VIERNES, 2 NOVIEMBRE DE 1973
LA VANGUARDIA ESPAÑOLA
Página 8
85.000 HECTÁREAS DE NATURALEZA PROTEGIDA A todos nos duele el estar asistiendo, impasibles, al aniquilamiento de infinidad de zonas agrestes. A todos nos duele que los escasos vestigios de bosques vírgenes que salpican nuestra geografía estén desapareciendo, y no podemos hacernos a la idea de que estemos arrinconando los últimos restos de algunos animales y los convirtamos en piezas de museo. Tampoco podemos hacernos a la idea de estar bastardeando el aire que respiramos y las aguas de nuestros ríos. Nos parece mentira que pese a las previsiones de los gobernantes de primeros de siglo respecto a la Naturaleza, lejos de secundarlas y ampliarlas, estemos devorándola. Porque en esta ancha geografía española, ¿qué parques nacionales tenemos y de qué reservas de la Naturaleza disponemos? Aseguraba el ingeniero Maximiliano Elegido —ex jefe del Servicio Nacional de Pesca Fluvial y Caza— que han transcurrido demasiados años desde que se consiguió, en 1918, que Covadonga fuese declarado Parque
Aígües fortes, y Lago de San Mauricio
Nacional, sin que tal declaración haya dejado de ser un puro principio formal carente de todo contenido real. Lo mismo podría afirmarse de los seis restantes, incluyendo el recién declarado Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. Es el mismo Maximiliano Elegido quien, haciendo un balance de las actuaciones nacionales en favor de la Naturaleza, declara: «Al revisar el balance de pérdidas y ganancias de nuestros parques nacionales, observamos desilusionados que, a lo largo de casi medio siglo, la única partida de signo positivo es puramente espiritual y se concreta en el buen deseo constante y reiterado de cuantos tuvieron ocasión de visitarlos. Un «DEBE» acusador, y enojosamente largo, nos abruma con su pesada monotonía: el olvido e indiferencia con el que los españoles hemos menospreciado cuanto de noble y hermoso encierran nuestros maravillosos parques nacionales.»
La degradación silenciosa del medio ambiente La degradación ambiental es algo generalmente oculto y sombrío. Los casos espectaculares son proporcionalmente muy raros en comparación con los millones de muertes, envenenamientos, esterilizaciones, podredumbres, aniquilamientos, erosiones, que se realizan sin boqueadas ni palpitos. La vida es esencialmente un proceso autónomo. Hasta cierto punto se pueden controlar negativamente los organismos, condicionándolos o confinándolos: pero se los destruye, s,¡ se exagera la presión. No puede haber mejor símbolo de esta muerte silenciosa, que el cementerio que existe en el Zoo de Bronx en Nueva York. En cada una de sus 225 lápidas está grabado el nombre de una especie animal que se ha extinguido en los tres últimos siglos, desde la tortuga gigante hasta el pato labrador. Se calcula que el hombre es el causante de por lo menos 170 de estos exterminios. Está demostrado que cualquier cambio que el hombre introduzca con su tecnología, aún con las mejores intenciones, puede producir un colapso de todo el sistema ecológico. La presa de Asuán ha sido realizada primordialmente para lograr nuevas zonas regables y conseguir una producción de energía eléctrica suficiente para el consumo egipcio. Sin embargo, y sin que se hubiera previsto, está cambiando todo el milenario sistema de vida del valle del Nilo, al retener una gran parte del limo fertilizante de sus aguas. Ha producido, además, un caos aún más imprevisto en la industria pesquera de alta mar. La industria sardinera, egipcia producía 18.000 toneladas anuales. Hoy', esa industria ha quedado reducida a 500 toneladas.
«Las joyas de la naturaleza • patria» v «Las marismas del Guadalquivir, especialmente en la región conocida umversalmente como Doñana, constituyen, sin duda alguna, uno de los ¡más extraordinarios lugares de Europa, no sólo en cuanto se refiere a la riqueza y variedad de su flora y de su fauna, si no por el carácter de refugio o lugar de anidamiento de las más valiosas aves migraV torias de nuestro continente». Con estas palabras se hacía la declaración de principios para justificar el Decreto por el que se convertía al Coto Doñana en Parque Nacional. Y en 1918 Francisco Cambó, en su exposición de motivos para la creación del Parque' Nacional
de Ordesa, Justificaba que «la Ley de Parques Nacionales dio a la Administración' los medios indispensables para declarar como tales aquellos lugares que por la riqueza excepcional de su flora y de su fauna importa conservar y proteger para los fines de la cultura y enaltecimiento del suelo patrio». Pocos días antes se promulgaba la Ley da 24 de julio de 1918, en la que se constituía el «Parque Nacional de la Montaña de Covadonga», con la idea de conservar «ese lugar único en el mundo, en el cual fuera posible la contemplación de animales salvajes', viviendo tranquilos en su ambiente natural, sin ser molestados por nadie». Y fue, el mismo Cambó, siendo Ministro de Fomento, quien propuso la creación del citado Parque Nacional «para salvar de la destrucción o deterioro las Joyas de la Naturaleza patria, aquellos sitios o parajes excepcionalmente pintorescos, forestales o agrestes del territorio nacional, que, con la riqueza de su flora y de su fauna y las particularidades geológicas e hidrológicas que encierran, constituyen el más bello ejemplo de la Naturaleza espléndida, exhuberante y brava que podemos ostentar y de 'la que tanto necesitamos como contraste o contraparti da necesaria a la vida excesivamente artificial y urbana que llevamos».
