PAISAJES DE ALTA MONTAÑA Rafael Serrano Esguerra
PAISAJES DE ALTA MONTAÑA Redescubriendo el territorio
PAISAJES DE ALTA MONTAÑA Redescubriendo el territorio RAFAEL SERRANO ESGUERRA
La geografía y ecosistemas alta montaña en Colombia son escenarios en continuo cambio, donde se presentan relaciones de poder, trasformación y control en donde sus principales protagonistas son el ser humano y la naturaleza. Estos procesos se han venido acelerando en las últimas décadas por el fenómeno del cambio climático, ocasionando un cambio del paisaje y sus ecosistemas, al punto que para finales de la década del 50 del presente siglo, se estima que Colombia no tendrá cumbres nevadas en su territorio. El descubrimiento y exploración de estos escenarios en Colombia, radican en los orígenes del montañismo en Colombia, actividad que se desarrolló en el país desde principios del siglo XX. Teniendo su momento de esplendor a mediados del siglo XX bajo dos dimensiones, la primera como actividad deportiva y la segunda como una actividad científica, las cuales permitieron desarrollar gran parte del conocimiento que se tiene hoy en día de la geografía y ecosistema de la alta montaña. La conquista de las grandes cumbres siempre ha significado un reto para muchas personas, que ven en ese desafío una manera para tratar de demostrar la prevalencia de la voluntad humana, sobre los elementos de la naturaleza, en ocasiones alcanzando el triunfo y en otras terminando en el fracaso. Pero uno de los aspectos más importantes que se da en esta relación del hombre con la montaña, no radica solamente en la medición de fuerzas entre estos dos oponentes, sino en el gran cúmulo de experiencias y conocimientos que de ella se derivan. Ya que gracias al montañismo se ha desarrollado en gran medida el conocimiento de la geografía, de los recursos naturales y de las estrategias para conservarlos. Así mismo, ha mejorado la relación de entendimiento que debe haber entre el hombre y su entorno natural al desarrollar áreas como la cartografía, la hidrografía, entre otros, permitiendo que estos conocimientos se reflejen en acciones tendientes a lograr un mejor desarrollo territorial y por ende de las personas que lo habitan.
La actividad del montañismo ha sido importante en sus dos aspectos principales: como práctica deportiva y como actividad científica. En el primer caso, siempre estará vigente el reto que representa para el espíritu humano el desafío de conquistar las altas cumbres. Sin importar que otras personas lo hayan hecho antes, para un escalador la conquista de un pico siempre implicará un enfrentamiento personal con el reto que representa la conquista de este, y cada vez que lo enfrente será como la primera vez. El espíritu humano siempre estará listo a enfrentar los desafíos que se le presenten. Por otro lado, cada vez hay más personas interesadas en conocer personalmente el placer que representa como actividad deportiva el montañismo, el conocimiento personal de la geografía, los recursos naturales, las culturas, la fauna y la flora de los diferentes pisos térmicos, siempre tendrán un atractivo grande para las personas que gustan de estas actividades. El montañismo como actividad científica, como herramienta para la comprensión y desarrollo del territorio, fue muy importante en la época en que el conocimiento de la geografía dependía solamente de los informes y registros que hacían, quienes por primera vez se internaban en los territorios. No solo correspondientes a las montañas, sino también a las zonas que permitían el acceso a éstas, generando el levantamiento de planos, estudios geológicos, hidrológicos, el avistamiento y registro de la fauna y la flora entre otros. Dentro de esta actividad sería Erwin Kraus, el montañista colombiano descendiente de alemanes, quien a entre las décadas de los 30 al 60 del siglo XX, llevaría un registro fotográfico, fílmico y de pinturas de sus expediciones científicas y deportivas a las a las diferentes montañas colombianas generando así uno de los más grandes registros de la alta montaña en Colombia. Es así, como partiendo de la obra de Kraus y mi trabajo, me he planteado redescubrir esos escenarios y paisajes que aún permanecen de la alta montaña colombiana, los cuales a su vez, se han visto trasformados ya sea por la naturaleza misma o por el ser humano en su relación intrínseca, a través de las últimas décadas, con el fin no solo de traerlos a la memoria, sino el de resaltar, la importancia de los ecosistemas de y geografía de alta montaña de Colombia. Mostraré de desde diferentes ángulos estos paisajes de la Sierra Nevada del Cocuy, hoy conocido como Parque Nacional Natural de El Cocuy Güican y Chita, entre las fotos de Kraus de mediados del siglo XX y las mías, de la presente década del siglo XXI.
