espíritu de simplicidad que triunfa de las complicaciones y finalmente, un buen sentido superior” Así, el alma mística es y quiere ser en el mundo, un instrumento de Dios. “Elimina de su substancia todo lo que no es suficientemente puro, resistente y maleable como para que Dios lo utilice”. Y es Dios que obra por ella. De ahí, una superabundancia de vida, un inmenso empuje, un impulso irresistible que la arrastra a las mayores empresas. “Una exaltación calma de todas sus facultades, hace que vea en grande, y por débil que sea, realice poderosamente. Sobre todo, ve simple; y esa simplicidad que se desprende tanto de sus palabras como de su conducta, la guía a través de complicaciones que ni siquiera parece advertir”. Simplicidad innata, o más bien, inocencia adquirida. Coincidencia de la libertad humana con la actividad divina. Porque la fuerza que opera esa coincidencia es el amor: no ya simplemente el amor de un hombre hacia Dios, sino el amor de Dios por todos los hombres...

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Mensaje 6 Aparece en este mensaje, por primera vez, el tema de la unidad: Sean hermanos,... La hermandad eclesial no es cerrada sobre sí misma, sino que tiene un objetivo hacia afuera: sigan brindando a aquellos que menos tienen. La imagen de la unidad es Dios, Trinidad en unión perfecta: Hay que fijarse en Él,... El rito de hermandad y unidad, a imagen de Dios viene dado de forma imperativa familiar: tómense de las manos unos a otros. Obsérvese como ya se insinúa uno de los temas capitales de esta manifestación: ‘La Cadena’. Cuando Yo salga de este cuerpo bendeciré a ella. Hace referencia al modo de la comunicación por el cual se transmiten los mensajes, en este caso la que los transmite será bendecida por María. La unidad hace la iglesia imagen de Dios, por ello el Padre, el Hijo, estará con cada uno de ustedes. Cada cristiano es el portador de la imagen divina, coparticipa en su acción con el Espíritu Santo llevando la imagen del Padre y del Hijo, mediante la unión. Por último, el fin del mensaje parafrasea la bienaventuranza de Mateo 5,9: Μακαριοι (Felices) οι ειρηνοποιοι ( los que trabajan por la paz), οτι (porque) αυτοι ( aquellos ) υιοι Θεου (hijos de Dios) κλητησονται (serán llamados). El mensaje, repite dos veces el µακαριοι (Felices), pues es doblemente feliz y concluye diciendo llanamente que son hijos de Dios; aquí se elide el serán llamados de Mateo, puesto que ella nos llama así.

Mensaje 8 Inicia el mensaje con una explicación de la imagen expuesta, la cual llora sangre. La explicación de la primera parte separa el dolor que ingresa dentro del orden físico, con la compasión, parte más, que está dentro del orden anímico. Estamos ante un cuerpo resucitado: Yo estoy entera, por lo tanto nada pasa, no sufran, no tengo dolor, solo un accidente más, es el accidente del ánimo, lo que ustedes pueden llegar a tener. Así distingue el dolor, que ingresa dentro del orden

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físico, de nuestra Física, de la compasión: el dolor de los inocentes parte más; es el dolor físico del inocente el que mueve la compasión del ánimo. Compasión de ingresar en la pasión de los otros “cum – patere” o sea “patere – cum”, sufrir con... Aquí el significado rioplatense de partir, no es el de salir de un lugar, sino de hacer un parte; por lo tanto de quebrar o romper en este caso se omite el alma, sinónimo del verbo latino ‘patere’. De la explicación pasamos a la causa: Hay quienes necesitan ayuda, y el dolor de los inocentes parte más. De la causa se llega al llamado para aquellos que poseen el dolor físico: todas las veces que necesiten de mí, me encontrarán aquí. Es el ‘locus gratiae’ del que sufre, del que la necesita pues Yo estoy acá. Este mensaje puede compilarse con el Mensaje 3 del 04/12/01, formando una unidad, ambos mensaje pueden leerse uno a continuación del otro. Ambos poseen la misma estructura y quedando de esta manera: « Mis lágrimas son lágrimas de sangre,... Estoy acá, nada pasa, no sufran, no tengo dolor, solo un accidente más, lo que ustedes pueden llegar a tener. Yo estoy entera, nada pasa. ...lloro de dolor por todos aquellos que hacen el mal,... Las heridas las llevará en el corazón, todo aquel que haga el mal. Hay quienes necesitan ayuda, y el dolor de los inocentes parte más,... ...ustedes están conmigo, Yo estoy acá, Ustedes recen por mí, Yo les daré fuerza, recen por la paz que cada uno de ustedes llevará. Yo soy la luz, no se olviden de Dios. Dios los ilumina,... ...donde quieran estaré, aquí estoy. ...pero todas las veces que necesiten de mí, me encontrarán aquí.

Mensaje 9 08/12/01. Día de la Inmaculada Concepción. Por ser el día de la fiesta de la Inmaculada Concepción, comienza el mensaje haciendo alusión al saludo del avemaría. Lucas

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en 1,28 nos refiere que el Ángel la saludó diciendo: Χαιρε κεχαριτοµενε. ’Jaire’ llena de gracia. El significado de χαιρε ( Jaire) es el de ‘Alégrate’, el cual se usaba para el saludo. El latín adoptó por ende el saludo romano de ‘Ave’ con igual significado y el castellano prefirió el de ‘Dios te salve o Dios te guarde’ que tal vez posea un trasfondo de saludo mozárabe. En árabe: Alá te guarde. De todos ellos es el saludo lo que importa. Ustedes me dicen: Dios te salve María. Nosotros la saludamos y Dios la salva, Dios la saluda. Inicio del mensaje en clara alusión al cuerpo místico de la Iglesia: nosotros invocamos a Dios en el saludo, Dios la saluda en perfecta unidad con nosotros y Ella, por esto están todos con Él. Luego sigue la antítesis de la unión, lo opuesto al cuerpo místico, la desunión, como observación de la cruda realidad que vive este cuerpo: Hay hermano que hacen el mal a su otro hermano. La consecuencia de esta antítesis de unión en Dios y desunión en el mal, es la esperanza inmediata: Ya falta poco, para el final del dolor. El hermano que daña al otro hermano, finalizará no remotamente, sino próximamente, ya falta poco... El motivo por el cual se demora esta espera es el que sigue: Si supieran lo bien que me siento de ver a todos los que se han acercado a Dios. Dios concede tiempo de espera para los que salen del daño al otro hermano, es el tiempo del regreso, de la reconciliación. Por último un mensaje a los presentes como los elegidos de Dios: Hoy no seré Yo quien les dé la bendición sino el Padre. Les pido que se arrodillen cierren sus ojos, y lo sentirán muy cerca de su Corazón. Esto es de una gran implicancia cristiana. Mateo en 25,34 al referirnos en qué consistirá el juicio final nos dice que el Rey dirá a los de su derecha: “Venid, vosotros, los benditos de mi Padre, entrad en posesión del reino que os está preparado desde la creación del mundo.” Por ello los que se acerquen a este Locus Gratie y se mantengan unidos en este cuerpo místico recibirán la bendición del Padre. Por esto cierren sus ojos, y lo sentirán muy cerca de su Corazón.

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Mensaje 10 del martes 25/12/01. Natividad del Señor La navidad es un día especial para mí y todos ustedes. En navidad se pide por la paz entre los hombres, habrá paz,... pues los nuevos tiempos están cercanos. La luz del sol brillará siempre en sus corazones,... El sol como símbolo del orden divino interior es una imagen de los profetas: «Pero para vosotros, los que teméis mi nombre, Nacerá el Sol de justicia, y en sus alas Traerá sanidad. Vosotros saldréis y saltaréis como terneros de engorde.» (Malaquías 4, 1 y 2) La luz del sol como indicio de la nueva era de los profetas, brillará en el corazón, en lo más profundo del interior, en el pensamiento, en el sentimiento, en la intimidad. Esto de hoy, se deberá hacer hasta cuando deje de llorar. Referencia al día de navidad, donde se rezó el rosario a medianoche, igual costumbre se adopta a partir de la fecha en el último día del año.

Mensaje 11 Mensaje de fin de año, lleno de esperanza: Hijos no sufran, pronto verán el rayo del sol que alumbra la paz del mundo nuevo. Argentina transita un camino de fuerte pobreza, el mensaje de esperanza para los acontecimientos inmediatos a la revolución decembrina y caída del gobierno nacional con su respectiva crisis, la pesificación e inflación subsiguiente, todo esto hizo del pobre un ser más miserable: El pan no faltará para todos,... la paz ya está presente: ya está la del alma. El cristiano, dentro de sus épocas de crisis y dolor puede adquirir la auténtica paz, la hesiquia. Nos encontrarán unidos y mejor en el nuevo año. Mensaje 12 al 14 Estos tres mensajes forman una unidad preparatoria para la Semana Santa. Recalca la virtud de la caridad en cuaresma. Sostener al que cae en el desaliento, ayudar al prójimo para abrir la puerta del

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paraíso y por último se avecina el sufrimiento de la pasión renovado en la Iglesia.

Mensaje 15 del 17/03/02 5º Domingo de Cuaresma Abruptamente los mensajes salen de las recomendaciones espirituales para adentrarse en lo profético, preparado en los mensajes anteriores. El desaliento del mensaje 12, la caridad del mensaje 13 y la sangre del martirio del mensaje 14 tienen su epílogo al día siguiente: será el fin de un principio feliz. La sucesión nos indica una semana santa dolorosa con su pascua incluida. Comienza con el jueves 14 y finalizan el domingo 17. El jueves se teme por la futura pasión, debemos animarnos a sufrirla para seguir adelante con la misión de Dios. Es la oración de Jesucristo en el huerto. La nueva pascua en la historia comenzará con la pasión. En el mensaje, día se opone a noche; la noche a el sol; el fin a un principio. En este juego de oposiciones, aparece la primera transformación El día se hizo noche y la noche durará para siempre, es la transformación del hombre sin fe. El día concluirá por dentro y por fuera. Opuesto a este hombre sin fe está la transformación del hombre con fe: El sol se oscurecerá pero será el fin de un principio feliz; para el hombre de fe no existe el fin, o este es la imagen de un nuevo y mejor inicio. La imagen del sol está tomada del Apocalipsis «Tocó el cuarto Ángel... Entonces fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas: quedó en sombra la tercera parte de ellos; el día perdió una tercera parte de su claridad y lo mismo la noche.» (Capítulo VIII, 12) « Tocó el quinto Ángel... Entonces vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. Se le dio la llave del pozo del Abismo. Abrió el pozo del Abismo y subió del Pozo una humareda como la de un horno grande, y el sol y el aire se oscurecieron con la humareda del pozo. » (Ap. 9,1-2) Concluye destacando la actitud del hombre de fe frente al mensaje: Solo sabrán escuchar aquellos que hoy tengan fe. La fe está en consonancia con saber escuchar y entender el fin de un principio feliz, ese fin será un nuevo inicio dentro de una era de

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felicidad en el sentido de los ‘felices’ o µακαριοι.A este respecto dice el Apocalipsis: Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta Profecía, y guardan las cosas escritas en ella, porque el tiempo está cerca. (1,3)

Mensaje 16 Continúa el mensaje anterior. Es el inicio del otoño dentro de nuestro hemisferio, inicio del ocultamiento del sol. El oscurecimiento del sol ocurrirá dentro de una lucha por la fe: La lucha será larga y dura, implica el mismo martirio: como la cruz de mi Hijo. Todo concluirá y se dará el nuevo principio feliz: al fin brillará el sol,... El simbolismo del sol, como Jesucristo, la luz a los hombres, no descarta el mismísimo sol que nos alumbra. Finaliza el mensaje de la misma forma que el anterior: solo se salvará aquel que quiera escuchar la palabra de Dios. Los hombres de fe, escuchan y saben escuchar, por lo tanto llegan a la salvación, de este modo serán bendecidos por las manos del Señor. Mensaje 17 Domingo de Pascua.31/03/02 La fiesta de Pascua es un día especial y la señal de la cruz será por medio del agua bendita recuerda el bautismo de cada cristiano, es el recuerdo del misterio pascual: recuerden... que mi Hijo murió por ustedes y resucitó para la gloria de Dios. Es una pascua en el camino de nuestra historia: Aun falta mucho por recorrer. Los que recorren este camino son aquellos que están cerca de Dios, puesto que los otros no poseen camino, dice uno de sus poetas: “Solo se hace camino al andar”, es la afirmación rotunda de la falta de camino, de la vida y de la historia. Ya se preanuncia otro de los temas predilectos de estos mensajes: ‘El Camino’. Por último los que caminan tienen el camino hecho en la Iglesia, no están solos, los que caminan con fe, sienten la presencia de la Madre y ella dice: los llevaré siempre en mi corazón.

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Mensaje 18 Domingo de La Santísima Trinidad 26/05/02 Mensaje dedicado a los presentes y al llamado de Dios en cada uno. Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios. (Lucas 9,62) El que mira hacia delante será recompensado, esto implica la bendición o ευλογια. De acuerdo a las efemérides nacionales argentinas es el día subsiguiente a la fiesta de la Revolución de Mayo, tal vez de allí se pueda interpretar la parte siguiente: En tiempos difíciles se derramará mucha sangre. Hoy es un día especial, aprendieron a luchar sin preguntar. Hoy fueron útiles y estuve Yo. Alude a una situación concreta de los presentes. Este día se había hecho con gran esfuerzo una lotería familiar buscando recaudar fondos para el comedor de los niños necesitados: la recaudación de la misma, fue muy pobre, dado el bajo índice económico de los participantes. Contra el natural desaliento, son las expresiones emitidas en el mensaje. Algunos de los presentes, percibieron olor a rosas, por lo cual concluye:... y estuve Yo. Mensaje 19 Las imágenes son apocalípticas, tomadas de la literatura bíblica. Veamos cada expresión en particular. La fe mueve montañas pero tapa el sol. La primera actitud lo marca el Apocalipsis y es la falta de fe, donde los hombres dicen a los montes que los cubran puesto que el sol se puso negro y viene la cólera del Cordero: « Seguía mirando, cuando abrió el sexto sello; y se produjo un violento terremoto; el sol se puso negro como un paño de crin, y la luna toda como sangre, y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera suelta sus higos aún verdes al ser sacudida por un viento fuerte; el cielo fue retirado como un libro que se enrolla, y todos los montes y las islas fueron removidos de sus asientos; los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes. Y dicen a los montes y a las peñas: "Caed sobre nosotros y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono y de la cólera del Cordero. Porque ha

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llegado el Gran Día de su cólera y ¿quién podrá sostenerse? » (Capítulo VI, 12-17)

La segunda actitud es de los hombres de fe que mueven la montaña y con su fe, cubren el sol puesto que llega el día de la cólera del Cordero. Nótese la inversión de los términos del Apocalipsis: los que no tienen fe hablan a los montes para que los oculte cuando el sol se cubre; los hombres de fe mueven los montes pero cubren el sol. «Yo os aseguro que si tenéis fe y no vaciláis, no solo haréis lo de la higuera, sino que si decís a este monte: “Quítate y arrójate al mar”, así se hará. » (Mateo XXI,21-22) El sol dejará de brillar y la tierra será roja. Sucede que el hombre no tiene fe, y se mueve en un mundo pagano donde reina el sol masónico, entonces este dejará de brillar con la fuerza del castigo apocalíptico, puesto que el hombre seguirá negando a Dios entonces la tierra será roja. Roja en ambos sentidos, por el abandono de la fe y por el castigo recibido. «Tocó el cuarto Ángel... Entonces fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas: quedó en sombra la tercera parte de ellos; el día perdió una tercera parte de su claridad y lo mismo la noche. » (Ap. VIII, 12) «Tocó el quinto Ángel.. Entonces vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. Se le dio la llave del pozo del Abismo. Abrió el pozo del Abismo y subió del Pozo una humareda como la de un horno grande, y el sol y el aire se oscurecieron con la humareda del pozo. De la humareda salieron langostas sobre la tierra, y se les dio un poder como el que tienen los escorpiones de la tierra. Se les dijo que no causaran daño a la hierba de la tierra, ni a nada verde, ni a ningún árbol; sólo a los hombres que no llevaran en la frente el sello de Dios.» (Ap. Cap. IX, 1-4) Solo aquel que sepa escuchar y sepa transmitir la Palabra de Dios, todo lo que haga será con fe. «Revelación de Jesucristo; se la concedió Dios para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto; y envió a su Ángel para dársela a conocer a su siervo Juan, el cual da testimonio de todo lo que vio: la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo..."Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y

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guarden lo escrito en ella, porque el Tiempo está cerca.» (Apoc. 1, 1-3) Así comienza el Apocalipsis y esta es la primera bienaventuranza de dicho libro. «Estando él diciendo estas cosas, alzó la voz una mujer del pueblo, y dijo: “¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!” Pero él dijo: “Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.” » (Lucas 11, 27-28) La actitud de fe es saber escuchar, y saber transmitir la palabra de Dios, o sea todo aquello que Dios dice, en definitiva su propia palabra y mensajes. Escuchar y transmitir son las dos finalidades del periodismo, Dios le pide saber hacerlo, puesto que actúa como si no los supiera. El que escucha es humilde y busca aprender, algo que se adolece en este siglo. Transmitir implica poseer fe y dejar de lado los proyectos personales que se alejan del plan que Dios ha preparado. No es un acto de egoísmo como lo encontramos en los hombres que se esconden de la cólera del Cordero, buscan salvarse a sí mismos, es decir buscan escapar, puesto que actuaron con su propio plan y no con el plan divino. Por último la fe llega a la vida, todo lo que haga será con fe. Serán salvados, solo se salvarán aquellos que escuchan. En primer término encontramos el verbo salvar en voz pasiva: serán salvados, no es el hombre el que se salva con su propia fuerza como en la cita del los hombres que intentan escapar del castigo; allí buscan las cavernas para ocultarse; aquellos que escuchan, serán salvados. En segundo término, usa el verbo en voz activa solo se salvarán aquellos que escuchan. El sujeto es el mismo para ambos verbos. Aquí el verbo implica al mismo tiempo un acto reflexivo: el que desee salvarse sabe lo que debe hacer; un acto impersonal: todos los que deseen salvarse saben lo que deben hacer; y por último pasivo: se salvarán o sea serán salvados. Las puertas del cielo se abrirán; luchen con fe y no con sus manos. « Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco; el que lo monta se llama Fiel y Veraz; y juzga y combate con justicia. » (Apocal. 19, 11.)

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«...había un caballo blanco; el que lo montaba tenía un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor para seguir venciendo. » (Apoc. 6,2.)

Las puertas del cielo están relacionadas con la guerra, pero guerra del que es Fiel y Veraz, no es la guerra de nuestras manos; puesto que, el que monta el caballo blanco, es el que combate y el único que juzga, al cual se le da la victoria. El triunfo final es de la fe, de allí que las puertas del cielo se abrirán a una nueva tierra y por ende a un nuevo cielo. La fe nos lleva a nuestra guerra santa, escatológica. Creyendo se combate, divulgando la palabra de Dios se combate. No son nuestras manos los instrumentos de la estrategia bélica; no son las rebeliones, revoluciones, insurrecciones o cacerolazos los que nos llevan a la nueva tierra. Se debe luchar con la fe y no con los inventos de las manos. «¿Por qué han de decir las naciones: “Dónde está su Dios”? –Nuestro Dios está en el cielo, lo que quiere lo hace. Sus ídolos, en cambio, son plata y oro, hechura de manos humanas: tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen, tienen nariz y no huelen, tienen manos y no tocan, tienen pies y no andan, no tiene voz su garganta. Que sean iguales los que los hacen, cuantos confían en ellos.» (Salmo 113)

Veamos la sucesión de verbos en el texto, dentro del hombre de fe: Escuchar – aceptar – hacer – luchar. En el texto encontramos oposición de símbolos: • Las montañas opuestas al sol. • El sol y la tierra. • Las puertas del cielo opuestas a las manos. Es palabra de Dios.

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Todo lo que se revela, está contenido en los textos sagrados. Es un oráculo divino.

Mensaje 20 del viernes 28/06/02 Mensaje iniciado con la presencia de María. Se debe distinguir entre el locus gratiae determinado por Dios y la presencia que está en cada uno. Su presencia es motivada por lo que va a sobrevenir, busca que estemos preparados con la unión, ella ilumina la salvación. Queda en el mensaje planteado los tres puntos fundamentales que se desarrollarán en los mensajes sucesivos. La unidad para soportar la prueba, será la salvación.

Mensaje 21 Domingo 07/07/02 Es tal vez el mensaje más realista y duro. Puede ubicarse a continuación del anterior. ¿Por qué motivo la paz está lejos? Las respuestas se suceden: • Para probar la fe: « Todo aquel que piense que todo está perdido, no tiene fe. Las cosas malas solo hay que saberlas llevar: son pruebas que Dios no da. • Para conocer la fuerza de la vida: Todo aquel que se entrega no conoce la vida. • Para ganarse el cielo: Las pruebas que Dios manda, las da para que se ganen el cielo. • “No luchen con sus manos.” En esta expresión encontramos una metonimia: las manos se toman como la consecuencia de un obrar ajeno al plan de Dios. Dice la carta a los Romanos: “No toméis venganza por vuestras manos, amados, antes bien, dad lugar a la ira de Dios:...” (Romanos 12,19). Aquí se diferencia claramente, las manos, opuestas a la ira de Dios; o sea, el plan del hombre diferente al plan de Dios. Judas actuó con sus manos. Anás y Caifás actuaron

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con sus manos, probaron al Mesías, lo crucificaron y solicitaron que por un portento, bajase de la cruz así no le quedaba otro camino que acomodarse al plan que ellos tenían prefijado, totalmente ajeno al plan divino. Aquel que actúa con sus manos, está actuando en contra de Dios, es la esquizofrenia de este siglo, el hombre enfrentado al plan de Dios. Aquel que se enfrenta al plan de Dios, es un ignorante, loco o suicida. ...luchen con fe y no con sus manos, se nos decía en el Mensaje 19. Luego encontramos en el fin del mensaje la sucesión de todo aquel como sujeto de desaliento y entrega, porque no tiene fe ni tendrá vida. Únicamente se salva el solo aquel como sujeto de la elección divina, pues se ha seleccionado a sí mismo, caminando en la voluntad divina. El aquel queda reservado para los hombres de mala voluntad. Parecería indicar que el desaliento en la prueba es algo generalizado, diríamos lo masivo; la mala voluntad para una minoría y el verbo usado es en todos los casos: no quiere. La salvación es para los que se han o han sido elegido. Los que se salvan van precedidos del adverbio solo en todos los casos. A modo de síntesis propongo el siguiente cuadro: La persona

Actúa

Todo aquel Todo aquel Solo aquel aquel

que piense que todo está perdido que se entrega

Aquel

que no entiende

que sabe escuchar que no escucha

Causa / consecuencia no tiene fe

Indica

no conoce la vida. estará salvado es porque no quiere escuchar es porque no quiere.

ignorancia

que no escucha

un hombre de fe mala voluntad mala voluntad

Mensaje 22 Lunes 08/07/02 El presente mensaje es rico en simbolismos y significados.

