La Luna de Pierrot N°2

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RE VISTA DE ARTES Y LETRAS año 1 - nº2

C ALLAO, ABRIL - 2011

ARGUEDAS 3


En este número REVISTA DE ARTES Y LETRAS

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Gloomy Sunday: la canción suicida

comité editorial

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Eielson en forma de poesía

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Piloto automático Entrevista: Pilotocopiloto

GUSTAVO LOPEZ TASSARA MITCHELL LANAZCA VELORIO JEAN CARLO OSAMBELA GONZALES Asesor

JOSÉ MARÍA ARGUEDAS:

MARCO GRADOS HUIDOBRO Diagramación y diseño de Portada

G. LOPEZ T.

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Apuntes sobre José María Arguedas Amilcar Hijar

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Crítica ideológica y resentimiento en Agua de Jose María Arguedas Jose Cornelio Bello

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Agua José María Arguedas

AGRADECIMIENTOS

CLAUDIA MALPARTIDA VEGA La Luna de Pierrot Nº2 ABRIL 2011 REVISTA VIRTUAL:

http://issuu.com/lalunadepierrot/docs/lp2 BLOG:

http://lalunadepierrot.blogspot.com

CREACIÓN:

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Niebla Gianmarco Farfán Cerdán

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Poesía Meylí Necochea Salgado

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Quizá onírico Gustavo Lopez Tassara

26

Chick habit Francisco Izquierdo Quea

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Der rattenfänger / Alfa y Omega Daniel Frini

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Gráfica: María F. Lau Villavicencio

CORREO ELECTRÓNICO:

lunadepierrot@gmail.com NÚMERO ANTERIOR

http://issuu.com/lalunadepierrot/ 2


Luna de Pierrot

luna primera

I

niciamos este año recordando una fecha que marca todo el 2011: el centenario del nacimiento de José María Arguedas. Una buena antesala fue la mención que hizo Mario Vargas Llosa sobre él en el discurso de recibimiento del Nobel de Literatura 2010, abriendo un año en el que ha sido -y será- recordado y homenajeado, como buena muestra de la importancia de su legado. No ajenos a esta oportunidad de recordar uno de los pensamientos más importantes del Perú del siglo XX, esta publicación se une al homenaje con un breve especial en tres partes, donde dos voces nos hablan de JMA para terminar leyendo de él mismo uno de sus cuentos magistrales. También está presente Jorge Eduardo Eielson, de quien, en los meses de marzo y abril, se recuerda su nacimiento y (última -o quizá no-) muerte. La facilidad con que se introdujo en laliteratura, la música o las artes visuales le han valido un reconocimiento duradero y no sólo en nuestro país, lo que hace de él también un referente nacional La música está presente esta vez con una entrevista a Pilotocopiloto, dúo experimental que empieza a propagarse en el medio local. Las creaciones de narrativa y poesía conforman la parte final de esta entrega, la cual cierra con la sección gráfica presentando dos trabajos de interesante composición. Antes de ingresar a estas páginas, lector, una salvedad: esta Luna esta hecha para diversos motivos, pero sobre todo, para servir como satélite desde donde reboten cada una de las ideas propuestas. Es decir: lea, degluta, acuerde o discuta con lo que ha leido. En resumen, proponga y use nuestros espacios o los suyos, que los debe tener, para reafirmar o recusar las proposiciones que aquí lanzamos como parte de nuestra vida cultural.

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GLOOMY SUNDAY :

La canción suicida Jean Carlo Osambela Gonzales. Tú no comprendes la angustia terrible de estar esperando, sin verte llegar ¡Vuelen tus pasos que debo marchar! (versión original de R. Seress)

E

stos inofensivos versos pertenecen a la versión traducida de Gloomy Sunday, una canción de origen húngaro. Sin embargo, a pesar de su aparente pasividad, es una canción popular por su relación con actos suicidas. Canción suicida Una canción suicida, una melodía de características lúgubres, una composición musical principalmente lenta, en la que suelen predominar acordes menores y timbres pesados, además de contar con letras deprimentes. Esta suma trasmite sentimientos de angustia y desesperación a cualquiera, sobre todo a aquellos que se encuentran sumergidos en tristeza o desilusión, ya sea amorosa o de otra índole, llevándoles a desgarrarse la vida. Gloomy Sunday se traduce al castellano como “Domingo lúgubre” y nació en 1933. Su creador, Rezso Seress, un pianista autodidacta fue el culpable de la música. El mismo Seress fue condenado al propio efecto que produjo su funesta 24

melodía: terminó quitándose la vida en 1968, arrojándose de lo alto de un edificio, dejando detrás Glommy Sunday, la única pieza que compuso que llegó a tener éxito. Laszlo Javor, culpable de la letra, según cuenta la leyenda, también se suicidó al ser abandonado por una novia un día de domingo, y antes de su fatídica decisión dejó una nota con el titulo de la canción. No fue hasta 1936, año en el que este tema empezó a ser relacionado con una serie de suicidios, que fue prohibida por las autoridades húngaras. Tal censura llamó la atención de los norteamericanos quienes no desperdiciaron -como ocurre siempre con los sucesos curiososla ocasión, y a finales de 1936 ya había una cantidad importante de versiones, las cuales han seguido aumentando hasta este siglo. El mito Esta canción, de melodía melancólica, fría, pero de sonidos graves ha sido cantada casi siempre por una voz aguda, ya sean sus interpretes hombres o mujeres. Con estas características, indefectiblemente la canción trae consigo toda una leyenda: se dice que fueron más de 17 los suicidios relacionados con Gloomy Sunday en Hungría antes de que la canción fuera prohibida. Se decía que la gente solía suicidarse después de escuchar esta canción y ser invadidos por


una gran tristeza, y que los suicidas dejaban, como notas, el gramófono sonando o la letra de la canción escrita en alguna superficie cercana, cualquiera que haya estado lo suficientemente cerca antes del último segundo de vida. Esta composición tuvo también efectos en Estados Unidos, donde, tras el registro de suicidios relacionados al domingo lúgubre, se tuvo que prohibir, luego de su masiva comercialización. Se dice que hay más de 100 casos de muertes voluntarias relacionadas directamente con la canción. Las voces Esta misteriosa cancion fue versionada por voces de todos los tiempos y todos los generos: desde voces de la talla de Billie Holliday y Sara Brightman, pasando por músicos extraordinarios como Elvis Costello y Ray Charles, y entre raros sonidos como los de Heather Nova y Bjork. Y las más lúgubre y oscura versión: la de Diamanda Galas. Ha habido otras interpretaciones como la de Sinead O’Connor, Lydia Lunch, Paul Whiterman y Lucia Jiménez. En suma, son cerca de 50 músicos reconocidos los que han contribuido a seguir alimentando la leyenda de la canción suicida. Sin embargo, esta canción, no sólo se escuchó en ondas radiales o grabaciones discográficas, sino que también llegó al cine. La Caja Kovak de Daniel Monzón, y Leyenda de una Canción, tratan sobre los suicidios producidos por dicha canción. En La Lista de Schindler de Steven Spielberg, se oye Gloomy Sunday durante el inicio, cuando se presenta al

