Martín Alfonso Mendoza Briseño
pueda dar en ese esfuerzo, sin preocuparse demasiado si eso conduce a tener más área forestal, más árboles, más valor, más tiempo con bosques, o menos. Si insistimos que existan bosques en el futuro como algo cen tral a la política mexicana, pasará, igual que viene pasando en todo el mundo, que estaremos gastando esfuerzos y dinero en ver que haya bosques, empobreciendo a la sociedad y aumentan do los riesgos, al tiempo que provocamos una disminución de la capacidad humana para reaccionar ante los riesgos y la va riabilidad del futuro. II.6 Impacto normativo
El recuento histórico y geográfico de la dasonomía mundial no sólo pretende poner en el escenario forestal el espectro de lo diverso del bosque y de la actividad forestal, sobre todo pre tende lograr una mirada en perspectiva hacia la distancia que guarda el bosque mexicano respecto al resto del bosque mundial. La diferencia evidente viene de la Reforma Agraria mexica na y el hecho de que la legislación de este país ha puesto un cerco estrecho a las opciones de desarrollo forestal al negar la posibilidad de tener condiciones similares a las que se tienen en el resto del mundo para usar el bosque en casi todas las formas de uso conocidas hoy, esto es, como ya se ha visto, como es el caso del uso múltiple. Adicionalmente, los consumidores finales de productos y servicios forestales mexicanos disponen hoy, en la segunda déca da del siglo xxi, de una reducida canasta de malos y pocos pro ductos forestales, que además adquieren a precios elevados, que serían mucho más onerosos de no ser por el alto porcentaje que se tiene de productos forestales importados. No hay gran concien cia de estos perjuicios al consumidor porque la cultura local es renuente a usar madera en los altos niveles de cualquiera otro pueblo en el mundo, y lo mismo podemos decir del consumo de productos no maderables, visitar el bosque o usar cualquiera de los servicios netamente forestales, como la cacería o el pastoreo. 106