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En primer lugar, el número 22 es la reduplicación del 2, indica un gran testimonio. Se aproximan los nueve meses desde la fecha que la imagen comenzó a llorar sangre, está próximo el parto de la mujer del Apocalipsis (12,1 y 2): “Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz.” Los cuatro vientos es una imagen de los medios de publicidad. Cosa que se hará en consecuencia. A esto se pueden releer las notas periodísticas de estos días.

Mensaje 23 Martes 09/07/02 Primera vez que aparece el término los hijos del rigor, algo característico en la idiosincrasia argentina, por ello la consecuencia: Hay que gritar para que entiendan. Luego el reiterado tema del solo aquel, todo enmarcado en la categoría de la verdad. Hasta el presente se ha usado diez veces el verbo escuchar, que se origina del verbo latino auscultare con significado de escuchar o escuchar espiando, de este mismo verbo surge el auscultar que se usa en medicina. Es algo más que el genérico oír, es oír prestando atención.

Mensaje 24 Miércoles 10/07/02 Este mensaje consta de dos partes: La primera se realiza delante de los periodistas, cuando se les leía el mensaje Nº 22, dos oraciones antes de finalizar su lectura, sobreviene el mensaje a modo complementario y rectificatorio. Como el que leía es el que escribe y los presentes no tomaron nota del mismo, pues creyeron en vano, que el que redacta esto recordaría todo; debo expresar que se equivocaron y la sorpresa del momento hizo que olvidara toda la forma de expresión. De todos modos fue una verdadera rúbrica y corrección a lo que se leía, indicando su presencia, urgencia, y espera.

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Durante el rezo del santo rosario sobreviene otro mensaje. Del mensaje recordado, encontramos la trilogía del No teman... Primer motivo es la protección directa de María, el segundo es el camino correcto emprendido, el tercero resume los otros dos. En oposición encontramos la trilogía del teman... Primer motivo para temer es el odio, luego la falsedad, tercero a todo aquel, expresión ya analizada que implica ignorancia o mala fe.

Mensaje 25 Domingo 18 de agosto de 2002 Este es un resumen de mensajes anteriores, sintetizados de este modo, iniciando el benditos o ευλογηµενοι. Bendito es aquel que llega al encuentro. Se relaciona con... • Felices todos aquellos que están acá (4) • ...o el reiterado Benditos todos los que están aquí,... (5) Es bendito porque no descree, porque llega al encuentro. Bendito es el que tiene el corazón abierto. Se relaciona con abran el corazón hacia el más grande. (4) Bendito el que entiende la Palabra y la sabe llevar. Se relaciona con... • ...solo se salvará aquel que quiera escuchar la palabra de Dios, y serán bendecidos por las manos del Señor. (16) • Solo aquel que sepa escuchar y sepa transmitir la Palabra de Dios, todo lo que haga será con fe. (19) Las puertas se abrirán,... Se relaciona con... • Las puertas del cielo están abiertas: solo deben empujar. (21) • Las puertas del cielo se abrirán; luchen con fe y no con sus manos. (19) Siempre estarán protegidos y Dios los ayudará. Se relaciona con... • Sigan orando que los cubro con mi manto. (1) • No teman, mi manto siempre los cubrirá. (24)

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Mensaje 26 Lunes 19 de Agosto de 2002 La anáfora del mensaje, está marcada por la palabra Siempre... Anáfora proviene del griego, cuyo significado es “acción de elevar”. Es una figura literaria que implica una repetición intencionada de palabras o conceptos al principio de una frase, para reforzar el sentido o establecer una simetría. Aquí establece ambas cosas con la insistencia de la permanencia en nuestro tiempo. El mensaje trabaja también con las antítesis: Buscar y encontrar; necesitar y estar; muerte y vida. El primer principio de la antítesis es la imperfección: buscar, necesitar, morir; en cambio la segunda parte de la antítesis es la perfección: encontrar, estar y vivir. Si ligamos las ideas de cada parte nos queda que el que busca es porque necesita pues se aproxima a la muerte. Esto se opone al que encuentra, la permanencia y esta permanencia es vida. Nuevamente se reitera el mirar hacia delante del mensaje 18: Aquel que mira hacia adelante y no hacia atrás será recompensado, con la bendición. Puede interpretarse, el mirar hacia delante como no perder el tiempo en nuestras miserias espirituales, donde transcurría nuestra vida ayer y tender a una forma de vida santa. La parte perdida se debe a que fue dicho en voz muy baja y débil de lo ordinario, tal vez la parte iba dirigida a los que estaban presentes allí cerca. Eran cerca de quince personas en total, en la salita donde se halla la imagen. Hubo mensajes y signos para algunos de los presentes. Cerrando la anáfora y la antítesis, la protección reiterada y el Dios los ama final.

Conclusión Estos mensajes poseen una explicación, la cual sirve como ayuda para que se pueda reflexionar. Eso es todo. El lector observará que los profundos misterios están aquí expresados de un modo sencillo y maternal. Creo que el comentario de cada uno de ellos lo prueba.

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2do. Ciclo 31 de Octubre de 2002 al 12 de Septiembre de 2003

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Mensaje 28. Jueves 31 de octubre a un año del primer mensaje. La introducción, hace referencia al encuentro del Señor. La imagen participó de la peregrinación a Luján, fue acompañada por la piedad de muchos: fue un encuentro con el Señor. El sábado 12 de octubre, el día aniversario de su primer llanto, la imagen fue recibida por el cura párroco de la parroquia de Nuestra Señora de Luján. Al cura párroco se lo vio muy emocionado y preparó para el evento una misa cantada por el coro de dicha parroquia. Al final de la misa, con palabras entrecortadas, agradeció la presencia de todos los que portamos la imagen allí. Ella agradece nuestra presencia. El católico es un hombre en busca de la paz, pero el mundo, vive bajo el poder del espíritu del mal. El odio es una realidad, lo vemos a diario, lo sufrimos en carne propia. La inseguridad de una persona que no puede desarrollar su actividad libremente por las calles de una ciudad, es una de las tantas consecuencias nefastas del odio. Aquel que no sabe el momento que se encontrará con un atentado, es otra consecuencia nefasta del odio en nuestro mundo, donde el espíritu del mal impera ¿Cómo lo combate el católico? Yo les enseñaré a defenderse del odio. María es la maestra en la actitud del católico de nuestro tiempo. Y la palabra de María es: Tienen un arma muy poderosa: la oración. La oración es el arma del cristiano, la única arma del creyente, con ella no caemos en el odio y llevando un rosario mostramos al mundo que vamos armados, cuando lo rezamos, es cuando disparamos. Por ello La tienen que saber utilizar. Para todos los que temen el odio, el secuestro, el atentado, el robo, el latrocinio, la interrupción del tránsito vehicular, las consecuencias de los desbordes de la protesta, el arma es la oración. El católico debe difundirla, es una orden de los cielos para nuestro tiempo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. (Mateo 5,44-45)

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Por último, ¿cuál es el motivo del inmenso poder de la oración? El Señor los defenderá contra el odio. Es el ser todopoderoso el que nos defiende. En un mundo, sojuzgado al odio, donde el estado no puede garantizar la seguridad de sus ciudadanos, el Señor asume nuestra defensa, puesto que está con ustedes.

Mensaje 29 Domingo 10 de noviembre de 2002. El mensaje va dirigido a un miembro de la Casita de la Virgen de la Humanidad, el estilo es sibilino, solo está explicado la parte que dice «El poder no es poder sin reino, todo se destruye. La explicación la da el Mensaje 41.

Mensaje 30 Miércoles 27 de noviembre de 2002. Hacen el fuego contra el viento, esta metáfora implica actuar irresponsablemente, contra las condiciones aceptables y provocar el mal, puesto que el que hace fuego contra el viento, corre el riesgo de quemarse y provocar un incendio.

Mensaje 31 Jueves 28 de noviembre de 2002. Mírense a los ojos y si miran atrás deben aprender a cambiar. Mirarse a los ojos, es una metáfora que por el contexto parece significar el hecho de compartir con los otros, en segundo lugar la metáfora de mirar atrás, conlleva el significado de mirar nuestro pasado, no para desalentarnos en él, sino para aprender a cambiar. A este respecto ver el Mensaje 34. El deben entender se relaciona con el no quieren entender del mensaje 30, con la diferencia que ambos poseen diversos sujetos: Cuando se habla de no quieren entender, el sujeto implica aquellos que hacen el fuego contra el viento; mientras que en el deben entender tiene como sujeto a los hijos que encabeza el mensaje. En

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otras palabras se debe entender para ayudar a los que no quieren entender. No piensen en ustedes, sino en aquellos que salieron del rebaño,... El mirarse a los ojos no es para pensar en uno mismo, sino para salir de sí mismo y ejercer el bien a los demás. El mensaje busca cambiar la actitud de encierro en uno mismo, de pensar en uno mismo, y no ayudar de este modo al prójimo. Salir del egoísmo personal y brindarse a los demás tiene garantizada la ayuda de Dios: Dios los ayuda y los guiará a que se salven... a ellos hay que ayudar. En ambos mensajes se relacionan estas partes: En vano, en vano es todo lo que hago. (30) y ya no sé de que forma hablar, que idioma debo usar (31). Ambas partes se complementan. Por ello ambos mensajes hablan de la unidad y de la urgencia en la salvación.

Mensaje 32 Miércoles 4 de diciembre de 2002 Este mensaje nos ubica dentro de una época histórica determinada. Han existido diversas etapas dentro de la Iglesia durante el transcurso del tiempo. Dentro de ellas, cada comunidad vive realidades históricas distintas, esto motiva una respuesta de la comunidad, la cual se adapta a los signos de los tiempos. Son días de perdón y unión y respuesta. El polisíndeton (y) une indistintamente los tres elementos, los cuales se dan a un tiempo. El perdón, la unión de los que fueron perdonados, los cuales responden para que otros vayan hasta el perdón. El tiempo es corto son días... Comienza esta acción perdonando a los que no unen fuerzas. Las circunstancias históricas exigen la unidad. En él (Cristo) tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia. (Ef. 1, 7) Den culto al Señor, Cristo, en sus corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que les pida razón de la esperanza de ustedes. (1 Pedro 3, 15) Sean sinceros, fieles y honestos... Son las tres cualidades que María pide a sus hijos. Sinceridad, mostrarse como se es. Dice el

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libro de los Proverbios: Los labios sinceros permanecen por siempre, la lengua mentirosa dura un instante. (Prov.12, 19) Aquí es el adjetivo griego con la misma raíz en el abstracto αληθεια que significa verdad, sinceridad, realidad. Por su parte San Pablo emplea el término griego ειλικρινεια que es pureza, candor, sencillo, claro como el sol. Sinceridad es la humildad, tan mal interpretada en nuestros días. Para San Pablo, la sinceridad era una virtud muy importante, dentro de una cultura helénica donde como en nuestros días, señoreaba la mentira. Para él, esta sinceridad implicaba no buscar el provecho personal en lo que se decía, así lo expresaba: Ciertamente no somos nosotros como la mayoría que negocian con la Palabra de Dios. ¡No!, antes bien, con sinceridad y como de parte de Dios y delante de Dios hablamos en Cristo. (2 Cor. 2, 17)

Ser sincero ante Dios, implica apartarse del engaño, del mal: Pero temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan sus mentes apartándose de la sinceridad con Cristo. (2 Cor. 11, 3)

La sinceridad con los demás, implica crecer en Cristo: ...antes bien, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo, (Ef. 4, 15) La fidelidad, en cambio consiste en la permanencia dentro de la fe. Fidelidad es tener fe y el que tiene fe es fiel. La fidelidad es la vida permanente del hombre justo: «He aquí que sucumbe quien no tiene el alma recta, más el justo por su fidelidad vivirá.» (Hab.2, 4)

Todo don e injusticia serán aventados, más la fidelidad subsistirá por siempre. (Sirácida 40, 12) Por último la honestidad. Decía San Pablo a los Romanos: Den a cada cual lo que se debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor. Con nadie tengan otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. (Rom. 13, 7-8)

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Mensaje 33 Jueves 5 de diciembre de 2002 Se inicia el tema de la Luz, uno de los ejes de todos los mensajes posteriores, donde se irá desarrollando lentamente. Dentro de la mala grabación de este mensaje se destaca ... y lleven luz... La luz es el primer acto de Dios creador: Dijo Dios: «Haya luz», y hubo. (Gn. 1, 3). Por esto canta el salmista: Yahveh es mi luz y mi salvación,... (Sal. 27, 1) Y así es como en tu luz vemos la luz. (Sal. 36, 10) Como escribía San Juan: Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna. (1 Jn 1,5) Por esto le pedimos al Señor: Envía tu luz y tu verdad, ellas me guíen,... (Sal 43, 3) Por esto el Señor ha respondido a nuestra plegaria y nos ha enviado La Luz, como proclama San Juan: En ella (La Palabra, el Logos) estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. (Juan 1, 4-5)

La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. (Jn 1,9-10) Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.» (Jn 3,19-21)

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La luz verdadera es Jesucristo, el Logos de Dios: Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas. (Jn 12,46-46) Es entonces cuando la luz se alza para el justo, y para los de recto corazón la alegría. (Sal 97, 11) Por esto recomienda el apóstol: La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz... (Rm 13, 12) ...pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad. (Ef 5, 9) ...pues todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. (1 Ts 5, 5) Por esto destaca el mensaje: Solo verán la luz aquellos que supieron dar el amor, la esperanza y la paz... Entonces caminando en la luz lo hacemos unidos:... si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. (1 Jn 1, 7) Pero la luz no es solo para el cristiano, sino que posee vocación universal: Las naciones caminarán a su luz, y los reyes de la tierra irán a llevarle su esplendor.(Ap. 21, 24) Siempre llévenlo en el alma y a los demás.

Mensaje 34 Viernes 6 de diciembre de 2002 Dejar venir, invitar, respetar, amar son los verbos que adquieren forma de metáfora en saber leer sin escribir y saber mirar a los ojos. El ojo es el resumen del ser. «La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso;...»(Mt 6, 22) Para la cultura egipcia el ojo, udyat, indicaba la visión justa que permite ver incluso en lo invisible. Sepan mirar a los ojos y ahí encontrarán la verdad. Mirando a los ojos, se conoce el ser, el conocimiento lleva al amor y este a Dios que es la verdad.

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Mensaje 35 Martes 10 de diciembre de 2002 El mensaje se abre y se cierra con estos imperativos: valoren ... den ... reciban... Están en relación con el mensaje anterior: Dejar venir, invitar, respetar, amar. Esta semana será la renovación del alma y el espíritu. La división entre alma y espíritu la encontramos en el Magnificat: Engrandece mi alma al Señor y se regocija mi espíritu en Dios, mi Salvador. (Lucas 1, 46 y 47) Así los textos griegos usaban los términos ψυχη (psijé) y πευμα (pneuma) para traducir las dos palabras hebreas ‫( שפנ‬nefesh), el alma y ‫( חזר‬ruja), el espíritu. La renovación del alma y el espíritu se da en tres días, de esta forma es posible seguir la enseñanza del apóstol: Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto. (Rom. 12, 2) Los tres días conllevan un contenido simbólico: la resurrección de Cristo.

Mensaje 36 Miércoles 11 de diciembre de 2002 El contenido del mensaje es simple y reiterativo de los anteriores y completa el simbolismo del aceite. Solo se destaca el la vida hay que vivirla, aunque después verán lo mejor. Esta es la variante cristiana del carpe diem pagano. Vivir la vida o aprovecha el día a lo cristiano, pues luego veremos lo mejor.

Mensaje 37 Jueves 12 de diciembre de 2002 Este día se encontraban muchas personas que habían sido invitadas. La bendición se otorga luego del mensaje. Finalizado el rosario, el mensaje no había llegado, cosa que extrañó a muchos y

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pensaron que no habría bendición. Por ello, la señora Claudia, concluido el último misterio, expresó: “Yo estoy más sorprendida que ustedes...” Apenas terminó de decirlo se tomó de las manos para hacer las oraciones finales del rosario, cuando quedó dura y comenzó a transmitir el mensaje presente. Luego siguió la bendición con aceite. Terminada la misma, ella se percata que el aceite tiene olor a rosas. Al respecto decimos, que el aroma perduró en nosotros hasta muy entrada la noche. Como dice el libro de los proverbios: El aceite y el perfume alegran el corazón, la dulzura del amigo consuela el alma. (Pr. 27, 9) La dulzura de María nos consuela el alma.

Mensaje 38 Viernes 13 de diciembre de 2002 Esta es nuestra misión: Primero transmitir, pues su sangre no debe correr en vano por la imagen. Transmitir gritando que ella se encuentra en ese lugar elegido para distribuir las gracias de Dios. Segundo dar sin preguntar. Tercero mirar los que necesitan y oír los que desean ser escuchados.

Mensaje 41 del 12 de enero de 2003 No se compliquen con falsos monstruos... El monstruo complica la misión. El monstruo está en calidad de metáfora del mal. Como la metáfora resulta oscura, se aclara a continuación:... con mentiras escritas por las manos del hombre. Estas mentiras, falsos monstruos, son las que complican la misión encomendada por el Padre, las mentiras no vienen de Dios, sino de la mano del hombre cuya naturaleza explica al pie del mensaje:... el hombre es fiel, pero se confunde,... es la confusión lo que lo aleja de la Verdad, que es el Padre, allí en la mentira ¡se lastima! Por esto, lo dice antes de otro modo: Su fe quiere traerlo pero el hombre es duro... La dureza, no es de la naturaleza de la madera, sino que es de su mente, de allí que se quiebra, se lastima y lo dice en forma negativa: no es de la madera que nunca se quiebra.

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La causa de la complicación, no es Dios, sino la mentira puesto que Dios no se equivoca, pero la permite como la prueba de sus elegidos: los prueba a cada paso. Dios autoriza la prueba y nada acaece sin su providencia: Cada vez que respiren es por Dios, cada vez que se ríen, es por Dios, cada vez que una lágrima caiga y sea de tristeza, será Dios el que les ponga la mano para que no vuelva a pasar, cada vez que una lágrima caiga y sea de alegría, será Dios el que la deje correr. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. (Mat. 10, 29-30)

Esta autorización tiene una finalidad pedagógica con el elegido:... cada vez que una lágrima caiga y sea de tristeza, será Dios el que les ponga la mano para que no vuelva a pasar,...es Dios quien espera al hombre en su prueba para intervenir y ayudarlo. Dios no lo abandona. La prueba trae una dosis de experiencia para que no vuelva a pasar y entonces viene la alegría: cada vez que una lágrima caiga y sea de alegría, será Dios el que la deje correr, puesto que Dios siempre busca el bien del hombre. La prueba implica siempre una elección, entre el plan de Dios y nuestros propios planes, por ello luego de explicar el fundamento de la prueba, pasa a dar la opción: Elijan, elijan el camino,... pero Dios indica el camino para que el hombre no se lastime: el mismo es el que están. «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.» Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?» Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna,..(Juan 6, 65-68) A continuación pasa a recalcar el valor comunitario dentro de la prueba. El hombre no está solo, Dios lo acompaña en la prueba, debe elegir, pues Dios no elige por él, pero el elegido debe trabajar comunitariamente para no confundirse y ayudarse a no caer en la

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prueba: Siempre les digo: “mírense, mírense y verán la verdad”. Así, mirando, podrán verse en los ojos del hermano; asimismo lo malo que aquel tenga, ustedes lo sanarán, y su mal, Él, se lo sacará. El hecho de mirar los ojos, es el acto comunitario, hablar, ayudar, ver al otro. ¿Qué concluir, hermanos? Cuando os reunís, cada cual puede tener un salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lengua, una interpretación; pero que todo sea para edificación. (1 Cor. 14, 26) La Verdad está en la Iglesia el acto comunitario por excelencia, y en la pequeña comunidad en la que nos movemos, cuando esta se reúne en nombre de Dios. Dios ha garantizado la verdad dentro de la comunidad, de la iglesia, pues Jesucristo la acompaña hasta el fin del tiempo. La comunidad es la que sana y Dios es el que saca el mal. Los sucesores de los apóstoles, por los sacramentos, sanan el mal y la caridad cristiana hace el resto de la curación. Dios actúa por sus ministros, por su Iglesia. En la comunidad está Dios, El Dios, el Padre está aquí: Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos, (Mt. 18,20) pues Jesucristo está a la derecha del Padre. Luego pasa a detallar la consistencia de la verdad. Primero la Verdad en sentido absoluto. Ella es la Palabra, la Revelación. Esta Revelación no se concibe ajena a la Iglesia, sino dentro de ella. Es la verdad revelada: No crean en todo lo que dice el hombre. Sólo la Palabra de Dios, aquella que no fue manipulada ni usada en vano. En Él, crean en esa Palabra. Se debe discernir dentro de los dichos humanos. Cuando habla el hombre, no todo es verdad. Especifica además que la Palabra de Dios no es la que está manipulada, ni aquella que se usa en vano. Alusión clara a los farsantes de la palabra, sectas de nuestros días, que malinterpretando la Biblia distorsionan su significado, generando los falsos monstruos. Damos a continuación un simple ejemplo de lo que exponemos: En la primera columna está el texto original griego, en la segunda columna su traducción literal, en la tercera el texto traducido, tomado de la Biblia de Jerusalén y en la última columna, el texto manipulado por la Edición de la biblia llamada: Traducción Nuevo Mundo: Colosenses 1, 16

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Interlineal griego

Traducción literal

Biblia de Jerusalén

οτι εν αυτο εκθιστη

porque dentro de él fueron creados

Porque en él fueron creadas

τα παντα εν τοις ουρανοις και επι της γης τα ορατα και τα αορατα

todos los seres en los cielos y en la tierra los visibles y los invisibles

todas las cosas en los cielos y en la tierra las visibles y las invisibles

ειτε θρονοι

así los tronos

los Tronos

ειτε κυριοτητες

las Dominaciones los Principados

τα παντα

así las dominaciones así los principados así las potesdades: todos los seres

δι αυτου και εις αυτον εκτισται

por medio de él y para él, fue creado

fue creado por él y para él

ειτε αρχαι ειτε εξουσιαι

Ed. TNM

Porque por medio de él todas las [otras] cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra las cosas visibles y las cosas invisibles no importa que sean tronos o señoríos, o gobiernos,

las Potesdades:

o autoridades.

