Angel de la Soledad Sin Fronteras · Enero-Junio 2014 · N.º 010

BOLETÍN INFORMATIVO DEL CULTO A SANTA GENOVEVA TORRES MORALES Y DE SU OBRA CONTINUADA POR LAS ANGÉLICAS

Ángel de la Soledad in fronteras enero-junio 2014 · n.º 010

Yo no puedo arrodillarme en genuflexión completa.

Sólo una pierna arrodillo, porque me falta la izquierda.

Señor, no puedo adorarte toda yo; estoy incompleta.

Para suplir lo que falta dispongo de dos muletas.

Las cruzo ante tu custodia, izquierda y derecha. Acéptalas. ¡Tú que sabes cuánto duele mi genuflexión a medias!

P. Ramón Cué

En esta tribuna Santa Genoveva Torres Morales pasaba sus horas de adoración y reparación ante el Santísimo expuesto.

En portada: Tribuna desde la que Santa Genoveva pasaba sus horas de adoración, junto a la Virgen y sentada en su carrito.

Datos biográficos

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de Santa Genoveva >>>

SUMARIO Datos biográficos

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A las puertas de la Cuaresma . . . . . . . . . . . . . . 3 Su vida nos habla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Aristócrata del espíritu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 El Vía Crucis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Ahondando en su vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 Testimonios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

Este boletín informativo se distribuye gratuitamente.

Los favores obtenidos, por intercesión de Santa Genoveva, rogamos se nos comuniquen a cualquiera de las direcciones de México o Venezuela que aparecen en la contraportada de este boletín.

Redacción y Administración: Religiosas Angélicas Diseño y maquetación: José María Soria josemariasoria@gmail.com Impreso en: México y Venezuela

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www.angelicas.org www.santagenoveva.org

1870 3 DE ENERO · Nace en Almenara, Castellón.

4 DE ENERO · Bautizada en la Parroquia de los Santos Juanes.

1871 Muere José, su padre.

1877 11 DE DICIEMBRE · Recibe el Sacramento de la Confirmación.

1878 Muere Vicenta, su madre.

1880 Recibe la Primera Comunión.

1882 JULIO · Se forma un tumor en la pierna izquierda.

1883 MARZO · Amputación dolorosa de la pierna enferma.

1886 8 DE MARZO · Ingresa en la Casa de Misericordia de Valencia.

1894 Sale del asilo.

1911 2 DE FEBRERO · Fundación en Valencia de una Obra para señoras retiradas.

DICIEMBRE · Aprobación verbal diocesana.

1912 31 DE JULIO · Inauguración de la primera Casa en Zaragoza.

1925 5 DE DICIEMBRE · Erección canónica del Instituto religioso.

18 DE DICIEMBRE · Profesión de votos simples.

1926 18 DE DICIEMBRE · Profesión perpetua.

1931 18 DE DICIEMBRE · Confirmada en el cargo de Superiora General.

1941 14 DE ENERO · Se inaugura en Zaragoza la actual Casa General.

1953 25 DE MARZO · Se recibe la Aprobación Pontificia.

1956 5 DE ENERO · Muere en Zaragoza.

1976 2 DE FEBRERO · Apertura del proceso de Canonización.

1991 22 DE ENERO · Declaradas sus Virtudes Heroicas.

1995 29 DE ENERO · Beatificada en Roma.

2003 4 DE MAYO · Canonizada en Madrid por Su Santidad Juan Pablo II.

ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS

A las puertas de la Cuaresma...

De los escritos de la Madre Genoveva.

La madre Genoveva contaba ya ochenta años. El 24 de febrero de 1950, con energía juvenil, envía a sus hijas una invitación cálida, viva, insinuante, a vivir la santa Cuaresma.

Santa Genoveva escribe numerosas cartas y circulares dirigidas a sus hijas y a sus directores espirituales.

Recogemos algunos párrafos de esta preciosa carta circular. Con su estilo llano y sencillo, pero ungido de devoción, Santa Genoveva nos invita a todos nosotros en las puertas de una nueva Cuaresma.

