Revista Enfermería (Mayo 2013)

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EDITORIAL

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stimadas(os) Colegas:

Paola Pontoni Zúñiga Presidenta Nacional Colegio de Enfermeras de Chile A.G.

El año 2004 cuando ingresé a la directiva de la Subsede Ñuble, formé parte del trabajo realizado por un grupo de enfermeras que se basaba en la simple convicción de hacer mejor a la enfermería chilena. Aprendí mucho de quienes en ese minuto estaban a la cabeza de esta organización tanto a nivel local como nacional, por lo que cuando posteriormente tuve que asumir como presidenta de aquella subsede regional, me sentí preparada para continuar por la misma senda de desafíos que nos habíamos propuesto como equipo, los que muchas veces podían parecer difíciles o incluso imposibles de lograr para una subsede de carácter provincial. La razón de esa confianza, era que sentía que la unión en el trabajo genera una mística capaz de superar cualquier vicisitud. Hace 60 años, un grupo de enfermeras que desde 1938 se habían agrupado bajo el nombre de Asociación de Enfermeras Universitarias, compartían una forma similar de ver las cosas, lo que las llevó a crear nuestro Colegio de Enfermeras de Chile. Desde su fundación el 20 de Febrero de 1953, este colegio profesional ha sido protagonista activo de la Salud Pública de nuestro país, aportando a la disminución de la mortalidad y desnutrición infantil, logrando un aumento de las coberturas de vacunación y siendo pionera en el trabajo con la comunidad a través del trabajo otorgando cuidados de enfermería y educación en el autocuidado. Sin lugar a dudas, todos estos campos de acción han contribuido significativamente al mejoramiento de los indicadores de salud de Chile. Hoy, a 60 años de la creación de nuestro colegio y a pesar de la pérdida de la colegiatura obligatoria y la tuición ética, quienes lo integramos hemos seguido trabajando de forma unida por la profesión de enfermería, siendo fieles a los principios y valores con que nuestra institución fue fundada, que nos han hecho distinguirnos de otras profesiones. Sin embargo, no es un escenario fácil en el que nos toca desenvolvernos actualmente. Hemos visto amenazado nuestro campo laboral por otras profesiones, lo que nos ha hecho tener que estar permanentemente atentas para defender nuestra profesión cuando es necesario, de manera que las futuras generaciones de enfermeras y enfermeros cuenten con un espacio laboral seguro. Además, se suma a esto lo ocurrido en el ámbito de la formación, con el fenómeno del aumento exponencial de las universidades que imparten la carrera de enfermería, donde muchas veces somos testigos de cómo algunas casas de estudio no cumplen con los estándares de calidad requeridos para una carrera como la nuestra, que sabemos implica un alto grado de responsabilidad social. Hoy, a pocos meses de haber asumido la presidencia nacional de nuestra asociación gremial para el período 2013-2014, veo con fe y optimismo el futuro de nuestra profesión, pese a las múltiples dificultades que enfrentamos. Si bien tenemos grandes luchas por delante, tales como los Proyectos de Prescripción Enfermera; reconocimiento de especialidades de enfermería; resguardo de la calidad de la formación de las futuras enfermeras y enfermeros y un largo etcétera, me parece que es fundamental que entendamos que el futuro de la enfermería dependerá de lo que hoy hagamos quienes mantenemos vivo al Colegio de Enfermeras y que nos movemos bajo el simple planteamiento de hacer mejor a nuestra querida profesión. Estas tareas que se aproximan son complejas y tenemos que entender que no podemos delegárselas a nadie más. Es una responsabilidad que nos ha tocado a nosotros y debemos aceptarla con la alegría y convicción de que a través el trabajo mancomunado y cohesionado de las enfermeras y enfermeros, no existen desafíos imposibles. No nos olvidemos que desde la presidenta nacional, hasta la representante de la sede regional más apartada, todos somos uno. Para finalizar, quisiera invitar a todos ustedes a disfrutar de este número de Revista Enfermería, en el cual hemos querido dar un énfasis especial al área de la enfermería pediátrica, especialidad en la que nuestra organización ha significado un aporte inconmensurable y que ha tenido un impacto positivo para múltiples generaciones de chilenos. Serán precisamente las nuevas generaciones, quienes nos relevarán extendiendo el legado del Colegio de Enfermeras hacia el futuro. No obstante, hoy en el presente, esa tarea nos corresponde a nosotros. Se despide afectuosamente.

REVISTA ENFERMERÍA / MAYO 2013

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