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Ciclosalud Por el otro lado en los mayores de 35 años, donde el 90% de los casos de muerte súbita son ocasionados por lesiones coronarias que llevan a un cuadro agudo de cardiopatía isquémica (infarto, arritmia), el grupo de mayor riesgo son los varones que, con 35 años o más, se inician un buen día en la practica de algún deporte, estimulados por la posibilidad de bajar de peso, de estar en forma”, parten de cero, sin control y sin saber si tienen hipertensión arterial, el colesterol alto, etc., y además fuman y tienen sobrepeso. Aquí se recomienda como en los otros grupos de edad una evaluación previa que consiste en una buena historia clínica, preguntando sobre factores de riesgo para enfermedad coronaria, personales y familiares, examen físico y una exploración cardiológica que debería incluir un electrocardiograma basal, una prueba de esfuerzo, especialmente si va a realizar una actividad intensa y, si así se requiere, un ecocardiograma. Con estos resultados se puede recomendar un tipo y modalidad de deporte para cada situación. Cuando se detecta alguna patología cardiaca que pueda poner en riesgo la vida del atleta, surgen una serie de consideraciones médicas, legales y éticas, ya que se trata de excluir a un atleta de su actividad deportiva, que en muchos casos significará un cambio de vida, con todo lo que ello implica, incluso con consecuencias económicas. Por esto en Estados Unidos se reunió un grupo de expertos para tratar de desarrollar un consenso de recomendaciones al respecto (36th Bethesda conference). Aquí se hacen recomendaciones médicas que justifican excluir a atletas con patología cardiaca de ciertos deportes competitivos, para reducir el riesgo de muerte súbita. En todo caso se enfatiza en esta conferencia que estas recomendaciones no deben ser tomadas como una alerta contra la actividad física, al contrario el panel reconoce los beneficios bien documentados que tiene el deporte en la salud, en particular las actividades físicas recreacionales que deberían ser incentivadas.

el consentimiento de un médico y llevar una vida saludable: control de la presión arterial, no fumar, conocer los valores del colesterol, hacer ejercicios periódicamente. Otras importantes medidas a nivel más masivo, y donde la autoridad debería tener un rol a nivel país, como difundir las prácticas de resucitación cardio-pulmonar, no solo entre el personal médico, sino también en los deportistas. Ojalá atención médica inmediata en el campo de juego (en los primeros minutos), equipamiento médico que incluya cardiodesfibrilador automático externo. Y por supuesto dentro de la

ley de deporte un examen médico obligatorio y que se supervisen dichas normas. El deporte no mata, mata la falta de interés, el desconocimiento, o la falta de precaución. Si se toman las medidas, se puede llegar a la detección de una patología que bien podría controlarse y evitar la muerte súbita.

Si tienes dudas médico-deportivas, escríbenos a contacto@pedalea.cl para responderlas.

Diagrama de una paciente sometida a cirugía

Con todo esto, lo que podemos concluir es que ningún corazón va a sufrir un accidente grave si esta sano, que el ejercicio por sí mismo no desencadena este tipo de respuesta si la estructura es normal. Por lo tanto, se necesita de una alteración importante de la estructura cardiaca y de la función para que se desencadene esta respuesta: se precisa de un miocardio alterado que lleve a la producción de arritmias graves, que finalmente son la causa de la muerte súbita. En resumen hay que destacar una vez más la importancia de una acción preventiva. Por ejemplo, los mayores de 35 años no deben retomar ni iniciarse en una actividad deportiva, sin antes tener Pedalea 41


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