Contundente. Billie Holliday es una de las mejores voces de Gloomy sunday, sólo superada por Diamanda Galas.

personaje Oscar Schindler. Finalmente A pesar de las leyendas fatales que la recargan, Gloomy sunday aún se escucha y se sigue vendiendo. Antes de completar este breve comentario, hay que recordar que la canción se crea en el periodo de entre guerras, época en la que la miseria y la desesperación cubrían casi todo ámbito de la vida. Y con un contexto tan deprimente una canción motivadora de sentimientos depresivos ayudaba a la ola de suicidios. Colofón: aunque posteriormente a esta canción se le añadió una tercera estrofa con toques más ensoñadores, siguió siendo un tema suicida. 35


EIELSON EN FORMA

DE POESÍA

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Gustavo Lopez Tassara

¿

Qué forma tiene la poesía? Jorge Eduardo Eielson traspasó cualquier posible respuesta para solucionar este problema. La poesía podía tener forma de pájaro, podía ser un nudo o estar en un papel, podía ser poesía escrita o quizá no, podía ser la misma palabra poesía escrita sobre arena asemejando la costa, esa que colinda con el mar, mar que se hace infinito en el cielo: dos formas de poesía que se extienden más allá de las posibilidades del hombre, las realidades que siempre quiere dominar, pero que ni siquiera puede alcanzar. La versatilidad con que Eielson supo expresarse a través de diferentes lenguajes lo llevó no sólo a desempeñar su rol creativo y de pensador en diferentes campos del arte, sino a mezclarlos, a tomar de cada uno de estos elementos que puedan organizar mejor una obra artística, sea esta literaria, plástica o musical. Este eje polivalente es notorio a través de toda su obra. Con El cuerpo de Giulia-no, obra publicada en 1972, se puso de manifiesto su interés en la fusión de lenguajes para conseguir un objetivo en el sentido y significado del texto. Resultado: la obra fue categorizada como novela, metanovela, antinovela, poema-novela, entre otras formas. A pesar de ello, el mismo Eielson dejaría en claro que no pretendió fundar una nueva forma de escritura con dicho libro (entrevista con Julio Ramón Ribeyro, La casa de cartón. Revista de cultura. Lima, veranootoño de 1995. II Época Nº 6.) Es más, ni siquiera se colocaba a sí mismo dentro del grupo de “pintores” o “esctritores”,

sus creaciones eran parte del día a día, el arte era una epsecie de escape, una válvula que tomaba diferentes formas para cumplir su función. Quizá por ello el andar por diversos campos, para no ser encontrado, para continuar ocultando al Jorge Eduardo Eielson que ya no quería comprender, que no era escritor o pintor, que usaba lenguajes y técnicas de acuerdo a su visión y preocupación. Esta visión lo condujo a darle mil formas a la poesía: tan pronto era una texto, luego podía ser una pintura, nudos, cuadros, etc. En suma, Eielson vivió una ráfaga creadora que no conoció de campos diferenciados del arte. Todo podía expresar. La forma vendría en la creación. ¿Qué forma específica darle a la poesía? Pues Eielson le dio una forma eterna: para él, y para todos a partir de él, la poesía no es nada más que un pájaro, un pájaro que sujeta sus dos patas a mi mesa. Un pájaro que es des/nudo. 37


Piloto automático BAJO

LUCES TITILANTES DE CREATIVIDAD Y NUBES LLENAS DE REVERB Y DELAY SE

PILOTOCOPILOTO, BANDA EXPERIMENTAL E INSTRUMENTAL CONFORMADA PABLO ARAGÓN (GUITARRAS) Y CARLOS FREYRE (BATERÍA). NOS HABLAN DE SU DISCO DEBUT, SUS EXPERIENCIAS MUSICALES E IDEALES COMO BANDA MIENTRAS RESALTAN EL GRANDIOSO TALENTO QUE HAY EN EL PERÚ. ENCUENTRA POR JUAN

Entrevista de Mitchel Lanazca

El sonido a banda tiene 3 años de formada pero ¿antes han tenido otras experiencias musicales? J.P. En mi caso empecé tarde, empecé a practicar solos y buscar mi propio sonido y hace cinco años tenía una banda llamada Pink Tomate de 11 integrantes, esa fue mi primera experiencia. Pero Pilotocopiloto es mi primer proyecto personal. C. Por mi lado, en el colegio iba a salas de ensayo con amigos, igual en la universidad y luego integré un proyecto experimental de pocas tocadas para el cinematógrafo de barranco llamado Walk trash koreano. Esas nada mas. En mi caso Pilotocopiloto también es el proyecto más serio que he tenido.

L

¿Estaba en sus planes hacer música instrumental, llegaron a tener un vocalista? C. Llegamos a pensar en tener vocalista, pero con Juan Pablo salían cosas de dúo y empezamos con eso, además era la primera vez que sólo tocaba con una persona. J.P. Hubo un bajista al inicio, pero cuando había tocadas no podía ir, ni se comprometía y empezamos a tocar sin bajista. Así salió lo que somos ahora, un formato muy interesante para experimentar sonidos. Sí teníamos en claro lo de hacer música instrumental. ¿Qué música escuchan para componer? Particularmente veo influencias de ban28 10

das como Television y Sonic youth. C. Las que has mencionado son algunas, en realidad escuchamos de todo: post-punk, new wave, electrónica, progresivo. En mi caso escucho muchos géneros. J.P. En el mío lo que resida del mundo, por ahí algún sonido de película, bandas sonoras. Y en música me gusta el jazz, rock progresivo... C. La lista es larga porque ahora ultimo música buena hay bastante. Veo entonces que por tener muchas influencias, todo lo que escuchan lo envuelven y hacen su música. J.P. Bueno tampoco es así, no tomamos esto y aquello para hacer la música, sino que todas las experiencias se quedan grabadas en el cerebro y cuando tocas salen a flote. C. Claro como toda banda nuestra música sale de “jam”, cuando nos reunimos a componer dejamos que las cosas fluyan. Entiendo. Veo Juan Pablo que tú usas mucho el reverb, delay, flanger ¿son minuciosos con su sonido o le es fácil hacer música instrumental? J.P. En el caso de Carlos sí es minucioso, yo soy más abierto en eso, cualquier sonido me puede ayudar. C. Sí, soy bastante minucioso y detallista con el sonido, bastante arreglista. J.P. Ahora si es fácil o difícil, no va mucho por ese lado, va por el lado de tratar y tocar lo que tenemos dentro, tratamos de no hacer


copia, ni hacer nada forzado y eso no es fácil ni difícil, es que todo salga natural. ¿Qué quieren transmitir con su música? C. Transmitimos lo que sentimos, nos gusta transmitir energía, emoción, muchos estados de ánimo. J.P. También estados de conciencia (risas). Sentirnos bien cuando tocamos y pasarla bien. No se necesita de palabras para llegar a la gente.

