Tortura Voluntaria

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SofĂ­a Miranda


Para ti, que te abrumas porque los humanos tendremos una existencia mรกs corta que los dinosaurios

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FIJACIÓN

Al fin llegas. Cuando siempre te he esperado, cuando reímos por la tardanza La amante final, Que se pudre en el aire fresco Que no aguanta las aglomeraciones Y me ocultas entre tu regazo Y me escondes con tus garras de gitana Con el tiempo de tus movimientos

La luz no te traspasa, es mej or que te quedes aquí conmigo y así sabré que esto es cierto, que he esperado por ti. Camino cansada hacia las mismas rutas que los hombres sembraron, pero me detuve prudentemente y preferí dormir contigo y dej aste sonar tu lira que ahuyenta el exceso de quienes se quedaron agotados. Nos encontramos entre el asco de las vidas que se adornan de sentido y tan pronto se acercaron a mirar despreciamos sus intentos. Les cerramos la puerta. Y ahora no puedo parar de vomitar Porque se quedan embobados cerca nuestro Contemplo entre arcadas Las marcas de sus actos Ese vacío que tapan con luces La miseria alumbrada La compañía y la movilidad de la rueda mortuoria que no los abandona nunca ¿Dónde están los vientres Huecos de hij os? Están postrados por los engaños que se prometieron Página | 3


Y al fondo, entre sus suspiros de éxtasis los oj os les rebotan. ¿Qué misterio se prometen?

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Desgarramiento

Camino. Camino entre las calles, entre el ruido y entre la gente. Camino paso tras- paso. Camino y empiezo a notar que estoy un poco más abaj o. Miro mis pies y veo que transitando por encima, piernas rozan la tierra miro hacia todos lados y

estoy cayendo, la calle es la misma, la gente sigue pero yo estoy enterrándome. Sigo avanzando y mis baj o el concreto. Pienso en pedir ayuda a alguien, la gente sigue caminando a mi alrededor.

Nadie está notando que la tierra me está absorbiendo. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Mis piernas sienten la humedad de la tierra. Sigo avanzando, y sigo baj ando. Mi mirada se concentra hacia delante, y el resto de los que caminan avanzan también, pero sin hundirse. Me muevo j unto al resto, me muevo en complicidad con el resto, me muevo y algo interior me llama. Mis muslos son frotados, seducidos por la suavidad del movimiento. Tengo todos mis sentidos intactos, quiero gritarles a los demás lo que está pasando, pero no puedo. Me humedezco, mis paredes vaginales se contraen esperando, yo misma sigo el ritmo de la baj ada, me froto entre la tierra para mantener el contacto. Me penetra, se mantiene dentro, no me suelta y crece, me desborda, me inunda de nutrientes y de deshechos indestructibles. Se apodera de mis caderas y manipula mi cuerpo. Tengo la mitad de mí encerrada afuera, quiero seguir cayendo, pero no controlo yo los tiempos. Raíces toman el control y me anudan, me atan para que no exista posibilidad de escape, siento como me moj o, como me acomodo hasta sentirme llena de placer. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Entro en duda, todo sigue igual. Lo que me rodea por fuera no se altera, no se modifica, no percibe, no ve que uno de ellos está desapareciendo. Puedo gritarles, puedo decirles que hagan algo, que me saquen, que me lleven de vuelta, pero no lo hago. Tengo voz y no me parece apropiado hablarle a ellos. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Por favor que no vengan a j uzgarme por las cosas que no hice, que no vengan a reprocharme que estoy huyendo. Sigo hundi éndome, mi pecho y mis brazos avanzan entre gusanos y hormigas que se mueven entre la tierra. Empiezo a respirar con Página | 5


pequeños granos del polvo que están encima, es tan seco, quiero baj ar para mezclarme con este lugar aunque duela su regalo. Mis pulmones están cambiando el oxígeno por barro. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Ahogo Gritos encerrados hace años Atrapados acá abaj o Yo los escucho por primera vez Los insectos están mordiendo Se están llevando parte de mí Me están convirtiendo en lugar Me esparcen entre sus rutas Babosas y gusanos recorren mi piel +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ No extraño a nadie. No recuerdo a alguien en particular. Las imágenes que guardo se difuminan j unto con mi cuerpo. Brotes, raíces, piedras arañan mi piel y j unto a la humedad de la tierra me estoy desangrando. Ya no puedo respirar, sé que debo perder la conciencia pronto, pero todo es tan delicado que trato de no desconcentrarme. La tierra se está alimentando de mí, minerales inundan mi boca, sabores que probé alguna vez. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ No puedo decidir hacia donde me llevan No puedo pedir que me desarmen y me vuelvan a armar Me estoy perdiendo Ellos caminan sobre mí Página | 6