Unas líneas para que Vds. Conmigo nos movamos a imitar las enseñanzas que nuestra Santa Madre Iglesia nos enseña en la santa Cuaresma.

Si siempre es nuestra Maestra, en estas semanas nos enseña prácticamente que somos polvo y en polvo nos convertiremos. ¡Qué palabras de verdad! La fe en esta verdad nos es necesaria. Necesitamos vivir de fe, para que las obras tengan mérito y por ellas sirvan al alma, si son buenas.

Vayamos al desierto de nuestro interior; vivamos recogidas en silencio orando en medio de nuestras obligaciones; no descuidando este nuestro silencio interior, tan necesario para levantar el corazón a Dios.

Hagamos todo con caridad de Dios; pues a Él es a quien servimos, y así, todo nos será fácil.

Mucha unión, mucha caridad con otras, sin dejar la humildad, que es base de todo. Pidan por mí”

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SI EL AMOR SE REDUJERA A UNA PURA BENEVOLENCIA PARA CON TODOS LOS HOMBRES, NO PASARÍA DE SER UNA PALABRA O POCO MÁS; HA DE ENCARNARSE

Su vida nos habla

EN OBRAS Y HA DE ESTAR ENDEREZADO HACIA EL SERVICIO DEL PRÓJIMO.

Santa Genoveva Torres Morales con las Hermanas y las señoras, en el oratorio de la Casa Generalicia de Zaragoza, adorando al Santísimo.

“La Vela Nocturna”: el manantial de la Obra La vida de Genoveva Torres Morales es un continuo desarrollo de devoción eucarística que la acompañará por doquier, dando el alto tono a su espiritualidad y a su obra. Su trabajo al servicio de la soledad de las señoras irá ungido de oración continua ante el Sagrario de sus amores.

Más todavía: el verdadero origen de la Obra fundada por Santa Genoveva reside como en un secreto manantial, en el culto eucarístico.

Entre los escritos de la Madre Genoveva hay uno de singular importancia. Se titula “Relación sobre el primer desarrollo de la Sociedad Angélica”. Está escrito por ella misma, lo dice su letra inconfundible, a veces de difícil lectura. Ese manuscrito original se conserva con especial cuidado y veneración. Lo redactó en el año 1916, poco más o menos. Allí encontramos noticias interesantísimas sobre el origen de las Angélicas.

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En todos mis actos espirituales me anima la confianza en Dios... ¿Quién puede impedirme ejercitar lo que Él quiera?

Nadie. En su amor y su poder tengo plenísima confianza.

Santa Genoveva

“En el año 1894 nos reunimos tres señoras: una viuda, Isabel, con una hija de 11 años, otra señorita de 26 años, soltera, llamada Desamparados Rives, y Genoveva Torres, de 23 años, con el propósito de fundar” A renglón seguido, la Madre nos enseña cual era el propósito de este afán de fundadoras, diverso en las dos primeras con respecto al que pretendía Genoveva.

ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS

“Estas dos primeras querían fundar una casa para recoger a los mendigantes, que no tenían casa y viven bajo puentes, en la carretera, y la tercera señora, la Vela Nocturna de Jesús Sacramentado, para señoras, muy desemejante a la de los hombres”.

Como siempre en el caso de los fundadores, la palabra última la había de tener la Iglesia Jerárquica. Y a ella acudieron las tres mujeres que deseaban fundar. Nos lo dice, admirablemente, la citada Relación.

“Don José Barbarrós, canónigo chantre de la Catedral y visitador de monjas, nos presentó al Sr. Arzobispo, don Sebastián Herrera de los Monteros, y al explicarle el asunto que pretendíamos fundar, nos dijo: “la Vela Nocturna. Pues mira, cuando yo venía a hacer mi entrada en Valencia, tuve el pensamiento de fundarla”.

La raíz de toda la Obra está, por tanto, en la Eucaristía. Eso fue lo primero. De allí, por lógica consecuencia, brotó la actividad apostólica en favor de la soledad de las señoras.

