El Paladar de los Caldenses

Page 176

Octavio Hernández Jiménez

El paladar de los Caldenses

recalentado, una albóndiga sudada o una empanada vaticana o papal (mucha papa, nada de carne) por cualquiera de los productos de la comida chatarra. Todavía no han ingresado en la ciudad compañías tan famosas como McDonald`s, Wimpy, Charlie`s, Del Oeste, El Corral y otras que se han multiplicado en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla. De las grandes compañías ha entrado Presto y una que otra empresa menor. Factores como éste son indicativos de las diferencias en el cambio de costumbres alimenticias de los manizaleños con respecto a otras ciudadades. Mientras que en Bogotá prefieren, en su orden, las hamburguesas, el pollo, la pizza y los perros calientes (Tovar Martínez Edmer, El Tiempo, 15 de agosto de 1999, pág. 15A), en Manizales esos productos se consumen en otro orden: perros calientes, sándwich, pollo, hamburguesas y pizza. El consumo va en aumento como también el deleite, en esos sitios, de postres, conos y helados de presentación sofisticada. Mientras que, en otras ciudades, se acepta una hamburguesa como una comida plena, en Manizales, aún es una comida casual. En Bogotá una hamburguesa cuesta exactamente lo que en Manizales cuesta un almuerzo corriente: $3.000 (un dólar y medio, a precios de 1999). Puede que el consumo de la comida chatarra aumente, en tanto que el precio de la hamburguesa va bajando en la guerra entre proveedores, mientras que el almuercito típico sigue en aumento por el encarecimiento de las materias primas y la falta de capital de los propietarios. Además, es una desventaja que el almuercito siga siendo servido en su monótona y precaria variedad de ingredientes, en tanto que en Colombia, pueden ofrecer 16.300 (?) combinaciones posibles en la preparación de las hamburguesas (Ibid.). Claro, como todo, hay comida chatarra para clase alta, clase media y clase popular. Todo, en este mundo, depende del bolsillo. De las comidas que se encuentran en los puntos de encuentro hay aspectos que los consumidores no tienen en cuenta: la preparación con mucho tiempo de anticipación, la refrigeración deficiente, recalentamiento inapropiado de restos de comida, falta de higiene en equipos, trabajadores infectados, elaboración inapropiada, factores que actualmente reportan altos riesgos para la salud: La calidad de los alimentos de las ventas callejeras resulta sospechosa. El consumo de arepas, lechonas, 176


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.