Cubren mi existencia Tapan mis restos Me deshollej o para sembrar Las partes de mí que no quiero olvidar Diré que fue casual Que hice lo que me pidieron Así me acunaré Dentro de la vida de ustedes +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Si fuera parte de algo Arrastraría conmigo la sal Se me perdería la sombra entre estos momentos Me arroparía con la envoltura de cada Capa nueva que encuentro Se me pierde el tiempo Mi cuerpo sigue intacto y han pasado años No hay signos de cambio No hay marcas de mi vida Creo que me fui desvanecida antes Que la piel me quedó fij a Y que sólo los oj os se mueven Pienso en lo de arriba En la vida con sol En la carne con surcos y con moscas Las larvas vivirán de ella Las moscas florecerán como música otoñal Y yo estaré seca Página | 7


Estéril de dolor Infértil de podredumbre Así quemaré mis labios Para que cada cosa siga su rumbo Para que ellos nutran mi tierra Y veré si puedo redimirme +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Huevos, larvas cavan su hogar, yo estoy drogándome para divertirme en mi agonía. Abrumante la suerte de no tener que pretender otra manera de morir, pensé que iba a empezar de nuevo, pero está claro que la vida se me arranca y no puedo festej ar. Le pertenezco a esa voz que me llama desde el centro, que se multiplica en mi cabeza y que finalmente converge en s ólo una para decirme “¡baj a! ”. La voz que corre entremedio de todo lo que escucho, la voz que se mezcla con las moscas, que vuela hasta en los más asquerosos escombros y se asienta como dueña de un nuevo lugar. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ La tierra se abre El suelo se modifica Y desde lo profundo Se erigen árboles La tierra se penetra a sí misma Se rompe a sí misma para crear virilidad Y poco a poco ese acto confunde al hombre No es el falo el que está actuando Es la tierra la que le da espacio para alzarse Y la luz, el agua, el viento y el fuego Envuelven todo aquello que permanece erecto Primero fueron flores, plantas, árboles Y ahora son otras construcciones Las que están siendo lubricadas en este vaivén Página | 8


Mira como todo es sometido por la cavidad trémula y j ugosa De esa figura arcana, sombría y desconocida +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Empiezo a navegar entre espacios conoc idos. La férrea convicción de una caída y un empalme me perturbaban la experiencia, pero no había visto que la ej ecución era mía. Flota entre este abismo la devoción a la carne, hay reinos minerales y vegetales que se pelean mi cuerpo, el orgulloso falo desata su semen para preñar en donde pueda. Así es como estoy enterrada, sigo viva y sigo sosteniendo una convicción de vacío voluntario. Entre las cosas que puedo sentir No hay restos de dolor No hay registros de otra visitante Y el suelo es fértil porque ha sido el orden del mundo Una madre con las piernas abiertas Tanto para parir como para recibir las embestidas Esta es la etapa inicial Hemos sido prodigas Pero el silencio ya no aguantará Más cúmulos de rabia +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Se fueron sucediendo unas tras otras las formas de viaj ar, de fingir los cambios de lugares por estaciones frenéticas. Hay un golpe a la herida tan fuerte que la carne ya no vuelve a ser virgen. La noche cae para los hombres y yo no puedo distinguir diferencias. Las fantas ías de una enterrada no son parte del imaginario social y menos alcanzan a formularse como fantas ías de otro. La luna se esconde, el sol se esconde y en este momento soy la exiliada en ese j uego. La tierra me absorbió, hizo de mí artificio masculino para complacerla, distorsionando mis sentidos, soy un logos y tal vez busqué el velo de ella. Rasgo, rompo, destruyo Y guardé mis victorias como valiosas

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No supe que la carga Alucinaría en círculos. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ La herida comienza a existir porque nos alej amos del dolor, porque no sabemos nada sobre el dolor y porque evitamos el dolor. No hay placer que no haga sentir culpable al que es complacido. La herida se agranda con cada paso que damos para conquistar, mostramos quién tiene el falo más grande y regamos de semen a nuestras victimas. Cubrimos la sangre con esa láctea manta de normas. Los fluidos, nos convencemos que la pureza y la honestidad son blancas, que el semen es el padre del hombre. No nacimos en la razón, estamos naciendo en la parodia del hombre, como si no existiese el ocaso de los ancianos. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Desbocada, salvaj e y hambrienta copula sobre todo lo que se alce y lo somete, aplasta como si los años no le hubiesen quitado fuerza. Acá es donde nos perdemos. Nos baña en su dolor Y nos absorbe como su condición de espectáculo No la recibimos, ella nos dej ó creerlo Porque la finalidad del j uego no es seria Porque los j uegos en serio no son de fiar Porque la lógica es estricta y tiene cierto alcance, no más No como el útero, Ensanchado para que todos ocupemos nuestro espacio Sin las mentiras de ser únicos Sin marcas de principio o fin Flotando entre un espacio libre y ocupado No somos colonizadores ni colonizados No nos ponemos en fila Jugamos +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ La fiebre revuelve a quienes tienen control Página | 10


Delante de la procesiĂłn Cargando un fĂŠretro Caminando al tiempo de este baile No escolto a nadie Porque no conozco los muertos.

