La Mirilla - Número 5

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FOTOREPORTAJE

Vivir haciendo música BooOM Plan Año 1 - Número 5 / Agosto 2014

CRÓNICAS

Pasaporte en mano Méjico y Uruguay: recorrido por dos joyas de Latinoamérica

ENTREVISTA

Fede Graña Hospital Filtro Una historia debida por 20 años SOCIEDAD

Pedro Mairal Roberto Bolaño La lista de Schindler

Casa tomada Casa de la Mujer de la Unión


Staff

Sumario ]6[ La chica de la libretita

]7[ La despedida ]8[ Una historia debida por 20 años ]14[ Casa tomada Directora y editora responsable Jessica Conde

Casa de la mujer de la Unión

]18[ Y que suene prolijo Editora responsable - Argentina Carolina Noya Corrección María Noel Núñez Analía Dobrov Consejo de redacción Diego Obispo, Carolina Noya, Jorge Luis Galeano, Analía Fernández, Catalina López Fernández, Sergio Osvaldo Paglietta, Manuela Moyano, Sebastián Walch, Mariana Gioiosa, Analía Dobrov, Romina Cirillo, Juliana Fitzgerald, Cecilia DP, Belén Fourment Playnes, Maxi Fleitas

Fede Graña

]24[ Vivir haciendo música ]30[ El análisis del mal: Roberto Bolaño y 2666

]31[ Creador de fantasías verdaderas: Pedro Mairal ]32[ Click!

]36[ Y volver, volver ]42[ De mochila por el Uruguay

Diseño Jessica Conde Foto de tapa Rodrigo Spa

]48[ Mentira, amor y muerte Comentarios de Mr. Johnson

]50[ El David de la cola Contacto redaccion.lamirilla@gmail.com


S

i de historias de vida hablamos, nuestro proyecto construye su identidad en base a un crisol de vivencias. Cada uno con su bagaje, con su mochila a cuestas, con sus historias mínimas y máximas, en construcción y deconstrucción, aporta su visión de la vida, sus pasiones, sus intereses, sus creaciones y su amor por lo que hace en cada paso que damos. En esta edición y en muchas de nuestras creaciones tratamos de contar eso: historias de gente que construye, que hace, que crea, que recuerda y que trabaja para construir su historia, transformar la de otros y reivindicar su legado. Quizás algunos se sientan identificados con alguna de las historias que acercamos en esta oportunidad; quizás otros apenas reparen en algún detalle; otros entrarán en contacto con realidades desconocidas quizás, pero seguramente podemos estar de acuerdo en algo: todas merecen ser contadas. Nuestra historia como proyecto, como idea que apenas se ha dado de bruces con el mundo, está en construcción y esperamos que no se detenga. Y como las historias que aquí contamos también esperamos que la nuestra, logre hacer diferencia en la historia de nuestros lectores y también, merezca ser contada. Nos leemos. Jessica


RECOMENDADOS A sangre fría Truman Capote

A sangre fría ha sido ensalzada por su realismo y la conjunción de una narrativa tradicional con un reportaje periodístico. Narra el brutal asesinato de los cuatro miembros de una familia de Kansas, los Clutter, hecho que conmocionó a la sociedad estadounidense.

Jeremy

Pearl Jam En 1991, Eddie Vedder -cantante de Pearl Jam- se encontró con una noticia en el periódico que lo conmocionó: Jeremy, un niño de 16 años, fue al colegio y tras entrar en el aula se suicidó delante de sus 30 compañeros de clase y su profesor. Esta historia inspiraría la canción Jeremy, incluida en el álbum Ten. La letra narra la falta de atención que los padres prestaban al adolescente y el bullyng al que era sometido, lo que podría haberlo llevado al suicidio.

La Lista de Schlinder Steven Spielberg Esta película, basada en hechos reales y dirigida por Steven Spielberg, cuenta la historia de Oskar Schindler, un empresario alemán que salvó la vida de alrededor de 1100 judíos polacos durante el Holocausto. Está basada en la novela El arca de Schindler, escrita por Thomas Keneally.

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Convocatoria a Fotógrafos

Si sos fotógrafo profesional o amateur y queres compartir tu material, es tu oportunidad. La Mirilla abre sus páginas para aquellos que quieran mostrar sus trabajos en la revista. Envianos tu material (máximo 6 fotos) a redaccion.lamirilla@gmail.com, indicando nombre o pseudónimo, datos de las fotos y tus páginas de contacto (fanpage, Flickr, web o la que uses). Las seleccionadas serán publicadas en la sección Click!. Se publicarán dos fotógrafos por edición.

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la chica de la libretita

HISTORIAS SUBURBANAS Por Cecilia DP

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ora pico. Colectivo —o inserte aquí el transporte público de su preferencia—. Los auriculares —oh, bendito implemento salvador de oídos— brillan por su ausencia... Bienvenidos a estos minutos de desesperación que funcionarán como ventana a la realidad. O al menos a mi realidad de viajera suburbana que no tiene otra opción que escuchar conversaciones ajenas mientras mira por la ventanilla y canta los fragmentos que recuerda de La rubia tarada de Sumo. Y no, no es que haya pensado en raparme como acto de protesta ni nada por el estilo, pero palabras nuevas me recuerdan situaciones dignas de ser suprimidas de los recuerdos de cualquiera. Y otra vez no, conversaciones referidas a “Por el pelo de hoy, ¿cuánto gastaste?”, no serán, necesariamente, parte de este viaje. Como sí lo será la discusión que me tocó escuchar respecto de quién paga la cena, cuando una chica sale con un amigo varón. Lo que a mi entender era un “quien haya cobrado y le quede sueldo” no era opción porque “¿Cómo va a pagar él?, ¡Se va a creer que quiero algo, y es mi amigo!”. Recuerdo haberme hundido en mis quehaceres en aquella ocasión, mientras escuchaba argumentos que me parecían absurdos y anticuados, pero al menos no peligrosos. Sí, las cosas que uno puede escuchar de terceros a veces rozan lo perjudicial para la salud, como una chica, que contaba alegremente que se estaba por ir de viaje: “Paga todo él, por supuesto”, sabiendo de su acompañante solo que era un amigo del nuevo novio de su amiga. “¿Y adónde van?”, se escuchó de un interlocutor claramente inquieto; “No sé, a mí me invitaron gratis, no da preguntar”. Casi extraño a la que no dejaba pagar al amigo... Igual no todo es para preocuparse, aunque creo que el sujeto al que escuché jurarle a su mujer: “Sí, querida, estoy yendo para aeroparque ahora... No, no; me llamaron de urgencia”, sin valijas, probablemente sin papeles, y en un colectivo en dirección contraria a cualquier plataforma de despegue de aviones conocida, necesitaba, al menos, una guía T —o un mapa, brújula o abogado 6

de confianza —. Igual que al muchachito con pinta de cadete que le dice al jefe: “Sí, estoy llegando”, y acompaña ese planteo con una ubicación para la que faltan aún varias cuadras —bueno, sí, reconozco haberlo dicho alguna vez, igual que el ya clásico “estoy en camino” desde la comodidad de mi hogar. Quien esté libre de pecado...—. Ustedes dirán que soy una chismosa, que no debería escuchar estas cosas, que me estoy metiendo en la vida privada de la gente. ¿Y saben qué?... Tienen razón, no debería hacerlo, así como no debería leer el diario de quien se me sienta al lado. O pensando en tecnologías más modernas, leer los mensajitos que escribe y recibe mi ocasional compañero de asiento —sí, a vos que viajas conmigo mientras escribo esto, no creas que no te veo leer sobre mi hombro, deseo que disfrutes el viaje y la lectura, y te espero por las páginas de La Mirilla —. Volvamos a lo que nos importa. Porque en el fondo todos somos potencialmente vecinas chismosas candidatas a pararnos en la vereda con chancletas y ruleros —bueno no, eso no todos — a curiosear la vida de los demás. Y ellos lo permiten, hablando en voz alta o publicando en su red social de preferencia —delicia comunicacional para todos los curiosos en extremo—. ¿Y quién no disfruta de imaginar el resto de una historia? Cuando lo que tuve que presenciar fue una cadena de mensajes de texto donde el pibe de al lado era cruelmente abandonado por su pareja —en serio lo digo, nunca lo hagan, es muy feo —, no pude evitar querer saber cómo había sido la historia hasta ese día, cuáles eran las causas de semejante respuesta, y definitivamente, cuántas veces habrán pasado por la misma situación antes de esta supuesta última vez. En fin… Al parecer no es nueva esa necesidad de mostrarle al mundo lo que uno hace en permanente. Podríamos, si quisiéramos, hablar de la ostentación que hacían quienes se presentaban en las Cortes, deslizando realidades a medias, comentando rumores, en fin, logrando un efecto similar al que logran hoy todos esos fragmentos de realidad que vemos en esos maravillosos espacios móviles compartidos —así hasta suena lindo viajar en el mismo momento que todo el resto de la ciudad, ¿no?—. Pero este no es momento de hacer un planteo histórico de cuánto nos gusta lucirnos, así como tampoco nos interesa criticar o moralizar respecto de las decisiones de nadie —sobre todo porque no conocemos absolutamente nada de aquellas personas a las que escuchamos hablar —. ¿Les cuento algo? Acabo de ver pasar la estación donde debía bajarme. Sí, me entretuve escribiendo esto y me pasé. No escuché absolutamente nada de lo que pasaba a mi alrededor, recordando otros viajes para comentarlos con ustedes. Gracias por acompañar este paseo por mis recuerdos suburbanos. ¡Espero que lleguen bien!, ¡Nos vemos la próxima!