Nuevos caminos Hábleme de este disco debut, ¿cómo fue elaborado? ¿dónde? J.P. Quien nos guió en este proyecto fue David Acuña, un músico que ha tocado con Kínder, con Autobuss. Grabamos la batería en un estudio de sonido y las guitarras en su casa, ahí lo mezclamos y lo masterizamos. Fue una gran experiencia de aprendizaje y muy revelador. Y ¿cómo va la promoción de este disco?, ¿algún videoclip? ¿qué planes? J.P. Tocar lo más posible y lo que vaya saliendo del camino, lo bueno es que nos ofrece tocar y eso es lo interesante, pues se va conociendo la banda. ¿Tienen bandas amigas? C. Claro, está Moldes, Plug-plug, Cocaína, Muerto, casi toda la gente con la que hemos

Dúo. Cuerdas y percusión experimentales.

tocado en este tiempo J.P. Bandas fabulosas que han salido el año pasado y están saliendo a flote, y este año van a salir más. Todas son muy amigas y de distintos géneros, son muy comunitarios C. Exacto, somos como una comunidad. Creo que gracias a la prensa escrita ya tienen un público ¿lo consideran así? C. En eso trabajamos, pero toma su tiempo. J.P. Sí, porque recién tenemos 3 años y recién estamos dando nuestros primeros pasos, tampoco sabemos cuánto tiempo dure esto, todo es movimiento. Pero el salir en medios escritos les ha ayudado. J.P. Claro, nos han tomado en cuenta muchos medios escritos, medios masivos y me parece bueno e importante. No buscamos eso -de una manera sí- pero es bacán que reseñen el disco pues causa eco en la gente. En una nota de un diario leí que ustedes como banda han arriesgado a algo nuevo, 93 11


J.P. Sí, bastante después del fenómeno del grunge, los medios masivos como Internet tuvieron una revolución interesante, también aquí en Perú. Se fueron formando nuevas propuestas, bandas, sensibilidades. La última movida interesante viene de hace 3 años.

¿lo ven así? C. Yo opino que es eso una de las cosas que me motiva a seguir: arriesgar y creer en lo que a uno le gusta, ser como tú crees. J.P. Eso que ha dicho Carlos es de lo que hablamos hace un rato, ser auténticos: no es ser original sino consecuente con tus pensamientos, con tu manera de ver el mundo y tratamos que la banda sea así. ¿Cuáles son sus objetivos como banda? J.P. Más discos y, como dije, ser consecuentes y auténticos C. Y también lo que nos motiva es tocar y animar a la gente joven a armar bandas y formar una especie de comunidad, una movida más grande para disfrutar más tocadas: hacer las cosas con amor, si se puede con la comida, se puede hacer con la música y el arte en el Perú. J.P. Claro, cada banda a poner de su parte para que se haga una “súper-mega movida” que nos convenga a todos como individuos, grupos, ciudad, país, continente, planeta, universo (risas). El medio ¿Cómo han visto el rock peruano estos últimos años? ¿ha evolucionado? C. Siento que sí, ha evolucionado con grandes bandas 10 2

Claro, antes del Internet sólo sonaba en el Perú punk o hardcore, y ahora se está haciendo música que está al mismo tiempo y nivel que en otros países. En estos últimos 4 años se ha visto esta diversidad. J.P. Inclusive me has hecho acordar el comentario de un amigo que viajó a Argentina a un festival y me dijo que allá en lo que es organización y público nos llevan años, pero en música les ganamos, porque acá hay una diversidad y calidad distinta. Allá es puro blues, puro rolingas (Rolling stones). Fue curioso ese comentario y no es la primera vez que lo he escuchado, me sorprendió. C. Muy ramoneros, aunque me encantan los Ramones. Imagino que Internet los ayudó y a muchas bandas, ¿no? C. Tremendamente, gracias a Facebook, Youtube, Myspace. Hacen que las cosas salgan más adelante y sean democráticas para todos.

Encuentra a Pilotocopiloto en: www.myspace.com/pilotocopiloto www.facebook.com/pilotocopiloto.duo


J ARÍA M RGUEDAS A OSÉ

odas las sangres. José María ArT guedas pensaba en un proyecto para el país que partiera del reconocimiento de nuestra diversidad para establecer relaciones de igualdad pero respetando las diferencias.

El trabajo antropológico y literario que ha legado al país está imbuido por ese pensamiento. Aunque podría decirse más: su vida estuvo imbuida en esta idea y se debió completamente a ella. Tanto fue este compromiso que en la carta que dejó antes de su suicidio dijo: “casi demostrado por dos sabios sociólogos y un economista, también hoy, de que mi libro “ Todas las sangres ” es negativo para el país, no tengo nada que hacer en este mundo”. A cien años de su nacimiento, es momento de no dejar en el olvido ese compromiso. Si bien es cierto que el Arguedas que más conocemos es el literario, este año se da la oportuni11 3


dad de reconocer también la figura del hombre que se dedicaba a la investigación y al acercamiento meticuloso a todo de lo que pudiera extraerse experiencias socioculturales para entendernos mejor. En este sentido es realmente importante que su obra antropológica esté a punto de ser editada íntegramente en los próximos meses como parte de las celebraciones en torno a JMA gracias a gestiones que darán su fruto muy pronto. De esta manera, en este centenario, dos colaboradores dan su voz para recordar a Arguedas desde La Luna de Pierrot: José Cornelio Bello y Amílcar Hijar Hidalgo, quienes en las siguientes páginas comparten su conocimiento e ideas sobre lo que encierra JMA como pensador peruano, en los dos campos de su actividad intelectual. Finalmente El sueño del pongo, cuento recogido por el propio Arguedas, pone punto final a este breve homenajes, esperando haber contribuido a crear mayor interés por la obra arguediana y seguir abriendo puntos de debate sobre esta. 12 2


JMA

APUNTES SOBRE

JOSÉ MARÍA ARGUEDAS A. Hijar

E

l 18 de enero de 1911 nació, en la ciudad de Andahuaylas, José María Arguedas, quien viviera hasta el 2 de diciembre de 1969, cuando se suicidó en la ciudad de Lima. JMA es considerado uno de los más destacados narradores peruanos del siglo XX, renovó la literatura de su tiempo desde su perspectiva indigenista la cual lo llevó más allá de la creación literaria y a la que le dió un nuevo sentido. Su producción intelectual es tan inmensa y variada que no sólo comprende obras de ficción (baste mencionar el cuento El sueño del pongo), sino que cuenta con ensayos sobre la cultura andina, artículos de antropología y estudios de folklore, que reflejan un conocimiento profundo del universo andino, el cual él experimentó. Su obra ha sido traducida a más de 30 idiomas y sobre él se ha escrito infinidad de ensayos, artículos y tesis doctorales en diversas universidades del mundo. Es, pues, uno de nuestros peruanos más ilustres. Es difícil estudiar la genialidad que representa José María Arguedas por la multiplicidad de expresiones 16

que encontramos en su persona (si su obra literaria completa abarca 5 tomos, la antropológica comprende 7). Si bien fue conocido en el ámbito literario como un hombre de letras dedicado a la exposición de la realidad del indígena del siglo XX, no dejó su profundo interés por analizar los cambios culturales generados por la presencia de la acción de la modernidad como un “estilo de vida”, teniendo como ejemplo en este caso dos trabajos excelentes: uno sobre Puquio, relacionado en el contraste generacional de conservación de la tradición de las comunidades campesinas y, por otra parte, la ausencia de ella entre los jóvenes. El segundo es una interesante apreciación sobre la evolución socioeconómica del valle del Mantaro, debido a su cercanía con la dinámica del mercado de Lima. Como antropólogo, es decir como un ser académico, concretizó su visión del proceso del cambio en su tesis doctoral: “Las comunidades de España y del Perú”, donde vislumbra la influencia ejercida por las formas de vida de la comuna española de mi3