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La Sensatez

Y el sol sigue alumbrando, cubre todos estos cuerpos y tapa la desnudez de la noche. Se construyen redes entre todos ellos, lazos tan firmes como las milésimas de segundos que dura cada roce. Ordenadamente avanzan las personas, siguen la ruta que se formó de tanto esquivar el silencio. Un suspiro arranca de algunos labios y no es recogido como eco propios, se pierde dentro de las mentes que están inventando el presente. Las rutas siguen fluyendo como respuestas instantáneas a las decisiones de los primeros reflej os. La humanidad está desencadenando más restos mortales que enterrar. Nos llenamos de funerales, nos llenamos de cuerpos que debemos descomponer y aniquilamos el polvo que queda. Faltan minutos para el medio día y empiezan a tropezarse cada mirada nuestra, estamos cansados de seguir repitiendo los días, de seguir tartamudeando una historia. Estamos cansados. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Se me pierden las notas que dej é para anoche, el discurso mortuorio lo llevo dentro. Si decido volcar mis oj os al próximo mundo las mortaj as, se cierran envolviendo mi piel en este mundo. ¡La vida flota tan lej os! No me reprendas por estar acá todavía, no he podido romperme. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Las voces se unen y cambian los sentidos del ambiente. Escucho las líneas de cada uno, las mezclo y voy desmembrando la suerte. Es imposible que siga moviendo sus cursos, dej o que hagan sus propios recorridos, que se involucren y se busquen. Las observo, líneas discursivas en conflicto con su sistema. Nos levantamos y cruzamos las calles, envolvemos el paisaj e con aromas vencidos, con pensamientos que siempre mueren, con ataques de pánico inexpugnables. Aún no es medio día y ya estamos cansados. Olvido el trazado de hoy, me vestí para salir y no supe moverme. Dej é que pasara el mismo camino, las manos no me temblaron, fumé los mismos cigarrillos y los pisé para apagarlos. Es transitorio el paso que se debe dar para volcar un momento. Los colores siguen estando ahí, y todos buscan un par para armar su vida. Oj alá esto también sea transitorio. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Sigue tus propios pasos, camina firme, con certeza, los hombros rectos y la mirada fij a. Que los pies se mantengan lo suficientemente distante tanto del suelo como de perderse de él. No toques nada, no te involucres con lo que ocurra afuera, cierra los demás sentidos, sólo guíate por la vista. Respira Página | 12


tranquila, la paciencia llega siempre sola, no necesitas buscarla. Oriéntate por tus oj os, no te dej es engañar por ellos, sé fiel a tu vista. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Entre los restos del día me concentro en focalizar mis impulsos hacia la rabia que nos rodea, fumo hasta que logre consumir suficiente desprecio. Como si avanzar fuera la única salida. ¿En qué nos traj eron a esta vida? , pregunto como si alguien fuera a responder. Sólo hay silencio, sólo hay vacio entre nosotros, nos movemos rodeándonos, siempre rodeándonos, pero el vacío se instala protegiéndonos unos de otros. Nos reducimos a fracciones de cada uno de los que hemos vivido, ni siquiera tenemos particularidades que nos diferencien, nuestros recuerdos, nuestros gestos, nuestras historias ya han sido vividas y actuadas y aún así nos hacen creer que existe esa peculiaridad. Miramos constantemente en un espej o forrado de impotencia para que alguno estire el brazo y trate de quebrarlo. La masa lo incita a romper el espej o, la masa espera que uno se alce y haga lo imposible, nos condene o nos salve a todos, nos j uzgue, nos domine, nos apunte y nos ordene; la masa arrastra a uno de nosotros a vivir ese calvario para mantener frescas las hazañas de los hombres. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Colores Olores Texturas Todas se confabulan Nos entran por cada poro Nos seducen Seguiré golpeando mi cabeza hasta que esto se acabe +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Siento la presión, la lengua se me cae de cansancio. Genero cuerpos que circulan en procesión a la ley de escape. Genero cuerpos que circulan como lobos de fuego. Genero cuerpos que circulan dentro de un gusano gigante, que avanzan a través de él y tocan su piel viscosa, lubricada y sangrienta para ser eyaculados a un circo de escenas. Velo por las nuevas escenas, velo porque mis actos constituyan parte de ellas. Me despoj o del habla sonora porque no alcanzo a articular, porque se me va el tiempo. Mi lengua cae, mi tiempo acaba, mi vida está en ruinas. Observo estas construcciones desintegrarse, todo está cayendo al lado mío, el cosmos se Página | 13