Municipio de El Cocuy, vista de sus tejados y calles, 2015.
Calle de El Cocuy. Al fondo Cerro del Escobal, 1938.
Laguna de La Plaza y vista de los Cerros de El Diamante y el Pan de AzĂşcar. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
Laguna de La Plaza y Cerros de La Plaza. Al fondo el pico de El Castillo. Sierra Nevada de El Cocuy 1946.
Amanecer en el mirador hacia los llanos. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
Amanecer sobre los llanos, a espaldas de la alta laguna de La Plaza. Sierra Nevada del Cocuy, 1938.
Laguna de La Plaza, al fondo cerro de El Castillo. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
Laguna de La Plaza y pico El Castillo. Sierra Nevada de El Cocuy, 1944.
Desag端e de la laguna de La Plaza. Al fondo cerro El Diamente. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
DesagĂźe de la laguna de La Plaza, nacimiento del rĂo Arauca. Al fondo el pico El Castillo y cerros de La Plaza. Sierra Nevada de El Cocuy, 1946.
Valle de Frailejones a las orillas de la quebrada Calichal. Al fondo, sendero al Play贸n. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
Frailejones. Al fondo Los Campanillas, (vertiente norte) entre nubes. Sierra Nevada de El Cocuy, 1944.
Púlpito del Diablo y El Pan de Azúcar. Sierra Nevada de El Cocuy, 2014.
Púlpito del Diablo. Atrás, glaciares de los Cóncavos. Sierra Nevada de El Cocuy, 1938.
Ascenso al pico Pan de AzĂşcar. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
En primer plano, Antonio Lamp. Durante el ascenso al pico Pan de AzĂşcar. Sierra Nevada de El Cocuy, 1938.
Patio Bolas a 4.380 metros, vista al paso del CusirĂ. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
Paso del CusirĂ, entre el Llano y BoyacĂĄ, a 4.600 metros de altura. Vista a la vertiente llanera. Sierra Nevada de El Cocuy, 1.938.
Reflejos entre el deshielo de los picos del Pan de AzĂşcar y El Diamante frente a la laguna de La Plaza. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
El Pan de AzĂşcar y El Diamante frente a la laguna de La Plaza. Vertiente oriental de la Sierra Nevada del Cocuy, 1944.
Amanecer en la laguna de La Plaza, al fondo cerro El Diamante. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
Atardecer en la laguna de La Plaza, al fondo cerro El Diamante. Sierra Nevada de El Cocuy, 1946.
Vista del PĂşlpito del Diablo y el Pan de AzĂşcar desde la Laguna Grande de la Sierra. Sierra Nevada de El Cocuy, 2015.
Glaciar norte de los Picos del Pan de azĂşcar y el PĂşlpito de El Diablo, desde la laguna Grande de la Sierra. Sierra Nevada de El Cocuy, 1948.
Bibliografía
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PAISAJES DE ALTA MONTAÑA Rafael Serrano Esguerra Bogotá D.C., Colombia. © Del contenido e imágenes RAFAEL SERRANO ESGUERRA © De la edición RAFAEL SERRANO ESGUERRA * Fuente imágenes Erwin Kraus: Vega, Carlos Mauricio (1996), Erwin Kraus. El camino de la Montaña, Diego Samper Ediciones, Bogotá DC. rafasees@gmail.com www.rafaelse.com
Laguna Grande de los Verdes. Sierra Nevada de El Cocuy, 2004.