Todo

Todas las [otras] cosas han sido creadas mediante él. ---¿?---

1ra Manipulación: Comienza el texto de la TNM traduciendo εν (en) como ‘por medio de’: εν es una preposición de lugar y se usa para indicar que algo está dentro de un determinado lugar o dentro de una persona. El texto griego la usa con el sentido de que todo fue creado dentro de Cristo, puesto que es Dios: no puede usarse la frase ‘por medio de’ tomada del fin del versículo, pues ya no es una preposición de lugar sino de medio. 2da Manipulación: Una cosa es decir ‘todas las cosas’ y otra cosa es sugerir o inducir a interpretar con el corchete ‘[todas] las otras cosas’, pues si se dice ‘todas las otras cosas’ ya no son ‘todas las cosas’. Por mi parte traduje ‘todos los seres’ puesto que puede malinterpretarse en español que las cosas no incluyan a las personas, como sí lo hace el texto griego. Lo

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mismo opino de ‘las cosas visibles’ y de ‘las cosas invisibles’ puede malinterpretarse en excluir seres personales. 3ra Manipulación: ‘No importa que sean...’ El griego usa el ειτε (eite) como una conjunción disyuntiva, ya...ya, ora...ora, como lo hace la TNM con la conjunción ‘o’, pero adosan gratuitamente el verbo ‘no importa’ invención de los responsables de la edición. El verbo ‘no importa’, no es copulativo como ‘sea’ y así se cambia todo el contenido: una cosa es decir que los seres son y otra cosa es decir que no importa lo que son. Pero, la situación se torna más alevosa cuando todo el período que sigue queda subordinado por el nexo ‘que’ al verbo ‘no importa’, de modo que no importa que sean tronos..., ¿qué importancia tiene? 4ta. Manipulación: Los sustantivos Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades han sido interpretados a los largo de la historia, como nombres o categorías de seres invisibles, cocretamente de ángeles, es decir que en el texto original son sustantivos concretos; en cambio en la TNM se los toma como ideas, es decir son sustantivos abstractos, no ya concretos: tronos, señoríos, gobiernos, o autoridades. Lo curioso de todo esto, es la redundancia final: los tronos son señoríos y estos son gobiernos y los gobiernos son autoridades, ¿por qué causa es la disyuntiva con el o...o.. o también el ya sea... ya sea... si no difieren, ¿o es que no importa que sean lo mismo? O da lo mismo, es decir no importa, que al mismo tiempo sean iguales y distintos? 5ta Manipulación: Obsérvese que luego del término ‘autoridades’, se ha colocado en la TNM un punto. La oración o proposición que sigue en el texto griego, indica el resumen de lo que se dijo. El punto en la TMN inicia una ambigüedad. Se puede tomar como resumen de lo anterior, de acuerdo al texto griego o se puede tomar como idea distinta. La ambigüedad la aporta el corchete [otros], pues puede tomarse como la parte de otros que no se incluyó en la proposición anterior. De este modo se cambió todo el texto: una cosa es el τα παντα (ta panta) “el absolutamente todos” del texto griego, que resume todo lo que se dijo anteriormente, es decir, es el resumidor de un sujeto compuesto; y otra cosa es iniciar la oración con otro sujeto. Ya no son las ‘otras cosas’ anteriores, dominaciones, tronos..., ahora son ‘otras cosas’ totalmente distintas, vaya a saber cuáles, que también se hicieron mediante él, pero estas sí importan, porque no dice que no importan. El corchete [otras], se ha colocado deliberadamente para confundir lo que de por sí era sumamente claro en el original. 6ta Manipulación: Obviaron una parte de la oración: και εις αυτον (kai eis autón) o sea ‘y para él’, aclaro que no es un texto dudoso, donde aparecen manuscritos que no lo incluyan.

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Resumiendo, este es un ejemplo patente de cómo se cambia un texto, acomodándolo a la ideología de la secta, la cual niega rotundamente la divinidad de Cristo y como prueba aduce los textos de las escrituras, como el que acabamos de mostrar.

En Él, crean en esa Palabra. Nótese que no especifica la clase de Palabra. No dice crean en esa palabra escrita. La Palabra puede ser oral o escrita, puede ser transmitida por la Biblia o por la Tradición. El lenguaje nació oral, luego de mucho tiempo aparece la escritura y la escritura no existe si no se presupone el lenguaje oral. Por consiguiente sería fuera de todo sentido común afirmar la palabra escrita, contra su transmisión oral. Todo texto tiene su contexto. Hoy asistimos perplejos ante un texto desprovisto de todo contexto. Los farsantes de la palabra afirman que existe un texto, pero descartan todo el contexto que le vio nacer. La Biblia no fue escrita para nuestro contexto, de allí que no se la puede leer sin notas y observaciones contextuales. Emitir un texto desprovisto de todo contexto, es la fórmula mágica, para que las masas ignorantes acaten el contexto y el ídolo de los farsantes de la palabra. Por ello se advierte: No crean en todo lo que dice el hombre. Sólo la Palabra de Dios, aquella que no fue manipulada ni usada en vano. En el párrafo siguiente afirma la verdad no ya con sentido absoluto, sino en lo opinable y a veces relativo. En la oración, cuando dicen: “¡Padre Nuestro!”…está en el cielo, pero está en cada uno de ustedes y nadie se lo puede negar, ... En el último párrafo, explicita el valor de esa Revelación dentro de una comunidad, la cual no es estática pues implica el “mirarse” y el curarse, pero en el tiempo adquiere una dimensión histórica. El hecho anecdótico del nacimiento, no es más que la metáfora del sucederse del tiempo y de la acción de la comunidad, de la Iglesia dentro de ese tiempo. Es la interpretación de la comunidad que junto al depósito revelado emite una respuesta al tiempo, a los hechos nuevos, al hombre de esa época, porque su mente no se lo permite.

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Por último esta respuesta al tiempo, se enlaza con el inicio del mensaje, Él es el que les dio a cada uno una misión. Misión dentro de las respuestas al tiempo. Tiempo que es necesario interpretar, para que Dios no nos diga como a nosotros:... y nadie supo saber qué era... Obsérvese el verbo “saber” ha sido reduplicado, primero con valor de auxiliar, luego con valor de significado en el infinitivo. Esto lleva a la importancia de discernimiento del católico, dentro de los tiempos para “saber, saber” dar las respuestas, respuestas que vienen de la derecha del padre porque no hay poder sin reino, nosotros somos del reino de Dios y Cristo es el rey, ese poder ya tiene un Rey. Inútiles serán entonces las acciones del hombre frente este poder. Ni el más sabio, ni inteligente, ni ninguno de ustedes podrán sacarlo de ese lugar. Finalizamos este comentario entrando dentro de esta dinámica mariana de la Verdad: Hijos, mírense,… hijos, mírenme,…esto es verdad.

Mensaje 42 del 12 de febrero de 2003 Se inicia el mensaje a los presentes, que son doce, planteando nuestra presencia. A Dios no le agrada la especulación del hombre en las cosas divinas. Pasa a desarrollar la situación argentina. El país estuvo en llamas y ustedes apagaron esa llama con la oración, el amor y la piedad. La llama de diciembre de 2002 fue apagada, no por aquellos que se dicen gobernantes, los cuales dicen saber..., pero les falta mucho que aprender. Se indica el desgobierno en el cual vive el país, se dicen gobernantes, pero no lo son porque les falta mucho que aprender. Por consiguiente en el desgobierno de los que ignoran las cosas de gobierno, la llama fue apagada por ustedes... con la oración, el amor y la piedad, puesto que aquellos que se dicen gobernantes eran plenamente incapaces de hacerlo. La mano de Dios estuvo presente e impidió lo que todos creíamos que sucedería. Pero la actitud del católico en la situación política, es fiel a su Tradición a lo largo de los siglos, asumir el error y tratar de salvar todo lo que puede ser salvado, por ello: Pidan perdón por los que se equivocan.

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He aquí el gran mérito: apagaron esa llama, cosa que el gobierno no sabía hacer, pero este mérito se ve opacado por lo que sigue: Se dejan engañar con falsos dioses. La pregunta que nos hacemos, es ¿a qué dioses se refiere? Entendemos que han sucedido varios acontecimientos que así lo indican: En primer lugar una imagen sonriente se paseó por todo Buenos Aires, no el rostro de Cristo, sino el de Luis Palau, no el rostro de María, sino el de una hermosa señorita, no el rostro de los apóstoles, sino el de Juan Luis Guerra. Dioses falsos. Show que no se sabe si es espectáculo u oración o tal vez las dos cosas, porque el dios falso, por algo es falso. En segundo lugar, vivimos en un mundo donde la abundancia de fenómenos sobrenaturales, parecen aumentar. Muchas personas dicen estar estigmatizadas, muchos curadores y milagreros. Iglesias que dicen ser ‘de los milagros’. Exorcistas que dicen quitar demonios. ¿Son todos auténticos? El mensaje nos alerta: Se dejan engañar con falsos dioses. ¿Cómo hacer para prevenirse? Es necesario usar el discernimiento. Para ello es indispensable manejarse con criterio. La experiencia de la Iglesia, que transitó todas las tormentas de la historia durante dos mil años, es muy rica al respecto. Todo lo que atenta contra la doctrina de la Iglesia es falso, todo lo que atenta contra la Palabra, ya sea oral o escrita, es falso. Todo lo que se hace movido por el dinero es falso, todas las bendiciones que se dan por el diezmo son falsas. Dios no actúa por dinero. Dios actúa dentro de la hermana pobreza, como desprendimiento de las cosas materiales. Más pobre se es, más actúa Dios. Muchos pastores, harían bien en destruir el diezmo e imitar a San Francisco de Asís. ¿Serían capaces de hacer lo que dicen, abandonarse totalmente en las manos de Dios? 1

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Este párrafo causó en su momento molestias en algunos católicos, los cuales interpretaron que se hablaba de sacerdotes y obispos. Nada de esto, si se hace una correcta lectura se verá que se habla de los protestantes. Ahora bien, si realmente se vive la pobreza evangélica, no debería molestar a ninguno, excepto a quien vive fuera de las normas del evangelio.

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Vivimos hoy en la maledicencia del mundo moderno. Hoy se difama y se miente en privado y en público; y si esto se hace delante de las cámaras de este gigantesco circo que es la televisión, tanto mejor. Se trucan fotos. Se falsifican mensajes. ¿Podemos acaso creer en un programa de televisión donde la noticia que agrada se dice y la que no agrada se tira. ¿Cómo hace una persona sensata para saber la verdad, si se manipula hasta la Biblia? Por último, existe un sentido en cada uno de nosotros, que nos indica si lo que presenciamos es verdadero o falso, miremos hacia donde nos llevan. Si nos llevan solo a desembolsar dinero, es falso; si nos llevan a la oración, al sufrimiento y a la caridad, puede ser verdadero. No hagamos caso de los manipuladores y farsantes. Alejémonos del teatro religioso. Recordemos que el tiempo es el que determina la veracidad de los acontecimientos. Por esto existen estigmatizados que son desenmascarados en poco menos de un mes, milagros que no resisten la menor prueba y mensajes que con el andar del tiempo se contradicen. Todo esto es fácil exponerlo, pero difícil de vivir, es entonces cuando María viene en nuestra ayuda. Hoy, les daré una vez más, la demostración de la vida. ¿En qué consiste la demostración de la vida? En el dolor. La demostración de la vida no es el placer, el dinero, la fama, el poder y la reivindicación alocada, la demostración de la vida es sufrir el dolor con amor, por ustedes y por Dios. Con amor porque se acepta y es caridad, por ustedes y por Dios porque se sufre dentro del cuerpo místico de la Iglesia. Hoy verán las verdaderas marcas de Dios. Ustedes serán testigos. Empezarán a salir muy suaves, aquellas llagas que dicen tener, aquí estarán. Entonces Claudia mostró las manos y en la muñeca aparecieron como rosadas protuberancias similares a las ampollas, pero solo en las muñecas de las manos. Nótese que se habla de marcas, no de estigmas, Obsérvese que se emplea el plural, dicen tener, es decir, son muchos los que dicen tener las llagas de Dios, pero ¿son ellas de Dios? La expresión del mensaje afirma que más de una es falsa. Luego expone la causa del dolor:

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Que esto que hoy empezarán a ver, ese dolor, no sea en vano. El dolor tiene un fin, un objetivo: por ustedes y por Dios. Por último ofrece el Mensaje pautas de acción: 1. Pidan perdón por los que se equivocan, ya sean estos gobernantes o farsantes de las cosas de Dios, ambos son los que se equivocan. 2. Defiéndanme. No la expongan más de lo que ella da. 3. Luchen, luchen por lo que es verdad. 4. Mírenme, acá estoy.

Mensaje 43 del 12 de marzo de 2003 El tema de la bendición de la Santísima Trinidad, abre y cierra el mensaje: La bendición... hoy les daré; la bendición..., les dejo. Pero al mismo tiempo el tema de la bendición de la Trinidad corta el mensaje en dos partes: Aquellos que se crean que vinieron con sinceridad, se acercarán y recibirán la bendición. El primer tema encarado es la elección Cada uno de ustedes supieron elegir. Esta elección nos introdujo en el cuerpo místico de Cristo: Cada uno de ustedes son un pedacito de carne del cuerpo de Jesús. Nótese en cada oración que el verbo está en plural, mientras el pronombre indefinido que actúa como núcleo del sujeto precedido de un adjetivo distributivo, está en singular: Cada uno... supieron; cada uno... son. Cuando el núcleo de un sujeto o nominativo es un sustantivo colectivo y éste posee un genitivo en plural, el verbo puede ir en singular o plural. Aquí nos encontramos con una sintaxis y concordancia más teológica que idiomática. El Cada uno posee un genitivo en plural: de ustedes, por lo tanto el cada uno que forma un sustantivo colectivo, llamado el cuerpo místico, lleva el verbo en plural. Sintaxis teológica. A continuación, pasa a desarrollar el tema de la cuaresma: Ayunen. Limpien su alma. Es la cuaresma que tiene por modelo la oración de Jesucristo en el desierto: Espanten al monstruo que acecha, espanten las tentaciones. Por su parte el ayuno debe ser tal cual lo ordena el evangelio: «Cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad les digo que ya reciben su paga. Tú, en

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cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. (Mt 6,17-18) Por esto durante el ayuno: Canten cada mañana. Canten cada anochecer. El canto matutino y vespertino, recuerda el cantar del Oficio de las Horas: Laudes y vísperas. El hecho de limpiar el alma es el mandato de Jesucristo: La confesión deben recibir, puesto que para el católico, que sigue toda la enseñanza de Jesucristo, no existe otro medio para hacerlo. El tema de la oración la cual debe ser lo más importante en la vida es la bisagra entre la cuaresma y el tema siguiente: el país florecerá; pero este florecimiento está manchado de algo grave: todos sabemos que cada flor que se arranca, no vive más. ¿Qué es en este caso la flor? Así escribió el príncipe de los apóstoles: Pues toda carne es como hierba y todo su esplendor como flor de hierba; se seca la hierba y cae la flor;... (1 P 1,24-24) Entonces si la carne es la hierba, la flor es el fruto de la carne, es el hijo en gestación. El mensaje habla de la flor que se arranca, no de la flor que se corta. El hecho de arrancar es algo destructivo, brutal y violento. Por ello no permitan que arranquen una flor más de este hermoso jardín. En otras palabras, no permitamos el aborto. Observemos la segunda parte del mensaje: No dejen sacar una flor más de este jardín. El hecho de sacar, es quitar del seno materno. ¿Cómo se debe impedir esto? ¿Con qué fuerza cuenta el católico? Primer elemento, la oración, esta oración no es la protestante, oración entre Dios y el hombre, sino que se realiza en unidad: Únanse: unan sus manos unos a otros. No es la oración aislada, sino la cadena de la oración la cual se debe transmitir. Es la oración del cuerpo místico, de la iglesia, es así como sus almas se unen en una y es el alma de su Dios, puesto que somos un pedacito de carne, como lo son las flores que se arrancan y se sacan, del cuerpo de Jesús,... cada flor que se arranca, no vive más. El cuerpo místico de Cristo cierra todo el mensaje. Es la vida del cristiano, puesto que ver, sentir, escuchar son las acciones propias de la vida, del niño que nace del seno materno. Para nacer a esta nueva vida, la que se origina en la gestación de la Pascua cristiana, es necesario un proceso: primero mírense, siéntanse, escúchense a sí

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mimos y si llegan a hacerlo, me encontrarán. Algo que nunca se debe olvidar: Dios no los abandona: está en cada uno de ustedes. Búsquense, pues el hecho de buscarse hará el milagro donde Dios vendrá a nuestro encuentro, y los encontrará. La anáfora mírense unos a otros, insiste en la idea de la unidad dentro de Cristo, la unidad proporciona al cristiano el nosce teipsum (conócete a ti mismo) que tanto buscaban los antiguos encerrados en su propio egoísmo, aquí lo logramos saliendo de nosotros mismos, por esto mírense unos a otros y sabrán quienes son a sí mismos. Por último la unidad conlleva la caridad, graficada en la metáfora de acaríciense y la consecuencia lógica de todo el proceso de unidad, ...y así podrán vivir mejor, en paz.

Mensaje 44 del 12 de abril de 2003 En el presente mensaje se hace gran abundancia de verbos: El encuentro ha llegado, siempre están como estoy yo. Emplea el pretérito perfecto compuesto ha llegado, puesto que la acción ya está perfectamente cumplida. Luego el presente de permanencia siempre están como estoy, con el sujeto al final de la oración: yo. En la oración siguiente emplea los mismos verbos, estar y llegar pero ahora formando una frase verbal: está por llegar, implica inminencia próxima. En la frase verbal deben perdonar y deben ser perdonados. El verbo deben seguido de un infinitivo perdonar, ser perdonados implica una obligación de orden interno o moral. Algo que no puede eludirse. Obsérvese que ambos poseen el mismo sujeto, el primer infinitivo está en activo perdonar, el segundo en pasivo ser perdonados, ambos indican la dinámica del perdón. Ambos forman parte de la misma acción. Lo mismo sucede en El cuerpo de mi Hijo deben tener. Es una obligación moral. Un precepto esencial. Así sucede en Alma, a la que ustedes deben alimentar... El Reino de Dios está abierto, solo deben ganarlo... El uso del verbo deber con un infinitivo, se contrapone al uso de esta frase verbal: tengan que ayudar. Aquí el verbo tener no implica una obligación nacida del orden interno, sino producida por la

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coyuntura externa, de la cual depende y de la cual nace como necesidad de respuesta personal. Dos sumas de tres imperativos, le dan dinamismo al mes en curso, dos acciones bien distintas y marcadas. La primera: Comulguen, recen y ayunen, está referido a la semana santa que está por iniciarse. Los imperativos están por orden de importancia, de mayor a menor, primero comulgar, segundo rezar, tercero ayunar. El segundo lo encontramos en piensen, mediten, recen..., referido a la época de elecciones del país, también la importancia va de mayor a menor. Primero está el hecho de pensar, puesto que no se debe actuar con el sentimiento en un hecho de esta trascendencia; segundo, encontramos la meditación, la cual no es otra cosa que el pensamiento interferido en Dios, puesto que lo religioso no debe estar disociado ni ausente del pensamiento político; por último, rezar, porque Jesucristo conduce la Historia hacia su reinado. El texto posee 17 imperativos: Comulguen, recen y ayunen, piensen, mediten, recen, unan (empleado cinco veces: Únanse y sentirán. Únanse y el dolor..., lo sentirán. Unan, unan sus manos, unan sus corazones...), no envidien, sufran el dolor ajeno, pónganse en carne y alma, miren (empleado tres veces: Mírense frente a frente, mírense su alma, miren a su alrededor...). Como conclusión, nos encontramos con diecisiete imperativos propiamente dichos, con cinco mandatos de orden moral donde se emplea el verbo deber con un infinitivo, y una obligatoriedad nacida de las circunstancias históricas: tengan que ayudar. Los nombres conceptuales usados en el mensaje son: Alma (ψυχη) como principio de la vida, es el “aliento” de Dios. Espítitu (πνευμα): Modo de ser que trasciende lo vital. Carne (σαρξ): Las circunstancias concretas de la condición material. Corazón (καρδια): La inteligencia y la acción vital. Manos (χειρες): El producto de la acción del hombre. entro del contexto de este mensaje destacamos que los presentes que asistieron al rezo del santo rosario, comprobaron que la imagen lloraba sangre, percibieron un fuerte aroma a rosas.

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Mensaje 45 12 de mayo de 2003 Algunos pensadores coinciden en calificar al siglo XIX, como el siglo de la economía. El siglo del capitalismo y de la elaboración de la ideología marxista, totalmente basada en el factor económico, como eje de la historia y de la evolución humana. Por consiguiente, la política no es otra cosa que la “ancilla”, la esclava aplicación social de su eje: el valor económico. Hemos vivido un tiempo de radiante propaganda política. Todos se empeñan en explicar su propio dios: la economía, el motor de sus propias historias, dentro de una sociedad adoctrinada en el consumo, la cual vive sus peores horas, llena de necesidades y golpeada por la catástrofe. Frente a este catecismo político, la doctrina de estos mensajes sale del contexto planteando la elección: Dios o Mamón. Dios o el Dinero. El mensaje habla de un cambio dentro de nuestro pueblo: este país volvió a ser rico, porque volvieron al camino... ¿Quién es el camino? Aquel, que los une, el Salvador, el Único. Aquel, que da respuestas. Allí está la riqueza. ¿Queremos que este Aquel nos escuche? Si lo elegimos así, ese Aquel es el que escucha. Este camino conduce por la caridad: ¡Son hermanos, son todos hijos de Dios! La solidaridad manifiesta en Santa Fe, es el Camino hacia Aquel que une, que escucha, que salva. Aquel es el Único, no hay otro Camino. Aquí se inicia el desarrollo del Camino, uno de los temas centrales de esta manifestación. Posteriormente a este Mensaje, un mañana, la Señora Claudia, se despierta con un papel escrito en la mano, pensando que estaba en lengua inglesa busca alguien que se lo traduzca, objetivo que no consigue. Cuando la veo me entrega el papel, el cual se había cortado por uno de sus lados y me pregunta en qué lengua se encuentra, a continuación dejo una fotografía del papel en cuestión.

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Como se puede apreciar, es una trascripción latina de la fonética griega, no posee una sola falta ortográfica. Interpreto que este es el símbolo del Camino, símbolo usado por los antiguos cristianos durante las persecuciones, por ello coloco debajo del diseño realizado de la fotografía de un relieve hallado en las catacumbas de Priscila del Siglo II, con su anagrama competo, en letras griegas y sus correspondientes latinas.