concentra como una fuente limitada. No puedo contenerlo, no puedo encargarme de sostener tantos universos. Avanzo yo por el interior del gusano, avanzo aprendiendo el olor de un cuerpo vivo, de un cuerpo en movimiento. Como un túnel se abre el horizonte para que camine, hay salas donde quedarse a descansar, hay cuartos que están listos para atrapar huéspedes, todavía no me produce curiosidad estar en ellos. El trayecto está tan delimitado que me enaj eno a él. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Entre las puertas Los ruidos importan poco Gana la luz que enceguece Porque las tinieblas están prohibidas para soñar Supongamos que un día Nos sentimos seguros y dormimos ¿Baj o qué sábanas podremos despertar? +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Voy desplazándome hacia la boca, Como un tornado de decisiones

con los pies firmes entre sus intestinos.

Que se evaden entre los dientes Con los brazos en alto Para ganar más espacio Y simular mej or Con las venas angustiadas de un sabor El recorte de escenas Me traduce mej or la historia Me dej a un olor de sueño que perdurar Hay un público latiendo de desespero Quisiera rasgarlos hasta que entiendan Que nunca llegarán a ser

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Me parece que sería el único gesto honesto Me gustaría destrozar todas esas promesas que escucharon Todas las que escucharán Y partir desde ese punto con un montón de piedras Para que lapidemos al mundo +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Se deshace parte del camino que había, mis oj os desean que realmente sean espej ismos los que están pasando frente a mí, el movimiento de este enorme gusano me revuelve el estómago, no quiero tocar nada que esté acá adentro, no quiero que avance sin yo vaya a alguna parte. ¿Será verdad?, ¿será cierto que un gusano es todo los que une en el tiempo? Veo que de pronto hay otros, hay cientos de personas y a todos nos une un gusano, un hoyo de tiempo que nos tira simultáneamente, que nos ata y nos quita la sombra, nos proyecta una uniforme verdad, una sola versi ón. A todos nos lleva ensartados en su cuerpo, desfilando con un solo reflej o, perdidos en su infinito recorrido, bailando y haci éndonos girar endemoniadamente, nos j unta y nos separa para su deleite. En su tira y afloj a nos reproducimos, armamos orgías con nuestros cuerpos, nos paseamos desnudos y nos enredamos entre nosotros, gemimos, gritamos, huimos, callamos y sólo nos queda ese tirón, ese tirón que nos moverá. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ El gusano repta, inventa caminos, los deshace y todo al instante, porque no permite que nos enfoquemos en una salida. Yo dialogo con los no- vivos, ya sean muertos o no nacidos, y no logro más que luces navideñas. Veo profetas y ruego por apostasía. Nos coronamos y nos flagelamos para liberar endorfinas, un pequeño corte en la piel nos hace s aborear mucho más que las conductas y actos sociales establecidos. El gusano nos enreda, nos mira en cualquier momento y vela porque se mantenga este orden. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ El espacio entre mi cuerpo y el que antecede o precede me hace soñar, volver tan rápido al útero extirpado para coagularme. Bañarme entre líquido amniótico y placenta y dej ar que la piel se me ponga arrugada, que se colapsen las horas y el mareo sea compartido, vomitemos todos j untos y en el pozo que se forme veremos repetirse la historia, veremos el huevo eterno y gigante que nos prometieron. El gusano nos ensarta, como si fuésemos capaces de escapar, como si alguno tuviese la voluntad de huir, se le olvida que somos espectadores, que siempre hemos sido espectadores. Página | 15