Gobierno sentía servación de la el 7 de diciembre Creación de los
preocupación por la conNaturaleza y, a tal efecto, de 1916 promulgó la Ley de Parques Nacionales.
DE COVADONGA A LAS TABLAS DE DAIMIEL El primer parque nacional del mundo lo creó el capitán Grant, el día 1 de marzo de 1872 en los Estados Unidos. En España, como ya hemos dicho, la creación data de 1916, y el primer parque declarado fue el de Covadonga, el día 22 de ¡ulio de 1918. Siguió después el de Ordesa, días más tarde —16 de agosto de 1918— y a partir de aquella fecha, nuestras autoridades se olvidan por completo del espíritu que alentó en la creación de los parques, hasta 1954, en que, por decreto del 22 de enero, se crea el de 'La Montaña del Teide». Hasta completar los siete existentes, la lista es la siguiente: parque nacional «Caldera de Taburíente» (octubre de 1954), parque nacional «Aigües Tortes» (octubre de 1955), parque nacional de Doñana (octubre 1969), parque nacional de Las Tablas de Daimiel (julio de 1973). Estos siete parques tienen una extensión total de ochenta y cinco mil hectáreas y son auténticas maravillas de la Naturaleza.
?í
-^>v.
*%'
Si -en aquel lejano entonces don Francisco Cambó se quejaba de la vida «excesivamente artificial y urbana», no podemos, y ni tan siquiera llegamos a imaginarnos, lo qué podría argumentar en los momentos presentes si viviera, «en : la ciudad más contaminada de Europa — M a d r i d ^ » y supiera que podemos «preciarnos» de tener el «río más contaminado del mundo —Oria—» según declaraciones del Secretarlo General de la Asociación para la Ordenación del Medio Ambiente. Como se ve, desde primeros de siglo el
Este trabajo ha sido realizado por Santiago Pedraz, con datos obtenidos en ICONA, Servicio Nacional de Pesca Fluvial y Caza y las publicaciones de j los ingenieros José Fernández Reyes y Guillermo Muñoz Goyanes.
con de vida
Según la Ley de su creación (1916) «Son parqués nacionales aquellos sitios o parajes excepcionalmente pintorescos, forestales o agrestes, del territorio nacional, que el Estado consagra, declarándolos tales y haciéndose cargo de ellos, con el exclusivo objeto de favorecer su acceso por vías de comunicación adecuadas y de respetar y hacer que se respete la belleza natural de sus paisajes, la riqueza de su fauna y de su flora y las particularidades geológicas o hidrológicas que encierran, evitando de este modo, con la mayor eficacia, todo acto de destrucción, deterioro o desfiguración por la mano del hombre». Hay que destacar Ja claridad de concepto que pusieron de manifiesto los legisladores de equella época al hacer constar que aquellos lugares excepcionales deben ser defendidos para garantizar su Integridad, a la vez que los consideran —a los parques nacionales— como «reservas de la Naturaleza». Según el ingeniero Fernández-Reyes Molina las características que deben reunir los parques nacionales, para poder ser declarados como tales, son: Primero. — Que sea suficientemente extenso y reúna un conjunto excepcional de manifestaciones estéticas naturales. Segundo. — Que la huella del hombre sobre sus terrenos pueda ser borrada por la propia Naturaleza, sin más ayuda humana que la que puedan prestarle las leyes y su aplicación o, cuando más las obras que, por su escasa importancia y lo extraordinario de las bellezas que los circundan, sean dignas de llevarse a cabo. Ahora bien, cuando se den estas circunstancias, antes de decidirse a crear al parque nacional se debe haber formulado el prcwósito de realizar en aquél las obras y puesto los medios encaminados a tal fin. Abundando en lo que es y debe ser un parque nacional, recogemos la definición que de los mismos hace Guillermo Muñoz Goyanes: Un parque nacional es «una extensa zona de territorio, dotada de extraordinarias berlezas naturales, q u e ' e i Estado, con espíritu previsor, ha reservado y sometido a una reglamentación especial a objeto de convertirla en sagrario-de su flora y de su fauna. La ha declarado inalienable a perpetuidad, con el fin de legarla a las generaciones venideras, en el mismo estado primitivo en que hoy la ofrece a la presente, haciendo posible un contacto directo con ia Naturaleza, en beneficio de su salud, cultura y distracción.»
He aquí una de las lagunas —hay casi medio centenar— que ofrece al visitante el Parque Nacional de «Aigües Tor-
tes», en el Pirineo leridano.
y por
400 pfcss. al mes podrá disfrutar -hoy mismo de un
TELEVISOR con VHF - UHF y B-N a elegir la marca por Ud. y desprecintado en su casa REGALAMOS ANTENA Y MESITA
Llame al 220-73-68 Máxima seriedad, servimos al día
CON EL TRITURADOR
—Contenga— su hernia con e"l moderno aparato HERNIUS AUTOMÁTICO, minúsculo, cómodo y sin tirantes, que se lleva sin notarse. Bajo prese. fac. (C. P. S. 1389J GABINETE ORTOPÉDICO
• Fácil de colocar en el orificio de desagüe de su fregadero • Elimina totalmente los malos olores y molestias • Totalmente silencioso 9 Modelos especiales para restaurantes bares hoteles clínicas supermercados fábricas etc. • Único por su calidad rigurosamente controlada 1.a Marca de EE. UU.
34, Rbla. de Cataluña, 34
AlLI* •
h. LORETO, 34 (¡unto i? Calvo Sotelo)
/aUU
DE VENTA EN LOS PRINCIPALES ESTABLECIMIENTOS DEL RAMO