JMA tad del siglo XVI en la configuración de las llamadas “comunidades indígenas”, que luego le sería muy útil en el entendimiento del “mestizaje” de su póstuma novela: Los zorros de arriba y los zorros de abajo al referirse al nuevo fenómeno social emergente en Chimbote: el cholo. Pero Arguedas, más allá de ser conocido como literato y antropólogo, dejó también trabajos vinculados al entendimiento teórico del folklore. Su artículo ¿Qué es el folklore? (1964) fue considerado por las generaciones de estudiosos como modelo a seguir en el sustento teórico de tesis universitarias. Debemos añadir su valioso aporte desde la dirección de la oficina de folklore de la entonces Casa de la Cultura de la década de los años de 1970, al registrar en cintas de audio y video, un conjunto de danzas de diversos lugares del Perú. Una parte conservada en la Pontificia Universidad Católica del Perú y una parte pequeña en la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas. Su afán por entender y estudiar

las manifestaciones folklóricas lo llevó a asesorar las presentaciones de artistas en los grandes coliseos de la década de los años 60, es decir, realizó una gestión cultural mucho antes de que surgiera este término. Pocos o escasos son los escritos en torno a esta labor, o a la de docente en colegios del interior o en la famosa Unidad Escolar Nuestra Señora de Guadalupe. Tampoco se tiene conocimiento mayor sobre su labor docente y cultural en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad Nacional Agraria La Molina. Creo que no se agota el estudio sobre Arguedas: existen varias dimensiones por desentrañar de su mundo psicológico, amical, de su cultura etílica, de su pasión musical, de sus amores prohibidos, de su afán político o ideológico o de su propia enfermedad mental que lo llevó a su autoeliminación. Quedan aún espacios por descifrar, que no dudo en un futuro cercano, investigadores jóvenes lograran colmar para complacer nuestra ansiosa inquietud.

A MILCAR H IJAR H IDALGO (Lima, 1970) An-

tropólogo por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con estudios de maestría y doctorado en Ciencias Sociales, con segunda especialización en educación por la misma universidad. Maestría en psicopedagogía y orientación tutorial por la Universidad Católica Sede Sapientae. Es docente en la Universidad Ricardo Palma y Director de Investigación de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas.

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JMA

“Pero el odio sigue hirviendo con más fuerza en nuestros pechos”: crítica ideológica y resentimiento en Agua de José María Arguedas J.Cornelio

T

oda escritura es ideológica. Incluso aquellas que reclaman el esteticismo como bandera del acto de escribir. Terry Eagleton señala que la ideología no se remite a un conjunto de doctrinas sino que ésta “significa la manera en que los hombre viven en una sociedad de clases, los valores, ideas e imágenes que los atan a sus funciones sociales y que, de esta manera, los aleja de un verdadero conocimiento de la sociedad en su totalidad” (Eagleton 1976: 16-17)1.

No obstante, Eagleton menciona que si bien el arte no puede reducirse a la ideología, no podemos dejar de pensar en el hecho de que existe una relación entre ambas toda vez que la materia misma del arte es la “ilusión”. Y hay que precisar que la ideología también existe como una “ilusión”, es decir como una distorsión de la realidad.2 Con todo, tal reduccionismo nos pone frente a un dilema mayúsculo: ¿todo el arte no es más que la simple manifestación de la ideología dominante o es que acaso existen objetos artísticos que se alejan de ese imperativo? Una respuesta afirmativa al

primer dilema nos pone frente a un ‘marxismo vulgar’, como señala el propio Eagleton, pues es evidente que hay proyectos estéticos que al mismo tiempo se enfrentan a los supuestos ideológicos de su momento. Desde esta perspectiva también se puede comentar la obra de José María Arguedas, el escritor peruano que mejor ha comprendido y representado a través de la ficción -mediada por su propia experiencia- la amplia problemática

1. En ese sentido, Eagleton refiere que un texto como kWaste Land, de T. S. Elliot, resulta ideológico, pues “muestra a un hombre dando sentido a su experiencia en formas que prohíben un verdadero conocimiento de su sociedad, formas que son consecuentemente falsas” (17). Mi traducción en las referencias en inglés. 2. Así, por ejemplo, el enunciado “la comida peruana es la mejor del mundo” revela no solo una afirmación incontrastable con la realidad respecto a si efectivamente ‘es’ la mejor comida del mundo, sino que también manifiesta una declaración de dudoso nacionalismo. He ahí una distorsión que muchos peruanos asumen como un dato veraz de la realidad, cuando no es más que la ilusión ideológica de un discurso triunfalista que oculta y maquilla las contradicciones que atraviesa la sociedad peruana de hoy en día. Véase también: Eagleton 1997, 13-55.

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JMA de los Andes y sus conflictos ante un dernidad que se funda en la negación poder monológico. de la condición ciudadana de los comuneros. Esta condición negada les No se trata de aplicar un manual que impide pertenecer al cuerpo nacional encaje con las formas expresivas de la y contribuye decisivamente al abuso poética arguediana. Todo lo contrario. legitimado por un Estado que no apaExaminando los modos de represen- rece sino a través de sus signos más tación del espacio social, se observa elocuentes. Así, por ejemplo, el narraen la escritura del primer Arguedas el dor de “Agua” recuerda el alzamienpropósito de poner en relieve la con- to de los chaviñas contra el principal flictividad que atraviesa a la sociedad Don Pedro, y cómo luego vinieron andina. Constituida como un campo los soldados y “abalearon a los codiscursivo, la ideología dominante le muneros y sus criaturas” (22). Y en otorga un lugar determinado e infran- “Los Escoleros”, se refiere: “[D]esde queable a cada sujeto social, pero que lejos vienen soldados para respeto a contracorriente de esa condición de los principales. Allá, seguro, hay genera un malestar in crescendo, una como un padre de todos los patrones emergente violencia que a fuerza de y seguro es más grande; seguro tiene voluntad se reprime. En efecto, en rabia y odio nomás en su cabeza, en Agua (1935) nos encontramos con su pecho, en su alma (…) ¡Malhaya una narrativa provocadora. Una per- vida!” (59). manente tensión habita a lo largo de Como se desprende de la cita, el los relatos como consecuencia de los mismo aparato legal de la nación fija antagonismos entre los mistis —los ‘principales’— y los comuneros indí- su posición subalterna y justifica el genas. latrocinio, hasta el punto de que hay un irremediable fatalismo en la maEl enfrentamiento por el uso del nera en que los comuneros perciben agua, recurso fundamental para la su- y enuncian las contradicciones de su pervivencia en los Andes, es el hilo entorno: “¡Carago! ¡Mistis son como conductor de la historia liminar del tigres!”, dice una voz; “¡Comuneros libro; aunque alrededor de este con- son para morir como perro!”, dice flicto inicial se aglomeran las múlti- otra. Esta visión fatal de la existencia ples contradicciones que organizan el implica también una desolación meespacio social representado, como el tafísica que deriva en la pérdida total abuso de los principales, la explota- de fe hacia el Dios cristiano: “Mentira ción de la fuerza de trabajo indígena, es: Taytacha Dios no hay” (35). la injusticia social, el latrocinio, la impunidad. En ese sentido, Agua no solo agrupa un conjunto de relatos que señaPor su parte, el término ‘principal’ lan una modernidad fallida. También no solo evoca una jerarquización so- pueden leerse como una metáfora del cial. Sugiere la fragilidad de una mo- resentimiento que se fragua silencio14 2