No hemos probado suficiente sangre como para entendernos, lo cual nos une más en nuestra cadena de silencio. Nos acostumbramos a encaj ar y complacer. Es impecable el camino que seguimos. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Y vemos girar y girar el alrededor, perdidos en la quietud del viaj e. No somos capaces de movernos porque ya se está moviendo el universo. El gusano es nuestra excusa para mirar hacia fuera y reconciliarnos como hermanos. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ En las trincheras de las luces se pospuso la reuni ón que nos separaría asignaciones. Nos dij eron que nos llamarían luego, el tiempo ha pasado y la oscuridad cae sobre nuestros pensamientos, tal vez nos eligen al azar, tal vez nos sueltan para que caminemos en c írculos, y para que rodeemos como buitres la carroña del padre. Un murmullo que espanta el único rastro de verdad nos reúne y quietas esperamos que nos hablen, en derredor del ataúd heredamos cada parte de su cuerpo, tenemos que desmembrar con las manos el cuerpo que quedó. Esta herencia es sólo para recordar, la más viej a va a buscar su regalo primero y le arranca el pene con un corte perfecto, limpio y tranquilo, sus palabras perdurarán en esta ceremonia – “agoniza Atenea, porque la ley pende ahora de nuestras manos” –, las reliquias se siguen repartiendo según nuestros deseos. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ En la edad de escuchar a los otros se concentran las sorderas crónicas y las latencias de familia. Creemos en nuestro enemigo como si lo reconoci éramos. Acechamos la voz para sacar lo mej or de quien nos escucha y no hay un espej o reflexivo, no hay una consideración que devenga de nosotros. Lo mej or de cada uno. Lo mej or de nosotros. Así como crecimos, así como cambiamos nos vestimos de neón y estamos tan tristes que espantamos al vacío. Los movimientos son inseguros Se evaporan como siempre temimos Las llagas, las cicatrices y las infecciones Ya no concuerdan Es que el delito del que nos acusaron Lo olvidamos Porque así nos enseñaron que debíamos actuar Página | 16


Porque el resto de nuestro cuerpo ya fue herido Y los lutos son privados y medidos Las palabras se quiebran entre nosotros Dej ando inexpugnables verdades sin sentido Arco y flecha, espadas y cámaras de vigilancia Somos la realidad más mentirosa que pudimos alcanzar Y los días pasan Y eso que nos mantenía atrapados al sueño Se ha hecho cada vez más fuerte

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Cruces

Mi madre acaba de morir. Mi padre murió hace veintitrés años. No he asistido a ninguno de los funerales. En el recuento que hago de mi vida sólo puedo cronotopearme entre estas muertes. La vista no me ha fallado nunca, pero no tengo imágenes en mis recuerdos, sólo tengo las voces. De avanzada lentitud manej o los ritmos de tono y acentuación entre los sonidos, la vibración del aire materializando las ideas, los ecos de emociones sin nombre, antes del lenguaj e. Mi tata falleció hace ocho años. Sólo pude ir al velorio, el funeral lo recreé ese sábado teniendo sexo en el rincón que se forma entre la puerta y la mampara de la casa de mi mamá. No me acuerdo cómo era el caj ón donde lo pusieron, no me acuerdo qué ropa me puse, sólo sé que el viaj e al velorio fue lo más repulsivo que he vivido. Gente invadiendo ese momento, gente que s ólo va a ver un muerto, gente que siente que debe ir a estos eventos. Preferí emborracharme en sexo, moj arme entera con saliva y fluidos vaginales en mi cara y en mi cuerpo, besar el cuerpo de otro, lamer el cuerpo de otro y escuchar los gemidos que no alcancé a oír de mi tata, que sólo supe porque llamaron a las cinco de la mañana de un viernes diciendo que se había muerto en el hospital y yo me fui al lic eo como cualquier otro día. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ La pieza del medio es oscura, no tiene ninguna ventana, pero si tres puertas. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Reviso la pieza de mi mamá y encuentro un envase de Pino Silvestre , la imagen borrosa de mi papá baj ando las escaleras del edificio y dej ando los pasillos con ese olor. Yo buscando su olor en el edificio para que me llevara con él, para que nos fuéramos de Colina, para que conversáramos y yo le contara mis cosas. Ese envase me ha servido para masturbarme varias veces. Los viaj es de la casa de mi tata a la casa de la mamá de mi mamá siempre fueron incómodos, siempre esperé que esos buses chocaran, o mej or, que al llegar me perdiera de ellas y podría buscar a mi papá, que se había ido con otra familia. Nunca le guardé rencor por dej arnos. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Noto la diferencia cuando pestañeo más rápido. El ruido de la calle llena toda mi habitación, los niños j ugando son los sonidos que se cuelgan al fondo. Pero vuelvo a pestañear y veo la diferencia, mi pieza no es tan gris como creía o tal vez hay más luz de la que pensaba. Página | 18


