REVISTA DE INVESTIGACIONES PSICOLOGICAS

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del Val, Bousoño, Bobes (1996) quienes evaluaron la Calidad de Vida de los estudiantes universitarios de Ciencias de la Salud de Medicina, Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Oviedo, mediante un periodo determinado y encontraron que los estudiantes puntuaron más alto que la de la población general. Respecto a la comparación de los niveles de calidad de vida, de acuerdo a la variable sexo, se observa que no existen diferencias en las dimensiones Familia, Tiempo Libre y Educación. Al respecto, estos resultados se relacionan con los hallazgos realizados por Díaz, Palacios, Morinaga y Mayorga (2000) acerca de la calidad de vida y perfiles emocionales en estudiantes universitarios de una Facultad de Psicología de una universidad estatal peruana. En el mencionado estudio se encontró que no existían diferencias significativas entre hombres y mujeres en relación a la calidad de vida. En relación a la dimensión de Factor Hogar y Bienestar Económico, se encontraron diferencias significativas, a favor de las mujeres, quienes reportaron una media más alta que los varones. Es decir, las mujeres poseen un mayor nivel de calidad de vida, en comparación con los varones. Los resultados anteriores se relacionan con los reportados por Grimaldo (2008), que investigó acerca de los niveles de calidad de vida en estudiantes 4to y 5to de secundaria según sexo y nivel socioeconómico de centros estatales y particulares, encontrando diferencias significativas para el sexo, nivel socio económico; así como en la interacción entre ambos. Al respecto Costa, Bastini, Geyer, et. al. (2008) en un estudio transversal indagaron acerca de la calidad de vida y el bienestar espiritual en universitarios de Psicología. Los autores antes mencionados verificaron que existe correlación positiva entre los dominios físico, psicológico, social y ambiental con el bienestar existencial de los universitarios. El dominio psicológico y bienestar existencial obtuvieron la correlación más alta. Es probable que los resultados anteriores se deban a las diferencias culturales que se observa en nuestro medio, en donde las mujeres se encuentran más satisfechas con las responsabilidades que tienen en sus casas. Al parecer, los varones no se encuentran tan satisfechos como ellas; porque probablemente las atribuyen principalmente a la figura femenina. Estos resultados concuerdan con una investigación realizada en relación a la Participación y uso del tiempo en el trabajo no remunerado en Uruguay por la Universidad de La República y el Instituto Nacional de Estadística (2008) quienes encontraron que el 91% de las personas de 14 o más años de edad declaran realizan trabajo no remunerado. Esta proporción es diferente de acuerdo al sexo que se considere, es así que mientras entre las mujeres este tipo de trabajo lo realizan el 96% , cuando se considera a los varones este porcentaje sólo alcanza al 85%. Es así como se estima que la sociedad uruguaya invierte 27,4 horas semanales en el trabajo no remunerado; destacándose al igual

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que lo indicado para la participación, una importante brecha de género. Mientras las mujeres destinan en promedio 36,3 horas semanales a este trabajo, los varones tan solo 15,7; lo que implica que las mujeres invierten más del doble del tiempo que los varones al trabajo no remunerado, y por tanto podría constituirse en un elemento de dificultad para el acceso o promoción igualitaria en el trabajo remunerado. Estos datos apuntan implicaciones para la promoción y prevención de la calidad de vida de los universitarios. Los descubrimientos subrayan particularmente la importancia de las relaciones interpersonales como factores de hogar y el bienestar económico con respecto a la población de mujeres, al parece que las relaciones familiares suponen una continua influencia generalizada sobre la satisfacción global por los estudiantes universitarios. Es, pues, posible que la promoción de la calidad de vida de los universitarios requiera no sólo esfuerzos para mejorar sus entornos físicos y materiales, sino también esfuerzos para mejorar sus entornos psicosociales

Referencias l

Costa , C; Bastiani, M; Geyer , J; et al ( 2008). Calidad de vida y bienestar espiritual en universitarios de Psicología. Psicol. estud., Apr./June 2008, vol.13, no.2, p.249-255. ISSN 1413-7372.

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Díaz L., Palacios J., Morinaga, T. & Mayorga E. (2000). Calidad de Vida y Perfiles emocionales en estudiantes universitarios de Lima. (paper).

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García, C. (2008). Niveles de Calidad de Vida en Farmacodependientes de tres centros de rehabilitación terapéutica según tiempo de internamiento de la ciudad de Lima. Tesis sin publicar para optar el Título de Licenciada en Psicología por la Universidad de San Martín de Porres.

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George, D. & Mallery, P. (1995). SPSS/PC –Step by step. A simple guide and reference. Belmont: Wadsworth Publishing.

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Grimaldo, M. (2003). Escala de Calidad de Vida de Olson & Barnes. Lima: Universidad de San Martín de Porres..

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Grimaldo, M. (2008). Calidad de Vida en estudiantes de secundaria de nivel socioeconómico medio y bajo de Lima. Revista de Psicología de la Salud. 1,1 (En prensa).

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Guillen J., Castro J., García F. & Guillén M. (1997). Calidad de vida salud y ejercicio físico. Madrid: Dossier.

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Herreros, M.P; Portilla, G; Perez de Albeniz del Val, C.E; Bousoño, M; Bobes, J. (1999). Calidad de Vida en estudiantes de Ciencias de la Salud. Anales de Psiquiatria. Madrid.12 (4). 141-148.

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