LA DESPEDIDA Por Maxi Fleitas

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Foto: Rospa

uizás lo mejor hubiera sido enviarte un e-mail, pero sé que preferís mi versión anticuada. Además no creo que pueda darte esta carta antes de romperla. Es muy temprano, el rocío no me deja ver la carretera y aunque todavía sigo con sueño, estoy seguro que nunca más voy a volver a verte. Unas pocas monedas en mi bolsillo, una pequeña valija en la bodega del ómnibus, tu cara que flota sin expresión; mientras escribo de forma temblorosa por los movimientos del camino. Apoyo mi cabeza contra la ventanilla buscando dormirme, desconozco cuánto pueda demorar el viaje. Solo una pequeña siesta y evito abrir los ojos cada cinco minutos, termino de resignarme y si bien no desprendo la cabeza del vidrio, clavo la vista en mis pies y pienso. Pienso en los dichos, en la culpa, en todo lo que se acabó, en la compañía negada, en la palabra que forzosamente me prohibiste, en esos besos que nunca me calmaron. Comienzo a escribirte otra vez, ahora puedo ver cómo el campo desfila sin movimiento del otro lado del camino. Nuestras vidas comparten la ironía. Mientras me muevo, me alejo de vos. Ruido blanco que se interrumpe por el bostezo de mi vecino más cercano; un niño se despierta llorando y alguien lo consuela por temor a incomodar al resto de los desconocidos. Es muy difícil lograr que el lápiz no dañe el papel, que las curvas de mis letras no se llenen de pozos y pavimento destrozado. Pero estoy seguro que jamás vas a recibir esta carta. Me mentiste de la manera menos creíble, reciclaste mi tiempo en insignificantes recuerdos, me desilusionaste en tiempo pasado, presente y futuro; me lloraste al descubrirme y tuviste que llenarte las manos con la sangre de mi confianza. Y ahora todos te lloran. Ahora solo existe una diferencia: arriba y abajo. Solo la distancia que nos separa por otra cantidad incierta de años. Estoy seguro que este papel prefiere esfumarse entre las entrañas del fuego antes de dormir en tu pasado. Siempre de otra manera, creí de otra manera; siempre creí que te irías mamá... Siempre creí que antes me matarías. 7


UNA HISTORIA DEBIDA POR 20 Aテ前S Quien cuenta elige que contar, pero queda debiendo lo que descarta. Esta es una crテウnica y un relato de una de esas deudas. Por Diego Obispo Fotos: Diego Obispo Xanti Revueltas / Rebelarte

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ara la generación que ya pisa los 40 la noche de la nostalgia de 1994 fue muy especial. Aquel año se revivió una moda de los años 70, la represión. Ese 24 de agosto, sucedió la peor represión policial desde la vuelta a la democracia. La Historia En mayo de 1992 un grupo de ciudadanos vascos, establecidos desde 1988 en Uruguay, son detenidos por poseer documentación falsa. Algunos fueron reclamados por el gobierno español acusados de pertenecer a ETA. Diversos sectores políticos y sociales pidieron asilo para los vascos. Muchos de esos uruguayos habían vagado por el mundo en busca de asilo durante la dictadura. Ahora lo reclamaban para otros, conscientes de estar en condición de devolver en parte el gesto solidario que les salvo la vida. Otros iban aún más allá y según la versión del ex guerrillero Jorge Zabalza “(El Filtro) era la oportunidad de poner a prueba la fuerza militante que desde años atrás se venía acumulando, de bautizarla con fuego en una instancia confrontativa”. En 1994 los vascos inician una huelga de hambre como última esperanza de lograr el asilo. La salud de los detenidos empeora y se los traslada al Hospital Filtro. Rápidamente se levanta un campamento frente al hospital para exigir el asilo. El miércoles 24 de agosto a las 5 de la tarde, la policía carga contra unos cuatro mil manifestantes, empleando perros, gases, palos y sables. El campamento es levantado, pero muchas personas vuelven al lugar. La represión fue tan atroz que se corren rumores sobre decenas de muertos. Minutos más tarde llega un convoy de ambulancias, patrulleros y motos, disparando a la multitud y dando comienzo a la represión con balas de plomo. Esteban Massa, un enfermero que intenta socorrer a una de las víctimas recibe cuatro disparos por la espalda. Luego Fernando Morroni muere al ser alcanzado por tres disparos de escopeta recortada. Cifras oficiales hablan de más de 100 civiles heridos graves. Hacia la madrugada se conoció la muerte de Roberto Facal, uno de los pocos periodistas que registró

Los responsables y su trayectoria. Teniente Primero Juan Miguel Rolán: responsable de ataques con palos, gases y granadas químicas. Alego ante la justicia, “imposibilidad de ejercer control sobre sus 15 policías a cargo”. Se desempeñó hasta el 2013 como Segundo del Regimiento de la Guardia Republicana. A su cargo se encontraba la Guardia de Coraceros y Granaderos a quienes en su momento no pudo controlar.

Oficial Raúl Guarino: Responsable de lanzar granadas dentro de un local de emergencia móvil. Fue ascendido a Jefe del Estado Mayor de la Policía de Montevideo en 2005. Luego se retiró para liderar una empresa seguridad.

Comisario Erode Ruiz: Segundo al mando del operativo de evacuación y traslado de los vascos. Junto al Mayor Jorge Deffes, comandó el convoy que irrumpió baleando a los manifestantes. Hoy está al frente de la Jefatura de Maldonado y estuvo al mando de las mayores redadas policiales de las últimas décadas: los mega operativos.

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los hechos, desde los días de acampada hasta los incidentes; esas fotos nunca fueron recuperadas. Su muerte no ha sido aclarada, luego de que la policía desechara la hipótesis inicial de crimen pasional. Las consecuencias El gobierno expulsó del país a la vocera de los Vascos y al diputado español Jon Idígoras; clausuró por 48 horas la radio CX36 y cerró la Radio Panamericana. Fueron procesados sin prisión: el Teniente Primero Juan Miguel Rolan, el oficial de Coraceros Raúl Guarino y el comisario al frente de seccional de la zona, Erode Ruiz. El presidente Luis Alberto Lacalle y Su Ministro del Interior Angel Gianolla, no sufrieron consecuencias judiciales, ni políticas.

Al año siguiente se convocó a una marcha exigiendo el esclarecimiento de los hechos y sanciones más severas a los implicados. La central obrera y estudiantil, y el Frente Amplio no convocaron a manifestarse como lo habían hecho un año antes. Desde ese día diversas organizaciones sociales continúan manifestándose cada 24 de agosto. Amparados por unos de los principales candidatos a la presidencia los responsables siguen ejerciendo funciones. Mientras que su principal contendiente: Luis Lacalle Pou, llegó a tomarse a golpes de puño dentro del parlamento para defender el accionar estatal de ese día. La memoria selectiva elige que muertes recordar y con qué batallas dignificarse. Lo cierto es que ni siquiera fue un guerra completa, fue una masacre, un solo bando estuvo armado, una sola línea de fuego disparando.

Guernica 94. Documental Con motivo de los 20 años de los hechos del Hospital Filtro, la organización Plenaria Memoria y Justicia, realizó un documental de 35 minutos que recopila imágenes y testimonios sobre lo que sucedió ese día. En él se narra paralelamente la historia del Guernica de Picasso, como símbolo de la lucha del pueblo vasco, y la represión que el Estado uruguayo realizó entorno al Filtro. El documental muestra como la prensa uruguaya y española cubrieron esos hechos. Se puede ver a varios periodistas cubriendo la balacera con imágenes en crudo del momento, o el inesperado abucheo que recibieron lideres frenteamplistas cuando visitaron la manifestación. A los testimonio de la activista Irma Leites y de Norma Morroni, mamá de uno de los jóvenes asesinados, se suma el testimonio del músico vasco Fermín Muguruza y de representes de organizaciones vascas. El video que hoy circula fácilmente por internet es una buena puerta de entrada para todo aquel que quiera ver que sucedió ese 24 de agosto de 1994. 10


Una protagonista de una historia debida Mónica Ramírez es docente, militante y candidata a diputada por el Partido Humanista, aquel día fue una de las personas baleadas. Mi arribo al filtro fue en virtud del nucleamiento a los jóvenes del MPP, protestábamos en contra de la extradición de los ciudadanos vascos. Entendíamos que el gobierno uruguayo le debía una serie de favores al español, lo que hacía suponer que como contrapartida se pedía a estos tres ciudadanos. Que eran los que quedaban refugiados después de una redada muy importante contra ETA, que llegó incluso hasta el País Vasco. Intentaban capturar a los militantes políticos de ETA, el brazo armado ya estaba preso en su totalidad. Así el gobierno uruguayo toma parte en esta cacería, con un montón de fuerza social en contra. Entre otros motivos porque la fama de las cárceles españolas es nefasta y sabíamos que quienes fueran extraditados iban a ser torturados. Por eso apelando a la vieja tradición uruguaya de brindar asilo político a todo aquel que declarase supresión de los Derechos Humanos en su país, entendíamos que Uruguay debía asilarlos. Pero el gobierno hizo oídos sordos a todos los reclamos de las organizaciones nacionales e internacionales. Llegó el día y un montón de organizaciones comenzamos a nuclearnos alrededor del hospital para manifestarnos y ver si la fuerza popular podía impedir que se los llevaran. Fue uno de las instancia más nucleadoras del movimiento sindical, de los movimientos de izquierda, del movimiento estudiantil y social. Creo que hubo una respuesta desde los sectores más organizados que fue ejemplar y que no habíamos visto en muchos años. Todavía estaba muy fresca la salida de la dictadura y en ese contexto se da esta reminiscencia de solidaridad con el otro y de encontrarnos nuevamente juntos en una instancia así. Allí se acampó y se resistió a una actitud policial muy nefasta que desplego el gobierno de Lacalle,

que utilizó toda la artillería con la que contaba. Desde coches bomba, hasta tanques para cerrar el perímetro y toda la Guardia de Coraceros, Republicana y Metropolitana. Parecía que estábamos a punto de ser invadidos por fuerzas extranjeras. En ese contexto se dan algunas asonadas para advertirnos que no estaban jugando. ¿Entonces hubo advertencias de lo que finalmente sucedió? Si. Desde días anteriores la prensa oficialista repetía comunicados que advertían que quienes se quedaran en el lugar estaban exponiéndose a peligros innecesarios. ¿Después de la avanzada de las 5 de la tarde, se pudo prever más claramente el desenlace fatal? Jamás se pudo prever que iba a terminar tan terrible. La represión de las 5 para ellos fue una advertencia, para nosotros una demostración de fuerza que no necesariamente advertía lo que pasó a las 8. Porque entre otras cosas lo que paso a las 5 fue utilizando elementos a los que estábamos acostumbrados como palos y machetes, nadie se imaginaba que a las 8 iban a utilizar armas de fuego. Por otro lado a las 5 desapareció gente que estuvo desaparecida por 4 o 5 días y según lo que declararon años más tarde al Servicio de Paz y Justicia del Poder Ejecutivo, no recuerdan lo que les pasó en ese tiempo. ¿Nadie recuerda lo que les pasó? Yo no tengo testimonios, de las personas que supe ninguna recuerda. Fueron muy apaleadas, los mismos golpes generaron un estado de inconsciencia. Entonces entre las 5 y las 8 hubo mucha tarea para los manifestantes. No nos quedamos en el lugar reflexionando a ver qué hacíamos. Los que nos habíamos salvado de la golpiza entramos a buscar a los demás y en eso iba avanzando la hora. A las 7.30 en el grupo con el que había ido estábamos todos y decidimos irnos, estábamos entregados, vimos que la protesta ya no iba a surtir efectos y ya no tenía sentido estar allí. Comenzamos a juntar nuestras cosas cuando empieza el apagón. Se genera una gran confusión y vemos bajar luces por Bulevar Artigas y fogonazos. Mucha gente corre

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hacia donde estábamos, gritando que estaban tirando con balas de verdad. Decidimos correr por una calle que al parecer no habían cerrado, pero a pocos metros vimos que si estaba cerrada por patrulleros y es ahí cuando siento el disparo, que en el primer momento me pareció una pedrada en el abdomen. Unos metros más adelante me desmayo y eso es lo último que recuerdo del escenario del filtro. ¿Cuándo te despertaste? Estuve consciente hasta que me dieron la anestesia para operarme. Me llevaron a la emergencia del Pereyra Rosell y estaba lleno de gente herida de bala, de sablazos y palos. Entonces me llevaron al Pasteur y tome conciencia de lo que me había pasado, me dijeron que era una bala de 9mm. ¿De dónde vino el disparo? ¿De los patrulleros frente tuyo? Después cuando le emprendí un juicio al Ministerio del

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Interior supe por un testigo que declaró haber visto como los policías se apoyaban en los patrulleros y nos tiraban, igual estaba muy oscuro, lo de la identificación es relativa. Al final fueron 3 los policías procesados por toda la represión... Claro. Ese es otro problema u otro síntoma del Estado de Derecho viciado por los juegos políticos. No se responsabilizó a quienes se tenía que responsabilizar: al Ministro del Interior y el Presidente de la Republica. ¿Después del Filtro, las organizaciones como el MPP que postura tomaron? Hay que recordar que las dos radios más comprometidas con los hechos fueron clausuradas. La 36 volvió al aire días después, la 44 no. Quedó muy menguado el poder de opinión y denuncia de los hechos. La lectura que yo hago de la situación es que hubo una exacerbada exaltación a una lucha para la que la mayoría de la gente no estaba preparada y que no era previsible.