JMA samente en el corazón de los comuneros, de los Tinkis, de los mak’tas, de los escoleros. De ahí que un deseo constante sea enunciado como la única posibilidad de salvación: “Tayta: ¡que se mueran los principales de todas partes!” grita al final el narrador de “Agua”. Junto con ello, el odio desafiante se acrecienta, “sigue hirviendo” en los pechos de los indios, como señala Juancha, el mak’tillo wikullero, al final del cuento “Los Escoleros”. La crítica ideológica de Arguedas es contundente: solo la fuerza organizada de los comuneros y el desafío abierto hacia los mistis podrán generar agencia y, con ello, un cambio radical en el orden social. Una propuesta contesta-

taria, sin lugar a dudas. Quizá por ello el Estado (¿el Padre de los principales?) prefirió Machu Picchu, símbolo mudo de una peruanidad turística, a la figura de Arguedas, un escritor que provoca, que imagina un país distinto al que se quiere construir desde el monólogo político, como signo oficial del año 2011. Para concluir: toda lectura es política. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Arguedas, José María. Agua. Lima: Ediciones Nuevo Mundo, 1965. Eagleton, Terry. Marxism and literary criticism. University of California Press, 1976. ------. Ideología. Una introducción. España: Ediciones Paidós, 1997.

J OSÉ C ORNELIO BELLO. Realiza estudios de doctorado en el Program of Spanish and Portuguese de Georgetown University, Washington DC. 3 15


JMA

El sueño del pongo J.M. Arguedas

U

n hombrecito se encaminó a la casa-hacienda de su patrón. Como era siervo iba a cumplir el turno de pongo, de sirviente, en la gran residencia. Era pequeño de cuerpo, miserable de ánimo, débil, todo lamentable; sus ropas viejas. El gran señor, patrón de la hacienda, no pudo contener la risa cuando el hombrecito lo saludó en el corredor de la residencia.

mandón hasta la cocina. El hombrecito tenía el cuerpo pequeño, sus fuerzas eran sin embargo como las de un hombre común. Todo cuanto le ordenaban hacer, lo hacía bien. Pero había un poco como de espanto en su rostro; algunos siervos se reían de verlo así, otros lo compadecían. “Huérfano de huérfanos; hijo del viento, de la luna, debe ser el frío de sus ojos, el corazón, pura tristeza”, había dicho la mestiza cocinera, viéndolo.

-Eres gente u otra cosa -le preguntó delante de todos los hombres y mujeres que estaban de servicio.

El hombrecito no hablaba con nadie, trabajaba, callado comía. “Sí, papacito; sí, mamacita”, era cuanto solía decir.

Humillándose, el pongo no contestó.

-¡A ver! -dijo el patrón- por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la escoba, con esas sus manos que parecen que no son nada. -¡Llévate esta inmundicia! -ordenó al mandón de la hacienda.

Quizá a causa de tener una cierta expresión de espanto y por su ropa tan haraposa y acaso, también, porque no quería hablar, el patrón sintió un especial desprecio por el hombrecito. Al anochecer cuando los siervos se reunían para rezar el Ave María, en el corredor de la casa-hacienda, a esa hora, el patrón martirizaba siempre al pongo, delante de toda la servidumbre; lo sacudía como a un trozo de pellejo.

Arrodillándose, el pongo besó las manos al patrón y, todo agachado, siguió al

Lo empujaba de la cabeza y lo obligaba a que se arrodillara y, así, cuando ya

Atemorizado, con los ojos helados, se quedó de pie.

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JMA estaba hincado, le daba golpes suaves en la cara. -Creo que eres perro. ¡Ladra! -le decía. El hombrecito no podía ladrar. -Ponte en cuatro patas -le ordenaba entonces. El pongo obedecía, y daba unos pasos en cuatro pies. -Trota de costado, como perro -seguía ordenándole el hacendado. El hombrecito sabía correr imitando a los perros pequeños de la puna. El patrón reía de muy buena gana; la risa le sacudía todo el cuerpo. -¡Regresa! -le gritaba cuando el sirviente alcanzaba trotando el extremo del gran corredor. El pongo volvía, corriendo de costadito. Llegaba fatigado. Algunos de sus semejantes, siervos, rezaban mientras tanto el Ave María, despacio, como viento interior en el corazón. -¡Alza las orejas ahora, vizcacha! -¡Vizcacha eres! -mandaba el señor al cansado hombrecito. -Siéntate en dos patas; empalma las manos. Como si en el vientre de su madre hubiera sufrido la influencia modelante de alguna vizcacha, el pongo imitaba exactamente la figura de uno de estos animalitos, cuando permanecen quietos como orando sobre las rocas. Pero no

podía alzar las orejas. Golpeándolo con la bota, sin patearlo fuerte, el patrón derribaba al hombrecito sobre el piso de ladrillo del corredor. -Recemos el Padrenuestro -decía luego el patrón a sus indios, que esperaban en fila. El pongo se levantaba a pocos, y no podía rezar porque no estaba en el lugar que le correspondía ni ese lugar correspondía a nadie. En el oscurecer, los siervos bajaban del corredor al patio y se dirigían al caserío de la hacienda. -¡Vete, pancita! -solía ordenar, después, el patrón al pongo. Y así, todos los días, el patrón hacía revolcarse a su nuevo pongo, delante de la servidumbre. Lo obligaba a reírse, a fingir llanto. Lo entregó a la mofa de sus iguales, los colonos. Pero... una tarde a la hora del Ave María, cuando el corredor estaba colmado de toda la gente de la hacienda, cuando el patrón empezó a mirar al pongo con sus densos ojos, ese, ese hombrecito, habló muy claramente. Su rostro seguía un poco espantado. -Gran señor, dame tu licencia, padrecito mío, quiero hablarte- dijo. El patrón no oyó lo que oía. -¿Qué? ¿Tú eres quien ha hablado u otro?- preguntó. -Es a ti a quién quiero hablarte -repitió 3 19


