Padres e hijos

Page 109

Iván Turgueniev

Padres e hijos

Vasilievna, fijos en Basarov, expresaban no sólo afecto y ternura, sino que también dejaban traslucir pena mixta de curiosidad y temor, al par que algo de suave reproche. Por lo demás, Basarov no se preocupaba de averiguar lo que expresaban los ojos de su madre; rara vez volvíase a mirarla para hacerle alguna breve pregunta. Una vez pidióle la mano para que le diese suerte. Ella, suavemente, puso su blanda mano en la ruda y amplia palma de la suya. -¿Y qué? -preguntó tras breve pausa-. ¿Te sirvió? -Todo lo contrario -respondió él con indolente sonrisa. -Se arriesga mucho -dijo como con lástima el padre Aleksiei, alisándose su hermosa barba. -La máxima de Napoleón, batiuschka -dijo Vasilii Ivanovich, y echó un as. -Ella lo llevó a Santa Elena -dijo el padre Aleksiei, y correspondió con un triunfo. -¿No quieres un poco de agua de grosellas, Yeniuschechka? preguntóle Arina Vasilievna a su hijo. Basarov limitóse a encogerse de hombros. -No -decíale al día siguiente a Arkadii-; mañana mismo me largo de aquí. Me aburro; quería trabajar, y aquí no es posible. Me vuelvo con vosotros a la aldea; allí lo dejé todo preparado. En vuestra casa, por lo menos, puede uno aislarse. Pero aquí mi padre no me deja. "Puedes disponer a tu gusto de mi despacho..., nadie te molestará" y no se aparta de mí un paso. Y hasta remuerde la conciencia aislarse de él. Y lo mismo ocurre con mi madre. Ya la oigo suspirar al otro lado de la pared; pero pasas a verla... y no se te ocurre nada que decirle. -Sufre mucho -dijo Arkadii- él también. -Ya vendré otra vez a verlos. -¿Cuando? -Pues cuando vaya a Petersburgo. -A mí quien me da lástima es tu madre. -¿Por qué? ¿Es que te obsequió con bayas? Arkadii apartó los ojos. -Tú no conoces a tu madre, Yevguenii. No sólo es una mujer distinguida, sino, además, muy inteligente, la verdad. Esta mañana estuvimos conversando media hora y me dijo cosas muy prácticas e interesantes. -¿De veras habló mucho de mí? -Sí; pero no de ti solo. -Es posible que tú la veas mejor que yo. El que una mujer pueda sostener una conversación de media hora ya es de por sí buena señal. Pero, sea como sea, yo me voy. -No va a serte tan fácil darle esa noticia. Ellos se hacen la cuenta 109


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.