18 Religión
Punto Fijo - Coro, lunes 6 de abril de 2009
En tiempo de Cuaresma
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Presbítero Carlos Lugo: “El contacto con Dios nos hace felices” Ana María Garcés /Pasante UBV Fotos/ Gregorio González
Para los cristianos, la Semana Santa es el tiempo propicio para encontrarse con Dios
y reconciliarse con los hermanos en la búsqueda de la anhelada paz interior; es el tiempo para reconocer las faltas a los mandamientos y buscar el perdón. Para el presbítero
Ángel Petit (misionero): Invito a los jóvenes a participar de la pascua juvenil. Vale la pena acompañar a Jesús durante su pasión, muerte y resurrección como demostración de nuestro amor por el inmenso sacrificio que hizo por nosotros
Carlos Lugo, asistir a los actos conmemorativos de la Semana Santa es acudir al encuentro personal con Dios y la familia, mantenerse en oración, procurar relaciones armoniosas a
través de ejercicios espirituales. Demostrar la mejor disposición para practicar el ayuno, entendiéndolo desde el punto de vista de privarse de ciertos placeres. Ayunar no tiene sentido si no se ofrece como un sacrificio para favorecer a otras personas que lo necesiten: es un acto de amor. Resaltó el padre Carlos que se deben hacer donaciones con sentido cristiano, no dar de lo que sobre, sino de lo que es necesario. Un ejemplo universal para la motivación a ejercicios de religiosidad popular es el viacrucis, un espacio colectivo para el encuentro con Dios. A nivel de Diócesis se celebra la pascua juvenil, una reunión de jóvenes de todas las parroquias, es una formación entre muchachos, de donde se han obtenido experiencias maravillosas y se ha logrado la motivación hacia la solidaridad y la unión fraterna. “El mejor mensaje
Mary Petit (Catequista): Desde la parroquia motivamos a los niños y a las familias a incorporarse a las actividades religiosas según la tradición cristiana, la enseñanza de valores a través de dinámicas y actividades divertidas
que se puede ofrecer a quienes se han alejado de la iglesia para sumergirse en otros placeres es que la gloria de Dios está en que el hombre sea feliz, y la felicidad no se debe basar en la adquisición de bienes materiales, porque aunque se alcancen muchas riquezas siempre se querrá más, en cambio el amor de El Padre es el único que llena el corazón y reconforta
el alma, proporcionando la plena felicidad”, acotó el religioso. Este tiempo es propicio para la reconciliación y el perdón, y podemos acercarnos a través de actos de humildad, practicando la solidaridad y sembrando en el niño valores, más que normas, porque éstas se cumplen por obligación, pero el valor se ejerce por convicción, expresó finalmente.
LUNES SANTO – 06 de abril Jesús, Humilde y Paciente El Lunes Santo es el segundo de los días de la Semana Santa, cuyo comienzo tiene lugar el Domingo de Ramos, y durante la cual los cristianos conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Así se pone de manifiesto en la liturgia de las distintas ceremonias que tienen lugar en Semana Santa en las distintas confesiones cristianas. A diferencia de otros días de la Semana Santa que cuentan con ceremonias singulares, en la Iglesia Católica el Lunes Santo continúa la celebración normal de la misa. Durante ésta, el Evangelio que es proclamado refleja el pasaje de la Unción en Betania, en casa de Lázaro, en el que una de las hermanas de éste, María, le unge con costosos perfumes. La lectura corresponde al Evangelio de San Juan: Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena, Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con Él a la mesa. María tomó una fibra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: -«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?» Esto lo dijo no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando. Jesús dijo: «Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura, porque a los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no siempre me tienen.» Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús. Esas palabras del Evangelio“… A mí no siempre me tienen”, nos muestran a un Jesús humilde y paciente ante la pasión ya próxima.