JMA el pongo. -Habla... si puedes -contestó el hacendado. -Padre mío, señor mío, corazón mío -empezó a hablar el hombrecito-, soñé anoche que habíamos muerto los dos, juntos; juntos habíamos muerto. -¿Conmigo? ¿Tú? Cuenta todo, indio -le dijo el gran patrón. -Como éramos hombres muertos, señor mío, aparecimos desnudos los dos juntos, desnudos ante nuestro gran padre San Francisco. -¿Y después? ¡Habla! -ordenó el patrón, entre enojado e inquieto por la curiosidad. Viéndonos muertos, desnudos, juntos, nuestro Gran Padre San Francisco nos examinó con sus ojos que alcanzan y miden no sabemos hasta qué distancia. A ti y a mí nos examinaba, pesando, creo, el corazón de cada uno y lo que éramos y lo que somos. Como hombre rico y grande, tú enfrentabas esos ojos, padre mío. -¿Y tú? -No puedo saber cómo estuve, gran señor. Yo no puedo saber lo que valgo. -Bueno sigue contando. -Entonces, después nuestro padre dijo con su boca: “De todos los ángeles el más hermoso que venga. A ese incomparable que lo acompañe otro pequeño que sea también el más hermoso. Que el ángel pequeño traiga una copa de oro, y la copa de oro llena de la miel de la chancaca más transparente. -¿Y entonces? -pregunto el patrón. Los indios siervos oían, oían al pongo, con atención sin cuenta pero temerosos. -Dueño mío, apenas nuestro gran Pa20 2

dre San Francisco dio la orden, apareció un ángel brillante, alto como el sol; vino hasta llegar delante de nuestro Padre caminando despacio. Detrás del ángel mayor marchaba otro pequeño, bello, de luz suave, como el resplandor de las flores. Traía en las manos una copa de oro. -¿Y entonces? -repitió, el patrón. “Ángel mayor: cubre a este caballero can la miel que está en la copa de oro; que tus manos sean como plumas cuando pasen sobre el cuerpo del hombre”, diciendo, ordenó nuestro gran Padre. Y así, el ángel excelso, levantando la miel con sus manos, enlució tu cuerpecito todo, desde la cabeza hasta las uñas de los pies. Y te erguiste, solo; en el resplandor del cielo la luz de tu cuerpo sobresalía, como si estuviera hecho de oro, transparente. -Así tenía que ser- dijo el patrón, y luego preguntó: -¿Ya ti? -Cuando tú brillabas en el cielo, nuestro Gran Padre San Francisco volvió a ordenar. -“Que de todos los ángeles del cielo venga el que menos vale, el más ordinario. Que ese ángel traiga en un tarro de gasolina excremento humano” -¿Y entonces? -Un ángel que ya no valía, viejo, de patas escamosas, al que no le alcanzaban las fuerzas para mantener las alas en su sitio, llegó ante nuestro Gran Padre; llegó bien cansado, con las alas chorreadas, trayendo en las manos un tarro grande. -Oye viejo -ordenó nuestro gran Padre a ese pobre ángel- embadurna el cuerpo de este hombrecito con el excremento


JMA que hay en esa lata que has traído; todo el cuerpo, de cualquier manera; cúbrelo como puedas. ¡Rápido!. -Entonces con sus manos nudosas, el ángel viejo, sacando el excremento de la lata me cubrió desigual, el cuerpo, así como se echa barro en la pared de una casa ordinaria, sin cuidado, Y aparecía avergonzado, en la luz del cielo, apestando. -Así mismo tenía que ser -afirmó el patrón- ¡Continúa! ¿O todo concluye allí?... -No, padrecito mío, señor mío. Cuando nuevamente, aunque ya de otro modo,

nos vimos juntos, los dos, ante nuestro Gran Padre San Francisco, él volvió a mirarnos, también nuevamente, ya a ti ya a mi, largo rato. Con sus ojos que colmaban el cielo, no sé hasta qué honduras nos alcanzó, juntando la noche con el día, el olvido con la memoria, y luego dijo: “Todo cuanto los ángeles debían hacer con ustedes ya está hecho. Ahora ¡lámanse el uno al otro! Despacio, por mucho tiempo”. El viejo ángel rejuveneció a esa misma hora; sus alas recuperaron su color negro, su gran fuerza. Nuestro Padre le encomendó vigilar que su voluntad se cumpliera.

EL

SUEÑO DEL PONGO .

No es un cuento original de JMA sino que este aseguró haberlo oído de un comunero cusqueño en la ciudad de Lima. Así, con este cuento nos encontramos ante una tradición cultural del mundo quechua pero narrado a través de la voz literaria de José María Arguedas. Existe una documental fotográfico de este cuento, el cual se puede encontrar en http://goo.gl/87Hg1. 35 21


Niebla I Daniel llega a casa se desajusta la corbata se quita el saco deja el maletín en el sofá abre el refrigerador toma jugo de naranja de caja prende el televisor solo ve niebla.

C R E A C I Ó N

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II Janet sale de su departamento seis de la tarde domingo agosto toma un taxi hacia la plaza de Barranco camina despacio por la Bajada de Baños llega hasta la playa se sienta sobre las piedras pequeñas de la orilla solo ve niebla. III Manchas busca un refugio recorre las calles con sus viejas patas cansadas cruza las pistas con temor hurga con su hocico en las bolsas negras de las esquinas ladra ante los claxones exagerados de algunos autos se detiene en el cruce de Abancay y Junín solo ve niebla.

GIANMARCO FARFÁN CERDÁN (Lima,

1978). Comunicador Social por la UNMSM, con estudios de Psicología en la PUCP. Mención Honrosa en el concurso de cuentos Horas de Ágora en 2006. Fue editor de un periódico y una revista. Laboró en El Comercio, Milenios, Universidad & Business, Radio Santa Rosa, y otros.


Frente a tus ojos el fuego inextinguible. César Moro Que explote y su boca destruya el universo en su vientre. Que incruste su lengua en formas primigenias que arrastre la humanidad en sus manos y todos sufran en cada revolución. Que grite y mi cuerpo sea un eco constante de su demencia. Que tema que no se detenga y tiemble al fin el corazón. Tu náusea es mía la heredaste como heredan los peces la asfixia. Blanca Varela Tragaron de mis manos todas las aves negras mientras huías de mis pasos. Quizá por eso no crucé el puente y mi cuerpo se hizo brecha en el vacío de los campos sedientos. Y de tus ojos broté sin tierra húmeda con mis frutos devorados y mis raíces en las alas de tus manos.

MEYLÍ NECOCHEA SALGUERO 23 años.

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Quizá onírico Siempre habrá cosas que pueda indicar con un dedo. No recuerdo los ojos o los pasos que se daban no recuerdo la mirada ni el mudéjar en las tablas es el elefante el que ¿me hablaba? quizá para mañana no recuerde todos los colores el festín de mis fusiones es horrendo pensar ello no espero mañana recordar esto Mañana espero, y espero con el hígado dentro del cuerpo / con el hígado en la mano la llovizna plateada las hojas de metal en cuchillas dobladas te aprecio, mi metal, te aprecio cuando alimentas esta ciudad te aprecio cada día más cuando repites colores y vas más allá cuando te saltas los colores y las líneas y las formas son los sueños y en las formas encontramos la llovizna de metal el beso que me diste para soñar el beso que me propinaste tú sí que me has hecho llorar

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Mucho después

/

mucho tiempo depués

Mi LLOVIZNA de metal / me haces / levantar Y recaes y rebotas y regresas y te elevas amarilla, ya no plata, pero si me has hecho hojalata ¿qué esperas? yo no dejaré de soñar Yo/no yo/sí no, y sé de la mañana mas no la pretendo ¡Y NO LA PRETENDO!