Aunque con el correr del tiempo uno va escuchando y va infiriendo que muchos dirigentes estaban avisados o sabían lo que podía pasar. Ellos sí tenían el espíritu de vamos todos a pelear. El actual Ministro de Defensa Huidobro ese día estaba en la transmisión de CX44 fomentando la resistencia y estuvo comprometido con la idea de llamar a los jóvenes a pelear, argumentando que la organización valoraba la sangre de nuestros jóvenes. ¿Como una intención de buscar mártires? Yo supongo que sí. Pero en definitiva hubo mártires, pero quedaron casi en el olvido... Si. Igual hay que salvar las distancias. En este caso los militantes que los dirigentes del MLN pretendían convertir en mártires o vaya saber en qué, no tenían ninguna trascendencia desde el punto de vista político y además no tenían grado de involucramiento, fueron llevado ahí sin ser avisados. Si se pretendía recrear la lucha armada de la décadas del 60 y 70 no hubo preparación, fallaron los dirigentes. Si se pretendía probar la militancia falto honestidad,

para que alguien me acompañe tengo que decirle a donde va. ¿Y si se pretendía demostrar que ese no era el camino? Después de esos hechos muchos grupos que convocaban a la lucha se institucionalizaron en una coalición que llego al gobierno por vías democracitas. Yo creo que si eso fue intencional para demostrar de que esa fórmula no funcionaba más fue muy perverso. Prefiero pensar que había una suerte de ilusión de que se podía resistir, que es igualmente irresponsable y atroz, pero por lo menos me deja una sensación de mayor conocimiento de las personas con las que militaba. Igualmente leyendo un poco la historia y mirando los procederes de dirigentes que hoy ocupan filas importantes del gobierno uno podría decir que: o bien se volvieron locos, o bien había algo encubierto que nunca nos enteramos. Que bien puede ser esa intencionalidad perversa de demostrar que este era el último bastión de la guerrilla, lo cual me parece terrible.

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CASA TOMADA Existen lugares cuyas paredes transpiran historias. Habitaciones que, celosamente, guardan las historias de quienes confían sus secretos. Historias de vida que a pesar de la diversidad, se entrelazan y se mezclan para formar una conciencia colectiva. Es el caso de la Casa de la Mujer de la Unión que tras más de 25 años de trabajo, responsabilidad y dedicación, se ha erigido como referente en la construcción de un país más equitativo, más justo y más inclusivo. Por Jessica Conde Fotos: Jessica Conde

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ay temas que, lamentablemente, se visibilizan por hechos deplorables. Es el caso, por ejemplo, de la violencia doméstica. Lo que pasa desapercibido es, en cambio, el trabajo que realizan organizaciones como la Casa de la Mujer de la Unión que no solo brinda apoyo y asesoramiento a mujeres víctimas de violencia doméstica, sino que desarrolla líneas programáticas y actividades en el área de trabajo, salud y juventud, sustentadas por la perspectiva de género, la equidad y una visión con raíces humanistas. Despertares Tras el retorno a la democracia y en medio de una mayor participación social –las mujeres comenzaron a tomar un rol más protagónico-, la Casa de la Mujer construyó los cimientos de su proyecto a través de la puesta en marcha de un ámbito de participación para las mujeres del barrio que les permitiera comenzar un proceso de inserción en otros ámbitos de la vida social y política. Desde su primera sede, un espacio cedido por el club Larreborges, hasta su actual edificio en la calle Serrato, la Casa ha logrado mantener un proyecto institucional adaptándose y redefiniéndose en diferentes contextos sociales y políticos, pero siempre con un norte claro: la promoción y creación de actividades y programas enfocadas en género y equidad, como aporte fundamental para lograr la igualdad de oportunidades para las mujeres. Es así que desde aquel país con grandes carencias de políticas sociales al actual, con un Estado que ha asumido un rol más importante y ha impulsado importantes políticas sociales -a través de la creación del Ministerio de Desarrollo Social y políticas como el Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos-, la Casa de la Mujer lleva adelante programas para atender la exclusión social, la violencia doméstica, la capacitación para el trabajo, la salud y la recreación, adaptándose a los diferentes contextos en que ha estado inmersa. “Han habido cambios en el país. Hemos trabajado mucho sobre eso. El período pasado logramos la ley sobre violencia doméstica y en este el matrimonio igualitario y el aborto en ciertas condiciones, no las que queríamos, pero fue un avance”, indica Mabel Simois, Co-directora de la Casa de la Mujer.

educadores y otros profesionales que brindan a las personas que allí llegan. Pero como indica Mabel, el mayor desafío es la sustentabilidad económica. “El problema son los recursos. No tenemos un peso. Vivimos de los aportes del Estado y la financiación del exterior hace años que no existe”. De todas formas también señala la necesidad que tiene el Estado de contar con el trabajo que realiza la Casa, cuya capacitación y experiencia resulta vital para la ejecución de programas estatales. No obstante, la participación en los diferentes programas se estudia cuidadosamente de forma de mantener la calidad de ejecución y la identidad que ha forjado la institución. Actualmente tienen convenios de trabajo con la Intendencia de Montevideo para la atención psicosocial de víctimas de violencia doméstica y sexual; con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, con cursos para jóvenes hasta 25 años; y capacitación para adultos en cuidados de enfermos, de cara al Sistema Nacional de Cuidados, impulsado por el actual gobierno. También cuentan con convenios de inserción laboral, como el programa “Uruguay Trabaja” y “Barrido otoñal”, así como pasantías con empresas, que permiten no solo la inserción laboral, sino el fortalecimiento de procesos sociales y el trabajo como herramienta de inclusión social. Pero la participación en estos programas también implica otros retos. “Hace tantos años que estamos en algunos

Ayudame, ayudate Actualmente unas 60 personas conforman el equipo que trabaja en la Casa, entre psicólogos, asistentes sociales, 15


programas, que estamos llegando a los núcleos más duros de la pobreza. Gente que no terminó o no ingresó a la escuela, gente con problemas de salud mental. Es muy difícil de trabajar. Y ahí nos falta el apoyo de otro tipo de estructuras. A veces por los contactos que tenemos conseguimos atención y podemos derivar los casos, pero hay cosas para lo que no estamos preparados y no podemos diversificar tanto la atención”, señala Mabel. En este sentido, también se involucró la casa en el trabajo de los Equipos Territoriales de Atención Familiar (ETAF), gestionados por Organizaciones de la Sociedad Civil en convenio con Infamilia-MIDES y con el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay. Trabajan con 40 familias en el área de revinculación social, educación y disfuncionalidades que encuentren en la familia. “El trabajo a veces va más allá. A veces conseguimos cosas. Hay gente que no tiene ni puerta”, indica. Inclusión, inclusión, inclusión Si bien las acciones de la institución están orientadas a las mujeres -ya desde los comienzos existía la urgencia de visibilizar la situación de las mujeres en el Uruguay y por eso el foco en el público femenino- la casa ha incorporado en las actividades en torno a la visión de género y equidad a los hombres, realizando un trabajo integral que aporta significativamente a la construcción y puesta en marcha de los cambios sociales, y se han profundizado las acciones 16

con los jóvenes que, incluso, colaboraron activamente en una campaña realizada para la toma de conciencia sobre la violencia en el noviazgo. La campaña “Me gustas más cuando...”, que comenzó en 2010 con difusión de materiales de sensibilización, promueve y previene la violencia en las relaciones de pareja entre adolescentes. En la campaña gráfica, donde la participación de los adolescentes que concurren a la casa fue fundamental, se pueden leer ejemplos de violencia que comienzan con la frase que lleva el nombre de la campaña, comportamientos naturalizados por muchas personas. Entre ellos, “Me gustás más cuando no me llamás insistentemente; cuando no me revisás el celular; cuando no controlás los amigos con los que salgo; cuando no me empujás o me tironeás; cuando no me forzás a tener relaciones.” Por otra parte, se realizan tareas de prevención en consumo de drogas y embarazo adolescente y se acompaña e incentiva a los jóvenes en su camino como estudiantes y como futuros trabajadores, procurando disminuir los niveles de deserción y exclusión. “Muchas veces no tienen una red que los apoye y los contenga para vivir esos procesos, por lo que tenemos que ser nosotros los que acompañemos a los jóvenes”. La casa muda En lo que a violencia doméstica refiere, la casa cuenta con un equipo multidisciplinario para atender mujeres en esta situación. “Hay mecanismos para denunciar y a partir de


ese momento hacemos un trabajo integral con la mujer”, señala. “El problema es cuando no piden ayuda”, sentencia. El trabajo realizado en ésta área es reconocido por toda la sociedad y la institución es referente en la materia, al igual que Mabel. “Cuando volví del exterior, tras la dictadura, vine con otra cabeza. Creo que eso me posibilitó trabajar este tema de otra manera y ponerlo sobre el tapete”. “Fui una de las primeras en hablar de violencia doméstica y eso no me lo quita nadie”, dice entre risas pero con un aire de satisfacción por sentirse pionera. A propósito de la difusión del trabajo de la Casa, es evidente que los momentos de mayor exposición se dan tras episodios de violencia doméstica con resultado mortal para la víctima. “No sabemos hacer marketing y no nos interesa. Cuando alguna mujer muere, ahí vienen los periodistas. Pero igual no nos interesa hacer marketing, porque no es lo que importa”, dice. El día anterior a la entrevista, pactada una semana antes, una noticia sacude mi mañana: una mujer muere apuñalada por su ex pareja en la calle. Pienso en tragedias, en coincidencias y en el destino. Hay destinos que la Casa de la Mujer -la Casa como concepto que refiere a todas las personas que allí trabajanha logrado torcer, modificar, y sin dudas lo seguirán haciendo. Cruzo al Centro de Capacitación -un anexo de la institucióna tomar algunas fotos. Allí, un grupo de jóvenes conversa sobre talleres y coordina para asistir a la marcha convocada en contra de la baja de la edad de imputabilidad. Pienso que, definitivamente, algo está cambiando.