Ι Χ Θ Υ Σ

I esus CH ristós TH eú Y iós S otér

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εσυς ριστος εου ιος ωτηρ


Mensaje 46 del 12 de junio de 2003 El mundo gira..., he aquí la definición divina del accionar del mundo: solo gira, no tiene objetivos ni caminos, es un moverse constante sobre sí mismo. Este ciego movimiento mundano trae la maldad del hombre que acecha; la maldad ocasiona el dolor. El mundo como el fruto del pecado original, tiene un responsable directo: el hombre. El hombre ha elaborado la filosofía de la lucha, con ella acecha permanentemente. Esta dinámica humana del combate conlleva el daño. Al combatir se daña, se lastima, se destruye a los demás. La necedad humana, al igual que en el pecado original, no logra percibir que se lastima a sí mismo, porque destruye y no arma. A esta dinámica humana, le sigue la dinámica divina: Dios arma y desarma pero vuelve a armar. Obsérvense los términos: Dios desarma en oposición a lo que hace el hombre destruye. Dios vuelve a armar, el hombre solamente se lastima. Los santos que viven en el mundo pero no son del mundo, quedan atrapados en el daño y la destrucción del hombre, por eso dice: el dolor llegará. ¿Qué deben hacer? Confíen en Mí, puesto que la confianza en Ella, nos llevará a cumplir esta máxima de vida cristiana: Es en Dios en que deben confiar. Entonces veremos dentro del dolor que lo que llaman horas pasarán muy lentas, pero con esperanza sabremos que habrá que pasar solo el momento. ¿Cuál es la consecuencia de este dolor sufrido por los santos, que no pertenecen al mundo y sufren dentro de él? Solo después sabrán el “por qué”. La dinámica de los santos no es un girar, este es un camino hecho, que solo debemos seguir. Caminamos por este camino cuando sabemos que la luz brillará cada día más. La misión de los que imitan la santidad de Dios es cuidar que no se opaque, que no se rompa y la dejen destruir por la acción del hombre. Por último, indicamos los últimos acontecimientos surgidos en este Centro de Oración, al cual también responde el Mensaje:

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El domingo 8 de junio de 2003, la Señora Claudia Buchet comunica a algunos miembros del Centro de Oración que algo le está por suceder, se cree entonces que se vería afectado el mensaje del 12 de junio. Esta preocupación permanece latente todos los días hasta el jueves 12. Ese día se desarrolla con normalidad y la Señora Claudia pide a los miembros del Centro de Oración que permanezcan unidos y tranquilos, pues algo le sucederá en los próximos días, piden que acompañen a su marido y tres hijos. El día 13 transcurre en una tensa calma. El sábado 14 sobre las 13 hs., la señora sale al centro de Quilmes para buscar el pan que debe dar a los chicos del comedor, el cual funciona en el mismo centro de oración. Ya no regresa. Cerca de las 14 hs., su hijo Martín recibe el mensaje de los captores: Colocar cien mil pesos en una caja para pagar el rescate de su madre. Claudia Buchet está secuestrada, como lo han sido muchos ciudadanos de este país que deben transitar el dolor, la necedad del hombre que legisla para la lucha, que destruye y nunca arma. Mientras tanto dos hombres llevan a Claudia Buchet a un automóvil. La introducen en una habitación, allí una persona revólver en mano la intimida muy amablemente. Es llevada a otro automóvil, con ella van tres mujeres y un hombre. Salen a la ruta. Luego de un tiempo de marcha un neumático sufre una pinchadura. Proceden al intercambio y continúan la marcha, cuando pasando los minutos, se percatan que se quedaron sin gas. Al poco tiempo, el auto se detiene en la banquina, la causa es que ya no tiene combustible líquido el motor. Al conductor le lleva cerca de una hora traer nafta y poder arrancar el automóvil. Salen al camino, cuando al poco rato otro neumático sufre otra pinchadura, la rueda de auxilio no está en condiciones. Demora de casi una hora en llevar el neumático para su arreglo. Cuando el automóvil se encuentra en condiciones de proceder su marcha, reanudan el camino sufriendo luego de un tiempo, un violento impacto contra otro vehículo. –“¡La Santa (Claudia Buchet), nos trae mala suerte!” –grita alguien en el colmo de la desesperación. Las horas se hicieron lentas. El esposo Nicolás De Giacomo, un trabajador despedido como tantos otros, dialoga con los secuestradores, ¿dónde reunir cien mil pesos en un lugar donde no los hay? Los secuestradores, se percatan de la situación:

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–¡El Truco nos traicionó! ¡Truco nos traicionó! – vuelven a gritar. Intentan hablar nuevamente por teléfono, cuando Claudia oye que uno enloquece y grita: –¡La yuta!, ¡avisaron a la yuta! Allí le da la orden de que baje y camine, ella encapuchada choca con el cordón y cae. Oye con claridad el ruido de un disparo que no llega a salir. Posteriormente, Nuestra Señora le revelará que el disparo salió, pero ella lo contuvo con su manto. Se levanta, se quita la capucha al oír que el automóvil ha partido. Camina hasta llegar a una ventana que poseía su cortina abierta. Le grita a una mujer que llame por teléfono a su familia. Esta, le cierra la ventana. Luego de un trecho, encuentra un hombre que le da su campera y la acompaña hasta la Comisaría de Ezeiza, son cerca de las diez de la noche. A las cinco de la mañana, luego de los trámites policiales, regresa a su casa con su esposo que pasó a recogerla. Finalizo este relato con la conclusión del Mensaje: Iré con cada uno de ustedes.

Mensaje 47 del sábado 12 de julio de 2003 El mensaje se divide en dos partes netas: La primera que presenta las “tres cosas”, los tres temas. El primer tema es la delincuencia. El delito se gesta en el odio; no se puede delinquir, si no se odia, esto es maldad y ambos traen el dolor, para el que lo recibe, como para el que lo ejerce. Pero toda acción tiene una consecuencia y en este caso es el rencor que produce en el hombre que ha sido objeto del mismo. Todo esto configura una situación, la cual a los ojos de Dios es el pecado. En el pecado unos odian y delinquen, mientras otros padecen el rencor porque fueron objetos de la delincuencia. En muchas oportunidades el reclamo acerbo de justicia sobre los reos no es más que el disfraz de un profundo rencor. El segundo tema, toca fundamentalmente a las luchas sociales y políticas, es continuación del mensaje anterior: Solamente Dios arma y desarma, en cambio el hombre lucha y destruye. Por ello no quieran desarmar si no van a poder armar y no se puede armar,

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porque es una acción que solamente Dios puede hacer; y Dios desarma, lo que quiere levantar. Las luchas sociales y políticas, traen en muchos casos una destrucción implícita, creen los hombres que la emprenden, que podrán construir de este modo una nueva sociedad, una nueva estructura acorde al hombre, libre de errores. Es todo una utopía, no quieran desarmar si no van a poder armar. El hombre que destruye es aquel que está incapacitado de construir. La actitud cristiana, es la de construir. El odio también está presente en las luchas sociales y políticas. El tercer tema consiste en el toma y daca político. Dar para recibir. Dar para reclamar. Dar para exigir después. No es cristiano. Por ello solo bríndense con el corazón. La segunda parte se inicia con las preguntas retóricas destinadas a ser contestadas en la intimidad: ¿Nos acordamos de María en el transcurso del día? ¿Qué nos distrae? ¿Dónde vamos? ¿Qué hacemos? ¿Rezamos el Santo Rosario? Ella lo dio todo por nosotros, ¿nos acordamos nosotros de ella, o solamente la recordamos en los momentos de grandes dificultades? De la pregunta se pasa a la actitud cristiana de entrega total. Entrega a ejemplo de María: dar todo, sin reclamos. La actitud de entrega une los tres temas anteriores: la entrega no es odio ni rencor; la entrega no destruye y jamás da para reclamar después. Cierra el mensaje, un hecho diario: todos vivimos expuestos con el alto índice de delincuencia, el cual nos espera en cada codo de nuestro camino, si vivimos de acuerdo al Camino, que es Cristo, solo pasaremos el momento. La afirmación solo pasarán el momento deja implícito el hecho de que estamos bajo su manto. Así, sin odios ni rencores lo habremos dado todo.

Mensaje 48 del 12 de agosto de 2003 El mensaje posee una apariencia de sencillez y claridad, si bien plantea una dinámica compleja. Solo parece presentar problemas el adjetivo o participio abierto, el cual solo puede modificar a mirar, de allí que es un mirar... abierto en sus ojos. Expresado esto en otras palabras, se trata de adquirir la verdadera mirada de María, la visión con la cual Dios ve las cosas. El ojo, o los ojos, alcanzan la verdadera dimensión de las cosas, en la luz. Sin luz no existe visión.

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La Luz aquí se encuentra en los ojos. Paradoja en la metáfora, puesto que la luz emana de sus ojos, y mediante ella podemos ver y así pasa a ser la luz del alma que ilumina a otras almas. He aquí la lucha de Dios, el gran secreto: Ver la luz, proyectar luz con los oídos al escuchar, con la voz en el consejo y con el mirar de Dios, para que la luz emitida salga de los ojos de aquel que no la posee. Como toda situación paradojal, lleva implícito un gran movimiento, puesto que el que está en la oscuridad necesita la luz, ésta busca alumbrar el ojo, ojo que al mirar, comienza a iluminar.

Mensaje 49 del 12 de septiembre de 2003 El camino, y aquí su camino, hace referencia a todas las tribulaciones a que se vio sometida la señora Claudia Buchet, conjuntamente con su familia. Los mensajes anteriores y los comentarios dieron cuenta de lo que sucedió: el secuestro, el calvario de los pasillos y oficinas judiciales, y las naturales secuelas del daño psíquico ocasionado en su persona. Aquellas lunas, es decir meses, han pasado. Existe una explicación de la palabra lunas en el texto del mensaje: aquellas que ataban su camino, porque el daño ocasionado impidió la continuidad de su misión; ahora las lunas... han pasado. Con esto, Nuestra Señora cierra una etapa de esta misión y está por abrir otra. El próximo 12 de octubre, se cumplen dos años en que la imagen comenzó a llorar sangre. Este es brevemente, el mensaje epílogo del segundo ciclo. Para todos aquellos, que de algún modo, se han aproximado a La casita de la Virgen de Luján, van las últimas palabras del mensaje: –Hijos, hijos amados, ustedes tendrán la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

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3er Ciclo 12 de Octubre de 2003 al 12 de Septiembre de 2004

"Se debe aprender del canto de la vida para que la propia sea mejor. Mis bendiciones como Madre estรกn con vosotros"

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Mensaje 52 del 12 de Diciembre de 2003 El mensaje se inicia ya finalizado el Santo Rosario, cuando ordinariamente se emite durante el mismo. Algunos pensaron que no habría mensaje, por ello su introducción: Creían que no iba a venir, si dije "acá estoy", o "acá voy", es porque iba a estar. Todos los presentes habían hecho una gran ronda tomándose de las manos, por esto dice el texto: De ustedes depende la salvación de aquel que tienen de su mano. La cadena de la humanidad se tiene que agrandar. ...aprieten la mano del que tienen al lado... El tema de la luz que alumbra el camino, aparece dentro del contexto de la preparación a la navidad. Ambos nombres son simbólicos. El Camino es Jesucristo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí..." (Jn 14,6) Es decir, no se puede llegar al Padre por Mahoma o por la Torá, se va al Padre únicamente por Jesucristo. Nótese que en la bendición final, no se encuentra el Padre. La causa de la omisión, es que el Padre espera que la humanidad vaya a Él por el Hijo Jesucristo; como la humanidad pretende llegar al Padre por otros "caminos", el Padre ya no bendice al hombre que incurre en sendas extrañas a Dios. Así lo explicó la señora Claudia Buchet al realizar un improvisado comentario de la bendición final, agregando que el Padre está enojado por esta actitud de la humanidad. El Camino, es el primitivo nombre de la Iglesia, así lo testifican los Hechos de los Apóstoles: Y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos seguidores del Camino, hombres o mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén. (Hch 9,2) Había sido instruido en el Camino del Señor y con fervor de espíritu hablaba y enseñaba con todo esmero lo referente a Jesús, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. (Hch 18,25) La luz del Camino ya está encendida,... esta luz es la que genera la cadena de manos, cadena que salva, cadena que es Camino. La luz del camino ya está encendida, en la hora que mi Hijo

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vuelva a nacer. El nacimiento del Hijo, tiene dos lecturas: Una referida a la navidad, y otra donde el adviento es la espera de la segunda venida, es ese volver a nacer en nuestros corazones. Cada uno de sus hogares deben prender esa luz y tenerla y brindarla a quien lo necesita. Nuevamente, observamos la concordancia del verbo con el genitivo del sujeto (de sus hogares), algo que sucede en los mensajes anteriores. El tema de la luz es muy rico en la simbología cristiana: Desde el origen donde Dijo Dios: "Haya luz",... (Gn 1,3); hasta donde dice: Noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos. (Ap 22,5) Por ello recomienda Jesucristo a sus discípulos: Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte... (Mt 5,14) De este modo la Luz es la verdad de Jesucristo que alumbra el camino de la humanidad hacia Dios. La navidad, es la vieja festividad del triunfo del sol. Era un acontecimiento cósmico: era el Solsticio de Invierno para el hemisferio norte. El Sol comienza allí su ascensión. Es el tiempo de luz que crecerá hasta alcanzar el cenit. Este solsticio de invierno, era considerado en el calendario romano, como la "puerta de los dioses", o el acceso al reino de la luz. Era el momento de sembrar para, más tarde, en el verano, cosechar. Cristo es la Luz, por ello la festividad de Navidad, es el triunfo de la Luz sobre las tinieblas, Luz que debe alumbrar en todos los hogares, donde reine el fuego del amor cristiano. La frase prender esa luz hace referencia a renovar ese viejo rito romano, donde se encendía el fuego sagrado. Prender la luz, escapa en la connotación moderna a encender el fuego, es la luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. (Lc 2,32) Por último la Luz está en la Madre del Hijo: Cuando estén solos, búsquenme, cuando sientan que alguien me necesita, tráiganlos, cuando no tengan fuerza,... que en vos, en vos y en aquel siempre estaré. Recuerde el lector, que en el habla rioplatense, o argentina, no se emplea el pronombre personal "tú", sino el pronombre "vos" con el verbo en forma arcaica, tal cual lo usaban los primeros colonizadores españoles. Es el "voseo" familiar argentino. El mensaje emplea el voseo. Colocando primero el verbo que está al final de la oración y

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luego los pronombres, su redacción sería: siempre estaré en vos, en vos y en aquel. El final del Mensaje expresa: no se olviden: falta poco y queda poco. Esto nos recuerda la inminencia del fin de los tiempos y el cierre del Apocalipsis: Dice el que da testimonio de todo esto: "Sí, vengo pronto." ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! (Ap 22,20)

Mensaje 53 del 12 de enero de 2004 El mensaje posee variantes en relación con los anteriores, adolece de la introducción "Hijos" que era la característica habitual. Asimismo, la despedida difiere de los mensajes anteriores: "la bendición...hoy les dará". Si en el mensaje anterior, el Padre se negó a dar su bendición, en este mensaje, Ella disimuladamente, se excusa de bendecir. Todo está relacionado, con la expresión: "no me hagan enojar". El tono del mensaje encierra un enojo contenido. El texto expresa conceptos reiterados en mensajes anteriores: • Acá estoy. Así se inicia el mensaje del 12 de diciembre de 2003. Afirmando su presencia, entre los que oraban. Hoy reafirmará la presencia en los acontecimientos. • "Se dejan guiar por falsos dioses." 12 de febrero de 2003. Los falsos dioses, son las diversas formas, con las cuales se presenta a Dios desde otros ángulos religiosos. Si no los aceptamos, es porque son falsos. • "¡Esto, es Verdad!" 9 de julio de 2002, 27 de noviembre de 2002, 13 de diciembre de 2002, 12 de enero de 2003 y 12 de febrero de 2003. El sustantivo 'verdad', aparece tres veces, número significativo: "Creen lo que no es verdad,... ¡Esto, es Verdad! No cumplen y esto es verdad." La palabra "esto", adquiere dos significados:"Esto" puede referirse a los sucesos de "La casita de la Virgen de Luján", como puede referirse a lo que continúa. Destaquemos que la Verdad, está ubicada dentro de dos verdades falsas: una es la de los falsos dioses y la otra consisste en no llevar a la práctica la Palabra que se escucha.

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"Dios está en cada uno, en vos, en vos y en todos." Concepto vertido el 12 de diciembre de 2003, lo que implica la presencia de Dios en el hombre. Concepto con el cual trabajará en las ideas posteriores. • "No puede ser que dejen que el monstruo aceche." Algo similar fue vertido el 12 de marzo de 2003. El verbo 'acechar' trae la connotación del protoevangelio del libro del Génesis (3,15): Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: ella te aplastará la cabeza mientras tú acechas su calcañar. Nótese, que el verbo acechar, tiene el mismo sonido en hebreo que aplastar (shuf ‫)ףוש‬, figura retórica reiterada en el génesis. El mensaje afirma que se permite a la serpiente acechar, y no se trabaja en aplastar. Cabe, en este punto del comentario, recordar dos episodios: El primero sucedió el sábado 3 de enero de 2004: En dicha fecha fue retirada abusivamente la imagen de la Virgen de San Nicolás del hall del Palacio de Tribunales. Un episodio que solo se concibe en los países donde reina la intolerancia religiosa. Simplemente recordemos que el 3 de enero fue el primer sábado del año, día para los católicos dedicado a María. Este es un episodio vergonzoso, que desafió abiertamente la fe católica. El segundo episodio, lo hallamos en Bernal Oeste, Obispado de Quilmes, donde en el barrio Santa María fue atacada y saqueada la Iglesia perteneciente a la Parroquia del Espíritu Santo, de acuerdo con la noticia emitida según diario El Sol de Quilmes, el 13 de enero de 2004. No esperemos que Nuestra Señora manifieste alegría. • "Sólo deben seguir". 12 de noviembre de 2003. Seguir el camino, y la senda trazada por Jesucristo, es la garantía contra los falsos dioses. Puesto que la realidad es otra, afirma lo que sigue a continuación. • "Esto es verdad", y la verdad es que...No obedecen. No cumplen. No transmiten. No puede ser que dejen que el monstruo aceche. Por último, vamos a las expresiones: "Hay una muestra muy viva y latiente que Dios existe". Indudablemente, el milagro es el sello divino por excelencia, muestra muy viva y latiente; ¿a qué hace referencia el texto? Marcos nació el 15 de diciembre de 2003.

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Según la medicina, nacía muerto. Marcos tenía hidrocefalia y los médicos de la ciudad de 9 de julio no daban ninguna esperanza de vida. Pocos días antes de nacer pesaba 1,50 kg. La madre de Marcos, se encomendó a Nuestra Señora de Luján, la imagen que llora sangre. Marcos nació en Quilmes, con 3,5 kg. fue operado y en la actualidad goza de excelente normalidad y salud. Esta narración está perfectamente documentada y es una muestra muy viva y latiente. De allí las expresiones posteriores del mensaje: La verán crecer. Verán como aprende de la Vida, porque ése es el canto a la vida. Ese es el Amor que Dios nos da.

Mensaje 55 del 12 de marzo de 2004 La iglesia fue llamada el Camino en sus comienzos, así puede leerse en Hechos 9,2; 18,25;19,9; 19,23; 22,4; 24,14; 24,22. El Camino es también la metáfora de la Verdad de Cristo realizada en el hombre. La predicación del Señor es plasmada en los evangelistas con la imagen de la Luz: Mateo 4,16; Lucas 2,32; Juan 1,4... Dos son las metáforas: Camino y Luz; dos las acciones de Dios: entregar y confiar; dos son las metas en el tiempo o las finalidades: la sangre derramada y la purificación del alma; dos son los testimonios: el del Camino y el de la Luz; así como siempre son dos los testigos. En la ambivalencia: Ya llega, el día, donde el alma se purifica, encontramos el día, como la Pascua y el día como esa Luz que purifica. Las metáforas adquieren categoría de Iconos; Icono en el sentido, de un ser, hecho a la imagen de Dios: Ustedes son el Camino... Ustedes, son la Luz. Por último, se define la misión de María. ¿Para qué son los mensajes? Mis ojos los ilumina. El ojo se toma en la temática de los mensajes anteriores, como la visión correcta, del tiempo y de las cosas. Pero al mismo tiempo, es el ojo que ilumina: los ilumina, en su conjunto, en su Iglesia; pero también ilumina a cada uno al pasar. De acuerdo con el habla rioplatense, el verbo concuerda con su objeto cada uno. Ella ilumina a la Iglesia como Reina y a cada uno que ingresa en el Camino, de allí el verbo en singular. Así la Iglesia queda iluminada y la persona recibe la Luz. Finalidad de los

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mensajes marianos: iluminar el Camino, Camino que son ustedes, que somos nosotros, que lo transitamos.

Mensaje 58 del miércoles 12 de mayo de 2004 Durante la pascua del 11 de abril, una vela encendida, comenzó a circular entre los presentes, "la Luz está encendida", decía el mensaje anterior. Esta vela peregrinó por el domicilio de los presentes, sin ser apagada en ningún momento, tal como lo pedía el mensaje 57: "Ustedes son los que hoy deben tratar de que esa Luz no se apague." Muchos se ofrecieron para recibir dicha vela en sus casas y cuidar su luz, pero pocos fueron los que lo hicieron. El presente mensaje da la explicación del hecho simbólico cumplido a lo largo del mes, hecho simbólico, tal como lo realizaban los profetas en el Antiguo Testamento. Al respecto puede leerse como ejemplo a Ezequiel 24, 1-14.