GUSTAVO LOPEZ TASSARA 25 3


CHICK HABIT F. Izquierdo

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C R E A C I Ó n 26 2

hacaloncito no sabe mucho de fútbol pero cuando gana Melgar saca pecho y dice: Arequipa, tierra de campeones. Chacaloncito vive con los africanos en un foyer en las afueras de París. Chacaloncito habla con los africanos. Entre muchos temas, los africanos le dicen siempre lo mismo: No sé cómo ustedes en Sudamérica se han dejado conquistar por España. Esa mierda. Chacaloncito replica: En ese tiempo España era el imperio. Los africanos traen un mapamundi y le dicen: Mira, Chacaloncito, mira, acá están los dos paisitos, España y Portugal, ellos los conquistaron. Lo peor de Europa. Al menos a África llegaron los franceses, los ingleses, los alemanes. Chacaloncito toma venganza desde la cocina: Fríe palta, pollo, huevos, aceitunas, mezcla todo con ají chino y agrega esto a una olla de arroz. El plato: paella arequipeña. Los africanos comen asombrados. Luego, por la noche, vomitan todo. Chacaloncito les ha dicho a los africanos que la selección peruana de fútbol ha perdido seis a cero. Los africanos revientan en carcajadas. Pizarro suplente de Drogba, dicen los africanos. Chacaloncito les ha dicho a los africanos que Lucho Horna ha ganado el dobles en el Roland Garros. Los africanos se desternillan de risa. En el Roland Garros el dobles no existe, dicen los africanos. Chacaloncito les ha dicho a los africanos que los peruanos no son ningunos huevones. Que ni bien los jugadores de la selección de

fútbol llegaron a Lima la gente ha ido al aeropuerto a meter vicio y a mentarles la madre. Los africanos dicen: Si Costa de Marfil pierde los jugadores llegan de madrugada. Si llegan de día los agarran a balazos. Chacaloncito se va a ver la Eurocopa en la tele. Los pronósticos de Marco Tulio eran claros: la historia pesa, Portugal nunca ha sido. Entonces Alemania juega a ritmo de entrenamiento, mete tres goles y pasa a la semifinal. *** Marco Tulio termina de leer las noticias en internet y le dice a Liz Norton: Fíjate, Norton, mi país ha vuelto a perder en fútbol. La mujer levanta la vista, deja de leer su libro de culturas subalternas y le dice: No sé mucho de fútbol, supongo que Perú está mal entonces. Marco Tulio se encoge de hombros. Fuma un cigarrillo en silencio y al momento de estrellarlo contra el cenicero le dice a Liz Norton para ir a caminar. La noche es joven, Norton, salgamos. Ella accede. Tengo un poco de hambre, dice. Marco Tulio se acomoda la chaqueta y le responde que bien pueden buscar un restaurante y comer algo. Caminan por Saint Antoine. Liz Norton le pide buscar un lugar de comida turca o hindú. Marco Tulio le dice: comeremos lo que tú quieras, Norton. Caminan hasta la rue Crozatier y se topan con las luces de un restaurante italiano. Tengo hambre, no soporto el hambre, entremos aquí, dice ella. Entran. La mujer ordena una pizza ve-


getariana y pide a Marco Tulio que le recomiende algo para beber. Marco Tulio escoge para ella un grog y luego una menta, y para él un spaghetti al pomodoro y una copa de chianti. Quien los atiende es el mismo dueño del local. Un italiano gordo de ojos saltones, que pareciera que en cualquier momento comenzará a bailar. No lo hace. En tres minutos el italiano aparece con las copas. En diez con los platos. Ambos comen. Juegan al uno dos tres. En realidad solo Marco Tulio juega al uno dos tres. La mujer intercala los gustos: bebe un trago de grog, come un poco de pizza, bebe un trago de menta, come un poco de pizza. Liz Norton mantiene siempre los ojos semicerrados. *** Liz Norton y Marco Tulio han decidido ir a Londres. Acá viví hace muchos años, habla Marco Tulio, mirando la ciudad desde la ventana del hotel. Ella no se inmuta. Tampoco dice algo. Marco Tulio piensa que Liz Norton es una mujer adorable. Una mujer adorable que de un momento a otro puede comportarse de manera harto extraña. Norton, cuando te lo propones puedes ser una recagona. ¿Sabías? Liz Norton levanta la vista, deja de leer el libro y mira fijo a Marco Tulio. Luego dice: Mierda. Luego estrella el libro contra la pared y sale de la habitación. *** En Londres el sol se mantiene en lo alto del cielo. La mujer toma algunas fotos de la ciudad. Marco Tulio la ha llevado de paseo. Mar-

co Tulio recuerda al detalle la ciudad. Caminan entre Bayswater Road, la Serpentine Gallery, Albert Memorial y de vez en cuando, en pleno paseo, Marco Tulio improvisa algunos movimientos de hulla-hop solo para que ella sonría. Ella sonríe. A pesar de eso, ambos hablan solo lo necesario. Al rato, Liz Norton dice que está cansada. Marco Tulio asiente y le pide caminar unas calles más. Iremos al Kensington, a ver la laguna y la estatua de Peter Pan, dice Marco Tulio. Liz Norton, serísima, responde que está bien. Al entrar al Kensington Gardens, enrumban por el camino lateral hasta llegar a una de las bancas cercanas a la figura de Peter Pan. Toman asiento. Luego ella se pone de pie y saca algunas fotos. Luego de las fotos se acomoda de nuevo junto a Marco Tulio. El tiempo es bueno. El viento corre fresco. El cabello negro de Liz Norton revolotea sobre su rostro. Alrededor de ambos, muchas personas están desperdigadas sobre el césped, muy cerca al caminito a la laguna. Liz Norton y Marco Tulio deciden permanecer en la banca hasta que el sol desaparezca.

FRANCISCO I ZQUIERDO Q UEA (Lima, 1980) Egresado en Li-

teratura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es autor del libro de cuentos Bonitas palabras, codirector de la revista El Hablador (www.elhablador.com) y doctorante de la universidad Sorbonne Nouvelle. Asimismo, realiza trabajos de edición y periodismo radial y escrito. 127 3