Las micros, las máquinas, son el sonido de fondo, no hay pausa, siempre están ahí. Abro el sobre hecho a mano y miro el dibuj o que hice a los cuatro años. Siento una moto, en la pieza sigo insistiendo que se filtran demasiado los ruidos de la calle o del pasillo. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Por pasillos de muertos, por chozas de piedra, atravieso para saludar a mi familia. Me desterraron con claveles y j arros de agua a vivir entre difuntos, a crecer fragmentando la vista entre ambos mundos. Incluso mis coronas serán de tumbas, porque mis logros siempre estarán un paso más allá. Despisto a mis hermanos con los sonidos confundibles de mi voz, as í sé que siempre estaré lej os. No permitiré que me lleven con ellos. Triunfaré sobre el resto con la mirada puesta abaj o, el viento rozará mi pelo, pero será sólo a través de nubes de angustia. Es increíble cómo cambia la geografía del mundo y todo se va amoldando sin oponer resistencia. La vegetación corroe la carne, atraviesa el cuerpo sin que se impida su avance. Veo el patio de la casa y sigo queriendo evitar ser parte de esto. Me siento a esperar que me lleven al colegio, son la una veinte y terminé de almorzar recién, me pone nerviosa subir al furgón, otra vez el tiempo se detendrá hasta que mire la calle. Estoy sentada pensando en los tiempos que vendrán, queriendo irme de esa casa y alej arme de esa gente, me molesta tener familia. ¡Por favor no hablen, no se rían, no existan! El tiempo no pasa, los años se suman pero sigo con ellos, no puedo escapar de la realidad. Me escondo en el silencio, no hablo, miro todo, no respondo, no quiero que hablen, quiero estar sola. Me encierro en el baño con llave para estar en privado, ni siquiera eso es suficiente, invento nuevos nombres para ellos, los acorto, los voy eliminando letra por letra, los burlo, los extingo y vuelven a crecer. ¿Cómo es posible que yo sea parte de ellos? , ¡Por favor aléj enme de ahí! ¡Sáquenme de esta vida! Yo no la escogí, yo prefiero estar perdiendo siempre. Busco lugares pequeños, estrechos, donde apenas quepa para sentirme a gusto, espacios oscuros, donde no me pueda ver, armo ataúdes para estar con mi papá, clavo maderas y no soy nieta, tampoco hij a, no puedo ser hermana, ni prima, ni sobrina, sólo soy innombrable, no tengo forma, no tengo un lugar acá, no existo. Me devoro entre estos suj etos y busco nombres, busco pistas para armar una historia coherente, una historia que me ubique en un punto prec iso, exacto, con cuerpo y forma. Soy hij a de padres muertos. No tengo pasado ni tengo futuro. Mi presente está más adelante y tal vez nunca lo llegue a alcanzar. Quiero saber todo, pero me está negado preguntar, quiero un nombre, pero no lo encuentro. Me i mpusieron palabras, me impusieron un lugar para vivir y una lengua que hablar, asumí las responsabilidades de un condenado a cadena perpetua. Mi sentencia j amás será revocada, ellos entran y manchan mi mundo. Página | 19


Mi refugio, mi solaz, está habitado sólo por los momentos en que estoy libre, en ellos no llegan, cuando apago la luz y me hago la dormida, cuando pienso en que no existen, en que estoy sola. ¡Adiós tierra de los otros! ¡Quédense todos Uds. j untos! A mí me tocará partir pronto. Te vi sonreír cuando dormías, te vi esperar el momento exacto en que te ignoraron y escapaste. A veces los segundos más preciados son los que restan del día, cuando se acaba la bulla, cuando el ruido s ólo está abaj o y yo domino la pieza, cuando puedo leer pornografía y me imagino que finalmente tengo un cuerpo, una estructura propia, una forma que puede disfrutar, que puede sentir placer, sin que nadie lo impida, siempre al filo de los otros. Nadie sabe qué pienso o qué quiero. Todo ayuda en los j uegos evasivos. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ La sepultura de mi tío- abuelo tiene una cruz hecha a mano, con su nombre escrito con un pincel, hay j arros con flores encima, y a dos calles más abaj o está la de mi tía, su esposa. El cura pidió que los familiares hombres la trasladaran a la tumba de su esposo para ocupar ese espacio con otras personas. Sólo los hij os hombres podían hacer el traslado. Creo que sólo uno de los hij os estaba ahí y los demás eran yernos de ellos. Cavaron un hoyo a los pies de la sepultura de mi tío con el espacio j usto para amontonar los huesos de mi tía. No se llevaron el ataúd de ella, desvistieron el cadáver y arroj aron los huesos en ese hueco. La ropa quedó tirada en el cementerio y el caj ón fue reutilizado por otro muerto. Sólo pusieron la cruz de ella con su nombre a los pies de su nueva sepultura. Los caminos siguen siendo de tierra, las casas tienen paredes de adobe y su estructura es de madera, el patio es disparej o y hay olor a masa con polvo y ese hedor de viej os. Todavía no cierran los canales que hay entre las veredas y la calle. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Sería inj usto decir que extraño a la gente. Sólo me acuerdo a veces de ellos, son ese lazo que se estira sin fin, aunque yo esté constantemente arrancando los pedazos de memoria. Es inútil pensar que armaré una historia conmigo, cuando me acuesto en el suelo me preocupo de saber que no me ensuciaré la ropa y que la madera está limpia, toco los huecos que hay entre cada una y trato de encontrar los clavos que las unen para sentir el metal helado. Araño el piso para sacar la cera pegada y me voy limpiando las uñas unas con otras. Me aconsej o no seguir. Son todas las cosas que me restan por decir y que no sé explicar, las cosas que están rodeando mis pensamientos y que vienen a ofrecerme una oportunidad para quedarse, para no morir en mí. Así es No recordaré Página | 20


