Sandokán.Los tigres de la Malasia

Page 199

LOS TIGRES DE LA MALASIA

traje blanco; sus ojos eran muy negros y de mirada enérgica, y sus facciones de finas líneas eran a un tiempo arrogantes y dulces. Yáñez, al verlo, había gritado lleno de alegría: -¡Kammamuri! -¡Mi valiente maharatto!- exclamó a su vez Tremal-Naik. -Llego demasiado tarde- contestó el indio-. ¿Verdad, patrón? -¡A tiempo para ver los talones a los dayakos!contestó Tremal-Naik. -¿Acabas de saltar en este momento?- preguntó el portugués. -Sí, señor Yáñez; y ha sido un verdadero milagro que no me hayan matado vuestros hombres. Trepaba por la cuerda en el mismo instante en que hacían una descarga de metralla. -¿Has estado en Mompracem? -Sí, señor Yáñez. -Entonces, habrás visto al Tigre de la Malasia. Hace siete días hoy que lo dejé. -¿Has venido solo? -Solo, señor Yáñez -¿No has traído refuerzo alguno? -No. 199


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.