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Fede Gra

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Por Be Fotos: B

Vive de la música desde los 23 años, en un país en no es común. Guitarrista de nivel y cantante por desearía oficiar de violero pero por el momento s lleva su tiempo. Fede Graña tiene vieja historia, pe como un caradura.

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aña, la historia de un músico

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a puerta de su casa sería una más de una calle cualquiera de un barrio de Montevideo, si no fuera por un pajarito de cartón rosado del No a la Baja y un montón de gomitas colgadas en el pestillo. Veinte quizás, o más banditas elásticas que están ahí, que se mueven un poco con el viento, que se amontonan, que por un ratito se roban mi atención, que rápidamente se enfocará en los perros que juegan en la cuadra. Son dos, un macho y una hembra, en buen estado para ser callejeros. Pronto aparecerá una cachorra negra que se sumará a las andanzas, a la que Federico Graña hará entrar rápidamente cuando salga a recibirme. Coca, movediza, entra y también lo hace la otra, a quien le dirá “gorda”: es adulta y no tiene dueño, por lo que le están dando asilo. Dirá que su llegada alteró el orden de la casa, que Coca —bastante grande para sus cuatro meses— está ahora demasiado inquieta, que hace poco se les perdió por tres días y sufrieron mucho, y por eso está siendo víctima de exceso de mimos. Dirá también que convive muy bien con Gato, un felino bello y peludo por demás. Dirá Fede, quien estuvo rodeado de música desde niño — Phil Collins, Air Supply y hasta Silvio Rodríguez—, que la pequeña cocina es su lugar favorito en la casa y allí nos sentaremos, para comentar la reciente grabación de Los Prolijos para Autores en vivo, la gira por Buenos Aires que ocupó unos días de agosto, el recital que se les viene en el Movie Center, su vida. “En mi casa todos tenían algún fanatismo musical”, recuerda, retrotrayéndose a una niñez que lo fue acercando a su pasión. “El que me partió la cabeza fue Queen y lo segundo fue los Beatles. Lo tercero Níquel”, dice para La Mirilla, y se ríe. Las diferencias entre las dos primeras y la última saltan a la vista, pero él explica: “[…] los veía como una banda grande en la inocencia de los 10 años. Los fuimos a ver al Teatro de Verano y había luces, rayos láser, humo y dije ‘ya está, esto es lo máximo’”. Esa costumbre musiquera de su familia lo llevó a alternar sus años de liceo con clases de guitarra. Un profesor le enseñaba y luego lo derivaba a otro, para ir mejorando su técnica, que ya se veía buena. “Me dieron p’adelante”, dice, pero recién cuando estaba terminando el liceo, a los 17 o 18 años, decidió meterle “de verdad”. Su último maestro fue Esteban Klisich, un referente, un hombre clave en la carrera de decenas de artistas del Río de la Plata. Por ese entonces, Fede había querido ser profesor de física y había entrado al IPA —“[…] no me sentía a la altura. Es

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mucha presión”—, intento de carrera que combinó con la UTU de violería, un trabajo en una sala de ensayos y clases particulares de guitarra. Veinteañero ambicioso, no soportó dormir tres horas por día y fue aflojando: primero dejó su trabajo fijo, después y sin aviso el profesorado, y optó por completar la carrera de construcción y reparación de instrumentos de cuerda. En ese último año de UTU estudió “como un animal”. Optó por ser autodidacta y por ayudar a un amigo jardinero en su trabajo. “Vivía con mi vieja, pero no le pedía un mango y me mataba estudiando. Y con la platita esa de los jardines iba a una clase cada dos semanas con Klisich, que fue cuando me puse la camiseta y estudié como un condenado”, cuenta. Le embolaba la lectoescritura pero se dejó seducir con la armonía, “lo más grande que hay”. No era difícil darse cuenta de que quería ser músico, pero cuando se lo anunció a su familia se enfrentó con una respuesta clásica: “[…] no les copó, porque les vino la inseguridad natural de ‘¿qué vas a hacer?’”. Eso iría cambiando poquito a poco. “Un día, cuando quise acordar, estaba tocando en dos o tres bandas y tenía como 15 alumnos y un sueldo de veintipico de mil pesos, que en ese momento era una plata. Un músico que gana 20 palos por mes con 23 años es raro”, reconoce. “Yo vivo de la música y con seis palitos 20

por mes me arreglo, porque no pago alquiler y eso es un changüí. Además me fui armando un estudio y viene gente a grabar, así que ese pisito lo tengo siempre”.

Pa’ los músicos La primera banda de Fede Graña fue Vacas Flacas, junto a su amigo Francisco Cunha y la novieta del momento, quien hacía de vocalista; y Rodrigo Calzada, actual bajista de Cuatro Pesos de Propina. “Al final no sé qué pasó que terminamos tocando el Rodri y yo a dúo”, se acuerda. Después, “[…] casi de casualidad, en un cumpleaños”, nació Vieja Historia, la banda que lo insertó firmemente en la escena musical nacional. “Al Tincho lo conocía de la vuelta, del liceo 18, y dijimos ‘¿vamos a armar una banda a ver qué pasa?’. Yo dije: ‘yo conozco un batero que anda volando’. ‘Yo consigo bajista’, dijo. Y ahí nos juntamos en una sala a tirar fruta. Los primeros dos años fueron un desastre, y después se fue armando una familia y salieron cosas muy lindas. Siempre se laburó mucho para que se ganara un lugar en la escena”, afirma. Dice que no eran “improvisados” pero que él “seguía la corriente”. Un día crecieron. “Cada cuál desarrolló su forma de pensar”, y se acabó. En ese crecimiento a él ya le había picado un bichito y no era una cuestión de ganas. “Fue necesidad. Yo necesité


armar una banda y decirles a todos ‘necesito que toques esto’. Pasaron muchos integrantes por ahí”, recuerda. De todos ellos, el bajista Nicolás, el Negro, Román, fue el único que estuvo siempre a su lado y junto a quien hizo Ansiedad, su primer disco. En ese trabajo está Javier Cardellino en batería, y participan Pablo Massaferro, Flavio Galmarini y Juan Mucho Correa, además de Eduardo Campanella y Santiago Bardier. “Ese disco fue una catarsis; los temas los compuse así nomás. No todos, pero en su gran mayoría son canciones que hoy en día me daría vergüenza cantar, porque son íntimos. Fue lo que fue, una patriada”, reconoce. A partir de Ansiedad, Fede se esforzó por hacer una banda estable: “[…] de a poquito se fue armando Los Prolijos, que son miembros que se apoderaron del proyecto. El primero fue el Gonza (Redín), que dijo ‘yo quiero ser el batero’, y lo demostró con los hechos. El Colo (Juan Pablo Aguirre Zabala) también; nunca tocó en ninguna banda y es un salado, pero iba a quedar en esa, en ser un médico que tocaba bien la guitarra en los cumpleaños. Lo llamé y me decía ‘¿Pero a vos te parece que yo estoy para tocar en una banda?’. ‘¡Pero claro!’. Tremendo violero, pero para él es un médico que toca la guitarrita. Y el Pablo es un crá, un genio de la música, que en su momento tenía mucha ocupación y estrés. Tocaba en cuatro o cinco canciones cuando podía, y de repente propuso estar a full”. Poco después vino el disco, Feria, firmado esta vez por Fede Graña & Los Prolijos. Por momentos parece que quien está al frente de cada trabajo es una persona diferente, y eso se explica fácil: “en Ansiedad yo les fui diciendo a todos ‘tenés que tocar esto’, porque era un proyecto solista, básicamente. En Feria, si bien las canciones son mías, agarran forma gracias a Los Prolijos. Cada cual le pone su impronta desde su instrumento”. Aunque ahora todo es alegría prolija, en el medio de uno y otro álbum hubo mucho gris. “La locura de no avanzar me agarró cuando estaba componiendo los temas para Feria, un enero de hace como tres años ya. Estuve todo

octubre, noviembre y diciembre laburando como un caballo, presentando proyectos y armando cosas, y no salió nada. Toda una oscuridad tremenda. ¿Viste cuando no sale una? Bueno, no salió una. Entonces me agarró la negatividad y estuve requemado componiendo temas”, cuenta. “La lentitud es el mejor veneno para matar a un buen luchador” dice la primera línea de Pa ’ los músicos, una de las canciones de Feria, que resume ese proceso que le toco vivir. Jorge Nasser aparece en ese tema y Graña aparecerá en Vida de suerte, una de las últimas composiciones del ex-Níquel, esa banda que con 10 años le partió la cabeza. Pero la oscuridad quedó atrás, lo que ratifica ese estribillo de “no tiren los guantes / miren p’adelante”. Es que a Los Prolijos les pasaron “[…] muchas cosas positivas todas juntas, y cuando iba a pasar algo y al final no pasa no nos preocupamos. Nos concentramos en estar bien nosotros; ensayar, mejorarnos, o simplemente en curtir amistad, lo más importante. Pero te lo digo desde un lugar tramposo, porque a nosotros nos fue bárbaro”. “En 2013 hicimos 80 millones de cosas”, dice. En enero les comunicaron que fueron elegidos para participar de una bienal en Barcelona junto a Latasónica y Julieta Rada, estando en España los citaron para telonear a Tan Biónica en su vuelta a Montevideo, y antes de concretar su primera Trastienda abrieron el show de Andrés Calamaro en el Teatro de Verano. El show en La Trastienda y el haber sumado a una prolija para que se encargara de la prensa les abrió de par en par las puertas de los medios de prensa.