La caridad es un efecto que brota por sí sola de la vida eucarística. Es menester incluso confesar que la caridad existe sólo porque existe el sacramento de la Eucaristía, del mismo modo que solamente por su relación con el sacramento de la Penitencia logra la contrición perfecta justificar las almas.

Esta caridad, a la vez es exigida y otorgada por el sacramento, debe ser universal, pero efectiva. Si el amor se redujera a una pura benevolencia para con todos los hombres, amor a la humanidad simplemente, no pasaría de ser una palabra o poco más; ha de encarnarse en obras y ha de estar enderezado hacia el servicio del prójimo.

La adoración fue lo primero. “La Vela Nocturna”, tal como decía Madre Genoveva. Pero en aquellas vivencias eucarísticas se encendían las exigencias sociales de la caridad. Genoveva trasladaba a su escala particular, a su propia circunstancia, el deber de amor que la antigua “comida de los pobres” realizaba de manera bien elocuente en la primitiva Iglesia.

“Salgamos también nosotros –es un texto célebre del Crisóstomo, comentando la Santa Cena del jueves y el descenso a Getsemaní– en dirección a las manos de los pobres, porque ellas son el monte de los Olivos. Olivos plantados en la casa del Señor con la muchedumbre de los necesitados, que destilan el aceite que allí nos será tan útil, aquel del que disponían las cinco vírgenes” Por eso las Angélicas conservan fielmente el espíritu de Santa Genoveva.

“El misterio de la Sagrada eucaristía, es decir, el augusto sacrificio de la Misa y la subsiguiente presencia de Jesucristo en el Sagrario, han de ser centro y eje de la vida de las Religiosas Angélicas” (Constituciones, cap. II, n° 9) El misterio eucarístico fue el centro de la vida religiosa en la Fundadora; de él dimanó la Obra. De él debe nutrirse igualmente la vida interior de sus Hijas y de las señoras residentes.

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ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS

Genoveva Torres era un aristócrata del espíritu.

Ahí residía el secreto de su actitud madura, equilibrada, extraordinariamente estable en sus reacciones y emociones. Un ejemplar humano de alta calidad, ciertamente; pero enraizado en los más hondos valores del espíritu.

Aristócrata del espíritu

Estudiando la vida de la Madre Genoveva Torres Morales, nos encontramos ante una figura admirable y envidiable, una figura cincelada según el espíritu de las bienaventuranzas, llena de suavidad, fortaleza, paciencia, dulzura y equilibrio.

Genoveva se hacía “Ángel de la Soledad” en su afán de oración y retiro. Llegaba a la presencia de Dios con toda la carga de dificultades y problemas. Allí ventilaba, a solas con Dios, sus preguntas, sus crisis, sus vacilaciones.

Hoy corre, casi como voz común, la opinión de que el lugar del encuentro con dios es el hombre, el mundo. Teológicamente este principio podría no ofrecer reparos. Pero es un hecho incuestionable que los más combativos y comprometidos libertadores de los males humanos no encontraron a Dios en el fragor de las luchas sociales, sino que se retiraron a la soledad completa, y allí adquirieron el temple y la reciedumbre para las batallas que se avecinaban. “Ángel de la Soledad” llamamos a la Fundadora de las Angélicas. Entendemos bien de qué “soledad” se trata. No es tan sólo la soledad de aquellas mujeres que, por diversas razones, se acogieron en sus Casas para recibir un calor de hogar del que estaban carentes. Esta “soledad” empequeñecería la figura de la Madre Genoveva, de ser sólo la única forma de entenderla. Hay otra “soledad” en la que fraguó su espíritu. Era la del retiro a la región de la oración, al trato íntimo con Dios.

Ella misma lo escribe al P. Sánchez, en una carta del 5 de mayo de 1915:

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“Necesito la soledad para oír a Dios. Más vale el último rincón de la Casa de Misericordia para mi espíritu, que todas las casas de señoras retiradas”.

