UNESR Gerencia 2000 #7

Page 101

NINOSKA DÍAZ DE MARIÑA y ANA MARÍA OSORIO GONZÁLEZ

su comunidad (Ley de los Consejos Comunales). En este sentido, el municipio se desarrolla en la práctica social y se crea a través de la conciencia ciudadana, a través de la autodeterminación y autogestión de la ciudadanía en la ela-boración, seguimiento, coordinación y evaluación de las políticas públicas. Desde esta óptica, el sujeto de la política pública no es un sujeto obediente sino proactivo y deliberante y es la dialogicidad lo que lo caracteriza; es por ende el dialogo el único instrumento válido para concertar acuerdos. La participación crea nuevas formas de ejercer la vida cívica. El(la) ciudadano(a) se remite no sólo a disponer de derechos políticos, civiles y sociales, sino también a ser actor principal y en condiciones de mayor igualdad en el intercambio comunicativo, en el consumo cultural, en el manejo de la información, en el acceso a los espacios públicos y en generar su propia calidad de vida. El(la) ciudadano(a) es actor decisivo en el conocimiento de los flujos de información, en la circulación de conocimientos compartidos con otros y en la capacidad de diálogo para adaptarse a nuevos procesos de gestión y organización. Las estrategias de planificación se sustentan en el futuro, concebido como devenir, por lo cual se reinventan a sí mismas toda vez que se conducen sobre los patrones que emergen de las sinergias de acción en el aquí y el ahora, al interior de estas organizaciones ciudadanas, entre las redes de participación ciudadanas y sus relaciones entre, con y para todos los niveles del poder publico: municipal, estadal y nacional. Con el concurso de las tecnologías de la información y la comunicación, el espacio municipal posee un ámbito de acción local y global al mismo tiempo, en la medida en que pueden acceder a ámbitos nacionales, regionales e internacionales para conocer otras realidades, generar nuevas ideas, y coimplementar proyectos comunitarios. La acción municipal, en su rol de articulador entre el poder político, el mundo económico y las organizaciones comunitarias, incentiva, desarrolla y promueve la productividad, la competitividad y la equidad, entre otros valores. Un municipio pensado así se sustenta sobre una racionalidad práctica y discierne como su fin último el desarrollo integral y la elevación de la calidad de vida de sus conciudadanos, finalidad que deja de lado otras consideraciones técnico-admi-nistrativas, políticas y/o económicas y la racionalidad instrumental que 101 GERENCIA Y COMPLEJIDAD N° 7, AÑO 2006


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.