Voces de otros Fede pide disculpas para recalentar el agua del mate que quedó fría, para limpiar el agua que Coca tiró al piso, para recibir a su hermano que pasó a saludar, para solucionar el golpeteo de la puerta por el viento que sopla más. Escucha ladrar fuerte a un perro a un par de cuadras,

Mi hija, que es una Gibson SG que no es Gibson, es Graña, me llevó de construcción algunos tres meses. En Ansiedad, el solo de la canción “Estar” está grabado con esa, que dentro de poco va a salir a la cancha” 21


y musicalmente dice que se está “matando” con Carlos Gardel. Lo está descubriendo y le parece “un hijo de puta”, en el curioso sentido positivo de la expresión. Además le recomendaron a “un yanqui cincuentero”, Pokey LaFarge, y a La Caravane Passe, una banda intercontinental de música circense, “un delirio”. Los discos originales de los Beatles están apilados en su living y hace poco los escuchó todos de un tirón. Desde la pared, un póster de John Lennon lo mira atento. Lennon era un gran cantante; Graña, cuando arrancó, se definía como “un perro”. “Tenía muy mala voz y fui haciendo un proceso muy lento. Nunca me sentí cómodo cantando; hasta el día de hoy no me siento cómodo. Lo hago porque no me queda otra, porque compongo las canciones y tengo la necesidad de cantarlas. Me fui haciendo, pero nunca me sentí cantante propiamente”, reconoce. El año 2014 lo encontró tomando clases con Nelly Pacheco, “una fenómena” y una de las mejores cantantes de género lírico. “Antes era cantar, así nomás, y ahora le doy bolilla, porque a la guitarra le dediqué un montón de horas y a la voz nada. Yo siempre fui guitarrista que hacía coros y eventualmente cantaba alguna cosita, pero cantante ni en pedo”, ríe. Sí es compositor y uno de los mejores de la escena actual: está nominado en esa categoría para los Premios Graffiti, algo que es “una sorpresa”. “Me salen pedacitos de cosas por todos lados, una estrofa acá, un estribillo por allá. Antes disciplinadamente me sentaba a tratar de hacer cosas, y ahora hace un tiempo dejé que caigan solas”, explica. Las vacaciones son un buen momento para escribir, y de hecho las últimas fueron muy productivas: estando en Brasil descubrió que su compañera Lucía es “re buena escritora”, y eso permitió que sacaran como 20 temas, a veces tres o cuatro por día. En materia de viajes, en 2011 se fue a Barcelona con Cardellino, y hace pocos meses se conoció el resultado de su travesía. Por eso considera que Diario de viaje quedó “viejazo”: “[…] grabamos un montón de cosas y yo quería sacar eso: un EP de cinco temas que grabamos en el hotel, en la plaza; bien a lo canario, con la compu y un microfonito. Y aquél tenía y tiene el síndrome del primer disco, entonces quería salir a la cancha con algo que sonara. En el ‘vamos a grabarle esto, lo otro y aquello’, estuvimos dos años. Quedó buenísimo, pero yo estoy muy alejado de lo que fue. Con Ansiedad me pasa lo mismo; ni escucharlo puedo”. Fede está lejos de eso ahora y cerca de Los Prolijos, una

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banda que alternará para acompañar a quien quiera ponerse al medio del escenario: ya fue él y ahora le tocará a Román, quien prepara un trabajo latino, “una especie de funky-pop brasileño y uruguayo”; y luego al Colo, quien anda detrás de un disco conceptual. Entre esas vueltas resalta la buena energía, originada en la amistad que los une. “Al Gonza, el baterista, no lo conocía: lo vi tocar y le mangueé el teléfono, como si fuera una minita. Y cuando me vine del viaje ese, vine con ganas de arrancar de cero con el proyecto y en el primero que pensé fue en él. Nos conocimos sobre la marcha y resultó ser un pan de Dios, cuando podría haber sido un culo roto”, ejemplifica. “A veces cuando venimos a ensayar estamos una hora hablando y rompiendo los quinotos, así tengamos que tocar mañana. A veces es más importante estar tranquilos y curtir la amistad que laburar”, dice, resaltando una repetida pero valedera expresión. Eso sí, aunque es un “proyecto a largo plazo” que en algún momento será redituable “pa’ todos”,


muscular”. “Es un partido difícil pero vamos a salir”.

Ser, no ser, seguir siendo

la banda le lleva mucha energía y le impide, por ejemplo, dedicarle tiempo al taller de violería que tiene en el fondo de su casa, una tentación permanente. “Es un oficio que lo tengo un poquito abandonado pero tengo el plan de ponerme las pilas porque es alucinante; el trabajo manual te limpia el cerebro”, manifiesta, y recuerda sus trabajos: una guitarra durante el curso, dos eléctricas que están desmanteladas, y una que lo pone “orgulloso”. “Mi hija, que es una Gibson SG que no es Gibson, es Graña, me llevó de construcción algunos tres meses. En Ansiedad, el solo de la canción Estar está grabado con esa, que dentro de poco va a salir a la cancha”, adelanta. Lo que se les viene a Los Prolijos es un show el 5 de setiembre en la Sala Teatro Movie Center, donde habrá cosas de Fede Graña, de Nicolás Román y de otro proyecto sin nombre, en el que hacen versiones de bluegrass de canciones uruguayas, de las cuales algunas fueron grabadas y registradas en audiovisual y están “en la memoria

Todo ha salido bien para la banda y para él, quien además de haber sido nominado como mejor compositor en los Graffiti también está en la terna de Mejor Productor junto a Román. Además Feria, que ya ganó premio por Diseño de Arte, puede ganar como Mejor Álbum Pop y Hoy como Tema del Año. Lo de “pop” es raro, reconoce, “[…] pero es así. Pop significa popular, y en definitiva es la mejor manera de enmarcar lo que hacemos. Acá está el preconcepto de que el pop es bola de espejos y punchi-punchi, pero no”. A pesar de tantas nominaciones, Graña considera que la escena local sigue estando dominada por Buitres, La Vela Puerca y No Te Va Gustar, y que Los Prolijos son del under “y orgullosos”. “Pero nos hemos vendido, porque trabajamos con el sello Bizarro y laburamos con una chiquilina que nos hace la prensa. Somos unos vendidos. Yo defiendo el camino independiente porque veo que hay gente haciendo muy bien las cosas, pero yo estuve ahí y me cansé”, admite, desde su perspectiva personal. “Nosotros somos una de las bandas chicas del oficialismo”, dice después riéndose, y añade: “[…] toda la vida editamos los discos a libre descarga en internet e hicimos cosas autogestionadas con Vieja Historia y Los Prolijos. Y el tema del sello, de estar en las bateas, de entrar al Palacio de la Música y que haya un afiche grande de nosotros es raro”. Igualmente, a pesar de las ventajas de ser producidos y de lo que ha generado internet y las redes sociales, sigue siendo difícil tener ganancias, sobre todo en lo que a toques de bandas emergentes implica. “La poca guita que vamos agarrando se reinvierte, para no poner nosotros. Pero no nos llevamos un mango; yo vivo de la música pero de otras cosas”, aclara. Fede Graña vive de la música a pesar de que recién está empezando a disfrutar de cantar “bastante”, agrega, como con ganas de que nadie lo sepa; niega estar convertido al hippismo como dijo en alguna entrevista —dice “muchos bolazos”—; no se avergüenza de ser un “vendido” y en su rol de compositor aspira a poder grabar con más fluidez las canciones que se le acumulan. Fede, que suspendió su rol docente por falta de tiempo y es menos prolijo en su vida que en la banda, se define solo en dos palabras: “caradura, guitarrista y caradura”.

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Fotoreportaje: Guillermo Canavesi BooOM Plan

VIVIR HACIENDO MĂšSICA Por Rodrigo Spa

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Reseña literaria

EL ANÁLISIS DEL MAL: UNA RESEÑA SOBRE ROBERTO BOLAÑO Y 2666 Por Maxi Fleitas

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uienes hayan visto The breaking bad, famosa serie que rompió récord en todo el mundo - en EE.UU. hubo zonas afectadas por apagones donde sus habitantes llamaron al 911 para denunciar que se perdían el último capítulo- sabrán de la historia de un profesor que para mantenerse vivo -luego de conocer el carácter terminal de su enfermedad- comienza a cocinar metanfetamina. Muchos son los puntos en común con la obra cumbre de Bolaño: 2666. Quienes hayan tenido contacto con una de las dos obras, sin remordimiento, habrán disfrutado la celebración del mal frente al hastío impuesto por la pasividad cotidiana. Pero más allá de toda especulación estética, ambas obras se mueven como afectadas por el mismo epicentro geográfico: la frontera México-EE.UU., uno de los escenarios modernos del espanto, el retroceso y la injusticia. En realidad, sería bastante limitado enumerar puntos en común entre varias obras y no superar esta introducción. La novela de Roberto Bolaño soporta tantas lecturas, que la forma en la que fue publicada por primera vez ingresa en el anecdotario mismo de la literatura. 2666 fue editada en el año 2004, a un año de la muerte del autor. Su amigo y crítico Ignacio Echevarría junto con el editor José Herralde, prefirieron no editarla en cinco libros, como bien lo había dejado estructurado Bolaño en su testamento (alegando necesidades económicas), y agruparon todos los capítulos en un único volumen de más de mil páginas. Una novela, que a diferencia de The breaking bad, nos muestra el lado oculto del narcotráfico sin nombrarlo, descubriéndolo 30

en cada movimiento, en una pasividad que pone al lector alerta, lejos del cliché en el cual suelen caer quienes abordan esta temática. Una obra absoluta, capaz de poner a un farmacéutico a cuestionarnos como lectores, a esa ingrata costumbre, que tenemos algunos, de solo toparnos con obras menores; huimos del desafío de la obra extensa, donde el autor demuestra y supera sus verdaderas miserias. Porque Bolaño escribe para escritores o quienes quisieron serlo. Es capaz de cimentar una corriente de literatura latinoamericana contemporánea a partir de la herencia de Cortázar, Borges, Quiroga, Onetti y tantos otros. Una obra tan inmensa como la suya, donde el verdadero hombre latinoamericano, sin patria, convive con la miseria y la violencia, con nuestra propia intelectualidad, con los estereotipos que nos lapidan en la industria del entretenimiento. Bolaño crea un universo nuevo, crudo y vivencial como la realidad, donde el anecdotario es de los intelectuales, de los académicos, de los comerciantes, las actrices porno, los inspectores de policía, una vidente o el presentador de un top-show. Les recomiendo conocer a Bolaño y de paso perderle el miedo a la novela absoluta, reconocer puntos en común con tantas obras contemporáneas en ese carácter abarcador. Una obra completa como 2666 capaz de analizar el mal, nuestras reacciones más sinceras y sobre todo nuestra calidad de latinoamericanos, de herederos de algo ya inventado, merece un lugar entre los clásicos modernos de nuestro siglo.


Pedro Mairal

CREADOR DE FANTASÍAS VERDADERAS Tiene familia, auto, casa y gato. Divorciado, el escritor puede que ya haya encontrado la paz. Por lo pronto, Pedro Mairal encuentra más espiritualidad en la poesía que en la religión.