Como todas las almas enamoradas de la soledad, sentía tentaciones de quedarse en la altura del Tabor, sin descender a la vulgaridad de la vida diaria: así escribía a su Director Espiritual, en carta del 5 de agosto de 1912: “Pida mucho por mí, que tengo tentaciones atroces con dejarme todo y esconderme, que nadie me vea. Sólo estoy bien estando sola con Dios; pero tengo que atender a tanto, que no puedo, y esto es uno de los martirios”.

Pero ese Dios con quien trataba en la soledad de la oración, bajaba con ella a las diarias batallas de su vida apostólica. El estado de intimidad que vivía con Cristo encendía en la Sierva de Dios una alta temperatura de oración y presencia divina, que perduraba luego en los afanes de cada jornada.

Así sabía luego consolar, animar, aconsejar y ayudar a sus hijas y a las señoras residentes en todas las dificultades materiales y espirituales.

Con amor y suavidad inspiraba la afición a las cosas del espíritu.

En suma, Genoveva Torres era un aristócrata del espíritu. Ahí residía el secreto de su actitud madura, equilibrada, extraordinariamente estable en sus reacciones y emociones. Un ejemplar humano de alta calidad, ciertamente; pero enraizado en los más hondos valores del espíritu.

ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS

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E L V Í A C RU C I S VII

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EN LA CASA GENERALICIA DE LAS ANGÉLICAS se encuentra el Oratorio donde la Madre oraba incesantemente en sus últimos años desde su carrito de inválida.

Allí se conserva como preciosa reliquia, el humilde Vía Crucis que tantas veces recorrió espiritualmente. Era su devoción preferida. Lo practicaba a diario.

Por esas estaciones del camino de la Cruz fue desfilando su vida entera, en los días anhelantes de gratitud y en los días oscuros de sus angustias.

La Madre Genoveva no era una espectadora piadosa contemplando “desde fuera” el sufrimiento de Cristo. Vivía inmersa en la Redención del Señor. Seguía el Vía Crucis “desde dentro”. Sus muletas eran sólo un símbolo de las grandes noches oscuras que atravesó su vida. El corazón de Madre Genoveva no se apoyaba en las muletas sino en la Cruz del Señor.

Aquel diario Vía Crucis lo comenzaba a los pies de la “Señora”, la Virgen de sus amores, inspiradora de la Obra. Aún está allí María con el Hijo muerto en los brazos, rodeada del cariño filial de las Angélicas.

El Vía Crucis tenía su término no en un sepulcro sino en un Sagrario. La piedad eucarística de la Madre Genoveva sabía bien que Cristo vive resucitado en la Eucaristía.

Este reciento del Oratorio familiar, del Vía Crucis diario de la Madre Genoveva es un auténtico compendio de piedad.

Un remanso de meditación y paz para quienes con tanta frecuencia lo visitan.

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LA MADRE GENOVEVA SINTIÓ DESDE JOVEN LA LLAMADA DE

DIOS

A LA SANTIDAD, A LA PLENITUD DEL AMOR; PROCURÓ CORRESPONDER A ELLA, E INCULCARLA EN LOS DEMÁS.

Su Santidad Juan Pablo II Canonizó a Santa Genoveva el 4 de mayo de 2003.

Ahondando en su vida La santidad, camino de amor La Madre Genoveva Torres Morales, fue canonizada el 4 de mayo de 2003. Anteriormente la Iglesia había declarado ya la heroicidad de sus virtudes y aprobados los milagros obtenidos por su intercesión. Su vida fue, en efecto, la de una santa; lo que significa ante todo, que fue una enamorada de Dios. Los hechos de su vida y su apostolado lo demuestran; y la enseñanza contenida en sus escritos personales no hacen sino confirmarlo.

Como todos los santos, estaba convencida de que el camino de la santidad es un camino de amor, y así lo inculcaba a sus hijas, las Religiosas Angélicas, y a todos los que la trataron; pero sobre todo ella misma se sabía y se sentía objeto del amor divino y se esforzó por corresponder con todo sus ser a ese amor, vibró con corazón enamorado de Dios Uno y Trino, de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre: “¡Qué felicidad es estar siempre sirviendo al Señor de cielos y tierra! Él me ama. Por eso me eligió. ¿Cómo corresponder a tanta bondad y fineza?”