será mi cumpleaños y no me importa quedar a solas en mi piso. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Y como levantándose de un sueño la vista recorría a los ancestros, gentes desconocidas con rostros borrosos, gentes opacas por el olvido y difuntos con la mirada fij a en lo infinito. ¿Cuánto iba a durar el desfile? , ¿cuántos actos de muerte más son los que hay que vivir? Y as í seguí caminando entre tumbas conocidas y otras perdidas, entre saltos temporales que no son cuantificables y no dan cuenta de orden u origen. Te digo que no es la luz la que nos guía, sino que nos revuelca en el charco de estructuras mugrientas y sedientas de voluntad. Te digo que dej emos de confiar en los actos naturales y que agotemos nuestra fe como si estuvi ésemos ebrios de dolor y placer. Te digo que el tiempo no comenzó a contar como nosotros y que las horas pueden ser tan tercas o dóciles como queramos que sean. Te alej o del presente, porque sólo existo en la memoria, porque mi olvido es mi reino y sobre él crearé mi imperio. Te digo “¡vive! ”, para que puedas morir, para que tu vida signifique una señal, para que tu muerte te haga existir. Y he aquí que estoy rondando a mis eternos, rondando entre los vicios que han dej ado a mi paso. No me obligo a baj ar la mirada, pero esta pulcritud en la tumba me marea, la satisfacción del cementerio y cada paso entre los cuerpos me derrumba y me alej a. El misterio de mis muertos es mi estrella de la suerte. La vergüenza de principiante desata furia en la historia. No podemos quedarnos sentados Esperando que se llene el alma No podemos abrazar el vértigo Con las manos perdidas en el vacío La debacle del precipicio Está hecha para todos Todos estamos sentados en el borde del abismo Todos estamos siendo empuj ados Para quedarnos Y repetir los hechos Una voz que se agote de gritar Una voz que rasgue los oídos Página | 21


Una voz que nos erice la piel Una voz que nos mantenga en la agonía Sólo una voz que nos aniquile Será el final de la comedia Será la lápida que nos cubra En nuestro lecho Será portada como espej o de carnaval Que nos alej e unos de otros Que dej e de manipularnos Con sus quimeras fantásticas Es lo que repiten nuestros padres Es lo que rezamos de rodillas Es la súplica de algunos Es la encarnación de la metáfora Es el circo de los idiotas +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Acumulo escenas que actuaré para ustedes, sonidos desbocados y libres de interpretaciones, un bosquej o de indiferencia como fondo y forma de mi respeto. ¿Te parece que la causa nos mueva como un reflej o? Te miro Sofía y el frío dej a de cubrirme. La belleza encabeza los honores de mi existencia y los sueños están más seguros. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Soy quien roba los recuerdos para olvidarlos, la que absorbe y consume sus pertenencias, tengo rostro de avaricia, tengo el derecho al temor de Dios, y ese don no puedo perderlo. He aquí tres generaciones en una misma cama, la más anciana mutilada e ignorante, la adulta violada y víctima de por vida y finalmente yo, la más j oven, que heredó todo esto. No existe verticalidad u horizontalidad en estas vidas, todas se siguen viviendo en los mismos instantes, mientras yo me alimento de estas madres, dej o de anclarme a un lugar de pertenencia. Heredé los desastres, porque no escuché nada mej or. Heredé el insomnio, porque ellas necesitaban dormir, y mi espera ha sido larga para decantar en mi primera verdad.