Por Manuela Moyano Foto: Blog de Pedro Mairal

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Porque yo me desierto y tú me lluvias Porque me océano y me balsas Porque me otoño y tú me hojas Porque me sótano y me alas Por eso yo te músico y me músicas Por eso yo te potro y tú me frutas Y yo te marinero y me tabernas Y yo te remolino y me lagunas Por eso yo te circo y tú me infancias Por eso te amarillo y me amarillas […].

se es parte de su poema Por eso de Tigre como los pájaros, una compilación publicada en los años noventa. Como un malabarista, juega con las palabras sin miedo a que se caigan o se choquen entre sí. Es parte de su oficio: dejarse sorprender por su fluidez instantánea. Hermano único, autodefinido como “hámster de sus dos hermanas”, se cría también con su madre y la niñera. “Tengo muchas horas frente a la tele con mis hermanas, de escucharlas opinar”, explica. Y eso le da el don de discernir entre un hombre con facha de los que no la tiene, o que la tiene pero que resulta “interesante”, entre otros pensamientos propios de la mujer. Su infancia le da cierta materia prima para escribir. Bajo el seudónimo de Adriana Battu, es narrador en primera persona femenina singular durante muchos años y no tiene vergüenza de afeminar su voz. “Pasa un 2 y lo llevo a un 10”, explica el escritor en referencia a cómo exagera y tergiversa sus columnas del periódico Perfil. Frente a la escritura efímera de los diarios, este poeta elige ponerle a aquellas notas “La misma energía creativa que le pondría a cualquier texto literario” sin nunca subestimar a su público. Con andar desganado, su palabra hablada es serena y desenchufada. Como el bufón que está de descanso, Pedro Mairal, es fuera de sus textos, una persona común. Una pared blanca y un escritorio enfrente. Ese es su ámbito de

trabajo ideal. No va a bares que le puedan achicar el presupuesto, ya que “Entre el cafecito, el agua mineral y el tostado sumás unos 1500 pesos por mes o más”, explica en su espacio del periódico. Solo va a bares si en la casa se le corta el «uifi», así pronuncia Mairal con su espanglish. Como buen bohemio, Mairal tiene cierta resistencia a la tecnología, al punto que comenzó a usar smartphone luego de viajar una hora hasta una reunión y enterarse, al llegar, que el encuentro había sido cancelado media hora antes. Guía de un taller, últimamente solo lee por trabajo. Lee también en internet y todavía compra libros. Va a librerías con esa energía consumista restringida a los libros, que terminan acumulándose en montañas en el piso de su casa. “Me llevó cinco años recuperarme de haber sido ‘una joven promesa’”, explica en el 2006 para el diario Clarín. Desde afuera, Mairal es rápidamente identificado por su novela Una noche con Sabrina Love, la cual es llevada al cine en los años noventa. En ese momento es una promesa porque, sin cumplir 30 años, Mairal ya está expuesto a los medios y la presión se hace sentir: “A ver qué novela va a sacar este ahora”, es la mirada que él percibe en esa época. Pero Mairal no vive del recuerdo de su propia sombra. Atrás queda aquella novela preliminar: cuentos, poesías, otras novelas y columnas periodísticas son otras formas en que se desenvuelve el narrador que duerme despierto. Se maneja entre la acción y la imaginación, en una dialéctica inacabable. Soñar libros, y finalmente tratar de escribirlos. Se desafía a sí mismo, en un intento por “convertir una experiencia íntima en algo accesible para todos”. “Una instancia un poco trascendental entre cosas cotidianas. Una mirada, una cara en el subte te da una intuición de qué es estar vivo, parecido al deja vu”, describe. Si a la poesía se le saca su etiqueta, sus connotaciones, lo que queda es su omnipresencia. Descreído de la realidad o de una verdad absoluta, vive en la pesca de alguna buena fantasía. 31


Click!

Danka 32


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nedagora

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Y VOLVER, VOLVER Por Juliana Fitzgerald Fotos: Juliana Fitzgerald

Después de treinta minutos sobrevolando la ciudad y aunque el sol aún no aparezca, Ciudad de Méjico, Distrito Federal, más conocido como el DF, está despierta, vibra.

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D

esde el cielo se observan grandes avenidas y algunos puentes llenos de luces que transitan a gran velocidad. Los programas radiales de la mañana informan cada quince minutos el estado del tráfico en las principales ciudades: las congestiones vehiculares son cada vez más sinónimo de Latinoamérica. El Zócalo, o la Plaza de la Constitución, es el corazón del centro histórico y se encuentra rodeada por la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el Museo del Templo Mayor y otros edificios gubernamentales. A unas pocas cuadras se encuentra el Palacio de Bellas Artes, lugar en el que hace unos meses despidieron a Gabriel García Márquez, el nobel colombiano. El Palacio fue declarado monumento artístico por la UNESCO, se empezó a construir en 1904 por encargo del entonces presidente Porfirio Díaz como celebración del centenario de la independencia y desde 1907 se está hundiendo. Adamo Boari inició la construcción, una mezcla de Art Nouveau y Art Decó, que finalizó Federico Mariscal hacía 1934. El recinto en el que se han presentado artistas como María Callas, Luciano Pavarotti y hasta Les Luthiers; conserva en sus paredes murales de David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y Diego Rivera. El Paseo de la Reforma es una de las avenidas

“Méjico Lindo y Querido si muero lejos de ti que digan que estoy dormido y que me traigan aquí “ Jorge Negrete

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Bandera del Palacio - Plaza de


más importantes de la ciudad, en su recorrido se pueden apreciar el Ángel de la Independencia y la Torre Mayor, dos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Los domingos el Paseo de la Reforma se cierra para dar paso a la concurrida ciclovía. La cultura de andar en bicicleta es muy fuerte debido a que el gobierno implementó desde 2010 un programa llamado Ecobici. El sistema de transporte individual permite a los ciudadanos acceder, en cualquiera de las 275 estaciones, a una bicicleta desde las 5.00 a.m. hasta las 12:30 a.m. y transitar en algunas vías, por un carril exclusivo para ellos. El Bosque de Chapultepec, que significa chapulín —grillo en “mejicano”—, es un parque urbano protegido por el Gobierno de la ciudad, al cual no se permite el ingreso de mascotas y en el que a cambio se pueden apreciar agitadas ardillas saltando por sus árboles, así como familias enteras que caminan por él los domingos disfrutando de payasos, mimos, comediantes, ventas ambulantes y el acceso gratuito a los diferentes museos que allí se encuentran. Dentro del parque están el Museo de Arte Moderno —MAM—, el Museo de Historia Natural, el Museo Tamayo y el Museo de Antropología; este último es quizá uno de los más importantes en términos históricos, se necesita un día completo para recorrerlo. Posee dentro de sus instalaciones réplicas de pirámides y estructuras de las culturas más representativas del país. También dentro del parque se encuentra el Castillo de Chapultepec. Construido durante el Virreinato de la Nueva España (1778-1788), sirvió como casa de verano del virrey, residencia presidencial, como escenario de la película Romeo y Julieta de Baz Luhrmann y es considerado el único castillo de Latinoamérica. La historia sin duda, es una de las principales atracciones de Ciudad de Méjico. Recorrerla implica conocer su pasado, el origen de sus tradiciones y la raíz de sus creencias.

comer en la calle resulta más económico y permite acercarse a los locales, escuchar su forma de hablar, los chistes que se hacen, porque si algo caracteriza al mejicano es su buen humor. Tacos, tortas, enchiladas y chilaquiles, toda la comida tradicional se consigue por las calles de la ciudad. Tan solo cruzando un túnel, entre el Paseo de la Reforma y el Bosque de Chapultepec hay un puesto de comida callejera en el que por 40 pesos mejicanos —más o menos 3 USD— se puede comprar un sándwich o chapata. Estas son preparadas al gusto del comensal, algunas llevan queso manchego, jamón de pavo y son hechas en pan ciabatta, que es el nombre original pero que se ha adaptado al lenguaje local. Sin embargo, hay restaurantes tradicionales que no solo por sus preparaciones, sino por su arquitectura merecen ser visitados. Es el caso del Café de Tacuba, que fue fundado en 1912 y, como el resto de la ciudad, guarda con orgullo

“Come, goza y bebe que la vida es breve” Los platos típicos son otro de sus atractivos; El Zócalo

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Calaveras - Artesanías - Chichen Ítza

Botellófono - Museo del Tequila

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y celosía su historia. Tamales con pollo y salsa verde acompañados de atole son el desayuno. El atole, un chocolate, es una bebida espesa con sabor suave a maíz, más parecido a una chicha que a una cocoa caliente. No dejé el DF sin pasar por la Plaza Garibaldi, el espacio con más mariachis por metro cuadrado en el planeta, seguido por la avenida Caracas de Bogotá. Allí, músicos, turistas y vendedores de artesanías ven caer la noche al ritmo de rancheras. Justo en la esquina de la plaza se encuentra el Museo del Tequila y el Mezcal, donde se puede ver en un breve recorrido la historia de la bebida representativa de Méjico. Allí está una de las cosas más conmovedoras del recorrido, el botellófono: una estructura que, afinada por Arturo Marruendas, está hecha de botellas de tequila y mezcal llenas con diferentes volúmenes de líquido; se creó una sonata especial y única en el mundo, en la que se condensan sonidos mejicanos, como el guitarrón, en una melodía similar a la de una caja de música que, como Méjico lindo y querido, te llevas en el corazón.


Piramide Chichen Iフ》za

Vista de Monumento de la Revolucioフ]

Silla de Ruedas de Frida Khalo, Casa Azul de Frida y Diego

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DE MOCHILA POR EL URUGUAY Por Carolina Noya Fotos: Iván Darío Silveira

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“¡ Como se mue que siguen el Express en D el auxiliar a b “Se encuentra nomás… ¿falta el viaje, ¿no? G c


eve che!” se comenta entre los asientos, en sintonía con las cabezas l compás del Río de La Plata. Salimos desde la terminal de Colonia Dársena Sur, dejando atrás un Buenos Aires caluroso. Muy atento, bordo, recorre los pasillos para verificar el estado de los pasajeros. bien señorita” me pregunta, “si gracias” respondo, “medio mareada a mucho?”. “Quédese tranquila, ya estamos llegando. Estuvo movidito Generalmente está tranquilo, pero a veces pasa... ¿ve allá? – me indica con el dedo índice hacia la ventanilla – Esa es Colonia”.

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La costa Uruguaya sorprende por el encanto y vida que tienen sus playas. Arenas claras, aguas que pasan de los azules a los verdes a medida que nos dirigimos hacia al norte, grandes formaciones rocosas se extienden y se pierden dentro del mar, convirtiéndose en la marca registrada. Posee unos 450 km de costas a lo largo del Río de la Plata y 220 km de costas marítimas sobre el Océano Atlántico, lo que da lugar a una cadena de playas que encierran una gran belleza. En esta ocasión, mochileamos las que se encuentran en el departamento de Rocha.