Genoveva se sentía llena de ese amor divino, y no se resistía a expresar su gozo y sus deseos: “¡Oh Dios y Señor mío! Por amor a mí me criaste y redimiste. Haz que el amor hacia ti me impele a cantar tus alabanzas”.

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Y cualquier criatura, cualquier suceso le parecía una muestra del amor de Dios, y una ocasión, por tanto de darle gloria y alabarle.

ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS

DIOS NO NOS PIDE LA PERFECCIÓN PARA MAÑANA NI PARA EL TIEMPO PRESENTE, SINO PARA SIEMPRE...

SANTA GENOVEVA TORRES

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Amor y perfección La Madre Genoveva sintió desde joven, claramente, la llamada de Dios a la santidad, a la plenitud del amor; procuró corresponder a ella, e inculcarla en los demás. Así lo manifestaba con vibración a sus Hijas: “En razón de estos días de Pascua, en que conmemoramos la Resurrección gloriosa del Señor, recibid en primer término, hijas mías amadísimas, mi felicitación más cordial y los votos, que del fondo del alma hago a nuestro dulcísimo Jesús para que os colme de toda suerte de bendiciones y gracias del cielo, que obren en vuestro espíritu una resurrección a una vida más santa y perfecta, como conviene a las que anhelan y se preparan para ser dignas esposas del Cordero Inmaculado”.

Genoveva llamaba a la santidad, porque sentía, sobre todo, su urgencia, la premura del amor de Dios: “Dios no nos pide la perfección para mañana, sino para hoy mismo”.

Pero esto no significa que la perfección se alcance –habitualmente al menos– en un instante, nada más proponérselo, hay que perseverar en esa lucha, con el afán de santidad bien metido en el alma: “Adelante, Hermana, y siempre adelante. No está la perfección en empezar, sino en adelantar y concluir”.

Por eso, esa búsqueda de la perfección también se hace eterna en el alma santa: “Dios no nos pide la perfección para mañana ni para el tiempo presente, sino para siempre”.

Aletea aquí el conocido ritornello teresiano, que es el de cualquier enamorado de Dios: para siempre, para siempre, para siempre… En Genoveva es ya una realidad ese “siempre” en el cielo, y nos anima a que lo sea también para nosotros, precisamente si buscamos ya, hoy, ese amor, esa santidad, esa perfección.

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María Gabriela y Adolfo Montero Bachaquero, Venezuela

ESTAMOS MUY AGRADECIDOS A DIOS Y A LA MEDIACIÓN PODEROSA DE SANTA GENOVEVA, POR TANTOS DONES Y FAVORES RECIBIDOS EN NUESTRO MATRIMONIO

GRACIAS A SANTA GENOVEVA Hola. Me llamo María Gabriela; estoy casada con Adolfo desde marzo del 2011.

Venimos de la parroquia María Auxiliadora de Bachaquero donde se venera y aprecia mucho a Santa Genoveva Torres Morales. Allí, las hermanas angélicas desarrollan una extraordinaria labor social con las comunidades a medida que dan a conocer el carisma de la fundación y anuncian a Cristo con su estilo de vida particular, desde su llegada a estas tierras zulianas en el año 1998. A través de las religiosas hemos aprendido a amar a esta santa fundadora, quien además de ser un ejemplo de vida cristiana auténtica digna de imitar, también constituye para nosotros una poderosa mediadora ante Dios, razón por la que con frecuencia acudimos a ella pidiendo su intercesión y a sus santos ángeles para que nos acompañen a todas partes.

Es así como a finales del año 2011 tuve mi primer embarazo; sin darme cuenta de lo que me sucedía, me trasladé en autobús a casa de mis padres; después de eso, comencé a presentar muchas molestias. El médico me informó que estaba embarazada; a las tres semanas me hacen un estudio ecográfico en el cual no se observó el corazón de mi bebé; sin embargo, me ordenan absoluto reposo para intentar salvarlo, pero… no se logró. Durante esos días, mi esposo y yo le pedíamos a Santa Genoveva su intercesión, y que nos diera fuerzas para aceptar la voluntad de Dios, cualquiera que ésta fuera. Finalmente, perdí a mi bebé.

