Como misioneros claretianos tenemos que unir fuerzas y recursos para seguir trabajando desde la opción por la vida, la justicia y la paz. Tendremos que revisar seriamente nuestros estilos de vida, nuestros niveles de comodidad. Las Constituciones (CC 46), al definir nuestra misión en la Iglesia, nos traen las palabras de la Gadium et Spes y nos plantean: "Compartiendo las esperanzas y los gozos, las tristezas y las angustias de los hombres, especialmente de los pobres, pretendemos ofrecer una estrecha colaboración a todos los que buscan la transformación del mundo según el designio de Dios". Seamos testimonio vivo de Jesucristo misionero y voz profética que anime a nuestros hermanos. Seamos luz y esperanza para nuestras Comunidades en la búsqueda incansable de un mundo más justo, solidario y fraterno. 8. Al celebrar el XIII Capítulo Provincial y, de acuerdo a las exigencias que nos plantea la realidad del mundo hoy, nos debemos comprometer entre otras cosas a: a.
b.
Profundizar y testimoniar nuestra vocación misionera claretiana desde una profunda vivencia espiritual, como Hijos del Inmaculado Corazón de María, en fidelidad al Evangelio y a nuestro carisma. Asumir y llevar a la práctica el horizonte misionero de la Provincia con sus opciones y líneas que inspiran y orientan nuestra misión.
c.
d.
Dentro del marco de la celebración de los cien años de presencia claretiana en Colombia, realizar una profunda revisión de nuestras posiciones y posesiones, para desacomodarnos y asumir con radicalidad profética la opción por la defensa de la dignidad humana, la justicia y la paz. De esta manera construiremos una Provincia comprometida con la misión, desde una espiritualidad de oyentes y servidores de la Palabra, en misión profética al servicio de la Vida, a favor de los empobrecidos y excluidos. Fortalecer el proceso de formación inicial y permanente. Esto nos exige compromiso personal y comunitario en la promoción vocacional, en la acogida de los jóvenes en nuestras comunidades, en la disponibilidad misionera. Esto nos lleva a ser una Provincia en permanente refundación desde la pastoral vocacional, la formación inicial y permanente.
9. Mientras nos preparamos para la celebración del Capítulo, hemos de intensificar la oración personal y comunitaria desde nuestro ser de Oyentes y Servidores de la Palabra. Encomendemos al Corazón Inmaculado de María la preparación y el desarrollo del Capítulo. María, Madre y compañera de Jesús, Madre y Fundadora de nuestra Congregación, ayúdanos a conseguir la Vida en plenitud y a vencer todas las muertes.
Bogotá D.C., a los siete días (07) de mayo del año 2009. Aniversario de la Canonización de San Antonio María Claret.
José María Flórez Jaimes C.M.F Superior Provincial
ABRIL - JUNIO DE 2009
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