Der rattenfänger D. Frini

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n junio de mil doscientos ochenta y cuatro, Hameln estaba infestada de ratas. Los buenos hombres de la ciudad no encontraban forma de librarse de ellas, aún después de haber recurrido a los más afamados alquimistas de la comarca. Cierto día se hizo presente un músico extraordinario, pero misterioso, que decía venir de la vecina Hadessen. Prometió librarlos de la plaga a cambio de un fabuloso extipendio. Desesperados, los habitantes aceptaron. El Virtuoso estaba acompañado por un séquito de diez sirvientes y pajes, que montaron su enorme órgano tubular y lo dispusieron en la Plaza Mayor, cinco chantrés, cuarenta integrantes del coro; y, claro está, seis diáconos y un déan. El Músico se sentó al frente del instrumento y durante dos días, de continuo, entonaron motettos, discantos, conductos, gymels, faux-bordones, duplos y triplos, rondellós, hoquetos, responsorios, canons, ave verum corpus, imitaciones y fugas, tropos y secuencias. Costó mucho, pero al final de la segunda jornada, la plaga había dejado Hameln rumbo al río Wesser. El Cazador de ratas exigió el pago, pero los habitantes de Hameln no pudieron 28 2

reunir la fortuna acordada. Con parsimonia, el músico ordenó a su cohorte que se alistasen nuevamente. Otra vez se sentó frente a su órgano, suspiró y descargó sus manos sobre las teclas. El tritono prohibido «Mi contra Fa», el diabulus in música, atronó el aire. Chantrés, coro, diáconos y dean se trasvistieron en trouvés y juglares cazurros, ministriles, goliardos, minneängers, saltimbanquis, equilibristas, meretrices y bailarinas. De sus viejas carretas sacaron sus instrumentos: rabés, fídulas, cornamusas, zanfoñas, arpas, cémbalos, laúdes, cornetas, chirimías, sacabuches, añafiles, trombettas, flautas de pico, alboques, traveseras, bombardas, dulzaínas, caramillos, cromornos, bajones, darbukas, tamboretes, panderos, carrillones, olifantes, buccinas, crótalos, vihuelas, orlos, cornettos y pífanos; la mayoría de ellos censurados por la Santa Madre Iglesia. Durante otros cinco días entonaron baladas madrigales, virelays, frottolas -villanellas, villottas, strambottos y barzellettas- y caccias, cançós, sirventés, laudas, pastorellas, estampiés y hasta jarchas y moaxacas. Bailaron basse danse, salterello, danse macabre, branle y tresque, carolas, y tantas otras danzas prohibidas desde las olvidadas bacanales del pasado. Bebieron vino, cerveza, hipocrás, claré, hidromiel, sidra y perada expropiados de


las casas de la ciudad. Se emborracharon hasta caer y escandalizaron a todos con sus gritos, sus obsenidades y exhibiciones orgiásticas. Al fin de la séptima jornada, cansados de tanto vicio y vulgaridad, alarmados por tanta ostentación demoníaca, los buenos vecinos de Hameln negociaron con los varegos del rey noruego Magnus el sexto; y les vendieron, como esclavos, ciento treinta de sus niños. Cuando le hubieron pagado, el Músico ordenó a los suyos que desmontasen el gran órgano, guardasen los instrumentos y se preparasen para partir. Dejaron la ciudad el veintiséis de junio,

día de los santos Juan y Pablo. Acamparon en Emmerthal, a un día de marcha de Hameln. Dos de los sirvientes del Músico se adelantaron, con una gran carreta, hasta Ottenstein y se detuvieron a unas trescientas yardas de distancia da las puertas de la ciudad. Allí liberaron el cargamento. En julio de mil doscientos ochenta y cuatro, Ottenstein estaba infestada de ratas y los buenos hombres de la ciudad no encontraban forma de librarse de ellas. Cierto día se hizo presente un músico extraordinario, pero misterioso, que decía venir de la vecina Hameln. Prometió librarlos de la plaga a cambio de un fabuloso extipendio.

DANIEL FRINI 3 29


alfa y omega D. Frini

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l despertador sonó a las cuatro treinta. Desayunó con su mujer en la cama. Lloraron juntos. Habían decidido que ella no iría a verlo partir. Debía seguir con su vida. Se amaron por última vez. Se quedaron abrazados, desnudos, durante una pequeña eternidad. Lloraron otra vez cuando él la besó y subió al auto oficial que había venido a buscarlo. Se habían dicho que no habría despedidas amargas. -Hasta luego mi amor -dijo él -Que tengas un buen día mi vida. Cuidate -dijo ella. Cuando el auto arrancó, él miró hacia atrás a su esposa que se quedó con la mano levantada en la puertita blanca del pequeño jardín. Eran las ocho horas, veintidós minutos del veintisiete de marzo de dos mil doce. Subió al prototipo, se ajustó los cinturones, y esperó el momento. El Comandante David Villers, piloto de pruebas de la primera nave con motores de bosones, abandonó la tierra a las dieciséis cuarenta. Se estimaba en un setenta por ciento sus posibilidades de éxito.

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Se sumergió en un estallido de luz que se imprimió en su cerebro a través de todos los poros de su piel. Casi inmediatamente, perdió contacto con la base y fue claro para él que el experimento había fallado y había sido empujado a un espacio-tiempo increado. Los minutos se hicieron días, que fueron semanas y meses, que fueron años y luego siglos. Se encontró en los bordes de la la más lejana de las galaxias y también fue sometido a la terrible fuerza del útero central de la nuestra. Estuvo en la explosión aniquiladora que lo empezó todo, y cuando el crecimiento de la entropía se detuvo. Recorrió mundos de ensueño y planetas de terror inenarrable. Contempló maravillas que otro hombre no verá jamás y sintió la más absoluta e insoportable soledad de la verdadera nada. Deseó morir en cada uno de los días que pasó allá. Deseó ver otra vez a su esposa. Fue el alfa y la omega. Fue Dios y Demonio. Creó mundos que luego deshizo entre sus dedos, como si fueran terrones. Fue torturado por inteligencias que, sin embargo, se comportaban como niños. Conoció el fuego del interior de los soles y el frío de bañarse en el espacio absoluto. Su cabeza explotó en el vacío mientras sus pies eran atraídos por la gravedad de diez mil millones de estrellas.


Cierto día volvió. Una explosión en looping lo devolvió a la Tierra. Su piel estaba seca y no había una sola parte de ella que no presentara arrugas. Su cabello casi inexistente tenía el color blanco amarillento de las eras. Sus ojos, antes celestes, estaban grises y apagados. Arrastraba los pies, le temblaban las manos y tenía la espalda encorvada. Llegó a su calle, a la puertita blanca del jardín y entró a la

casa. Su mujer estaba en la cocina lavando las tazas del desayuno. Al oír los pasos tan amados preguntó, sin mirar -¿Olvidaste algo, mi cielo? Eran las ocho horas, veintinueve minutos del veintisiete de marzo de dos mil doce.

D ANIEL FRINI

(1963) escritor y poeta argentino. Publicó narrativa y prosa en varias antologías (Visiones 2009, Borumballa 2010, Grageas 2, 20 años de 3+1, Voz Hispana 1, Años Maduros, etc) y “Poemas de Adriana” (poesía, 2010). Premios “La Oveja Negra”, “El dinosaurio”, “Cosme Reniero” y “Garzón Céspedes”. Colabora en varias revistas en papel y digitales y en varios blogs. 3 31


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G r á f i

GOTAS DEL PASADO. Dibujo g e o m é t r i c o - a rt e óp t i c o I N T E R P R E TA C I Ó N D E C A B E Z A C O N AL A MBRE Y M ADERA. Escultura

M ARIA F ERNANDA L AU VILLAVICENCIO (Lima, 1989).

Estudiante de la Facultad de Arte en la PUCP, especialidad de diseño industrial. Vivió en El Salvador por 7 años y conoció varios países de Centroamérica. En El Salvador fue donde tuvo su primer acercamiento con la danza y el arte, el cual no ha dejado desde entonces. Sigue creciendo en el mundo del arte, el diseño y la danza.

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