Al principio fue difícil, pero lo pudimos superar con la esperanza de que el próximo embarazo fuera sano y exitoso. Pasados dos meses de aquella pérdida, nuevas molestias se presentaron resultando ser un quiste de ovario que presuntamente estaba allí oculto desde hacía muchos años, pero que comenzó a crecer rápidamente. Los exámenes de laboratorio indicaban que había que extraerlo quirúrgicamente; no obstante, fuimos a otro médico, el cual nos recomendó un tratamiento con la esperanza de que funcionara a fin de evitar la operación quirúrgica. Y así fue, gracias a Dios y a la confianza que nos inspira santa Genoveva.

Tres meses más tarde, el quiste había desaparecido.

Al cabo de cierto tiempo, y luego del reposo ordenado por el médico, vuelvo a quedar embarazada. Desde el momento en que nos enteramos, lo pusimos en las manos de Dios, de la Virgen Santísima y de Santa Genoveva. A pesar de los quebrantos propios de cualquier embarazo, mi bebé fue creciendo y desarrollándose en mi vientre con total normalidad, para mayor gloria de Dios.

Llegado el tiempo del alumbramiento, se me presentaron muchos inconvenientes para dar a luz. Fueron tres largos días de dolores y contracciones demasiado fuertes, con poca dilatación; mi bebé se movía con tal ímpetu que el cordón umbilical llegó a enredársele en el cuello, afectándole la cabecita y algunos vasitos sanguíneos de sus ojos. Finalmente, llegó al mundo nuestra reina Victoria Isabella, una preciosa niña completamente sana, con mucha fuerza y energía, tierna y risueña con todo el mundo.

Es por eso que mi esposo Adolfo y yo, y todos nuestros familiares, estamos muy agradecidos a Dios y a la mediación poderosa de Santa Genoveva, por tantos dones y favores recibidos en nuestro matrimonio, nuestra familia y nuestra hija Victoria Isabella, para quien suplicamos que día a día la protejan, bendigan por siempre y nos ayuden a educarla en la fe que hemos recibido.

MI MAMÁ NO SABÍA ESTAR SOLA

Gabriela Garralda · México D.F.

Mi nombre es Gabriela y soy la hija mayor de Araceli Ochoa. Quiero hablarles un poco de mi madre, a la que muchos de ustedes conocieron.

Mi mamá tenía un problema muy grande, no sabía estar sola, sufría la soledad al grado de llegar a deprimirse y necesitar ayuda médica.

Hace algunos años como ley de vida los hijos nos fuimos casando y ella estando divorciada se fue quedando a vivir sola, sin embargo la vida le regalo la maravillosa compañía de una chica que estudiaba medicina y que sólo estaría con ella un breve tiempo mientras se instalaba en la ciudad, resultó que la corta instancia se convirtió en ocho años, pero Lupita, esta doctora también se casó y se independizó; ahí empezó mi mamá a sufrir y deprimirse y sus hijos a preocuparnos.

Acompañé a mi madre a visitar varias residencias y en todas había un pero y poca voluntad de su parte, por otro lado nos decía que no iba a vivir con ninguno de sus hijos.

La Divina Providencia hizo que supiéramos que existía una residencia para mujeres, nos acercamos pero no la llevamos, ya estábamos mosqueados de que en todas algo no le parecía, ahora el problema es que en TEA había lista de espera, pero de alguna forma de repente hubo lugar.

Mi hermano la llevó a “conocer”, entró con cara de no me va a gustar, pero después del recorrido su expresión fue cambiando y aceptó.

Las dos primeras semanas no fueron lo mejor; me llamaba diario para decirme que tenía frío, que tenía calor, que era muy ruidoso, que era muy silencioso, la comida, los horarios etc., etc. de repente dejó de llamarme y ahora yo le llamaba a ella, me contestaba que no tenía mucho tiempo de hablar por teléfono porque tenía muchas cosas que hacer, se le llenó la agenda. Se ocupó tanto y tan contenta que ahora la queja era porque no se había ido a vivir ahí antes.