PUNTA DEL DIABLO

De Montevideo a Punta del Diablo. El paisaje del camino comienza a cambiar, tímidas palmeras se asoman y la ciudad se convierte en puro verde. Punta del Diablo fue fundada, según cuentan, por pescadores de Valizas alrededor de 1945, que migraban para encontrar mejor sustento y que comenzaron a pescar tiburón para vender el hígado a mercados asiáticos. Su nombre se le atribuye a dos factores: la cantidad de barcos que, por la geografía del lugar, encallaban en sus costas y por la vista del pueblo desde arriba, que forma una especie de tridente por las tres puntas de rocas. Encontramos variadas ofertas de alojamiento, y la terminal está a 5 minutos del Camping Punta del Diablo, que ofrece la facilidad de ir a buscarte en una reciclada Chevy blanca. Este camping es una mega producción,

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tiene 150 lotes para carpas con capacidad para 600 personas. Y viene con chiche incluido: el ingreso y el egreso es con huella dactilar. En la entrada hay una casita con lectores digitales en donde se apoya el dedo con la huella registrada: si la luz da verde adelante, si da azul dudoso y si da rojo deudor (el registro de huella digital solo es válido por los días pagados, ni uno más ni uno menos). Para movilizarnos a la playa y/o al centro, un pintoresco y reciclado colectivo sale cada 1 hora, ya que el camping está ubicado en las afueras del balneario. Las playas son tres: la viuda, los pescadores y la brava. La viuda es la que concentra la movida nocturna y la brava es la que tiene las mareas más fuertes. Sobre los pescadores se ven los peñeros y barcos que traen los pescados frescos. Encontramos empanadas de camarón, de mariscos o de sirí (cangrejo de la zona). A las playas las separan grandes kilos de granito que se extienden por 10 kilómetros de costa. Escondida, entre la península que sobresale del paseo artesanal, que lleva en su extremo un monumento de Artigas a Bolívar, y la playa La Viuda, nos encontramos con una pequeña piscina natural, formada por miles de años de erosión del mar, en donde el agua llega sin olas y de manera constante. En ella habitan erizos y mejillones, que colorean los bordes de las rocas de un increíble tornasol violáceo. Después de un día de playa, es inevitable no caer en la tentación del tradicional chivito. Las versiones pueden cambiar según quién ofrece el plato, pero suele ser parecido en todos lados: al pan (estilo sándwich) o al plato (lo mismo pero abierto). Viene acompañado con ensalada rusa y fritas, y si dice completo, es bien completo: panceta, lechuga, tomate, huevo, queso y contando...


PARQUE NACIONAL SANTA TERESA

De Punta del Diablo al Parque. Hacia al norte, a 5 km de Punta del Diablo y 38 del Chuy, nos encontramos con el parque nacional Santa Teresa, regulado por el ejército nacional del Uruguay. Son 1000 hectáreas de bosques y jardines, que dan albergue a una importante variedad de flora y fauna. Para ingresar se toman unos camiones estilo safari, que va dejando al mochilero en los distintos sectores de la reserva. Es necesario abonar una entrada al parque (tasa de limpieza y conservación), el costo diario del camping, y elegir en cuáles de todos los espacios libres acampar. Cuenta con servicio eléctrico en todo el predio, y cada tantos kilómetros baños con duchas y proveedurías. Está compuesta por playa grande que limita con punta del diablo, playa del barco (la menos concurrida y tranquila), playa achiras y playa la moza (elegida por los surfers). A cada playa llevan caminos individuales, rodeados de palmeras y corrientes de agua dulce que nacen del interior de la reserva. Mientras los recorremos, descubrimos una interesante opción llamada “El Chorro”. Se trata de una construcción

hecha en piedra que, aprovechando los desniveles naturales, acumula agua dulce formando una piscina natural, por si queremos dejar el salitre por un rato. Seguimos el camino que nos indican los árboles, y entre palmeras y eucaliptus, bordeamos la ruta interna. El sol no perdona, pero el recorrido lo merece; el viento empieza a sentirse, el aire huele a sal y en el horizonte se vislumbra la profunda línea azúl del mar. El camino es en zig-zag, sube y baja. Una gran bahía de arena blanca y caracoles son señales suficientes de que llegamos a la playa. A unos 6 km se encuentra La Coronilla, donde se ubica el centro de rehabilitación de tortugas marinas Karumbé. Se pueden ver también en el Cerro Verde, al que se accede por la playa caminando unos 3 km, y con suerte avistar algún caparazón. Para salir del parque y retomar la ruta, es necesario tomar el camión safari de regreso, que va parando en los puntos claves de cada sector del camping. Conviene subir hasta “El Chorro” y tomarlo desde ahí, para asegurarnos viajar sentados (desciende vacío y va cargando gente hasta la entrada del parque).

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BARRA DE VALIZAS

Del Parque Nacional Santa Teresa a Valizas. Sabiamente o por cosas del destino, fue el punto que dejamos para el final. Después de unas 4 horas desde la reserva, llegamos a una entrada sencilla con una pequeña terminal. Desde la entrada se respira un aire diferente y, al recorrerla, se siente su espíritu original. Es sencilla, limpia y con un proyecto municipal de reciclado. En su mayoría se ha ido formando por artesanos, algunos tienden sus mantas sobre la arena, otros están en comercios instalados y los que restan, cuentan con puestos que conforman un paseo de madera y pintado a mano, en donde se presentan todas las noches, distintos shows a la gorra. La playa es extensa con el mar azul profundo, un poco más frío por estar al sur. Hacia la derecha una impactante duna, conocida como el cerro Bella Vista, la separa del

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vecino Cabo Polonio. Entre la playa y la duna, que oficia de pista natural para practicar sandboard, se encuentra el arroyo Valizas, el que forma una especie de canal en donde se mezcla el agua dulce de la laguna de Castillos con la salada del mar. Valizas nos regala una vida marina a simple vista. Corvinas y pequeños pececitos nadan entre nuestras piernas. A unos kilómetros de la costa se ve una formación que de lejos parece una ciudad, pero que se trata de la isla Seca, parte del pequeño archipiélago de Islas de Castillos Grandes. Una isla completamente formada por rocas que engañan los ojos de los desconocidos. Cuentas los lugareños que el nombre de Valizas proviene de una táctica que desarrollaron los españoles durante el Virreinato del Río de la Plata, para evitar que invadieran la costa: ponían “valizas” (luces) en la isla Seca, formada por granitos de hasta 10 metros, que de noche confundía a los navegantes con tierra firme. Cuando descendían, no solo se complicaba para los barcos porque las rocas provocaban que encallaran, sino que también los atacaban los grupos postrados en Castillo. Evitando así que llegaran “intrusos” a Valizas. Hay que saber adaptarse a las circunstancias del momento y convivir con visitantes no deseados, como las orugas peludas. Habitan en los arbustos típicos de la playa, y son bastante grandes. Pero si pican, adormecen y (confíen en lo que digo) duelen. La propuesta gastronómica, teniendo en cuenta lo pequeño del lugar, es muy variada. Se encuentran desde comidas al paso, a pizzerías y lugares a la carta, pasando por ofertas para los amantes del pescado como también para vegetarianos. Como broche de oro, las tortas fritas: tamaño XL a las que, si queremos, podemos agregarle dulce de leche arriba y coco o azúcar. Sin duda, la mejor compañera para unos mates de media tarde.


CABO POLONIO

Cabo Polonio es visita obligada para todos los que quieran ver un paisaje de costa distinto. Para ir desde Valizas hay tres opciones: tomar la ruta en bus desde la terminal y después combinar con los camiones estilo safari que ingresan al cabo, contratar el recorrido a caballo con guía o cruzar las grandes médanos a pie. Para los muy aventureros la tercera opción es la correcta. Como recomendación no olvidar lentes de sol, agua, protector solar y gorra porque el sol es abrasador una vez que nos adentramos (mucha aventura, pero tenemos que cargar la mochila al día siguiente). Si el plan es ir y volver en el día, lo ideal es salir bien temprano, para no sufrir el sol del mediodía. Si no, se puede pasar la noche en el Cabo. En nuestro caso, elegimos la aventura. Atravesamos en bote el arroyo Valizas para emprender la caminata a través de las dunas. Existen dos opciones de caminata: bordearla siguiendo el camino del mar (12 km hasta el cabo) o entrar y atravesarla por la mitad (uno 8 km aprox). Apostamos a acortar camino, pero el pescador dueño del bote nos recomienda: “les conviene seguir el camino de los caballos, es el que hacen las agencias de turismo porque es más llano”. Deliberamos y decidimos seguir sus huellas. Nos adentramos en la duna y ya no se escucha el mar. Vigilan alrededor rocas que todavía el

viento no ha podido convertir en arena. El sol es fuerte, hace calor y las piernas pesan. Después de 2 horas de caminata llegamos a una planicie y de frente, el mar. Extenso, azul, profundo y fresco. Encaramos hacia él y a nuestra derecha la forma perfecta del cabo, con el faro en el extremo erguido frente a las olas. La última parte de la caminata es recomendable hacerla por la playa, el viento del mar refresca y la arena húmeda aliviana el cansancio. Aquí es peligroso meterse al mar, no hay diferencias entre “hacer pie” y dejar de hacerlo. Según la historia, atribuyen su nombre a un hundimiento ocurrido el 31 de enero de 1753. El barco en cuestión se llamaba Nuestra Señora del Rosario, Señor de San José y las Ánimas. A su capitán, Joseph Polloni, le gustaba mucho el vino que consumía en exceso (¿motivo del naufragio?, nunca se sabrá). Ahora bien, debemos considerar que en el siglo XVIII era costumbre abreviar el nombre de los barcos, utilizar un alias o rebautizarlos por los mismos marinos que lo tripulaban. Por lo tanto, un nombre tan largo como Nuestra Señora del Rosario, Señor San José y las Ánimas es muy factible que haya sido reducido al barco de Polloni (en referencia al nombre de su capitán) degenerándose así hasta nombrarlo como el Polonio. Después de la caminata, la playa del cabo nos recibe para que descansemos. El atractivo a simple vista es el Faro, que fue construido en 1881 con una altura de 39,7 metros. Es el faro que está más al este del país y en donde se avistan pingüinos de Magallanes y ballenas durante la temporada junio/julio. Cerca al faro nos encontramos con las loberías. Algunos ejemplares se pueden ver a simple vista disfrutando de las aguas o reposando. Se escuchan los que están a los lejos que viven en grandes comunidades agrupadas, en su mayoría, en las Islas de Torres. La costa uruguaya nos lleva a desprendernos del peso extra, de elegir solo lo importante y de recorrerla con los ojos abiertos. Para los que buscan paz, naturaleza y conexión, es el lugar correcto. Bello y joven, el departamento de Rocha invita a quedarse.

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MENTIRA, AMOR Y MUERTE COMENTARIOS DE Mr JOHNSON Por Sebastián Walch Abete

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Mentira: La credibilidad de una o mil promesas.

