ARROYO 910 - LIBRO 20 ANIVERSARIO DEL ATENTADO

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LA MIRADA DEL OTRO El 17 de marzo de 1992 se produjo en la ciudad de Buenos Aires un atentado que destruyó la Embajada de Israel, dañó a un geriátrico, una escuela, una iglesia católica. Fue una explosión que, en ese momento, parecía haber cobrado nada más que veintinueve vidas, parecía haber herido solamente a doscientas cuarenta y dos personas.

“Veinte años después, sabemos que esa explosión provocó todavía más víctimas, que nos manchó de vergüenza, que hirió a todos y cada uno de los habitantes de este país, que causó y sigue causando daños incluso en los que estaban por nacer.

que se convertía en antisemita por elevación. Aunque la mayor parte de la comunidad argentina no compartiera esa opinión, la idea del auto -atentado fue encontrando medios a través de los cuales expresarse. Culpar a la víctima fue siempre un excelente método para entorpecer la marcha de las investigaciones y dificultar la acción de la justicia. En esta causa, que estuvo primero en manos de varios jueces de instrucción y llegó finalmente a la Corte Suprema, no hubo jamás ni detenidos ni procesados. No tiene nada de extraño, entonces, que dos años después, alentados por la inacción de los investigadores, protegidos por una sensación de impunidad reafirmada por la penosa realidad, los mismos o parecidos enemigos atacaran la AMIA, la mutual judía-argentina, provocando ochenta y cinco muertos y trescientos heridos.

Porque el atentado a la embajada de Israel hizo estallar en mil pedazos nuestra confianza en la justicia.”

Fue entonces cuando los judíos-argentinos terminamos de entender que la diferencia nada sutil entre ser israelí y ser judío, para nosotros tan obvia, no entraba en la mente de nuestros enemigos. Una vez más el odio y, desde ese odio, la mirada del otro, nos estaba obligando a redefinir nuestra identidad.

Una de las primeras reacciones visibles después del hecho fue la manifestación de una peligrosa opinión antiisraelí,

Como argentina, como judía, como persona, una vez más, pido justicia.

Ana María Shua Nació en Buenos Aires en 1951. En 1980 ganó con su novela Soy Paciente el premio de la editorial Losada. Sus otras novelas son Los amores de Laurita, (llevada al cine), El libro de los recuerdos (Beca Guggenheim), La muerte como efecto secundario (Premio Municipal en novela) y la última, El peso de la tentación (2007). Como autora de microrrelatos ha obtenido el máximo reconocimiento en el ámbito iberoamericano. Sus libros en el género son La sueñera, Casa de Geishas, Botánica del caos, Temporada de fantasmas y Cazadores de Letras (que reúne los cuatro anteriores). También ha escrito varios libros de cuentos. Con Miedo en el sur, obtuvo el Premio Municipal en cuento. En el 2009 aparecieron sus cuentos completos, con el título Que

tengas una vida interesante. Recibió varios premios nacionales e internacionales por su importante producción infantil-juvenil. Algunos de sus libros han sido publicados en Brasil, España, Italia, Alemania, Corea y Estados Unidos. En 2011 se publicó simultáneamente en Argentina y en España su nuevo libro de microrrelatos Fenómenos de circo.


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