Mensaje 59 del miércoles 12 de junio de 2004 ¡Hermoso el himno y el canto a la vida! Así llama al rezo del Santo Rosario, aquello que va más allá de esta tierra. Continúa el tema de la Luz ya desarrollado en el mensaje anterior, el cual se abre y se cierra con la reduplicación: ¡Feliz, feliz! El primer ¡Feliz, feliz! se refiere a la felicidad que le produce el canto a la vida y que el camino siga; en cambio el que cierra el tema, se refiere principalmente al cristiano que recuperó a otro hacia el Camino. De esta manera la metáfora de la Luz se une con la del Camino, fijando una misión: Tienen que recuperar aquellos que se pierden cada día más. No falta la mención a la justicia divina: Aquel que sabe y reconoce todo aquel que hace el bien y la opone a la necia justicia humana: En la tierra no se dan cuenta. En definitiva, la tranquilidad nace de Dios que sabe quien está en el camino y quien no. Por último, la felicidad nace de recuperar aquellos que se pierden cada día más, tal como lo expresaba Santiago en su carta: "...sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados." (St 5,20)

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Mensaje 60 del 12 de julio de 2004 Cristo ya está entre nosotros. El verbo está en el presente de indicativo, indica una acción presente y el adverbio ya, refuerza la idea de acción cumplida en el momento actual. No se encuentra el verbo en futuro. No es un Cristo que estará entre nosotros. No es algo que está por suceder. El hecho cumplido del ya está promueve la necesidad del no se queden afuera. Quedar afuera, es una expresión argentina popular, usada casi jocosamente para indicar que algo de envergadura se está por formar o se ha formado y de lo cual no se participa. Quedarse afuera es la determinación de aquel que se aisló de algo importante. Del quedar afuera brota la orden: entren. Si se queda afuera, es por propia decisión, no porque se aisló a la persona que deseaba ser protagonista. El hecho de entrar, es porque no existe otra cosa que pueda traer la salvación del que está afuera. Lo único que trae salvación, es el hecho de estar con Él, con Cristo. El segundo párrafo manifiesta la doble naturaleza de Cristo: Hijo del Padre, o sea de naturaleza divina y mi Hijo, encarnado en la condición humana, Hijo de María, que es la que habla. El que sabrá guiarlos en la verdad muestra la Persona única de Cristo. Como verdadero Dios y verdadero hombre, puede hacer humano el conocimiento divino y ofrecerlo a los hombres: la única verdad. Nos hacemos la pregunta: ¿Por qué es la salvación?, y el segundo párrafo nos da la causa, porque es la Verdad, porque Él guía en la verdad. Entrar y estar con Él que ya está entre nosotros es lo único que trae la salvación y es salvación porque guía en la verdad. En el tercer párrafo se nos presenta la misión de salvación del Hijo: Es enviado por el Padre a los hombres, pero los suyos no lo recibieron y el mundo no lo conoció (Juan I); los hombres juzgaron a quien traía la verdad del Padre y lo condenaron a muerte, porque la verdad del Padre no coincidía con la de los hombres. Proceso este que se repite a lo largo de la historia en la persona de aquellos que sostienen la fe en Jesucristo. Él resucitó, se encuentra a la derecha del Padre y volverá para juzgar a los hombres.

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Recalcamos que el mensaje dice que Él sabrá quien merece estar a su lado, como vemos no se emplea la palabra juicio, si bien la hallamos implícita en el conocimiento del que merece estar a su lado; esto alude directamente al evangelio de San Mateo 25,34: "Entonces dirá el Rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo". Hacemos notar que en el mensaje, simplemente los coloca a su lado. La sencillez de expresión evita posibles fantasías y divagaciones sobre este tema. Este Juicio implica una necesidad, y vuelve a reiterar la expresión popular: no queden afuera, ahora con el sentido de no estar a su lado, necesidad de ver la Luz de la Verdad, que es Cristo y entrar con Él. ¿Quién merece estar a su lado? El que supo escuchar (leer al respecto mensaje 23), el que no se quedó afuera, el que fue guiado en la Verdad. Dentro de la misión de Cristo, destaca el mensaje en primer lugar, la de conducir al hombre dentro de los feroces momentos de su historia, de allí la expresión el que sabrá guiarlos en la Verdad; en segundo término la del Juez: Él sabrá quien merece estar a su lado. La pregunta que a esta altura del mensaje, puede hacerse es la siguiente: ¿Dónde está Él? Ubi est? ¿Dónde debemos entrar? Para ello se expresa sintéticamente en la cuarto párrafo: Él está en cada rincón, en cada lugar que se escuche la oración. El hecho de escuchar la oración implica rezo en voz alta, rezo comunitario. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mt 18,20) Dentro de las oraciones, la oración por excelencia para los fieles es el Santo Rosario orado en comunidad, allí, donde se da este canto a la vida (mensaje 59), está Él. Entren. Una vez dentro de la oración y de la comunidad que ora el Santo Rosario, existe otro lugar donde se encuentra y allí se impone otra necesidad: El pan en la mesa no debe faltar. Para evitar malas interpretaciones aclara que dicho pan es Él, Cristo, su cuerpo, su alma. No es un símbolo, es una verdad, una realidad. Pan que luego de ser comido está en cada uno, por ello no debe faltar. Por esto quien come de este pan debe confesar primero sus pecados y arrepentido de ellos debe cambiar de vida, esa vida por la que Él nos guía. Continúa el mensaje ordenando una necesaria recomendación: esto debe saberse transmitir.

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Finaliza el mensaje con la alusión a la naturaleza única de la Trinidad: Él estará en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El verbo estar se encuentra en futuro: estará, el sujeto es nuevamente Cristo, que estará en el nombre de la Trinidad. Está y estará. Estará es la última palabra del mensaje. El verbo estará posee el adverbio antepuesto siempre, expresión que indica permanencia, inmutabilidad, eternidad. El verbo estará puede unirse a las primeras palabras del mensaje: el día ya llega, el día en que Él estará. Mientras el día ya llega, expresión que implica una cercanía a la llegada, lo vemos por anteponer el adverbio ya al presente de indicativo del verbo llegar. Este es el día en el que también siempre estará. ¿A qué día se refiere? Debemos deducirlo del contexto del mensaje, por ello debemos decir, que es un día clave en la historia de salvación, día al que la Madre del Salvador exhorta y prepara como en el siguiente mensaje, día inminente en su próxima llegada, donde todo aquel que sea sorprendido en dicho día afuera, no se salva.

Mensaje 61 del jueves 12 de agosto de 2004 El mensaje se produce finalizada la corona del Santo Rosario, durante sus preces finales, cuando los presentes se tomaron de la mano. Esto motivó que algunos pensaran que no habría mensaje. Esta vez, el mismo elude el encabezamiento acostumbrado de "Hijos"; esto sucede cuando Nuestra Señora no se manifiesta alegre por lo que sus hijos hacen, lo mismo hace en su cierre, elude intencionalmente el término "bendición", a pesar de estar implícito, tal cual lo ha hecho otras veces, en similares circunstancias. En el primer párrafo se encuentra la suave ironía inicial: "Hago como ustedes". Esta expresión es el reproche a la actitud humana: acordarse de Dios cuando lo necesita e inmediatamente olvidarse de Él. De la amarga ironía inicial pasa a la actitud de Dios, reflejada en María: Yo siempre estoy. Si su Hijo es el Yo Soy, utilizado en el evangelio de San Juan (Jn 8,58), María es el Yo estoy. He aquí la diferencia entre la madre (estoy) y Jesucristo (Soy). Ante esta definición de la esencia divina y la presencia mariana,

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marca entonces la torpeza de la actitud del hombre, que ni es, ni está y solo acude a Dios cuando lo necesita. He aquí la firme actitud mariana de permanencia constante reflejada en el adverbio siempre, presencia al lado del hombre, aunque el hombre se olvide de Dios. Luego el mensaje coloca un espejo: ¿Qué sucedería si Dios actuara como lo hace el hombre? Actitud que a veces Dios toma, para despertar al hombre e inclinarlo al amor de Dios; actitud que Dios emplea para que el hombre se incorpore al Yo estoy y de esa forma pueda participar plenamente del Yo Soy. Este es el significado del "hago como ustedes". De la ironía se pasa a la enseñanza: "De la mano quería que estén", o también con el hipérbaton ordenado: "quería que estén (tomados) de la mano". El tomarse de la mano, es un hecho simbólico, que el mensaje descifra a continuación: "La Cadena es de la oración," también ordenando el hipérbaton: (Ésta) "es la cadena de la oración." La reduplicación siguiente "sigan, sigan" incita a proseguir con la cadena de la oración, la oración en unión comunitaria, donde se hace presente el Yo Soy, el cual es el camino por el que van, y señala que este camino del Yo Soy, es el único para llegar a Dios: sólo así llegarán a Dios.

Mensaje 62 del domingo 12 de Septiembre de 2004 En esta oportunidad, se repartieron trece velas para darlas a trece mujeres presentes. Ellas son las "Guardianas de la Fe de la Virgen de Luján en Quilmes". Luego por mandato de Nuestra Señora, se leyó el Evangelio de Juan 13, 1 al13. Con este mensaje Nuestra Señora cierra el Tercer Ciclo:12/10/2003 al 12/09/2004.

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4to. Ciclo 12 de Octubre de 2004 al 12 de Septiembre de 2005

"Todos ya conocen mi casa como yo conozco la de ustedes, solo queda terminar de recorrer el camino y seguir hacia adelante. ยกDios los espera!"

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Mensaje 65 del 12 de diciembre de 2004 Anterior al mensaje, se realiza una acción simbólica. Ante los presentes, se toma agua corriente en un recipiente, al cual se le echa un poco de aceite, aceite empleado para los usos domésticos. Desafiando todas las leyes de la química, se observa que el aceite no flota sobre el agua, sino que se fusiona con ésta. La señora Claudia, pasa a impregnar las manos de todos los presentes con dicha fusión. El significado de dicho acto, lo hallamos en el mensaje. Es el "armar y desarmar" que proclaman los mensajes anteriores, acción, sólo reservada a Dios, porque el hombre destruye. La fusión de agua y aceite marca el inicio de una nueva Comunidad. De allí el significado de ¡Felices, los que han entendido!, y ¡felices aquellos que han encontrado el Camino! Así, la acción simbólica de la toma de manos, da la señal de Comunidad, Comunidad diseminada en la distancia: un pedacito acá y otro allá, y otro y otro... Esta es la distancia, a la cual nuestros escritores del siglo XIX, llamaban el "desierto". Comunidad que vive en el "desierto", término, empleado en el Apocalipsis (12, 6), donde la Mujer huye al desierto cuando es perseguida por el Dragón. El armado de la Comunidad, es voluntad de Dios, pero la acompaña el hombre: Mi Hijo... está haciendo que ustedes armen una nueva comunidad.

Mensaje 66 del 12 de enero de 2005 El mensaje posee un tema central. La presencia de La Serpiente Antigua entre el hombre que se ha dejado seducir por ella, en franco contraste con la Misericordia Divina. Primero se presenta al Dragón, actuando dentro de los Servidores de la Virgen, donde su objetivo consiste en destruir la Misión que se está formando. Segundo, su presencia en el hombre de nuestro tiempo, que ha perdido todos los parámetros y valores culturales que sostenían la sociedad de otros tiempos. Cuando dice: "Ella ya lo dijo, ya no le importa la propia sangre, no le importa ni lo que dirán", alude a la charla del inicio del Rosario. Claudia pide ayuda por una niña que

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acude al comedor, sus padres adictos a los estupefacientes, mataron al hermanito, es decir, a su propio hijo, y lesionaron gravemente a la niña, su propia hija. Los padres están presos y la niña debe hacer costosísimos tratamientos de rehabilitación. La salud, como toda obra que construye el hombre, también está sometida a la seducción de las riquezas, pocos la han puesto al servicio del prójimo, si así fuera, otra actitud se tomaría con la pobre niña, desamparada. Tercero, la acción maléfica del Dragón dentro del mundo, donde las catástrofes no son de origen divino, sino que son de "aquel que quiere destruir, todo aquello que Dios creó". "Dios no destruye". Aquí se alude a dos ejemplos acaecidos últimamente. Las aguas que se enojan y se mueven y destruyen. Tragedia del Sudeste Asiático. El polisíndeton empleado, como en la primera parte, da idea de acción reiterada y continua. El segundo ejemplo se introduce con la frase "El fuego cada vez calienta más," alusión directa al incendio en la discoteca de Buenos Aires. Esta tragedia que causó más muertos y casi tantos heridos como el atentado de Atocha, suceso que también puede estar aludido cuando dice: "están dejando que aquel monstruo de tantas cabezas aceche y destruya cada lugar del mundo". El monstruo de las siete cabezas, es aquel que representa la organización humana engendrada directamente por el Dragón, que se manifiesta a través de ella. Cabe recordar declaraciones de los que lograron escapar de la discoteca, el incendio se inicia mientras la canción hablaba sobre el infierno... Mientras tanto ¿qué hace Dios? Espera la conversión del hombre, el cual lo ha desterrado de su vida diaria, no le da cabida y vive los postulados opuestos a su enseñanza, y en consonancia con la Serpiente Antigua, desea engendrar un mundo al margen de las leyes naturales, produciendo un desorden natural a gran escala. Esta es la reafirmación patética del pecado original, la generación de la bestia de siete cabezas. A esto se opone la Redención Divina, la espera paciente de Dios, no implica la supresión del juicio: "Él vendrá a juzgarnos, sí,..." Es la misericordia divina que "les está dando mucho, muchas oportunidades". Categórica es la parte final: "Dios no castiga, Dios los ama". Nos recuerda la definición divina que da la Primera Carta de San Juan (4,8). "Dios es 'αγαπη'" (agápe), es amor de benevolencia, es amor de buena voluntad, es el amor que da la vida por el hombre.

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¿Qué debemos hacer? Oración y caridad: "¡Recen! ¡Pidan! Extiendan su mano y ayuden".

Mensaje 67 del sábado 12 de marzo de 2005 El mensaje se formula catorce días antes de la Vigilia Pascual. Los temas cuaresmales se desarrollan a lo largo del mismo. El llamado a la conversión es permanentemente reiterado, siete veces se utiliza el verbo "limpien", número que indica perfección, es la limpieza total, es la conversión del hombre. Es el camino "cómodo y ancho" que lleva a la luz, palabra reiterada cinco veces, una por cada llaga de Jesucristo y que aparece al final del mensaje, como la meta y el fin del camino, indicando la victoria del reino futuro de Cristo: "verán la luz, la luz del sol siendo de noche. Verán la luz, la luz de la vida, habiendo muerte, verán la luz de la humanidad y la del alma". La metáfora inicial "pedacito de cielo", "una nube", "algo, que se va entre los dedos" hace referencia al mundo espiritual, mundo ajeno a la cultura postmoderna, porque no se lucha para obtenerlo; metáfora que se devela en la expresión "la riqueza del alma". El tiempo irrumpe en el centro del mensaje: "Ahora es hora", es el día, son los días que anteceden a la pascua, porque habrá un "mañana" que puede "ser en vano", porque el dolor de Jesucristo no fue apreciado por la humanidad como redención para el hombre. Es entonces que "muy pronto", expresión reiterada tres veces como número trinitario, llega el final de camino, para aquellos a quienes el "Dios Hijo ...vendrá ... a tomarlos de la mano". Esta expresión es el fin del camino, es la luz final que presenta el mensaje, es la venida gloriosa de Cristo sobre el mundo, es el juicio a las naciones que buscaron su economía y despreciaron la sangre del Cordero, es el día de YHWH anunciado por los profetas. La evidente antítesis entre la acción indolente del hombre que motiva las preguntas ¿fue en vano su sangre?, ¿qué es lo que pasa?; se opone visiblemente con la actitud de Dios, a quien "no importa el dolor, no importa la sangre, ni la traición" que el hombre le infligió, puesto que solamente lo ama, estas actitudes producen el gran contraste central del mensaje. La referencia a la contemplación del dolor de Jesucristo, en su Pasión y Muerte, la hallamos donde dice: "Son días de dolor". Luego

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hace referencia a las llagas que a partir de este lunes 7 de marzo, se abrieron en la Señora Claudia y volverán a cerrarse luego de Pascua. El significado de estas llagas se explicita en el mensaje: No hacer vano la Pasión y Muerte de Nuestro Señor, las llagas visibles, son el espejo de las llagas y el dolor de Jesucristo. Curioso es el uso del verbo en voz pasiva: "mi Hijo, fue puesto en una cruz", donde el sujeto paciente "mi Hijo", sufre los efectos de la acción: "fue puesto en una cruz", pues la voz pasiva del verbo, posee poco o escaso uso en el habla argentina. Aquí la sintaxis parece acompañar el sufrimiento del Hijo. La expresión "confiesen todo aquello, el rencor hacia el prójimo", nos recuerda el pasaje de San Mateo: "Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda". (5,23-24) Por último surge el tema del ayuno, donde se recuerda las primitivas enseñanzas del cristianismo, tal como lo expresa El Pastor de Hermas, libro escrito alrededor del año 150 de la era cristiana: "En el día en que ayunes no probarás sino pan y agua; y contarás el importe de lo que habrías gastado en la comida aquel día, y lo darás a una viuda o a un huérfano, o a uno que tenga necesidad, y así pondrás en humildad tu alma, para que el que ha recibido de tu humildad pueda satisfacer su propia alma, y pueda orar por ti al Señor. Así pues, si cumples así tu ayuno, según te ha mandado, tu sacrificio será aceptable a la vista de Dios, y este ayuno será registrado; y el servicio realizado así es hermoso y gozoso y aceptable al Señor." (Parábola quinta, Cap III, Nº 56)

Mensaje 68 del 12 de abril de 2005 Han pasado diez días de la muerte del Pontífice Juan Pablo II, “aquel que fue mandado a la tierra a descubrir los secretos del cielo”, pero que no fue seguido, sino que “ustedes, la humanidad, le hicieron callar”, hoy, la gigantesca figura de este pontífice, uno de los más grandes de la historia, quien cierra y abre toda un época, “está sentado junto a nosotros”. El nuevo pontífice, “aquel, que venga en su lugar”, no estará a la altura del mundo convulsionado

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que deberá enfrentar, o sea, “no sabrá cómo seguir”. Por lo tanto la consecuencia es evidente: “acortará los tiempos y acortará la vida”. Interprétese la palabra vida en los sentidos que la misma inspira. Es mandato divino, desde todos los tiempos y sobre todo en el tiempo de los tiempos, como en el fin de los fines, velar, estar preparado, por ello “confíen, confíen en Dios, reciban su don, su pan, su sangre, confiesen , limpien su alma.”,... “porque ya el lugar está preparado”. Nuevamente se hace referencia a la pronta segunda venida del Salvador: “Una vez que pase a su lado y le estire la mano, aquel que se la brinda irá con Él”, los indecisos, los que persistan en su vida de pecado, los que no velan, o sea “aquel que lo piense, solo quedará.”

Mensaje 69 del 12 de mayo de 2005 El encabezamiento del mensaje va dirigido a los Hijos de la Santísima Trinidad. Como lo anunció en el primer mensaje , los hijos son protegidos por su manto, imagen de la gracia divina, que pasa por sus manos; pero la protección no es suficiente si no se cumplen con los mandatos divinos, es decir con las reglas de Dios. Nuevamente insiste en limpien su alma, una recomendación hecha en los dos mensajes anteriores. Alusión hecha a la Confesión ante el sacerdote, única persona autorizada por Jesucristo, para llevar a cabo este cometido. El reflexionen, en la humanidad, es aquí explicitado: El hombre, la humanidad inmersa en la cultura modernista donde lo económico es el origen y fin de todas las cosas, llamado el materialismo se manifiesta en las costumbres que se arrastran dentro del orden religioso. La idolatría materialista del mundo moderno, el dios dinero, el dios interés, el dios egoísmo, el dios de lo que me conviene y me interesa, el dios exigencia, el dios de lo que me gusta, el dios protesta y contestación; todos ellos forman de derechas a izquierdas, el nuevo panteón de nuestra cultura, la cual proclama eufórica, el triunfo de la materia sobre el orden espiritual, de la mitología materialista, sobre la auténtica realidad. Esto se arrastra dentro del orden religioso, y es Nuestra Señora que pide se reflexione y se abandone, busca la conversión del hombre, la

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reversión de estos valores idolátricos. No creer en el dios interés, sino en el Dios trinitario. Vencer la idolatría del mundo material, por el Dios verdadero, el Dios Padre Todopoderoso (Παντοκρατωρ),del Hijo y del Espíritu Santo, y aquí la contracción "del" que figura en ambos casos, indica la unidad existente. El párrafo final, es un llamado desesperado ante los hijos que no obedecen, que se desentienden, ante una humanidad sorda e idólatra, por ello dice les suplico de rodillas. Es la protectora de la humanidad, quien se arrodilla y hace el pedido patético y desesperado para la reflexión. La pausa entre reflexión y humanidad, hace ambigua la reflexión, para que se interprete, ya como reflexión propia o como reflexión de una cultura que lleva al hombre a su propia destrucción.

Mensaje 70 dado por Jesucristo el 12 de junio de 2005 El mensaje es una rúbrica a todos los mensajes anteriores. Así encontramos el tema de la protección en el manto de Nuestra Señora (Mensaje 1 del 31 de octubre de 2001), el tema del Camino, el cual aparece en 17 mensajes, y la limpieza de los pecados, realizada por la confesión ante el sacerdote, tema insistente en los últimos mensajes. El texto brinda su aliento a continuar por el Camino señalado por el Espíritu, donde se hace referencia al rápido crecimiento de los que acuden al mismo y por ende tranquiliza, indicando que este crecimiento, no se basa en razones de orden humano, sino que va de la mano del Espíritu Santo.

Mensaje 71 del martes 12 de junio de 2005 El mensaje se desarrolla, bajo el mandato de estar todos tomados de la mano, de allí la cadena a la que se hace referencia, en un lenguaje casi lírico, donde una mano penetra dentro de la otra, uniendo la sangre en la hermandad basada en el amor, perdón, y felicidad. El texto menciona cuatro veces la palabra "cadenas", abriéndose y cerrándose en la "felicidad", donde en la felicidad, queda encerrado el amor y el perdón, luego de oponerlos a la justicia

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y el rencor. Justicia y rencor, que en nuestro país parecen que van unidas y donde por momentos, quienes reclaman justicia, no sabemos si lo hacen por el rencor que anidan en lo más profundo del corazón. La cadena se define como perteneciente a la humanidad, dado que sin el amor y sin el perdón, el hombre se autodestruye; perteneciente a la nueva Iglesia, indicando que el amor y el perdón la hacen renacer por la fuerza del Espíritu a sí misma y por último, cadenas de la Fe. Posteriormente Nuestra Señora ordenó leer 2 Cor. 4,16 a 5,21. El texto se entrelaza con las expresiones del mensaje, donde la casa se identifica con la tienda de la carta de San Pablo y tanto el mensaje como la lectura concluyen con el mismo pedido: limpiar el alma con el sacramento de la confesión. Al mismo tiempo, el texto leído, enlaza con los misterios dolorosos que se meditaron en el rezo del Santo Rosario.

Mensaje 72 del viernes 12 de agosto de 2005 El Mensaje debe acompañarse con la Lectura de Juan 1, 1 - 18. Uniendo Lectura y Mensaje, se deduce el paralelismo entre Juan Bautista y Nuestra Señora. San Juan Bautista preparó la primera venida de Jesucristo y dio su testimonio acerca de la Luz que se aproximaba entre los hombres, predicando el arrepentimiento. Nuestra Señora, prepara la segunda venida de su Hijo y da testimonio entre nosotros de la Luz que brilla en las tinieblas de la apostasía de la modernidad, predicando la conversión y preparando la Nueva Creación. Por ello los recurrentes mensajes solicitando limpiar el alma, confesando y comulgando. Este es el camino para llegar a Cristo, no existe ningún otro. La llegada de este camino es la "puerta del cielo", llegada para reinar con Cristo en su segunda venida. Este camino no es una opción, no es una posibilidad solo para algunos, no es una veleidad, es una necesidad posible para todos, por ello dice que "todos deben llegar". Frente a esta segunda venida de Cristo, el Padre es quien pone la Nueva Creación a los pies de su Hijo, por ello la bendición es de Dios Padre, pues por su gracia llegamos hasta ella.