Amor: La Diagonal del olvido

En este gran encuentro de historias que no pasaron y falsedades aseveradas seguía Mr. Johnson, en busca de concretar la gran promesa que se había hecho hacía ya un tiempo. Ese encuentro, después de una larga y protocolar charla sobre ideales perdidos y promesas incompletas, se transformaría más tarde en una fiesta. Lo que escondía Johnson eran ideas del más allá. Más que un futuro próspero, buscaba un presente feliz. El tema era que de esas charlas sacó a relucir sus dotes de buen oyente. Un cronista que justo pasaba por el lugar logró tomar declaración del único momento en que expresó una idea: “La vida no es como te la cuentan los más veteranos. Allá ellos. Para la estupidez no hay edad. Para la mentira tampoco. Así que dejen de charlas baratas y argumentos vacíos. Abran el ferné.” Lo que sucedía era que no quería explicar algo que nunca se podía llevar a cabo. Cuando recién había comenzado a frecuentar esos foros se mostraba lúcido y dócil con conocidos y ajenos, pero veía que sus propuestas, a pesar de ser muy buenas, eran ganadas por la promesa y la mentira de ajenos. Promesa era una palabra que para Mr. Johnson, dependiendo de muchos factores y en la mayoría de los casos, era una mentira. Sobre eso fue que escribió “Cómo dos palabras significan lo mismo”, obra de la que se desprende la frase: “Uno cuando realiza una promesa usa la razón para saber de qué se trata y la palabra para explicarse. Esa razón elabora una mentira con cierta veracidad momentánea, mas no eterna. Si se cumpliera esa promesa, ¡al fin! Estaríamos ante una realidad. Y la realidad pasaría tan rápido como que tendría que escribir que la realidad pasa más rápido de nuevo para que lo entiendan.” Grandes reflexiones de un libro adornado por la telaraña y la memoria. Se cuenta que en ese encuentro del que les hablaba en un principio, en pleno jolgorio, Mr. Johnson se retiró del lugar sin hacer declaraciones. Se lo vio ganando la puerta con una botella de refresco, una bolsa de hielo y un ferné gritando: “¡El Neo-Egoísmo es una mierda!”

A unas calles cerca de la nada se encuentra un diagonal del olvido. No tiene nombre ni número los terrenos baldíos. Esa casa era frecuentada cuentas, familiares, amores y hasta presidentes Mr. Johnson un día me invitó a compartir una g un punto, no sé bien si fue en el pasado o el pr Me impactó en un primer momento. Fue verla y como podía lograr eso: él creía que el único am Pero al seguir caminando, charla mediante, lleg “Me quiero ir”, dije. Obviamente no quería borra en ir a tocar una serenata a esa casa. Me contó enamorado de una señorita que le había dado dirección. Johnson se apresuró y fue tocando “Te vi” de F perder mi recuerdo. Para no perder nada de me A los meses lo vi a Johnson de la mano de una y bien negro. No me reconoció al verme pero ig completo. Él no se daba cuenta que las muchachas de la entrar en discusiones y la primera que estuviera Johnson prefería vivir el presente como algo su momento: importa que sea. Para él todo muere en conciencia pero vivir en inconsciencia, y cua de un nuevo día. El olvido forma parte del tiempo. El tiempo no e


na diagonal, que según comentan, es la o. Hay construida una casa sobre unos de por personas que necesitaban dejar atrás s. guitarreada cerca de ese lugar, hasta que en resente, cruzó una muchacha de pelo naranja. y amarla al instante. Johnson no comprendía mor era el primero. gamos a la esquina del olvido. ar ese pelo y esos ojos. Pero Johnson insistió ó que había salido en la noche y se había estas mismas indicaciones para indicarle su

Fito. Yo corrí, en dirección contraria, para no emoria. Para no caer en las garras del olvido. a muchacha con vestidos largos, pelo largo gual le pregunté cómo andaba. Juró sentirse

diagonal del olvido eran varias. No quería a lista para salir era la elegida. upremo. No importa quien o qué este en ese e. Y algo de eso tiene la vida. Dormir es morir ando la conciencia renace vemos la esperanza

Muerte: Una vida de ventaja. Mr. Johnson evaluó la posibilidad de que la teoría de la relatividad no es un cuento chino, como tampoco la verdad más cruda de todas: vamos a morir. No, no se alarme. Pero puede pasar. Cuando Johnson era consultado sobre la irrevocabilidad de la parca y la canción del venado, decía: “Uno tiene que vivir al límite de sus pensamientos para valorar las explosiones de su realidad e inmortalizar esos momentos en la memoria, pero no encontrarse con el recuerdo en cada esquina. Mirá. Cuando uno recuerda entra en una especie de sueño-realidad que lo aleja del fin invencible, pero sólo desde un presente que parece correr hacia atrás. Pero cuando la persona reacciona despierta en otro lugar y con otra gente; no porque se haya peleado con la familia o amigos, sino porque todos cambiaron a través del tiempo, menos uno que se quedó jugando a la bolita o saliendo a tugurios poco recomendables. La gente se olvida de la muerte hasta que la tiene cerca, y ese es un gran error, porque piensa que en realidad todo lo que hizo antes fue entre sueños : la realidad marca que el presente pasará a ser la nada absoluta, aunque nada sea absoluto y todo sea relativo. La realidad es relativa y la muerte es absoluta”. Después de eso pasó un rato jugando al pool y Mr. Johnson se acordó de la segunda consigna, y elaboro un comentario rápido pero detonador: “La otra la tengo, sí. Pero me gusta más ‘Wata Mery Consul’”. Alguien lo corrigió y le dijo que esa era, en realidad, una frase en inglés que decía “What a very good soup”. Johnson lo mandó a cagar.

es arte. El arte sí es inmortalidad. 49


Gastronomía

EL DAVID DE LA COLA Con un paladar más que envidiable, este bioquímico a sus 22 años, logró descifrar la fórmula mágica de la gaseosa número uno en el mundo. Alcanzó el éxito con su Refres-Cola durante la década de los sesenta, y así como llegó en poco tiempo se fue. Esta es la historia de Saúl Patrich, el primer hombre en el mundo que le hizo juicio a la mundialmente famosa Coca-Cola. Por: Cirillo, Romina. Hubo una vez… Esta historia es digna de un guion de película o, porque no, semejante a la narración bíblica del gigante Goliat y su pequeño contrincante David, donde el más pequeño termina venciendo al más grande. Esto tiene su origen en Argentina allá por fines de los años cuarenta. Su protagonista, un bioquímico, que con tan solo 22 años, tuvo un gran desafío en sus manos y al aceptarlo no sabía que cambiaría el rumbo de su historia. Saúl Patrich trabajaba para una fábrica como catador y creador de nuevas bebidas, ya que era dueño de un gran talento: con solo beber unos sorbos y oler unos segundos una bebida, podía casi de forma mágica sacar la fórmula de la misma. Es por esto que los hermanos y dueños de Fernet Locatta —firma para la cual trabajaba—, le encomendaron la tarea de mejorar su fernet, que era un fracaso en el mercado. Además, fueron motivados por la promesa de un distribuidor de comprarles toda su producción si cambiaban su producto a otro: imitar a un amargo serrano conocido por entonces. Fue así que le encomendaron este desafío. El joven catador tomó un vaso del producto a imitar, luego bebió un sorbo, hizo un buche, y tragó dejando que la bebida recorriera sus papilas y continuara viaje por toda su garganta, empapándola con ese sabor. Pasaron unos minutos y respondió: “Denme una semana”. Así fue como empezó todo. Al salir de la fábrica compró algunas hierbas que él creía podrían ser parte de la receta. Una vez en su laboratorio creo ocho fórmulas diferentes que, a su criterio, alguna de ellas podría ser la buscada. Pasaron las horas y entre prueba y error, hierbas y demás, sin saberlo, estaba cerca de un gran descubrimiento: la clave se encontraba en la muestra número seis. Según sus palabras: “Al principio no sabía adónde me llevaría, pero intuía que podía ser algo grande”. Así lo fue, tras un arduo trabajo con esa fórmula “la seis”, descubrió 50


un sabor raro pero a su vez conocido, así es, había descubierto la fórmula de la Coca-Cola. The Coca-Cola Company había llegado a nuestro país el 3 de agosto de 1942, desplegando desde ese entonces una larga artillería de anuncios publicitarios en los periódicos locales. En ellos se podía leer la leyenda: “Usted no olvidará jamás la inefable sensación de frescura y exquisito sabor de Coca-Cola”, advirtiendo a su vez, “Eso sí, pídala siempre ¡bien helada!”. En ese entonces el mercado de las bebidas gaseosas era dominado por unas pocas marcas y la bebida americana marcó la diferencia con un sabor completamente diferente a lo que el mercado local presentaba. Como dicen, nada es por casualidad… Días antes de que se le pidiera crear la nueva bebida, Saúl Patrich recibió en la calle dos botellas de Coca-Cola a modo de promoción. Una la tomó y la otra la guardó en su heladera. Días después de toparse con la muestra número seis y detectar ese sabor nuevo, recordó que tenía en su casa una botella de Coca y, luego de varios ajustes, pesó y anotó con precisión cada elemento y sus cantidades. Realizó un jarabe que contenía 50 gramos de azúcar y un poco de acidez tartárica, mezcló con cuidado y lo disolvió en agua, dejó reposar unos segundos y probó la fórmula, comparó con la gaseosa que tenía guardada y… ¡Eureka!, había descifrado la receta mejor guardada. Sí, así es, la de la Coca-Cola. Un nuevo desafío Después de semejante hallazgo, Saúl, el hombre del paladar mágico, renunció a la fábrica de Fernet Locatta y trasladó el laboratorio a su casa de Devoto en la provincia de Buenos Aires. Allí realizó algunos ajustes en la fórmula conseguida y, como una suerte de degustación, preparó varias jarras para que familiares y amigos lo probaran. Luego de obtener el OK y responder que su nombre era Refres-Cola, se encontró con una barrera desconocida: no poder registrar el nombre. El motivo era que el gigante

de Estados Unidos se opuso rotundamente. Sin más, Patrich decidió dar batalla al nombre de su refresco. Tras una larga investigación —de 3 años —, descubrió que la Coca utilizaba ácido fosfórico, permitido en Estados Unidos, pero que el código bromatológico argentino no autorizaba usar en las bebidas. Y ese secreto debe haber sido muy importante, ya que los abogados de Coca-Cola, le propusieron un acuerdo. Desde ese instante el término “Cola”, dejó de ser exclusivo de la Coca y pasó a ser de uso libre a todas las bebidas a nivel mundial. Sus Inicios Con el juicio ganado, ahora restaba posicionar su bebida y hacerla reconocida. En primer lugar, Refres-Cola era un jarabe, no una gaseosa. Para ser consumido debía ser diluido en agua o soda. Otro punto importante era que una vez abierto conservaba su sabor y cualidades. El concepto aplicado era el de “hágalo usted mismo”. Rendía aproximadamente unos diez litros por envase, convirtiéndolo en un producto barato y económico. Es importante destacar que era más sano también, ya que no contenía ácido fosfórico, ni cafeína. Así mismo, instalarse en el mercado no fue fácil. Todo se producía en su casa en una cuba de madera de 200 litros sin bombear y sin filtro. Además las botellas eran llenadas, etiquetadas y tapadas a mano por el mismo Patrich que contaba con la ayuda de sus hermanos. Los primeros pedidos fueron a bordo de la línea de colectivo 124. A medida que Refres-Cola se hacía más conocida, adquirió un vehículo y trasladaron la fábrica con maquinaria nueva. Durante las décadas de los cincuenta y los setenta, Refres-Cola, vivió su época dorada recibiendo pedidos de todas partes. Poco a poco fueron pasando los años y el mercado cambiante del país, el desmantelamiento de la industria nacional y el bamboleo de la economía, hizo que fuesen cayendo las ventas, hasta que un día, don Saúl Patrich, cerró las puertas.

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/La-Mirilla

@_lamirilla

La Mirilla


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