Dossier CEFyL

Page 9

Frente a este escenario, el movimiento estudiantil se organiza y da pelea. Nuestra historia reciente está marcada por la lucha por el edificio, las becas y la democratización de las juntas de carrera. Pero es necesario avanzar. La democracia no se reduce a la representación. Hablar de democratizar es hablar de inclusión, del acceso del pueblo al estudio universitario, a la producción de conocimientos y herramientas que cambien la realidad. Tampoco hay democracia universitaria con trabajo gratuito de docentes o estudiantes, o precarizado. Menos aún con un esquema jerárquico de apropiación del saber en manos de unos pocos, que usufructúan en su beneficio el trabajo de muchos. Democratizar, también, es acabar con la desigualdad de sexo y género, porque aunque la decana electa sea mujer, no pasa de ser una anécdota al repasar los espacios de poder de la facultad, y la ausencia total de perspectiva de género en las currículas. Además, es buscar el acceso de las diversas identidades de género que son excluidas de la sociedad y de la Universidad. Democratizar es contemplar que las diferencias de sexo o género no puede ser motivo para quedarse por fuera del sistema científico y educativo. Democratizar, también, es la socialización del conocimiento y las herramientas que produce para la solución y superación de las problemáticas populares, a disposición de los barrios, las comunidades, del pueblo todo, construyendo y conjugando saberes, conjuntamente avanzando en solucionar sus necesidades y construyendo Poder Popular desde abajo. Por eso, DEMOCRATIZAR no es una mera consigna. Democratizar es luchar por otra educación, y enfrentar la elección de los decanos y el rector es nuestro primer paso. Participemos masivamente de las asambleas y las medidas de lucha y debate, que las aulas, los pasillos y las calles escuchen nuestra voz, porque no nos resignamos a que otros decidan por nosotros. ¡Sigamos avanzando y construyendo la universidad del pueblo! Ahora es cuando ¡Arriba las y los que luchan! BANDERA NEGRA – Filosofía y Letras en LA BEMBA --------------------------------------------------

Izquierda Socialista SIGAMOS EL EJEMPLO DE LA RIOJA ¡Democraticemos Filo y la UBA! Vamos por la elección directa; una persona = un voto, mayoría estudiantil y funcionamiento del cogobierno en plenarios y asambleas. 1) Elección directa de todas las autoridades. 1 persona = 1 voto. Actualmente el Decano se elige en el Consejo Directivo y los directores de carrera en las Juntas Departamentales, así eligieron a Graciela Morgade como nueva decana, sólo 12 consejeros –Profesores y Graduados- a espaldas de mas de 15000 estudiantes y docentes. La implementación del mecanismo de elección directa 1 persona=1 voto obligaría a los candidatos a dar cuenta de sus propuestas frente a la amplísima mayoría de estudiantes y docentes no concursados, poniendo en pie de igualdad al conjunto de la comunidad académica a la hora de elegir las autoridades de la carrera rompiendo con la lógica estamental imperante. Esta propuesta se opone por el vértice a la del voto directo ponderado, propuesto por las autoridades de la facultad. La elección directa ponderada, sistema que rige hoy en Sociales, mantiene lo esencial del actual mecanismo, en tanto propone un voto calificado confiriéndole un gran poder al claustro de profesores. El único mecanismo que implica la participación igualitaria y expresa a la vez la voluntad de la mayoría es la elección directa bajo el criterio una persona, un voto. 2) Mayoría estudiantil en todos los órganos de cogobierno y claustro único docente En primer lugar, decimos que el claustro estudiantil tenga una representación mayoritaria en todos los órganos de cogobierno y juntas. Los estudiantes constituimos somos la mayoría objetiva, y por tanto, los intereses de este claustro, que es oprimido dentro de la estructura universitaria, reflejan el interés mayoritario en la comunidad académica.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.