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Los que no limpian su alma no pueden reinar con Cristo, ni serán lavados en la sangre del Cordero (Ap. 7,14), el cual está a las puertas y dice: "Sí, vengo pronto" (Ap.22,20).

Mensaje 73 del lunes 12 de septiembre de 2005 El mensaje se inicia como una clara intercesión de Nuestra Señora ante el Padre. Intercesión por los pecados del hombre, pecados emanados por no aprender o aprehender el amor divino, desecharlo por desconfianza y permanecer en el error. Los cuatro vientos, los cuatro puntos cardinales de la tierra han oído, pero no recogido este grito para que el hombre se entienda consigo mismo, se respete y se ame, porque esto es el resultado de la salvación y porque esto indica la acción de Dios. Los cuatro vientos de la tierra tuvieron el derrame de las manifestaciones marianas y fueron un grito de la presencia divina. Se desconfió de ellas, por no aprehender el amor divino. Se han equivocado y este derrame está por terminar. En este fin de la misión, en este fin del derrame, Dios adolece del compromiso de los hombres. Esta falta de compromiso, señala el pecado, el cual no se da por confusión sino por eludir el compromiso; no es un problema intelectual, sino de confianza en Dios; es un mal planteo de fe total, lo cual nos recuerda a San Lucas en su evangelio (8,8): "Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?" Por contrapartida, el único amor que nos ama sin desconfianzas y plenamente comprometido, es el amor divino. "Perdona sus pecados", ¿pero qué pecados? Los pecados de desconfianza. Los que esto hacen, saben bien lo que están haciendo, no están para nada confundidos, pero se equivocan. El pecado es la falta de aprehensión del amor divino, es no confiar en Dios, es no hacer lo que Dios quiere y no querer lo que Dios hace. "Perdona sus pecados", los que no son propios de la confusión, sino del amor interesado y egoísta, que nace en la bajeza de todos los hombres, el cual no es otra cosa, que el disimulado intento de una manipulación subjetiva de Dios. ¡Perdónanos Señor!

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5to. Ciclo 12 de Noviembre de 2005 al 12 de Septiembre de 2006

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Mensaje 80 de N. S. JC. del 09 de abril de 2006. Como en los Mensajes anteriores, este es un dictado de Claudia Buchet de lo que N. S. Jesucristo le fue diciendo lentamente. Se inicia con elementos del orden concreto, elementos de la experiencia reciente: comer pan y tomar vino en forma netamente simbólica, para pasar luego a descifrar el símbolo, símbolo que es calificado de alma cuando por medio del sacramento es signo. ¿Cuál es el alma de la Iglesia? El mensaje afirma que el pan es la carne (sarx , σαρξ) y "la sangre es la Vida" es la (ζωη) dsoé, de la cual habla San Juan. (Cfr.Jn. 1,4 y 1Jn. 1,2) Es la carne y la sangre de la Eucaristía, donde el símbolo de una simple acción se transforma por el sacramento en signo real. Pero acontece que la Vida es la Luz (fos, φως) de los hombres (Cfr. Juan 1,4). Cuando se recibe a Dios, se recibe la Luz que ilumina los hombres, pues Dios es Luz y la Luz se irradia en acción misionera. Esa acción de Luz, ese caminar con la Luz, ese llevar la Luz a los que viven en las tinieblas es el "Camino (odos, οδος) de la Luz" del que habla el Mensaje. De esta manera tenemos completo la síntesis joánica de Jesucristo: "Yo soy el Camino(odos, οδος), la Verdad (que es lo que aporta la Luz) y la Vida."(Juan 14,6) Ese Camino de Luz ha sido marcado en los viajes misioneros de Nuestra Señora, de allí la voluntad y el mandato expreso de N. S. JC. a todos los presentes: "sigan recorriéndolo". El adverbio "pronto" que le sigue, hace referencia al "Vengo pronto (tajy, ταχυ)" del Apocalipsis (22,20) cuyo adverbio es usado simbólicamente siete veces en el libro. Si bien este no es un "pronto" sino un "muy pronto", señalando lo efímero del tiempo restante. El "muy pronto" hace referencia al pasaje de la Última Cena a la Cena Eterna. He aquí condensado magistralmente el Misterio de la Eucaristía. La "última" cena se contrapone a la eterna cena y al mismo tiempo la "última cena" es signo real de la cena eterna, pues quien participa de esta "última cena" ya está participando de la cena perpetua, donde ya no habrá día ni noche. "Noche ya no habrá" dice el Apocalipsis (22,5) y si no hay noche no habrá día como el mismo

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Apocalipsis insiste diciendo que las puertas de la Jerusalén celestial no se cerrarán con el día, pues allí la noche no existe. (21,25) ¿Pero cómo es este Misterio de la Cena? Damos sentido al término Misterio como acciones y decisiones divinas, que son inescrutables por ser libremente decididas por Dios. El resto del Mensaje pasa a explicarlo. Comienza explicitando el Cuerpo, el soma, (σοµα) es el que posee vida, cuando pierde la vida, el cuerpo se objetiviza y se transforma en carne. "La carne no sirve para nada", afirma el evangelio de San Juan (6,63) Este es el fruto de Adán, pasar del cuerpo a la carne, pasar de la vida a la muerte, sabiendo que la muerte corporal será el último enemigo en ser destruido (1Cor. 15,26). Lo que irá "muy pronto" con Jesucristo, no es la carne sin vida, que es el fruto de la victoria del pecado, sino el alma que es el pan, ese pan de la última cena, el pan que ha dado la vida al alma, esperando la victoria final de la resurrección de la carne. El párrafo siguiente es un condensado lleno de simbolismos sobre el Misterio de la Redención. El llanto del Padre al ver a la humanidad esclava en las tinieblas del pecado original, es el agua del bautismo. Pero dicha agua bautismal se transforma en el vino de la eucaristía. No puede persistir el bautismo sin eucaristía, ella es el complemento lógico del bautismo. Dicho vino por el sacramento no es otra cosa que la Sangre. El llanto del Padre hizo que el Hijo derramara la Sangre para redimir al hombre. El llanto es el agua bautismal que nos libera del pecado y el vino es la sangre, que nos devuelve la vida en su plenitud (πληρωµα). Ya lo dijo al inicio, "la sangre es la vida" y si no se bebe la sangre no se puede tener vida (Juan 6,53). Ahora bien, esta Cena Eterna "que nunca terminará" es la devolución de la sangre. ¿Qué significa esto? El pensamiento del Mensaje afirma que "no fue en vano". La redención no es, ni será en vano. La redención es el triunfo de Dios sobre las tinieblas, es el Padre que redime por la sangre de su Hijo al hombre, cuya vida divina fue perdida en el origen; pero esta vida ahora es devuelta al Padre. Para comprender este Misterio, es preciso leer lo que el apóstol San Juan dice acerca de Dios: "Dios es Amor"(1Juan 4,8). Entendemos este amor a través

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del verbo griego usado agape (αγαπη); no es el amor de eros (ερως) o erótico, el cual nace de la imperfección y busca la complementación para su propia satisfacción dentro de la realización de la nueva vida; este amor es de ágape, es un amor preexistente al hombre mismo, es un amor divino que como Luz se irradia al hombre, esta es la Vida del hombre. Es el amor de creación que da origen a los seres como fruto de la bondad de Dios. Esta vida divina, este amor de ágape que se hace efectivo en la cena sin día ni noche, es la sangre que se devuelve gota a gota por toda la eternidad, es el amor con el cual se ama a Dios, es la gloria que se le tributa eternamente, pues no fue en vano. Así se ha cerrado el Camino de Luz: llanto, agua, vino, sangre y retribución eterna en plenitud de la Cena con la Santa Trinidad. Por último, esto no es una idea, esto es un Misterio de permanente presencia, es una permanencia mística, real, prometida (Juan 6,56), cuyo signo real es la Eucaristía, por ello concluye su síntesis diciendo: "Yo, el Hijo del Padre, nunca abandono, siempre estaré," y de allí pasa a la doble invitación a la mesa donde está presente en el sacramento eucarístico, como signo de la mesa eterna: "Vengan, vengan a mi mesa, aquí los espero."

Mensaje 82 del 12 de mayo de 2006 El Mensaje se abre con la clara intercesión de Ntra. Señora, la Mediadora, la que "jamás" espera sentada. El primer párrafo se une con el cuarto, aseverando su actitud entre Dios y la humanidad: Ella, la Madre, de rodillas ante ambos, rogando a Dios y a la humanidad. De la Mediación se adentra en el trabajo del "ustedes". ¿A qué trabajo se refiere? Es el trabajo de construcción del Camino de la Luz, expuesto en otros mensajes. Camino, que señala, "falta mucho por recorrer", e indica que las multitudes no se encontrarán "aquí". El adverbio "aquí" es usado dos veces, en ambas señala una situación local, es decir, el lugar donde se da el mensaje. Esta parte del Mensaje hace recordar, el Evangelio de San Marcos (6,4): Jesús les dijo: "Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio." Esta es la causa de no esperar la multitud en el "aquí".

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¿En qué consiste este profetismo? Pasa a explicar inmediatamente sus tres objetivos: Esperar hasta el último converso, porque "aún no ha comprendido", Alentar al que se desanima en el Camino de la Luz: "Sigue, no bajes los brazos, aún falta mucho que recorrer"; y consolar preparando para el paso a la eternidad: "Ya está, ya cumpliste, ya vienes conmigo." El Camino de la Luz ya está abierto, es una cadena luminosa, como la de la vigilia pascual, es el fruto del trabajo y es responsabilidad nuestra. Ya decía el Mensaje 71: "Esta es la cadena de la humanidad, de la Nueva Iglesia, de la Fe. Es la cadena de la felicidad. Son cadenas de amor, no de justicia. Son cadenas de perdón, no de rencor. Son cadenas de felicidad, las cuales no lastiman. Son manos. Son una." El trabajo se compara a un fruto, por eso la metáfora referida a la destrucción ejercida por las pasiones humanas: "que ese fruto no se 'abiche', que el gusano de la destrucción no llegue a él". Para trabajar en este gran Camino, se piden tres cosas: Primero: "Sigan con su palabra". Es la palabra del profetismo, esa palabra que gesta el fruto, de aquel que trabaja en la mies del Señor. Segundo: "Su testimonio fiel". La palabra nada vale, sin el testimonio de fidelidad a Jesucristo. Entre el punto primero y segundo, hallamos el adverbio "firme", el cual equivale tanto para el punto primero como para el segundo. Deja el punto tercero para el final como el más importante y nuevamente trae tres elementos de alta importancia: Tener, primero, el alma limpia con la confesión, llenarla, en segundo lugar, con la Eucaristía teniendo el alma "pura" y tercero, llenarla con el Logos: "la Palabra que Dios nos ha dejado." En toda la labor, existe la cizaña, el enemigo, "el gusano de la destrucción", en resumen, existen fuertes pruebas, ellas nos empujan a que bajemos los brazos, desalentando la labor, por ello se debe mirar al final del Camino de la Luz, al fin del Camino están "Dios Hijo, Dios Padre y esta Madre, los que los espera en el mejor lugar." Como se notará esta última construcción parecería tener una falla sintáctica: sin embargo, la sintaxis se amolda a la teología: El verbo 'espera' debería concordar con la Madre, que es la última parte del

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sujeto compuesto, sin embargo Ella se coloca en último lugar dentro del sujeto por respeto a las Personas de la Trinidad, y luego se excluye; pues el Padre y el Hijo son los que ocupan toda la escena en donde Ella es la Mediadora, por ello dice: 'los que los espera'. El 'los que' se refiere a las dos personas de la Trinidad, por eso prevalece el masculino y luego, siendo el sujeto plural 'los que' referido a las personas, el verbo es colocado adrede en singular 'espera', pues las personas de la Trinidad forman un solo Dios. Este "Labora" que plantea el Mensaje, no puede ir sin su "ora". Por esto pasa a recordar el poder de la oración: Ella es un "arma muy poderosa", había dicho en el Mensaje 28, y pasa a dar las intenciones de esta oración: Primero rezar por la humanidad, que camina hacia el abismo; segundo para debilitar el mal que se nos interpone por el Camino y el punto tercero por la Paz, la cual se dirige al "aquí", a cada uno, y al mundo entero. Entonces Nuestra Señora reitera inversamente el lema de San Benito el cual era "Ora et labora" (Reza y trabaja); pero para su Misión es "Labora et ora," Trabaja y reza, pues por llamado de María, estamos ante la vida activa del cristiano, no ante la vida contemplativa. Este "Labora et ora", ha forjado una cadena, la Cadena de la Humanidad, solo el "Labora et ora" hará que no se abra, que no se rompa, que no se corte. Por último pasa a reiterar lo que se debe llevar en el corazón y que es aquello en quien se debe confiar: El Amor. Amor que ya explicamos en mensajes anteriores es el amor de "ágape", aquel Amor con el cual nos ama Dios, el amor de entrega, de desinterés, por ello dice que "el Amor no tiene valor", puesto que no es un bien para atesorar, sino contrariamente para dar, y el Amor es Dios, que se entrega a toda la humanidad sin distinción de personas, con ese Amor estamos sellados por la Gracia. ¿Qué se debe hacer con este amor? Sembrar y cosechar, he aquí la metáfora de los campos del Señor en el "labora" que ya hemos explicado. Nuestra Señora afirma tener "los bolsillos de su delantal aún vacíos", metáfora de que el "labora" aún no ha dado todos sus frutos. Por ello en el trabajo de la mies del Señor, del Camino de la Luz, de la Cadena de la Humanidad, recuerda: "Labora et ora" sin desánimo, Ella te espera.

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Mensaje 84 del 12 de agosto de 2006 El Mensaje puede dividirse en tres partes. En la primera, las tres personas de la Santísima Trinidad, son nombradas cuatro veces: la primera en la apertura del Mensaje, la segunda es la Trinidad que debe ser enunciada en su ‘perikhoresis’, en la tercera debe ser anunciada y en la cuarta destaca la faz negativa, es decir, la ausencia del Espíritu de Dios, cuando no se acepta este misterio. Por ello se usan los tres verbos continuos que enmarcan un dinamismo propio: "deben llevar, gritar y no guardar". Estos tres verbos se encuadran dentro de nuestra actualidad. El "deben llevar" hace referencia a la acción misionera, es la persona del Hijo que da a conocer el misterio, "porque él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba, la enemistad." (Ef 2,14) El "deben gritar" es la persona del Padre, es el sonido de esta trompeta, que lo anuncia en la actualidad del "hoy"; el grito indica una acción desesperada, como último recurso; el "no guardar" hace referencia a la tercera persona, el Espíritu Santo que se derrama y por ende no puede ser guardado; de este modo se aplica a los que complaciéndose en el diálogo con la religiones abrámicas ocultan el misterio trinitario para facilitar del entendimiento. Para ellos también va dirigido el "no deben guardar". Por su parte, el Padre, como Dios, está en lo “alto”, nadie puede estar más “alto” que Él; el Hijo “debe estar a su lado”, pues es Dios como el Padre y es con quien se debe “contar”, pues es quien habló por el Padre y obedeció al Padre redimiendo al hombre; El Espíritu Santo es quien actúa lo que el Hijo ha proclamado: esta es la perijóresis divina. Estamos ante una guerra permanente, pues "hoy" es "aquí" y "mañana" es "allá". Los "hermanos" se han acostumbrado a la guerra. Los hermanos se consideran enemigos y tomamos el concepto de enemigo que nos están brindando con sus acciones, el uno desea la total destrucción del otro sin miramientos ni códigos humanos. Estos hermanos que se consideran enemigos, niegan el misterio trinitario y esta es la base de la ausencia de Paz, es la base de la guerra, es la base de la enemistad; pues el Espíritu Santo no puede intervenir en su entendimiento: El Espíritu Santo no puede

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ingresar donde no se acepta al Padre y al Hijo. Sin Espíritu Santo, no existe Paz. Esta es la razón del "deben llevar, gritar y no guardar". Por si quedan dudas al respecto, el Mensaje vuelve a reiterar los mismos conceptos: Se "cuenta" con Jesucristo para gritar el nombre del Padre. Si no se acepta a Jesucristo, no se acepta al Padre, cuyo nombre debe ser no hablado sino "gritado", por la razón que es el Padre el que da la hermandad a los hijos. Como esto no sucede no ingresa el Espíritu Santo en los "hermanos", los cuales no tienen un Padre en común sino distintos dioses que los alientan para la guerra. El verbo "deber" se emplea ocho veces durante todo el Mensaje, siete veces en la primera parte, remarcando la necesidad urgente de lo que se está afirmando. En la segunda parte, el Camino y la Cadena de la Humanidad se contraponen a los "hermanos" en guerra; pues el Camino y la Cadena se forma con Luz, esa Luz que es Jesucristo y esa Luz que es Amor, es decir es un único Dios, "pues Dios no es un Dios de confusión, sino de paz". ( 1 Co 14,33a) Por ello la reiteración de "la Paz, la Paz, la Paz", es una por cada persona de la trinidad, donde las tres forman una única hermandad en los hombres, hermandad que es Cadena. Al mismo tiempo, la reiteración es un látigo en los "hermanos" acostumbrados a los estados bélicos donde ambos buscan destruirse definitivamente. En sus relaciones, esta palabra no tiene cabida, no puede usarse, no existe; así como no existe el misterio trinitario. "El camino de la paz no lo conocieron".( Rm 3,17) Este Camino de Luz es la misión del "cada uno", este "cada uno" tiene una tradición dentro de la historia del cristianismo, es el ‘Everyman’ que era protagonista en los misterios que se representaban en el medio evo, es el ‘Cada cual’ de H. Von Hoffmannsthal, es todo hombre sin excepciones, el cual debe formar parte de la Cadena de la Humanidad y debe recibir en su interior el Espíritu Santo. Ambos se usan en el Mensaje: "su hogar es cada cuerpo" y "cada uno llevará el Camino de la Humanidad".Este cuerpo del ‘Everyman’ es el hogar del Espíritu Santo: "¿No saben que son templos de Dios y que el Espíritu de Dios mora en ustedes?" (1Cor 3,16) Este hogar, este templo, es destruido por la guerra. En la tercera parte del Mensaje se constata una triste realidad: la guerra que gira en el espacio y en el tiempo, sin fin ni límites.

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"Hoy" y "mañana", así como lo era ayer; "aquí" y "allí", ningún lugar queda exento, es el Armagedón y es cualquier lugar; es la Argentina y es el Medio Oriente, es América y es Europa, ningún país está libre del belicismo humano. El monstruo que imita lo perfecto y por ello posee siete cabezas, devora todo lo que encuentra a su paso, y esta situación mancha las naciones y salpica a todos. Por ello se recalca que la Paz debe estar presente en cada oración, pues "ya nadie la recuerda". El epílogo del Mensaje, resume y une los distintos conceptos expuestos en el mismo. Lo que será encadenado en la humanidad, es la Paz, la cual está reduplicada; pues emana de la aceptación de Jesucristo, y depende del reconocimiento del Padre de todos y la Paz pone sus cimientos en el derrame del Espíritu Santo. "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios." (Mt 5,9)

Mensaje 85 del 12 de septiembre de 2006 El Mensaje de este mes propone la continuación del anterior, cuyo tema era la Paz. En la primera parte del Mensaje se nos plantea el tema de la Paz, donde se diferencia la naturaleza entre la Paz resultado "de las armas" y "la Paz interior" que se exterioriza "entre hermanos". Estamos ante el concepto cristiano de Paz. El núcleo del Mensaje afirma que la Paz posee su origen en que el Padre "entregó a su Hijo… para limpiar los pecados del mundo". Esto hizo que el hombre pudiese acceder a la divinización que el Todopoderoso dispuso con el sacrificio del Hijo de Dios y de su Madre María. Dice Santo Tomás de Aquino en su Opúsculo 57, en la fiesta del Cuerpo de Cristo 1-4: "El Hijo único de Dios, queriendo hacernos partícipe de su divinidad, tomó nuestra naturaleza, a fin de que hecho hombre, divinizase a los hombres." Esta divinización del hombre, produce los distintos "dioshijos" que necesita el mundo. Existen hombres que desprecian esta divinización, dentro de este efímero tiempo. El rechazo del hombre a la propuesta del Padre Todopoderoso, genera el aislamiento del hombre y la soledad. Esta soledad se muestra en el Mensaje bajo dos aspectos:

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En el hombre, como la Weltschmerz o angustia del mundo que tan bien describieron los románticos. En Dios, como la espera voluntariosa que brinda la Paz. Por su parte la soledad no se produce en Dios como la "angustia del mundo", puesto que es el Todopoderoso y su creador. Él a pesar de ser Todopoderoso, no anula la supuesta libertad del hombre, si bien Dios está con toda su voluntad, espera y brinda su mismas energías que son el Amor, la Paz. El hombre que elige vivir en soledad, se contrasta con el Padre Todopoderoso que no se oculta del hombre, ni sufre su angustia del mundo. Luego se afirma: "Ya no quiero llorar y esconderme en la soledad de aquellos que no me reciben". Este "ya no quiero llorar y esconderme en la soledad" indica el cierre de un tiempo, de un ciclo: el tiempo de la imagen que llora sangre concluye y se inicia el tiempo del "dioshijo", aquel que cumple con una misión dentro de la humanidad. La manifestación mariana se inició en octubre del 2001 dando cumplimiento al Salmo 118 , versículo 136: "Mis ojos destilan ríos de lágrimas, porque tus mandatos no se guardan"; para concluir esta etapa con el mismo Salmo en su versículo 165: "Mucha es la Paz de los que aman tus mandatos, no hay tropiezo para ellos." (Seguimos la numeración de los salmos según los LXX)

El resto del Mensaje describe ambas situaciones. El despertar del hombre a la obra redentora de Dios, el cual abandona la amargura del mundo y se inserta en él, dejando de ser un ser disociado de la creación y pasando a ser parte integrante de la misma; por ello coloca el canto de las aves en cada ventana. Es una nueva alborada, un nuevo canto de la naturaleza realmente libre, una nueva creación, un despertar a la presente decadencia cultural del mundo moderno. Es el crecimiento de la fe en el hombre y la posesión de Dios, el cual ya es un "dioshijo", y que actúa como instrumento divino hacia aquellos que necesitan la limpieza de su naturaleza, para alcanzar esta divinización. La segunda situación es la del Padre Todopoderoso que ha otorgado al hombre redimido la plena inserción en su obra creadora, y le "da el día a día". La Luz de esta nueva alborada de Paz, debe ser pedida en cada oración.

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"El murmullo de la libertad" es recibido dentro de este contexto como la integración plena del hombre en la naturaleza y en el Padre. Cantaba José A. Silva en su Nocturno III: "Esta noche solo, el alma llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte, separado de ti misma por la sombra, por el tiempo y la distancia, por el infinito negro donde nuestra voz no alcanza, solo y mudo por la senda caminaba. Y se oían los ladridos de los perros a la luna,..." Notemos la contraposición, entre el Mensaje y la Weltschmerz del poeta: la alegría del canto de la naturaleza contra las amarguras infinitas; los pájaros contra los perros de la noche; el canto de las aves contra los ladridos; la divinización del hombre contra la agonía de la muerte; el camino de la vida contra el hombre solo y mudo; la alborada contra la noche; la Luz del día contra el infinito negro; en fin, el hombre solitario alejado de Dios contra el "dioshijo"; la soledad contra la Paz. El "nocturno" del hombre solitario y angustiado, se ha transformado en un amanecer y en un despertar. Por último, el término "Padre" aparece siete veces en el Mensaje, el término “Todopoderoso” aparece siete veces estando reduplicado en una ocasión, pues el siete es la perfección. La palabra compuesta "dioshijo" aparece dos veces, cuyo número indica el testimonio necesario que debe ser dado; el "Hijo" aparece seis veces, lo cual indica un hecho inconcluso, pues la redención (el Hijo) debe complementarse con el testimonio, para llegar a siete, la perfección. Por último la palabra “Paz” aparece diez veces, puesto que la Paz emana de los diez mandatos del Padre.

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6to. Ciclo 12 de Diciembre de 2006 al 12 de Septiembre de 2007

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Mensaje 86 del 12 de diciembre de 2006 La noche del 23 al 24 de diciembre, la imagen de N. S. de Luján, que cesó de llorar sangre el 11 de julio de 2006, recorrerá Plaza Retiro, Plaza Once y Plaza Constitución, irá acompañada de sus Servidores. A este Camino, Ntra. Sra. lo ha llamado "La Luz de Belén", para que "brille, brille como nunca la han visto". La finalidad es escuchar, consolar, llevar alimento y vestidos a los que habitan y pernoctan en las plazas. Es nuestro regalo de Navidad. No se pide un acto de beneficencia o solidaridad liberal, sino que este hecho debe constituir una "misión". Todos aquellos que no puedan aproximarse a esta "misión" Ntra. Sra. les pide que lo hagan desde sus lugares, es el "aquí y allá" del mensaje, por ello pide que todos "desde su lugar extiendan su mano, hagan el bien". Ntra. Sra. caminará esa noche y nos invita a seguirla: "Ven y recorre conmigo".A todos aquellos que emprendan este Camino les promete derramar bendiciones, lavar de imperfecciones el alma, proteger y el poder llevar esa bendición a otros lugares, porque muy fuerte es la presencia de la caridad: "sus días serán hermosos, lloverán gracias y bendiciones." "Verán brillar la Luz de Belén", "ven y recorre conmigo."

Mensaje 89 para el 12 de abril de 2007 El mensaje posee dos partes. En la primera encontramos la invitación a participar de los sacramentos o misterios. Esta participación está presentada como un don recibido de las manos de Jesucristo, con los efectos que la misma Gracia produce, cuando el hombre se abre a ella, produciendo las consecuencias en el espíritu del hombre, y así éste se encamina hacia la santificación o deificación de nuestra caída naturaleza humana. Por ello habla de "llenar las almas de Amor y Paz". Esta es la presencia del Espíritu que trabaja con su ley sobre "el alma" la cual padece la ley de la carne; de este modo llenando el alma del Espíritu se libera, se relaciona místicamente con Jesucristo y produce su propia experiencia divina.

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Los misterios deben hacerse en "este día", el día es el hoy, el hoy es único. Único e irrepetible en el tiempo. Es el instante decisivo de tu existencia. El hoy moldea tu corazón para el sin tiempo, para la eternidad. Por esto cada día es el gran día, único, irrepetible y lleno de luz. "¡Carpe diem!" Es el pasaje de tu existencia efímera a tu gloriosa esencia eterna dentro del Cuerpo místico de Jesucristo. No lo desaproveches, arrímate a los misterios y vive la experiencia de Cristo de la mano de Nuestra Señora. En la segunda parte, el mensaje comienza hablando del poder de la oración, de esa experiencia mística que se sobrepone en el combate dentro de este mundo y logra la corona de la victoria. Toda batalla vencida, toda derrota de "la maldad", todo aniquilamiento del egoísmo no es el resultado de una ley, de un sistema de controles mutuos, de una encarnación política o social del cristiano; sino que es el resultado de la oración, la cual propicia la propia experiencia divina, que es la fe. Esta oración es la que abre las puertas a las promesas para el futuro, el cual no es otra cosa que la irradiación luminosa de este único Dios tripersonal, Padre, Hijo y Espíritu Santo que efectuará el gran "derrame" de esperanza, dentro de un mundo oculto en las tinieblas; un "derrame" de amor, pues Dios es amor y un "derrame" de bondad dentro de las relaciones del hombre. Entre ambas partes, existe una bisagra que las enlaza: "Late corazón, late". Esta expresión solo adquiere su significado dentro de la analogía del corazón. Este no es un mensaje para Quilmes, no es un mensaje para la Argentina, sino que es un mensaje para toda la Humanidad, pues Nuestra Señora se ha presentado como Madre de la Humanidad. La analogía del corazón que late, aún cuando el cuerpo posee "una muerte cerebral", es a lo que alude esta expresión: "Late", cuyo verbo está en imperativo; es decir, es una orden divina. Esta analogía del cuerpo postrado, aletargado, en muerte aparente, se aplica al cuerpo místico de Cristo. Son los tiempos donde las propuestas de la cultura modernista acorralaron la barca de la Iglesia, dentro de las tormentas del siglo, produciendo dentro de este cuerpo su postración, incluso mental. El cuerpo aparece a los ojos del siglo como muerto, pero su corazón aún late y es la oración su propio latido, el cual produjo ya su despertar. El "derrame" del Espíritu, que es el "derrame" mariano en todo el mundo, ha insuflado vida nueva a este cuerpo aletargado, el cual ha despertado. Su corazón, la

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oración de los justos y de los santos, su vida íntima y secreta ha sido vivificada por este Espíritu, el cual nunca abandona a su Iglesia. Por otra parte, a partir de la muerte de Juan Pablo II, se ha acrecentado esta ilusoria muerte aparente. El mundo, enemigo eterno de la Iglesia, ha proliferado en la contestación hacia las enseñanzas de Benedicto XVI, muchos optaron por callar, escondiendo su testimonio, ese testimonio vivo que implica la vida misma del Espíritu en dicho cuerpo de Cristo. La falta de testimonio es la muerte. El cuerpo cuando no se mueve, es porque está próximo a morir. Movimiento es vida. Dar testimonio es el mismo movimiento divino. ¿Dónde está tu testimonio? ¿Realmente tienes vida? El corazón, pintado con los colores papales, sigue latiendo... "¡Late corazón, late!" Por último, una acotación práctica. Obsérvese que en la primera parte se dice: "Acérquense a la mesa y coman de su mano. Él los espera." En la mesa, el sacerdote, es el que hace las veces de Cristo. ¿Qué significa "comer de su mano"? En reiteradas ocasiones particulares, Nuestra Señora manifestó abiertamente su gran preocupación, por la falta de respeto a que es sometido el Cuerpo de su Hijo. A buen entendedor... pocas palabras. Mensaje 90 para el 12 de mayo de 2007 Decía Nuestra Señora en el Mensaje 5 del viernes nueve de noviembre de 2001: "Vine para iluminar sus corazones hacia el Señor." Esto ya se ha cumplido. ¿Qué significa esta iluminación del corazón? Los Santos Padres la llamaron la inhabitación trinitaria en nosotros. "Es la Luz, la Transparencia, es Dios, es Amor" definiría Nuestra Señora la naturaleza divina en el Mensaje 77 del 12 de marzo de 2006. Dios es Transparencia, porque es inasible y ni el hombre ni los ángeles pueden comprenderlo en su plenitud. Dios es Luz, puesto que es una irradiación hacia afuera de su naturaleza divina, esta radiación o relucencia luminosa, es ágape, amor total; amor hacia dentro de las Personas divinas y amor hacia fuera, hacia el hombre y la creación. Esta naturaleza divina busca estar en lo más íntimo del hombre, o sea en el corazón para la divinización o santificación. He aquí tres maneras metafísicamente distintas del ser

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divino entendido como Amor: Efusión de su propia vida como Luz, su proyección exterior en la creación como Amor, y la asociación de dicha creación en su propia vida con la inhabitación que hace realidad la divinización. La "Luz, es la presencia de Dios y de su Hijo" dice el mensaje; es decir es la inhabitación trinitaria en el interior del hombre. San Cirilo de Alejandría lo diría de este modo: "La adhesión de quienes se vinculan a la vid (Jesucristo) consiste en una adhesión de voluntad y de deseo (en una apertura del corazón); en cambio, la unión del Señor con nosotros es una unión de amor y de inhabitación... así llegamos a participar de su propia naturaleza y alcanzamos la dignidad de hijos adoptivos, pues, como lo afirmaba San Pablo, el que se une al Señor es un espíritu con él."(Comentario al Evangelio de San Juan 10,2) He aquí la Luz en nosotros. Durante el año 2004, Nuestra Señora había insistido en acercarse a los sacramentos de la confesión y de la comunión, por ello realizó una acción simbólica, encender una vela para que cada uno la fuera pasando en su domicilio y cuidara que no se apague. Esa vela, esa luz, era el símbolo de cada uno inhabitado por el Dios trinitario. Por ello decía en el Mensaje 58 del 12 de mayo de 2004: "La Luz de la humanidad supieron cuidar con amor. Cada uno vio y cuidó que no se apague, sin darse cuenta, que la verdadera Luz de la humanidad, es el alma de cada uno. Bendito aquel que la recibió. Bendito aquel que la cuidó." Luego dirá al mes siguiente en el Mensaje 59 del 12 de junio de 2004: "La Luz que tendrán en su mano y la prenderán y se pasará cada uno, la Luz que brilla." De este modo se había formado la cadena de Luz. Ahora bien, ¿qué es esta Luz brillante en nosotros? Dicha Luz es la Gloria del Padre junto con la de su Hijo. Los Santos Padres la llamarán la doxa (δοξα) divina, el resplandor o relucencia, es una cualidad intrínseca de Dios. La Luz posee tres modos de brillar: "Que la Luz brille y no se apague, significa la Vida" divina como dice el mensaje. Es el primer brillo. Es el cristiano injertado en la Vid, en la naturaleza

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divina, el cual ya es hijo adoptivo del Padre por medio de Jesucristo. Como enseñaba San Cirilo de Jerusalén: "Y esta vida la conservaremos si perseveramos unidos a él y como injertados en su persona; si seguimos fielmente los mandamientos que nos dio y procuramos conservar los grandes bienes que nos confió, esforzándonos por no contristar, ni en lo más mínimo, al Espíritu que habita en nosotros, pues, por medio de él, Dios mismo tiene su morada en nuestro interior." (Comentario al Evangelio de San Juan 10,2) Cada uno, posee una vela blanca, ella se enciende en el momento de la oración. La luz que irradie es el espejo de la Vida Trinitaria dentro nuestro, pues somos emisores de dicha Luz, ante ella se efectúa la oración. Por ello dice que "mi Hijo brilla en cada hogar", esta es la señal a la que alude luego cuando dice: "En cada hogar habrá una señal", es la señal de Jesucristo, es la Cadena de la Luz brillante. Observemos que Nuestra Señora ordena hacer todo del mismo modo como lo entendía el Apóstol San Pablo, el cual escribió a los filipenses: "Hagan todo sin murmuraciones ni discusiones, para que sean irreprochables e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación tortuosa y perversa, en medio de la cual brillan como antorchas en el mundo, presentándole la Palabra de vida para orgullo mío en el Día de Cristo, ya que no habré corrido ni me habré fatigado en vano". (Flp 2,15-16) El segundo brillo lo vemos cuando dice luego: "Que la Luz brille y no se apague, significa la Paz". Esta Paz, que nos deja la Vida divina, es lo que los monjes de oriente llamaron la hesiquia (ησυχια) algo que dirá Nuestra Señora en el Mensaje 84 de agosto del 2006: "¡La Paz, la Paz, la Paz! Sí, hay que repetirla, ya nadie la recuerda." Esta hesiquia olvidada en el mundo occidental, es lo que los latinos llamaron quies, pax, tranquillitas, silentium; en castellano sería quietud, paz, tranquilidad, silencio, para desarrollar la oración del corazón. Actitud esta, que de acuerdo a la espiritualidad oriental implicaba una vigilancia o nepsis (νεπσις) para que los loguismoi (λογισµοι) o patologías que emanan de la

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"ley de la carne", no penetraran en nuestro corazón. La Luz es Paz, es hesiquia para liberar el hombre hacia su divinización, tomando por adopción la misma vida divina, savia de la Vid que el Espíritu Santo insufla con el sello de su Gracia en el alma. Así renacidos, renovados por esta Luz, ligados como hijos por adopción al Padre, pasamos por el mundo como luces vivas, formando parte de este Camino de Luz, que es la Iglesia. Por último este brillo de Luz es la presencia mariana que ha dado vida al cuerpo que aparecía postrado en el mensaje anterior. Este "derrame" mariano ya tiene los bolsillos de su delantal lleno. Hace exactamente un año, se lamentaba en el Mensaje 82: "Esta Madre tiene los bolsillos de su delantal aún vacíos." La cosecha ha comenzado, su delantal comenzó a llenarse... "Esta madre está feliz, tiene los bolsillos llenos, pero aún queda lugar." Esta Luz es la presencia del Padre y su Hijo en el mundo. Por ello afirma que "sus hermanos, los apóstoles, la han llevado en cada rincón, y allí en esa Luz Él brilla, Él sueña, Él cura las heridas del corazón." "Él sueña", dado que una cosa es soñar y otra muy distinta anhelar. Soñar implica que el sueño brota del corazón, mientras el anhelo emana de los logismoi o patologías de la carne. Esta es la misma Luz misionera o evangélica que llevaron los apóstoles en cada "rincón" del mundo antiguo. Observemos los efectos de la Luz: brillar, soñar con la nueva creación y curar las heridas del corazón, es lo que decían los Santos Padres, que concebían a la Iglesia como el "hospital del alma". La sanación se hace de corazón a corazón, en otras palabras es el corazón quien cura las heridas del corazón. El corazón alegre dará fuerzas al cuerpo herido para que este siga adelante. Es un volver a vivir. Esta es la causa por la cual se desea que "Él entre en su Cuerpo y sane las heridas". El Cuerpo, es el Cuerpo místico de Cristo, sanar sus heridas, es la oración que Nuestra Señora hace al final del Mensaje: "Padre Santo, Jesús, abre sus corazones." Existen miembros que se resisten al sello divino de la Gracia, Gracia que es el regalo del Espíritu Santo que no puede operar por la dureza del corazón. Son los loguismoi, esas patologías de la carne que dominaron el alma, que impiden la verdadera oración, que impiden la acción de la Gracia. Por ello

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ordena en el Mensaje: "no se prohíba" obrar a la Gracia de la mano del derrame mariano. Prohibir la presencia de Nuestra Señora es prohibir la Luz que indica "la presencia de Dios y de su Hijo". Obsérvese aquí como Dios es el Padre y junto con Él el Hijo en la perikhoresis o circunmincesión de las personas divinas. Por su parte "Él sueña" con el Sagrado Corazón, he aquí el arquetipo del Cuerpo místico en la mente divina, que por acción del Espíritu se plasma maravillosamente, siempre y cuando el hombre abra su corazón. Esta es la causa del "Gracias" inicial. Esta es la causa del "Gracias" final. El llamado mariano en su derrame místico aceptado, enciende la Luz que brilla en los corazones."Gracias, por responder al llamado."

Mensaje 91 para el 12 de junio de 2007 Para el presente mensaje, simplemente deseamos aclarar lo que sigue: 1- El mensaje va dirigido, no solo a los presentes o al grupo de Servidores, sino a todo aquel que "sepa escuchar". 2- Nuestra Señora pide formar la Cadena de la Humanidad, Cadena de transmisión de Luz de unos hacia otros. Cadena apostólica de doce, subdividida realizando la misma acción. 3- Esta Cadena es unidad, fue definida del siguiente modo por Ella misma cuando dice en el Mensaje 43 del 12 de marzo de 2003: "Únanse: unan sus manos unos a otros. La cadena de la oración se debe transmitir. Sus almas se unen en una y es el alma de su Dios." Esta Cadena es fortaleza, así lo da a entender en el Mensaje 44 del 12 de abril de 2003 decía: "El Reino de Dios está muy cerca,... Únanse y sentirán la fortaleza de Dios. Únanse y el dolor del Hijo que fue clavado en la Cruz, lo sentirán." Esta Cadena es la semilla de la vida en la Iglesia: así lo dice en el Mensaje 71 del 12 de junio de 2005: "Esta es la cadena de la humanidad, de la Nueva Iglesia, de la Fe. Es la cadena de la

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felicidad. Son cadenas de amor, no de justicia. Son cadenas de perdón, no de rencor. Son cadenas de felicidad, las cuales no lastiman. Son manos. Son una." Hoy dirá de esta Cadena: "Brinden amor, brinden compañía, brinden paciencia que en este mundo se ha perdido." La paciencia es la resultante de la tribulación, así lo afirma San Pablo (Rom. 5,3): "Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia." Es esta paciencia, que según el apóstol se mantiene la esperanza de la venida de Nuestro Señor (Rom. 15,4) y es esta misma paciencia, uno de los siete frutos del Espíritu de Dios (Gál.5,22). Es en la paciencia, donde la Cadena cumple la voluntad de Dios: "Necesitáis paciencia en el sufrimiento para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo prometido. Pues todavía un poco, muy poco tiempo; y el que ha de venir vendrá sin tardanza. (Hb 10,36-37) Es decir que "aquí se requiere la paciencia de los santos, de los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús." (Ap 14,12) 4- Esta Cadena es indispensable para sobrellevar los graves sucesos que están por acaecer: "Pase lo que pase. La tierra se moverá, pero estarás de la mano; el cielo, cielo bajará, pero estarás de la mano...". Decía en el Mensaje 23 del 9 de julio de 2002: "Se abrirá la tierra y el cielo desaparecerá solo se salvará aquel que quiere escuchar. Griten a los cuatro vientos, esto es verdad." Por su parte en el Mensaje 19 del 12 de junio de 2002: "El sol dejará de brillar y la tierra será roja." Para que no se malinterprete su Mensaje en un tono milenarista, conviene aclarar al respecto: a- Dios no piensa castigar a la Humanidad. Así lo afirmaba en el Mensaje 66 del 12 de enero de 2005: "¡Dios no castiga,! no, está dando una y otra y otra oportunidad... Dios no castiga, Dios los ama." b- Dios no destruye. Así lo afirmaba en el mismo Mensaje 66: "Recuerden, Dios no destruye, Él arma y desarma, pero no destruye, y menos lo que creó." c- El que destruye es el hombre. Así lo decía en los siguientes mensajes:

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"El hombre daña, ¡se lastima y lastima a los demás!. Él lucha y destruye, él destruye y no arma." (Mensaje 46) "Como verán, el hombre destruye y ¡cómo destruye!" (Mensaje 66)

d- El hombre destruye asociado con el demonio, que busca destruir toda la creación. El demonio, no es la personificación de una moderna entelequia puramente conceptual; es la hipóstasis, o sea la persona, que decidió por voluntad propia realizar la destrucción del orden creado. Por ello rezamos todos los días en el Padrenuestro: "Líbranos del Maligno" (Mateo 6,13), este Maligno, es el ser maligno, el "ponerós" (πονηρος), cuya traducción puede ser tanto el mal, como el diablo. Por ello decía en dicho Mensaje 66 : "Están dejando que aquel monstruo de tantas cabezas aceche y destruya cada lugar del mundo." e- Dios "arma y desarma". Ante el pecado y la acción destructiva del hombre asociado con el Ponerós, Dios se ve obligado al "desarme" de la creación y a un "nuevo armado". Así lo afirman estos Mensajes: "Dios arma y desarma pero vuelve a armar. Es en Dios en que deben confiar." (Mens.46) "Dios, en cambio, arma y desarma, perdona y perdona." (Mens. 51)

f- Es el hombre, quien renegando del amor divino, llevará a la humanidad a la hora de las tinieblas más densas y profundas. Busca hacer realidad la iniciativa adámica de independizarse de su creador y vivir disociado de Dios y de su creación. Bien sabemos, que cuando se aproximen las horas de las tinieblas, está próxima la hora de la Luz; ante la pasión y muerte de Jesucristo, reinó la hora de las tinieblas, pero llegó la Luz de su resurrección al tercer día. Tres días de tinieblas desembocaron en el gran triunfo de la Luz. g- Recordemos lo que decía San Máximo Confesor (580-662) que el Amor divino se ha donado a todos los hombres sin ninguna distinción, pero el hombre tiene dos opciones: aceptarlo y vivirlo, en este caso es Luz y vida, o rechazarlo y aquí el Amor será para él tinieblas y fuego devorador. Su rechazo divino lo puede llevar a trasladar la misma humanidad en su propio fuego, signo inequívoco de su rebelión a Dios.

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Nuestra Señora insiste no en lo milenario-tremendista sino en la unidad de esta Cadena de Luz y Paz, como arma para enfrentar este "pase lo que pase". El "pase lo que pase", será una propuesta, pura y exclusiva de la voluntad humana, en su afán de rebelión y dominio, asociada con su Ponerós. Por ello dijo Nuestra Señora en el Mensaje 19: "Serán salvados, solo se salvarán aquellos que escuchan." "Los que siembran con lágrimas cosechan entre cánticos. "(Sal 125,5)

Mensaje 92 del 12 de julio de 2007 Hace cinco años, el 8 de julio de 2002, en el Mensaje 22, Nuestra Señora instaba a lo presentes por tres veces consecutivas: "Griten a los cuatro vientos". Del mismo modo la expresión aparece tres veces en el presente Mensaje. El número tres, no es casual, sino simbólico y significativo: El grito de la persona que lo emite, no debe entenderse como oriundo del hombre, sino originado por parte de Dios; es el hombre el que hace proféticamente las veces del Espíritu. Posteriormente las expresiones "griten, griten a los cuatro vientos, esto es verdad.", se reiteraron, no siempre en forma textual, en cuatro Mensajes posteriores2 , podemos decir que uno para cada "viento", urgiendo a la propagación de su manifestación. Son ya 16 veces que en los Mensajes, ha dado la orden de gritar. El "grito" es el último llamado divino, fuerte, desesperado, para quien transita la senda de la muerte. Por esto decía en el Mensaje 30 del 27 de noviembre de 2002: "Griten, salven a los demás." Más aún, el grito indica impotencia, así leemos en el mismo Mensaje 30: "En vano, en vano es todo lo que hago," y remataba con esta pregunta desgarradora: "¿Qué más quieren que haga?" Este es el último "grito", del "derrame" mariano. Derrame que ya hemos explicado en otros comentarios, que indica el paulatino y lento deceso de las apariciones marianas en el mundo, por esto dice "el derrame en la tierra ya está hecho". El cielo acompañando a su Iglesia, agotó todos sus recursos para hacerse oír de una 2

Mensajes 23, 30, 38 y 42.

