Las expresiones centradas en lo dominante, voluntarioso y retador con facilidad ocasionan conflictos, distanciamiento e individualismo no ofrece cercanía. Cuando somos claros, sociables, respetuosos u asertivos, la palabra se vuelve un puente y los problemas son escasos; cuando impongo mis criterios me vuelvo posesivo y minimizo a los demás, la comunicación verdaderamente se vuelve frustrante y distante. La Palabra se adhiere como la raíz a la tierra, y crece como el arbusto cuando se proyecta con respeto y generosidad. AMV.
Inseguros “saca el gigante dormido que hay dentro de ti” En las relaciones humanas también nos ilustra sobre la importancia de la intransigencia y del mal humor porque nos muestran poco armónicos y generadores de distanciamiento. ¿Que sería de nosotros si las relaciones humanas no existieran o estas no se tuvieran en cuenta? como se garantizaría una sana convivencia y que alternativas tendríamos para comunicarnos como seres humanos? El problema que se plantea en estas preguntas responde a las deducciones pedagógicas significativas de la comunicación de hoy y de siempre, revisándolas y ponderando sus respuestas: “Somos seres con conciencia, con capacidad de conocernos y reconocernos a nosotros mismos como seres humanos”. La pedagogía de la palabra es tarea de todos, es una responsabilidad humana, cultural con didáctica personal: es una competencia caracterizada desde nuestro lenguaje con su diversidad de contenidos. Dilemas por resolver ¿Qué sucede cuando no nos escuchan, sabemos escuchar, cuál es el riesgo de no saber escuchar, qué papel juega la convivencia en la escucha, qué importancia tiene saber guardar silencio, ser prudente y oportuno. En la labor formativa cuál es la importancia de la escucha? Con estas consideraciones podemos concluir: se hace necesario reevaluar nuestra comunicación y su efecto en las relaciones humanas.
PEDAGOGIA HUMANA
SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE