B 2 COMUNIDAD
29 de Enero de 2010
OBISPO CATÓLICO DOMINICANO
Antonio Camilo una vida entera consagrada al sacerdocio “Mi lema es: vence el mal a fuerza del bien,” expresó Monseñor Camilo González. Por Octavio Gómez PROVIDENCE EN ESPAÑOL
PROVIDENCE.-El Obispo-PadreAntonio Camilo, de la Vega, República Dominicana estuvo como invitado especial para oficiar la misa de conmemoración del Día de la Virgen de la Altagracia, Madre Espiritual del pueblo dominicano, el pasado jueves 21 de enero, auspiciado por el Comité Diocesano Altagraciano de Providence. El jerarca católico habló de su vida y trayectoria religiosa, que comenzó a muy temprana edad, durante una entrevista exclusiva para Providence en Español, ofrecida en la Parroquia San Bartolomé. Un niño, con apenas diez años de vida, Monseñor Antonio Camilo, se inició en el seminario de la Iglesia Católica, con el fin de ser sacerdote, y se enamoró de ésta para siempre, en la cual lleva más de 60 años conviviendo. Su nombre completo es: Antonio Camilo González, oriundo de Ojo de Agua, Salcedo, República Dominicana, nació en el 1938. Es hijo de la señora Caridad González, que en la actualidad cuenta con 96 años; y su padre, Antonio Camilo Pantaleón (fallecido). El hoy Obispo, es el primer hijo de una familia de cinco hermanos: cuatro varones y una mujer. Pariente de las heroínas dominicanas: las hermanas Mirabal. Lleva 48 años siendo ministro de la Iglesia Católica, de los cuales 30 ha servido como sacerdote y 18 años consagrado de Obispo. Fue ordenado por el Papa Juan Pablo Segundo en octubre de 1992, durante una misa celebrada por el Sumo Pontífice en la Catedral de La Vega, durante un viaje oficial realizado al país caribeño.
Monseñor Camilo González.
“Toda mi vida ha sido dedicada a la iglesia, al sacerdocio; sobre todo trabajando con los pobres, sencillos y humildes. Me siento mejor con los pobres,” enfatizó el Padre Antonio Camilo.
Preparación sacerdotal
Monseñor Camilo González sólo alcanzó llegar al quinto grado de la primaria. Su formación profesional y religiosa se la debe a la iglesia en la que se forjó, en un ente poseedor de un vasto conocimiento filosófico de la vida, y con una elocuencia narrativa, que deja impresionado a cualquiera. Según cuenta el clérigo, él estuvo un año en el Seminario del Santo Cerro de la Vega, luego ingresó al Seminario Menor, Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo, desde el año1949 hasta el 1952. Luego de varios años, viaja en el 1958 a Buenos Aires, Argentina a estudiar Filosofía, para luego continuar su carrera de sacerdote en España, Sevilla, Huelva y Salamanca, y finalmente regresar a su país natal en el año 1961. “De mi vida como seminarista recuerdo a mi mejor maestro, al Padre Francisco Bartolomé, que todavía está vivo, siempre que puedo lo visito, con él compartí cinco años en el Seminario Menor, todos los días estudiaba el idioma latín de dos a cinco horas,” comentó. Los años de preparación, que lograron darle formación sagrada al Obispo Camilo González, ha sido fruto de mucha perseverancia, de lo que dijo, “El orden y la disciplina, eso me ha ayudado mucho, el apreciar el silencio para estudiar, yo si tengo un libro cerca, gozo muchísimo”. Para el Padre Camilo lograr una meta, por difícil que ésta parezca, no
ha sido imposible de alcanzar, cuando se propone algo, lo consigue, dijo: “La misma vida de sacrificio, lo que llamamos el espíritu de sacrificio, que no debemos de buscar lo fácil, sino siempre lo más difícil”. Tomando estas palabras como parámetro, logró graduarse de paracaidista en el año 1974, en la Fuerza Aérea Dominicana, mientras era párroco de la ciudad de San Isidro, ubicada en la zona Este de Santo Domingo, y relata que muchos le decían: “Padre, ahora puede estar más cerca del cielo”. Agregó que, uno de los mejores momentos de su vida lo ha encontrado entregándose por completo a los necesitados, a su prójimo, en donde él pueda ayudar a sus hermanos. “Yo he gozado mucho mí sacerdocio, no he disfrutado nunca de dinero,
bienestar, ni nombre...sino el servir a los demás,” significó el Obispo. Al preguntarle, que ¿cuál es su mayor aspiración dentro de la Iglesia Católica en su país?, manifestó: “Mi mayor aspiración es servir hasta la muerte a los necesitados”. Y agrega: “Mi lema es: ‘vence el mal a fuerza del bien’, una frase del Apóstol Pablo, que yo la hice mía”. El religioso explicó, que su dedicación exclusiva ha sido la formación de los sacerdotes que están bajo su dirección en la Diócesis de La Vega, a los cuales les da seguimiento personal y conoce a todas sus familias.