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Es un ciclo cerrado, hostigado por violencia y amenazado de infinitud, pero la muerte de mi madre y de mi abuela sigue presente, porque llevo sus marcas. La inmundicia que quedó es el regalo de nacimiento que recibo. Después de todo el caos es armonioso en s í mismo. Me suj etas Me arrastras Me cortas la respiración Y no me dej as volver a pisar En terreno conocido +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Esos huesos a medio salir en la tumba de mi familia, la ropa tirada, la orden del cura y los hij os dispuestos a seguirlas. La sanguinaria relaci ón de la muerte con los hij os y la incestuosa relación de Dios con nosotros. Los cementerios de campo, con botellas de bebida llenas de flores, y el agua podrida adentro, el recorrido por cada sepultura porque siempre hay algún conocido, niños corriendo y gritando para intentar robar algún j uguete que hayan dej ado los padres de un hij o muerto. La importancia de las flores, los susurros y reproches por el suelo seco. El cielo claro, tan celeste y tan cercano que se vuelve una extensión del dominio de los muertos. El sepulturero, su muj er y su hij o que viven del carroñaj e. El eterno eco, el eterno silencio. Todo eso es mi familia, crec í en una casa de entierros y siempre estuvo Dios presente para recordarlo. El baño en que me encerraba para mirar las revistas porno de mis tíos estaba flanqueado por un Cristo que perdonaba. Que sabía lo que estaba haciendo, que miraba mientras me excitaba y no nos dej aba nunca. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Son las ocho de la tarde y se me olvidó que tenía que llevar un cuaderno al colegio mañana. Mi mamá no llega, y los dos bazares que están más cerca están cerrando. En ese pasaj e raro ( es como un c írculo, no va derecho) hay un almacén que tiene cosas, pero hay que pasar por fuera de la casa que tiene enchufes en el piso. Mi mamá se va a enoj ar porque no le avis é antes, si no llevo el cuaderno no voy a poder aprender y mis compañeros se van a dar cuenta que no tengo el cuaderno. En esta casa qué van a haber cuadernos, lo único que les interesa es ver televisión y reírse. Mi abuela se ríe de mí porque no j uego con mis primos, me dice cabezona y floj a, pero yo no la quiero y la miro feo siempre y no le hablo, prefiero estar en el segundo piso sola, porque abaj o siempre están todos gritando y yo sé que no les gusto, que prefieren a mi hermana porque baila y j uega con mis primos. Yo hubiese querido ser ni ño Página | 23


porque así me dej arían andar en el auto a pedales y no me pondrían esas faldas. No quiero ser como ellos y en mi cama pongo tres almohadas para que no se metan ahí. Escucho los tacos, mi mamá va a llegar y se va a enoj ar, pero es que se me olvidó decirle, mej or baj o para que vayamos altiro. Me compró un cuaderno verde con las hoj as blancas, sin líneas ni cuadros, la profesora me retó porque el cuaderno tenía que ser de líneas para aprender a escribir. Igual todos mis compañeros me miraron. No le dij e a mi mamá. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Con los cuerpos Que engañan cuando están vestidos y cuando no Sólo el esqueleto es real Sólo el esqueleto que se revela cuando ya todo se descompuso Y cuando está olvidado, cuando está baj o tierra No podemos vernos antes Nos clavan estacas por el culo Para que nos adecuemos y andemos derechitos Yo me voy con los ritos que no entiendo Porque la lógica me ha llevado a sitios degradantes Prefiero clavarme mi propia estaca +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ No estoy obligada a dormir, pero me quedo evitando el sueño. Los sonidos nocturnos me hicieron vivir, está hecho, la vida se cruzó frente a mis pasos. No protesto, porque era tan j oven cuando vi futuro que le hice el quite hasta donde más pude resistir. Ahora camino entre mis muertos y me gustaría ir de espaldas, con los oj os abiertos y sin necesidad de un pasado. Hoy me levanté con los hombros más pesados, y las manos cerradas. A horas de cerrar el mapa Tiemblo pensando en la llegada Como si no supiera el recorrido Los latidos se acumularon Y dej aron el paisaj e despej ado Página | 24


Me divierto sintiendo la cercanía del fin Porque siempre esperé un final Porque las cruces siempre estuvieron ahí Y ahora se demostrará Que Tesla desapareció +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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Despedida

Y en el revoltij o de inmundicia que me dej aron, las letras y los números se han encargado de codificarse. Hoy cumplo veintisiete años y es mucho decírselo a mi padre. Hoy acabo de seguir sus pasos. Será el tiempo de caminar entre los vivos y al mismo tiempo de dej ar de pertenecer a ellos. Al fin me desenmascaro. Floto largamente Como si los cordones de la tierra Terminaran conmigo Sueño angustia Y al momento de gritar Mis oj os, mis entrañas Proclaman que no hay nada

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