Mi mamá atendía a su propia madre que nunca quiso vivir en Casa Mater, esto la hacía estar muy activa hasta que no pudo hacerlo más y entonces se dedico al cien por ciento a disfrutar de su Hogar. Por cierto un día lleve a mi abuela a visitar a mi mamá enferma, le pregunté, abuela ¿Por qué no te vienes a vivir a Mater? No hija, aquí huele a viejo; me contestó la jovenzuela de 90 años. Casa Mater sacó a flote el espíritu joven de mi mamá.

Al pasar de los años mi madre me dijo que lo que la había convencido de vivir en Mater fue la cara de una monjita muy seria, pero muy linda La Madre Orosia, y que a lo largo de su vida en la residencia había conocido a varios ángeles, a las madres Angélicas, ellas le presentaron a Santa Genoveva el Ángel de la Soledad y que verdaderamente sentía su presencia cerca de ella, nunca más se sintió sola.

Mi mamá dio rienda suelta a la artista que llevaba dentro y encontró eco para sus proyectos, cantar, actuar, bailar, dirigir y lo que se le ocurriera inventar, era todo bien venido y había mucha participación por parte de las madres, el patronato y las señoras, que feliz fue mi mamá compartiendo su alegría, sacando lo mejor de sí para compartir que sus entrañables Amigas, compañeras, las madres, los sacerdotes, las señoras del patronato y el personal de su “Hogar”.

Ahora mi mamá ya no pensaba en sí misma, sólo pensaba en la siguiente fiesta, viaje, evento, que si fulanita está enferma y yo la voy a visitar, que si van a traer marimba y vamos a bailar, que si es la posada, el grito, el bazar, el retiro, el ensayo, la baraja, los inventos y las travesuras, los disfraces. Todo esto lleno de amor a la vida.

Mi madre tuvo muchas amigas en la vida, algunas desde la infancia, las conservaba y cultivaba, pero en casa Mater hizo amistades sólidas y muy profundas, —en especial Mary— eso es un privilegio que pocos logran.

Nosotros como familia no podemos hacer otra cosa más que agradecer, además de hacer feliz a mi mamá, nos hicieron felices a nosotros, nos acogieron, nos involucraron, hoy nos sentimos huérfanos, aunque sabemos que las puertas siguen abiertas para todos nosotros, ha quedado el vacío de lo cotidiano, la añoranza de lo diario y lo familiar.

La familia Garralda Ochoa viviremos siempre agradecidos con lo que Casa Mater representa: el servicio, el consejo, el apoyo, la compañía, la alegría, la oración, el bien, los cuidados, la amistad, el amor.

Todas las religiosas angélicas, las novicias y señoras están en nuestro corazón y nuestras oraciones pero muy en especial, la Madre Orosia, Carmen, Irene, Celia, Ramona, Vicky, Luz María, Vitorina y Mary Carmen. Dios las bendiga y las premie con el Cielo, por expresar con su vida diariamente el evangelio.

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ÁNGEL DE LA SOLEDAD SIN FRONTERAS

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Direcciones Oración México MÉXICO D.F. Guerrero, 104 Colonia Santa Teresa Delg. Magdalena Contreras 10710 MÉXICO D.F., México E-mail: angelicasmexico@gmail.com SAN LUIS DE POTOSÍ Mariano Otero, 481 78250 SAN LUIS POTOSÍ, México E-mail: angslp3@prodigy.net.mx

Oh Dios, que concediste a Santa Genoveva Torres Morales, religiosa, gracias innumerables, escogiéndola como instrumento fiel para combatir la soledad en que viven muchos seres humanos: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, de servir con alegría y sencillez a la Iglesia y al prójimo, iluminando los caminos del mundo con la luz de la fe y del amor. Dígnate concederme con su intercesión el favor que te pido (pídase).

Por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

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