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humanidad fría, sorda y obcecada. Luego del "grito" vendrán otros tiempos, aquellos de dura y triste realidad, donde Dios habrá comenzado su tiempo de lógico silencio, sintiéndose el hombre en total soledad, la soledad que él mismo se buscó. El llanto de Nuestra Señora ya ha cesado, para que se dé inicio al paulatino, triste e irremediable llanto del hombre. Una cosa es gritar, y otra es qué se debe gritar. El contenido del grito no es otra cosa que la Verdad y todo lo que se relaciona con Ella, por ello se afirma que se grite que "Dios Padre, Dios Hijo los ama" y añade a continuación "yo soy Hija de Dios, yo creo en el Padre, en el Hijo". Esta es la Verdad: la paternidad divina, el amor del Hijo en su redención por los hombres y luego completa: "mi Espíritu es el tuyo y el tuyo y el de aquel." Esta parte del Mensaje posee las siguientes características: Primero se observa una "kénosis" en Nuestra Señora, la cual en un acto de humildad, habla despojada de sus atributos y se pone a la altura de cualquier ser humano y realiza su propio acto de fe. Segundo, recordamos que la Carta a los Hebreos dice que "la fe es, la sustanciación de lo que se espera, la demostración de lo que no se ve" (Heb. 11:1). El acto de fe de Nuestra Señora, se inicia en un tono ascendente, donde primeramente expresa su confianza como Hija de Dios, en un testimonio que parte de su mismo corazón, pues la fe se arraiga en el corazón y tiene en él su misma morada. Decía San Cirilo de Jerusalén, la fe "es el ojo que ilumina toda conciencia y le da el conocimiento al hombre." Esta fe da testimonio de su convicción en el Dios como unidad de naturaleza e ilumina su filiación divina: "Yo soy Hija de Dios". No es el hombre una materia que alcanzó la conciencia, sino el hijo de Dios que lo creó, al cual reconoce humildemente como Creador y Padre, hasta aquí la experiencia natural de los hombres de buena fe, que ven a Dios en un deísmo amoroso al cual dan tributo como hijos. Luego manifiesta su fe en el Hijo engendrado por el Padre: "Yo creo en el Padre, en el Hijo". Esta es la fe expuesta por revelación divina, en la cual creen todos los cristianos en general. Por último, algo esencialmente propio del catolicismo y de la ortodoxia en general: "mi Espíritu es el tuyo y el tuyo y el de aquel". El hombre no es un ser totalmente depravado, como enseñaba Calvino, sino un ser caído por el pecado original, al cual se

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rescató para que adquiriera la vida divina. La divinización del hombre, quien injertado en la vid de Cristo, recibe la auténtica vida divina, por medio de los sacramentos, siendo el mismo Espíritu el que habita en ese ser regenerado por la Gracia, es algo extraño al fuerte pesimismo del protestantismo en general, con su doctrina del monergismo; según la cual Dios es el único agente y obrador de la salvación; allí nada se dice de la cooperación del hombre y mucho menos de su divinización por parte del Espíritu. La Vida que otorga el Espíritu en cada uno, es propio de quienes viven el cristianismo, no a medias, sino en toda su plenitud, dentro de la totalidad de la Gracia actuante de acuerdo a la disposición que pone cada uno. Esto es lo que se debe gritar. ¿Dónde gritarlo? "A los cuatro vientos". En las Sagradas Escrituras, los vientos se relacionan con la palabra divina. Lo vemos en el Salmo 103, v4: "Tomas por mensajeros a los vientos". Y el salmo 148 (v 8) menciona los vientos como "ejecutores de su palabra". Asimismo en el capítulo sexto del profeta Zacarías, los cuatro vientos son representados como carros con briosos caballos, a los que se les da esta orden: "Vayan y recorran la tierra" (Zacarías 6,7) Igualmente se lee en Hebreos (1,7): "Y de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles vientos, y a sus servidores llamas de fuego", recuérdese aquí que el término ángel (αγγελος) equivale en griego a "mensajero". Por esto, la expresión "a los cuatro vientos", señala la universalidad del contenido del mensaje antes expuesto y del medio escogido para ser transmitido, que puede tomarse como un instrumento masivo de comunicación. "Griten, griten a los cuatro vientos. Esto es verdad."

Mensaje 93 para el 12 de agosto de 2007 Para poder entender el presente Mensaje, se debe comprender la doctrina de la Iglesia como Cuerpo Místico de Jesucristo. De acuerdo a su naturaleza, el ser personal humano, descendiente de Adán por generación se encuentra unificado con sus semejantes. Cada uno está personalmente vertido hacia los demás, de tal manera que el ‘otro’ no es ‘otro’ sino su prójimo.

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Por la Fe el ser personal humano se une al Nuevo Adán, Jesucristo, y así por la regeneración en la Gracia, nace nuevamente 3 y lo hace injertándose en un Cuerpo 4, San Pablo lo llamó ‘soma’ (σωµα)5. Este es el Cuerpo al que se refiere el Mensaje. Cuerpo donde cada uno forma parte del mismo como miembro articulado a la cabeza, Jesucristo6. El hecho de estar insertado al Cuerpo, produce el fin de la disociación del hombre con la naturaleza que lo rodea y es el fin del enfrentamiento contra su prójimo. Es la Paz. La Fe, que es la substanciación (υποστασις) de las cosas que no se ven y que se esperan7, produce por los sacramentos la Gracia, que es la vida del Espíritu que circula dentro del Cuerpo Místico de Cristo. Esta Gracia se desarrolla dentro de la Paz que el Espíritu trae consigo 8, preparando y uniendo al nuevo miembro regenerado en un nuevo nacimiento unido al Cuerpo de Cristo, para que Cristo lo ‘sumerja’ en el Padre, participando de la misma Vida divina9. A partir de este momento, donde el cristiano se une al Cuerpo de Cristo, finaliza la beneficencia hacia el prójimo y comienza el Amor. Recordemos que este es un Amor de ágape, no de eros, tal cual ya se explicó en mensajes anteriores10, es decir es un Amor totalmente volcado y desinteresado hacia su semejante, hacia el ‘prójimo’. Es lo que los latinos llamaron ‘Charitas’, caridad. Por este amor el cristiano está totalmente volcado a los demás en Cristo. Por el hecho de estar unidos a Cristo en su Cuerpo, este Amor es el mismo Amor con que nos ama el Padre, del cual nosotros somos su icono visible ante nuestro prójimo, pues lo substanciamos con la Fe. Es por esto que dice el Mensaje: “el Amor de la Fe está en su Cuerpo”. 3

Juan 3,3. Romanos Cap. XI.. 5 Col 2,19. 6 Ef. 4,5-6. 7 Hebreos 11,1. 8 Gálatas 5,22. 9 2 Pedro 1,4. 10 Ver comentario al Mensaje 80 del 9 de abril de 2006. 4

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Con este Amor, el cristiano vive dentro del Cuerpo y esta “Vida es un canto”. El canto es alabanza11, oración12 y anuncio de salvación13. El canto es una armonía de sonidos humanos, que expresa su alegría; es el canto del Cuerpo Místico que vive en la paz del Espíritu y muestra su Amor al prójimo, por ello cambiando los sentidos de los términos, el aparente retruécano invierte los conceptos y dice “canten a la Vida”; es decir alaben, recen, anuncien la salvación y la Vida en Jesucristo. De este modo, el cristiano está unido fuertemente al Cuerpo Místico, el cual “recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de uniones”14, Nuestra Señora llamará a esta cohesión interna del Cuerpo: “La Cadena de la Luz”. Este Cuerpo, esta Cadena es la que está vertida dentro de la humanidad, como sucede con todo hombre generado por Adán; pero dentro de esta humanidad, vuelca una nueva Vida. Nuestra Señora, como Madre de la Cabeza, como Madre de Jesucristo, es también la Madre de este Cuerpo, y como nueva Eva es la Madre de la Humanidad, dentro de la cual está hundido el accionar misionero del cristiano. La Gracia es el sello15, la impronta de Cristo en el ser personal del cristiano, el cual está totalmente volcado hacia su prójimo, por ello la Gracia envuelve la dimensión social del hombre. Este es el motivo por el cual “mi humanidad hoy brilla”. El brillo es la Luz dentro de la opaca y oscura humanidad, Luz que brinda la acción social del cristiano y hace ‘brillar’ este ser adámico, oscuro por el pecado.

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Salmo 39,4. Salmo 41,9. 13 Salmo 95,2. 14 Efesios 4,16. 15 Corintios 1,22. 12

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7mo. Ciclo 12 de Noviembre de 2007 y continĂşa...

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Mensaje 101 Dado en Concordia, Entre Ríos, el 12 de Julio de 2008 El eje del presente Mensaje, puede situarse en la contraposición de la Luz con la oscuridad. El avance de las tinieblas hace que la Luz no "se filtre". Vivimos el ocaso de un mundo que ama más las tinieblas que la Luz (Juan 3,19). La orden de llevar Luz, es uno de los ejes de toda esta manifestación. Por ello este mensaje tiene tres aristas: Por un lado se pide acercarse al misterio o sacramento de la confesión: "Limpien su alma y habrá Luz"; como asimismo se pide frecuentar el misterio o sacramento de la eucaristía: "alimenten su alma y aun habrá más Luz." La concepción de la Luz no responde a los criterios del positivismo modernista, por ello la Luz no es una materia actuando sobre otra; sino que se basa en el concepto antiguo. La Luz es una substancia que compenetra los seres. Por esta razón decía San Justino, que el bautismo era un baño de Luz: "A este baño, (bautismo), lo llamamos iluminación para dar a entender que los que son iniciados en esta doctrina quedan iluminados." (I Apología en defensa de los cristianos 61)

Encontramos la segunda arista donde se ordena tocar la Luz, y seguir "en el Camino", es el mandato de imbuirse de Luz para llevarla hacia la oscuridad. Este mandato posee un basamento dentro de esta teología mística. Es el Dios Trinitario que lleva la Luz, en perikhoresis. Es decir que el Dios trinitario actúa, respetando las Tres Personas en su mutua relación infinita y unidad extática. Por ello el Padre es fuente y origen. Es el creador del cosmos, "quien creó los cielos"; es el origen de la vida, "quien dio la semilla"; es el que desarrolla la Vida, "quien dio ... el agua"; es el que provee la redención, "quien regó y cosechó". Pero todo el plan del Padre, lo hace por medio del Hijo, su Palabra, "Dios Padre necesitó de Dios Hijo", quien se encarnó, murió y resucitó. De esta forma otorgó la Luz increada al alma. Esta Luz increada es la inhabitación divina o presencia dentro de cada uno, es la Luz que se hace presente en el pecador por la

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confesión y es Luz creada como Gracia para el alma, por ello afirma: "alimenten su alma y aún habrá más Luz.". La tercera arista es la acción en sinergia o cooperación. Dios no actúa directamente, sino que lo hace por intermedio de sus mensajeros. No otorga la Gracia directamente, sino que lo hace por sus sacerdotes. La Trinidad lleva su Luz al mundo por sus 'apóstoles' a quienes guía en sinergia, donde el "Buen Pastor" como cabeza del Cuerpo Místico es seguido. Esta cooperación potencia al alma con la presencia del Espíritu, por ello afirma: "El Espíritu Santo hace la fortaleza del alma." Esta sinergia es la consecuencia lógica de la perikhoresis trinitaria. El hombre ha sido integrado en un Cuerpo Místico a la Trinidad que es una mónada de tres Personas y quien actúa es la Trinidad por el Cuerpo Místico de Jesucristo y éste por medio de sus miembros. Es la unidad sinérgica entre Dios y el hombre imbuido de Luz. A todo este planteo, ¿cuál es la función de Nuestra Señora, en esta sinergia o cooperación en la acción de llevar la Luz? Lo afirma Ella misma con toda sencillez y humildad: "Esta Madre los acompaña en cada Rincón, en cada lugar." Esta presencia o acompañamiento no es simbólico, no es metafórico, no es lírico; sino que es auténticamente efectivo y real. Si alguno lo duda, no tiene más que comprobarlo con el corazón abierto, por esto dice algo que ha reiterado ya desde sus primeros mensajes: "Búsquenme y me encontrarán." En otras palabras, Ella promete que quien la busque con el corazón abierto y sincero encontrará su presencia real y efectiva.

Mensaje 102 del 12 de agosto de 2008 El presente Mensaje es suficientemente claro y no necesita mayores comentarios. Aquellos a los cuales va dirigido, lo entenderán perfectamente. Solamente decimos que luego de ser emitido, se abrió el libro de las Sagradas Escrituras y sin mediar voluntad humana, se abrió en este pasaje (Lucas 9,18-27), el cual fue leído dos veces sin explicación alguna, pasaje que proponemos para su meditación pausada.

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Mensaje 103 Dado en Mar del Plata para el 12 de Septiembre de 2008. La Nueva Iglesia La primera pregunta que nos hacemos es: ¿Qué significado tiene esta expresión? Comencemos diciendo que 'nuevo' se opone a 'viejo', pero aquí comenzamos a dilucidar qué es 'lo viejo' por un lado y qué es 'lo nuevo' por otro. Los términos 'nuevo' y 'viejo' no provienen de una oposición entre Tradición y modernismo, quien piense esto se ha equivocado. El término 'nuevo' hace referencia a lo que nos indica San Pablo con su oposición entre el hombre viejo y el hombre nuevo: "Revístanse del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador." (Colosenses 3,10) Este revestimiento es de Luz, por ello afirma el apóstol: "En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido (ενεδυσασθε) de Cristo." (Gálatas 3,27) Por ello el término 'nuevo' implica una nueva generación de la Humanidad. Es un nuevo nacimiento, un nuevo género humano nacido en la Luz. Esta es la causa de la afirmación paulina: "Revístanse más bien del Señor Jesucristo y no se preocupen de la carne para satisfacer sus concupiscencias." (Romanos 13,14) De allí que el término 'nuevo' hace referencia a la palingenesia o re-generación que ostenta la Iglesia. De aquí el significado de Luz, una Luz que penetra al hombre y lo hace renacer en el Hombre Nuevo. Así lo leemos en el evangelio de San Mateo: "Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la palingenesia (παλιγγενεσια - re-generación), cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel." (Mateo 19,28) El hecho de 'revestir', no es al sentido protestante, donde la Gracia como una túnica cubre la corrupción del hombre y lo hace

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acepto a Dios. El hecho de revestir, es adoptar una nueva forma, basada en la Luz, San Pablo lo llamó transformación o metamorfosis. "Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien metamorfoseaos (µεταµορφουσθε) mediante la renovación de vuestra mente (ανακαινωσει του νοοσ), de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto." (Romanos 12,2)

Por este motivo la Iglesia la forman los que se dieron este baño de re-generación, tal cual lo dice San Pablo: "Él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración (παλιγγενεσιας) y de renovación (ανακαινωσεως) del Espíritu Santo." (Tito 3,5) Este hombre nuevo es la nueva Humanidad re-generada, es decir vuelta a nacer, vuelta a ser originada, no ya de su padre Adán sino de Jesucristo. Significa que el hecho de revestir es un re-nacer, un re-generar, una palingenesia, caso contrario no tiene sentido. Es la raza de Jesucristo, el nuevo Adán. El hombre nuevo, por palingenesia, pasa a juzgar la otrora humanidad de la forma adámica, la humanidad inferior, por ello, se sentarán en tronos. Ahora bien, la palingenesia no es suficiente, falta la re-novación, es decir la anacáinosis (ανακαινωσις). El hombre viejo permanece, si bien el Hombre nuevo ha nacido; es decir, el sustrato del hombre viejo permanece, por ello el Hombre Nuevo se debe renovar, día a día, hasta revestir el viejo sustrato del Hombre Nuevo. Sobre el sustrato de la vieja forma de la naturaleza humana, se gestó una forma nueva que la metamorfoseó y esta nueva forma se renueva día a día, tal cual lo afirma el Mensaje: "el Espíritu Santo, que te lleva al día a día, te ayudará a seguir". Así lo afirma el apóstol: "Por eso no desfallecemos. Aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, el hombre interior se va re-novando día a día." (ανακαινουται ηµερα και ηµερα) (2 Corintios 4,16) El ser nuevo, es una nueva forma, nacida a la Gracia o Vida, y como toda Vida debe acrecentarse, debe desplegar todas sus energías en la Luz. El Hombre Nuevo es una Vida nueva sobre el viejo organismo viviente. Esta Vida nueva es la Zoé (ζωη), es decir el hombre interior del que nos habla San Pablo, que adopta su forma

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sobre la vieja forma de la Bios (βιος), el cual es el hombre exterior paulino. Por esto leemos en los evangelios: "Yo he venido para que tengan Vida (ζωην) y la tengan en abundancia." (Juan 10,10b) Y en Juan 14,6ª leemos: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida." Dice el Apocalipsis: "Dichosos los que laven sus vestiduras, así podrán disponer del árbol de la Vida y entrarán por las puertas en la Ciudad." (Ap.22,14) Esta Ciudad, de la cual nos habla el Apocalipsis es la Nueva Jerusalén: "Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo." (Apocalipsis 21,2) Esta es la 'Nueva Iglesia'. El hombre es icono divino (Cfr. Génesis 1,26). Este icono ha perdido su semejanza por el pecado, por consiguiente debe ser remodelado hasta semejarse a Jesucristo. Esta metamorfosis es el proceso de iconización de la nueva Humanidad. De este modo, la Humanidad nueva adquiere otra imagen, la imagen del Creador. "Mas todos nosotros con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos metamorfoseando (µεταµορφουµεθα) en esa imagen de gloria en gloria conforme al Espíritu del Señor." (2Corintios 3,18) El hombre es un icono deteriorado, el cual por la palingenesia y anacáinosis es restaurado hasta su primer estado. La Nueva Iglesia es el icono que refleja el rostro de Jesucristo.

Fin de la Primera Etapa

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2da Etapa de esta manifestaci贸n Desde noviembre de 2008

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Octavo Ciclo 12 de Noviembre de 2008 y continĂşa...

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Comentario al 105 Dado en Neuquén (Capital) el 12 de diciembre de 2008 Para comprender el presente mensaje, es necesario tener en cuenta dos cosas. En primer lugar, ubicamos el género del presente mensaje, como una oración de Nuestra Señora de la Humanidad, hecha de rodillas ante su Hijo; pero dicha oración se hace en voz alta, por lo tanto posee algunas partes dirigidas a quienes la escuchen. Es una oración de intermediación. En segundo lugar, observemos que se inicia con una oración empleada en la liturgia antes de la comunión, la cual se origina en los evangelios16. La analogía de la ‘casa’, responde al interior del cuerpo, en este caso al interior del cuerpo de Nuestra Señora. Este paralelismo se desarrolla cuando dice al Hijo: “Yo no fui digna de que entres en mi cuerpo, pero fue tu voluntad y soy la Madre del Señor.” La oración desarrolla, la aceptación a la voluntad del Padre, a pesar de la propia opinión contraria, pues esta inmaculada concepción no se hubiera aceptado si miraba simplemente la dignidad de su persona. Su casa, su vientre materno, es lo que crece al engendrar la Palabra del Padre. Este sentido, tiene su correlato, en el segundo vientre preñado por la voluntad del Padre con la nueva Humanidad, a la cual da nueva forma para llevar alegría y Paz a sus nuevos hijos, por esto dice al verse en la misma situación de la gestación de Jesucristo: “Estos días son felices, mi vientre crecerá como aquel día.” Hasta aquí, Ella se coloca en la situación de Madre de la Humanidad, la cual está en gestación, para obtener un nuevo hijo, el cual se realiza por la Gracia, sobretodo, dentro ‘del derrame de Gracia mariano’. Esta nueva Humanidad, no es la que “está triste y sin saber qué hacer”, sino que es una “Humanidad grande, hermosa y brillante”. Este parto del nuevo ‘hijo’, no es idéntico al parto de Jesucristo, sin pena ni dolor17; por el contrario, Ella como icono de la Iglesia, 16

Mateo 8,8 y Lucas 7,6. María dio a luz a su Hijo primogénito sin dolor alguno. A Ella no le alcanzó el castigo que Eva recibió: "parirás a tus hijos con dolor" (Gén. 3,16). El parto, en consecuencia, fue de carácter extraordinario. 17

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“está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz18; a pesar de esto, “estos días son felices”, pues su gestación, como toda madre, la llena de felicidad. ¿A qué se debe este dolor en el parto de la nueva Humanidad, “grande, hermosa y brillante”? Parte de la explicación la encontramos al inicio del Mensaje, la cual sigue inmediatamente a la oración de su indignidad en formar el cuerpo y reflejan las circunstancias actuales. Son los tres “aquel que...”. El ‘aquel’ señala la actitud individualista de la persona que no actúa con el Cuerpo Místico, sino guiado por su gnosis u opinión personal. Cada cosa que realiza el “aquel que”, va en un camino que lo degrada en simple individuo, ajeno a la voluntad del Padre. El primero es para el que escuchó el Mensaje y en un segundo momento escuchó la invitación de unirse a la gestación de la nueva Humanidad; pero irremediablemente lo ve de espaldas, no porque Nuestra Señora esté a sus espaldas, sino porque por su gnosis personal, no quiere ver el verdadero rostro de Nuestra Señora, y el rostro de Nuestra Señora, no es más que el proceso de gestación de la Humanidad “grande, hermosa y brillante”. Es la resistencia de la persona, la que produce el dolor del parto en su derrame de Gracia. “Aquel que” se resiste, la ve de espaldas y como reza Ella: “no quiere ver mi rostro”. A pesar de la actitud individual, que realiza la persona, ajena a la voluntad divina, advierte: “Yo los veo a cada uno, los sigo y los siento, y me hago sentir.” La actitud del “aquel que”, se contrapone al “gracias” posterior. Un “gracias” por gritar, es decir darla a conocer, y un “gracias” por ayudar a que la humanidad, “triste y sin saber qué hacer”, no adopte la actitud gnóstica de aquel que la ‘ve de espaldas’, sino por el contrario, hoy la mira ‘de frente’. A las respuestas de la persona, siguen sus actitudes: la alegría de quien salió de la angustia de la humanidad y la alegría de quien reconoció a su hermano. A las decisiones de las personas, la Trinidad derrama “una vez más” su bendición y esta bendición señala la Paz de Jesucristo “con ustedes y con el mundo entero”. 18

Apocalipsis 12,2.

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