Su visita en Providence
“Me llevo una fuerte impresión de los dominicanos que viven aquí, como me dijeran varios sacerdotes de este lugar, los dominicanos es
el grupo de cristianos católicos, que más fiel se mantiene en la iglesia, en Estados Unidos,” afirmó Monseñor Camilo González. Destacó, además, que recibió la opinión de que los quisqueyanos, son los que más colaboran, perseveran, y que también son lo que más saben de religión; “me alegré muchísimo”. “Yo he aprendido, que los dominicanos son gente de trabajo. Ellos (los dominicanos) aman más a su país cuando están fuera, que cuando están allá,” consideró. Después de despedirse, de la comunidad de Providence, agradeció por tan cálido recibimiento que le dieron, al tiempo que felicitó a todos los miembros del Comité Altagraciano, al Obispo Thomas Tobin y a todos los sacerdotes por su acogida. “He gozado muchísimo con todos aquí”, finalizó.
Sociedad de Leucemia y Linfoma reconoce labor de pacientes y voluntarios Bill Koconis, Gloria Hincapié y Daniel Wyner.
Por Marisabel Brito PROVIDENCE EN ESPAÑOL
PROVIDENCE.- La Sociedad de Leucemia y Linfoma en Rhode Island rindió merecido reconocimiento a un grupo de pacientes y voluntarios que de una u otra forma se han unido a la incansable lucha contra estos dos tipos de cáncer. El evento anual, que arribó a su tercer año consecutivo, tiene por finalidad agradecer el soporte que individuos y organizaciones hacen para impulsar investigaciones encaminadas a descubrir la cura de la enfermedad. “Al reconocer a estas personas, celebramos su dedicación a nuestros servicios, el honor de perseverancia, inspiración y dedicación a nuestra visión”, expresó Gloria Hincapié, durante su intervención en la gala que tuvo lugar en la Casa de Estado, recientemente. Este año la gala anual de la Sociedad de Leucemia y Linfoma respondió al título de “Visión de Esperanza” y resaltó la labor del doctor Augustine Manocchia, Jefe de Operaciones Médicas de Blue Cross Blue Shield of RI, en la categoría de ‘Salud Profesional’, y New York Yacht Club, en la categoría de ‘Corporación’. Además, el Roger Williams Medical Center fue escogido como ‘Institución Médica’; la Familia Defond, Allan Hurst, Jr. y Richard Lindholm, recibieron el reconocimiento de ‘Voluntarios del Año’; el galardón ‘Visión Michael R. Goldstein’ se entregó a Daniel Wyner; la distinción de ‘Paciente Héroe del Año’ la recibió Cecilia
Ibáñez, y por su ‘Apoyo’ también se reconoció al Congresista Jack Reed. En su discurso, el Director Ejecutivo de la Sociedad de Leucemia y Linfoma Capitulo RI, Bill Koconis, agradeció el apoyo que los voluntarios, médicos, empresas, pacientes y familias hacen a la organización, y alentó a continuar brindando soporte en la lucha contra este terrible mal. Gloria Hincapié, Encargada de Servicio para Pacientes, significó que en su día a día es testigo de cómo el cáncer impacta la vida de muchas familias. “¿Quien no ha sido impactado o conoce alguien que ha sido diagnosticado con cáncer? Yo también perdí a mi madre por el cáncer, amigos y familiares; así que como alguien
que ha experimentado esta realidad devastadora a nivel personal....”. Manifestó que su trabajo va mas allá de estar en una oficina frente a un computador, tomando llamadas. “En el proceso, soy testigo de cómo día a día estas vidas cambian para siempre. Veo sus lágrimas de frustración, sus temores ante la incertidumbre, veo muchos retos, pero sobre todo... veo esfuerzos extraordinarios para luchar, tenacidad, fortaleza, unión familiar y capacidad de esperanza ante la adversidad”. Y concluyó: “Ustedes son todos muy especiales para mi y les quiero dar las gracias por inspirarme cada día, a través de este camino tan difícil”.
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